domingo, 8 de diciembre de 2013

EZEQUIEL MARTÍNEZ ESTRADA (Argentina, 1895-1964)
Radiografía de la pampa
Fragmento

   (...) El viajero nunca vuelve la mirada, si no es de temor, y lo que le atrae es algo que está más adelante del horizonte: el punto de llegada. Lo que recuerda: el punto de partida. Todo hombre de llanura es oriundo de otro lugar. El árbol de esta llanura, el ombú, tampoco es oriundo de ella. Es un árbol que solo concuerda con el paisaje por las raíces; esa raíz atormentada y en parte descubierta, dice del viento del llano. Las ramas corresponden al dibujo de la selva. Bien se ve que es de tierra montuosa, quebrada. Ha venido marchando desde el norte, como un viajero solitario; y por eso es soledad en la soledad. Se vino con un pedazo de selva al hombro como un linyera con su ropa. Lo que rodea al ombú se expresa en signos de otro idioma; grande y sin igual, necesita del desierto en torno para adquirir su propia extensión. Acaso esa marcha del árbol hacia el sur, le haya sido impuesta por la exigencia de extender sus raíces; pues tanto pudieron éstas haberse fortalecido por el pampero, que soplaba en contra, como haber sido la voluntad heroica que lo lanzó contra él. La raíz habría hecho de este árbol un ejemplar ascético. Pero sabemos bien que un viento menos fuerte lo diseminó y que se detuvo al borde de mi clima. Un poco más al sur hubiera muerto. Ahí echó raíces extensas y poderosas como el viento. Quedó convertido en pulmón, bajo un cielo inmenso de aire sutil y de luz.
      El ombú es el árbol que sólo da sombra, como si únicamente sirviera al viajero que no debe quedarse y que reposa. Su tronco grueso, recio y bajo, es inútil, esponjoso, de bofe. Perfecto órgano del aire, respira la tierra por su parénquima vegetal. No se extrae de él la madera, y Virgilio no lo hubiera cantado en las Geórgicas. No puede hacerse de él vigas para el techo, ni tablas para la mesa, ni mangos para la azada, ni manceras para el arado. No tiene madera, y más que árbol es sombra; el cuerpo de la sombra. Sus hojas son tosigas, pero la raíz que es la tierra, suele ofrecer cavidades de gruta y asilo al que va huyendo. El ombú es el símbolo de la llanura, la forma corporal y espiritual de la pampa (...)

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