17 marzo 2012

ALESSANDRO TASSONI (Italia 1565-1635)
Océano Cantó Primero

Ve rústicas casas y habitantes,
Y de agua pide; maravilla extraña,
Encuentra el terreno que no produce humores,
Un gran árbol en su lugar y una fuente;
Apretando a su alrededor todos los vapores
Del lugar, más allá de toda creencia humana,
La virtud de este árbol se deshace
Y destila bajo sus hojas.

De Mitologia de las Plantas, Angelo de Gubernatis, !878
Frontera desde el balcón de Jinama
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13 marzo 2012

GIOVANNI BATTISTA RUMASIO (Italia 1485-1557)
Historia delle Indie Occidentali

El ilustre viajero y humanista narra así al Garoé:

“No hay en la isla del Hierro agua dulce ni río, ni fuente, ni lago, ni pozo y a pesar de todo se habita, porque el Señor Dios del Tiempo la provee de agua celeste, sin tan siquiera llover; y de este modo cada día del año, una o dos veces antes de que amanezca, hasta que el sol llega a lo alto, hay un árbol que de su tronco, de sus ramas y de su frondosidad deja caer mucha agua; y en aquel tiempo siempre se ve sobre el árbol un pequeña nube o niebla, hasta que a dos horas de sol o poco menos se deshace y desaparece; y el agua deja de gotear; en este tiempo, que puede ser de cuatro horas, se recoge tanta agua en una laguna hecha a mano al pie de este árbol, que hay suficiente para toda la gente de la isla y para todos sus animales y rebaños.”

 Mitología de las Plantas, Angelo de Gubernatis 1878
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09 marzo 2012


PIETRO MARTIRE (Italia 1457-1526) Sommario dell'Indie Occidentali

El Nuevo Garoé, plantado en 1948
Describe así la isla de Hierro, haciendo referencia al Garoé...

"El veinticinco de septiembre de 1493, con próspero viento, alzamos velas de Gades, y el primero de octubre llegamos a una de las Canarias llamada isla de Hierro; en la cual dicen que no hay otra agua para beber que aquella del rocío, que brota de un árbol y cae en una laguna hecha a mano en un monte de dicha isla."


De Mitología de las Plantas, de Angelo de Gubernatis

05 marzo 2012

Escudo de El Hierro
Fray JUAN DE ABREU GALINDO (1535-?)
El viejo Garoé

El siguiente texto, extraído de la “Historia de la Conquista de las siete islas de Canaria” (1602), es la principal referencia del mítico árbol desaparecido en 1610. Posteriormente otros muchos cronistas hablarán de este monumental til (Ocotea foetens)

“Este lugar y término donde está este árbol se llama Tigulahe, el cual es una cañada que va por un valle arriba desde la mar, a dar a un frontón de un risco, donde esta nacido en el mismo risco el Árbol Santo, que dicen llamarse en su lengua garoé; el cual por tantos años se ha conservado sano, entero y fresco; cuyas hojas destilan tanta y tan continua agua, que da de beber a la isla toda.
(…) y no se sabe qué especie de árbol sea, más de que quieren decir que es til. Está sólo, sin que de su especie haya otro árbol allí. (…) La manera que de destilar agua este Árbol Santo o garoé, es que todos los días por las mañanas se levanta una nube o niebla del mar, cerca de este valle, la que va subiendo con el viento Sur o Levante de la marina por la cañada arriba, hasta dar con el frontón; y, como halla allí este árbol espeso, de muchas hojas, asiéntase en él la nube o niebla y recógela en sí, y vase deshaciendo y distilando por la hojas todo el día, como suele hacer cualquier árbol que, después de pasado el aguacero, queda distilando el agua que recogió”.
 
(Texto de la entrada del recinto del Garoé-Isla del Hierro)
Los vientos aliseos, cálidos y cargados de humedad, chocan contra las islas a una altura media de 800m. Este es el sistema con el que captan, si conservan la cubierta vegetal, hasta un 80% del agua. Para entender bien el fenómeno sólo tenemos que visualizar un cuarto de baño y una ducha de agua caliente. El vapor rápidamente se condensa en las superficies lisas y frías, tal y como sucede en las hojas anchas, lustrosas y frías de la laurisilva, el conjunto de árboles de diversas especies de la zona media de las islas de la Macaronesia (Canarias, Madeira, Azores, Salvajes y Cabo Verde).