ESOPO (Tracia, +/-570-526 a. C.)
El abeto y el espino
Disputaban entre sí el abeto y el espino. Se jactaba el abeto diciendo:
- Soy hermoso, esbelto y alto, y sirvo para construir las naves y los techos de los templos. ¿Cómo tienes la osadía de compararte a mí?
- ¡Si recordaras -replicó el espino- las hachas y las sierras que te cortan, preferirías la suerte del espino!
No hay que enorgullecerse en la vida de la reputación, pues la vida de los humildes, en cambio, está libre de peligros.
Disputaban entre sí el abeto y el espino. Se jactaba el abeto diciendo:
- Soy hermoso, esbelto y alto, y sirvo para construir las naves y los techos de los templos. ¿Cómo tienes la osadía de compararte a mí?
- ¡Si recordaras -replicó el espino- las hachas y las sierras que te cortan, preferirías la suerte del espino!
No hay que enorgullecerse en la vida de la reputación, pues la vida de los humildes, en cambio, está libre de peligros.
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