08 febrero 2011

Gabriel Celaya - Bosques del norte

GABRIEL CELAYA (Hernani, 1911-1991)
Bosques del norte

El temblor de los bosques
de pinos, transparente;
el mar, allá, muy lejos;
el viento como ausente.

Ese mundo remoto
que vivo, siempre intacto,
donde soy quien fui, niño,
aunque me siento raro.

Todo es distante, todo
real, aunque lejano.
Todo es como ese amor
que cuando beso, apago.

¡Oh fábulas, distintas,
cuentos nunca acabados!
¡Oh bosques misteriosos!
¡Oh mundo aún no empezado!

En el Norte, yo vivo.
En el Sur, todo es claro.
Hacia el Norte, perdido,
yo me siento imantado.

Cuando nieva, y el mundo
es puro, frío claro,
y chocan los diamantes,
luz con luz, en lo exacto,

y todo tintinea,
y todo está parado,
yo me voy con los Elfos,
o ellos vuelven, jugando.

En el Norte los bosques
y el silencio aumentado
o lo extraño del hecho
más vulgar, visto en claro:

la ausencia que golpean
los números exactos,
y el oír en la nieve
cómo suenan los pasos,

remotos, ¡ay, remotos!
distantes, mas pautados,
sonando de uno en uno,
contando, no sumando.

¡El bosque! ¡Nuestros bosques!
¡El temblor más callado!
La presencia invisible.
Lo locamente hallado.

Y la infancia, el recuerdo,
y el penúltimo dato:
la leyenda perdida,
¡oh tú, belleza, espanto!

En el bosque entrañable
y remoto -¡tan blanco!-,
el mundo coincidía
en luz con lo más raro.
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04 febrero 2011

ALFRED DE MUSSET (France, 1810-1857)
Lucía
(fragmento, dos versiones)

Queridos amigos,
Cuando muera,
Plantad un sauce,
En el cementerio,
Me gusta su follaje,
Su palidez me es
Dulce y cara,
Y su sombra
Le será leve
A la tierra donde
Dormiré.
(...)
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I
Mis queridos amigos, cuando muera,
plantad junto a mi tumba un noble sauce.
amo de su follaje el desconsuelo;
amo su palidez dulce y querida,
y sé que cubrirá su sombra leve
la generosa tierra donde duermo.

(...)
 

31 enero 2011

ANDRÉS TRAPIELLO (León, 1953)
(en Poemas escogidos)

Del viejo membrillo
la rama más vieja
se quebró. Caída
la encontré en la hierba.

Herrumbrosa rama
de membrillos llena,
apagada y muda
como la tristeza.

El hacha fue haciendo
melodiosa y lenta
su trabajo. Un triste
manojo de leña.

Sonaban los golpes
a calladas quejas.
La tarde pasaba
inhóspita y muerta.

           ***

Yo entonces pensaba:
un día quisiera
para mí la suerte
de esa rama vieja.

Cargado de frutos
posarme en la tierra
silenciosamente
y dormirme en ella.

            ***

El viento de otoño
subía. La huerta
quedaba entre sombras.
Cruzó una oropéndola.

A mis pies estaba 
el montón de leña
y una blanda capa
de hojarasca negra.

Se doraba el hacha
con la luna llena.
Quisiera... Qué importa
lo que yo quisiera.
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27 enero 2011

BOSQUES SIN FRONTERAS
"CUENTOS DESDE EL BOSQUE"

Un hermoso proyecto didáctico.
Han editado tres libros, con cinco cuentos cada uno, con motivo de la celebración del AÑO INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES.
Está enfocado a escolares de entre 6 y 12 años. Al final de cada libro hay una serie de actividades para afianzar y profundizar en los conocimientos, sentimientos y valores transmitidos en ellos. Pueden ser descargados, formato pdf, desde esta página:
http://www.bosquessinfronteras.org/


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23 enero 2011

GABRIELA MISTRAL (Chile, 1889-1957)
Ronda de la ceiba ecuatoriana

A la maestra Emma Ortiz

En el mundo está la luz
 y en la luz está la ceiba,
y en la ceiba está la verde
llamarada de la América!

¡Ea, ceiba, ea, ea!

Árbol-ceiba no ha nacido
y la damos por eterna,
indios quitos no la plantan
y los ríos no la riegan.

Tuerce y tuerce contra el cielo
viente cobras verdaderas,
y al pasar por ella el viento
canta toda como Débora.

¡Ea, ceiba, ea, ea!

No la alcanzan los ganados
ni le llega la saeta.
Miedo de ella tiene el hacha
y las llamas no la queman.

En sus gajos, de repente,
se arrebata y se ensangrienta
y después su santa leche
cae en cuajos y guedejas.

¡Ea, ceiba, ea, ea!

A su sombra de giganta
bailan todas las doncellas,
y sus madres que están muertas
bajan a bailar con ellas.

¡Ea, ceiba, ea, ea!

Damos una y otra mano
a las vivas y a las muertas
y giramos y giramos
las mujeres y las ceibas...

¡En el mundo está la luz,
y en la luz está la ceiba,
y en la ceiba está la luz
llamarada de la Tierra!

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