donde el avellano se asoma
para avistar el cielo.
Aprieto el paso, cuesta arriba,
hacia el cruce, donde
el camino muere.
Un viento liviano zarandea
las copas frondosas, y
el bosque revive.
El avellano triste
se ríe, inescrutable,
desde su otero, solitario.
Rosa es la tarde, y
rosa es el agua que brota
de la fuente del avellano.
para avistar el cielo.
Aprieto el paso, cuesta arriba,
hacia el cruce, donde
el camino muere.
Un viento liviano zarandea
las copas frondosas, y
el bosque revive.
El avellano triste
se ríe, inescrutable,
desde su otero, solitario.
Rosa es la tarde, y
rosa es el agua que brota
de la fuente del avellano.
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