El tiempo, la cuarta dimensión, es algo que los humanos no tenemos en cuenta respecto de otros seres vivos. No somos capaces de comparar nuestra existencia con la de otros seres vivos, más o menos longevos.
Nuestros olvidos, desidias, inconsciencias, desconsideraciones hacia lo que pertenece a los otros seres... Este es el "olvido" de un adolescente de su bicicleta en el bosque. ¿Es posible que un chico se olvide de su bicicleta? ¿O quiere olvidarla?
La madre de este adolescente es la que nos aclara el misterio, a pesar de que en la red se hayan difundido otras historias.
Nuestros olvidos, desidias, inconsciencias, desconsideraciones hacia lo que pertenece a los otros seres... Este es el "olvido" de un adolescente de su bicicleta en el bosque. ¿Es posible que un chico se olvide de su bicicleta? ¿O quiere olvidarla?
La madre de este adolescente es la que nos aclara el misterio, a pesar de que en la red se hayan difundido otras historias.
"Las historias
abundan acerca de cómo una bicicleta roja llegó a estar alojada
en un árbol de Vashon Island a muchos pies de altura.
Algunos cuentan que terminó allí
arriba por azar, mientras otros cuentan que fue dejada
intencionadamente. Un isleño, Berkeley Breathed, incluso escribió
un libro para niños acerca de este misterio.
Pero una familia originaria de la isla
ha dado una explicación sólida sobre la bicicleta en el árbol justo
al norte de Sound Food. Dos generaciones coinciden en que la
bicicleta perteneció a Don Puz, quien en 1954 dejó su bicicleta en
el bosque, se olvidó de ella y nunca más volvió a buscarla.
Don recibió esa bicicleta como
donación después de que la casa de la familia se quemara:
“Había ocurrido un incendio no hacía mucho tiempo, y la bicicleta fue uno de los juguetes que le donaron a la familia para intentar
reemplazar los que habían perdido en el incendio” dijo Don,
por entonces estudiante del instituto de Vashon en 1963, quien trabajó durante
años en la isla como sustituto del Sheriff de King County antes de
retirarse en 1991. Desde entonces se trasladó a Kennewick, Wash.
Su madre Helen Puz de 97 años, contó la
historia. La bicicleta no era su favorita –era
pesada, con sólidas ruedas “y un delgado manillar parecido al de
un triciclo”, decía. “Era muy grande para que un niño la llevara”. Don y sus amigos estaban jugando en el bosque, y Don era el
único chico que había llevado la bicicleta en ese momento. Cuando los
chicos volvieron, Don olvidó su bicicleta, fue caminando a casa con
los otros niños. Helen vivió durante 55 años en una casa
amarilla a unos cientos de yardas de donde se encuentra ahora
atrapada la bicicleta. “Aparentemente, no estaba muy
entusiasmado con su bicicleta”, dijo.
Después de que la bicicleta fuera
descubierta fue noticia en los periódicos, y madre e hijo la visitaron.
“Fuimos al bosque, y allí estaba la
bicicleta en el árbol, “esa es mi bici”, recalcó Don.
“La reconocí inmediatamente… cuando vi esa bicicleta, la
reconocí, porque no creo que haya visto nunca una igual”.
Dijo que no recordaba mucho cómo se había perdido la bicicleta, pero que estaba bastante contento de verla de nuevo.
"Probablemente, porque detestaba bastante aquella bicicleta, me olvidé de ella por completo y no quise saber dónde estaba”, dijo.
“Conseguí mucha publicidad cuando
la encontraron”, dijo Helen, que fue nombrada Strawberry Festival
Grand Marshal en 2002. “Al principio, todos querían saber cómo
llegó la bicicleta allí, y escuché diferentes historias. Había
una chica que decía que era su bici, pero Don dijo que no, que esa
era su bici”.
¿Le sorprendió a Helen que un árbol
hubiera crecido alrededor de la bici roja de su hijo? “No, cuando tienes 97 años ya nada
puede sorprenderte”, dijo sonriendo.
Este es el final de la bicicleta roja |
Uno de los diversos inventos de internet |
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