11 noviembre 2025

RAFAEL FONTÁN BARREIRO
La almazara de Catón. Olivos y aceite en Grecia y Roma
 

En "La almazara de Catón", Rafael Fontán nos propone un recorrido por los textos griegos y latinos que hablan sobre el cultivo del olivo y la fabricación del aceite. Las obras de Teofrastro, Virgilio, Plínio Viejo, Catón, Columela y Paladio son ejemplos de literatura sobre esta cultura ancestral. Porque agricultura es cultura y el aceite, al igual que el trigo y el vino, forma parte de la llamada tríada mediterránea, los tres cultivos básicos de nuestro rincón del mundo. 
     Desde hace muchos siglos, los olivos, cuidadosamente trabajados, han obsequiado con su fruto a muchas generaciones de hombres y mujeres. Las aceitunas nos han dado alimento, y el aceite, además, ha iluminado nuestras lámparas, nos ha suavizado la piel, nos ha perfumado y nos ha curado. Por esta razón, muchas son las culturas que han considerado que el olivo era un árbol sagrado. 
     Con este libro, además de reconocer y realzar la importancia del origen de la agricultura de este árbol tenaz y generoso que señorea buena parte de nuestros campos desde tiempo inmemorial, queremos rendir, sobre todo, un homenaje a los campesinos y campesinas que, con su trabajo sabio, tozudo, esforzado y silencioso, hacen posible cada año el milagro del aceite que nos hace.

Entrevista de VÍCTOR-M. AMELA, "La Vanguardia", nov-2025

Rafael Fontán Barreiro, profesor de cultura clásica, estudioso del olivo, (Foto: Dani Duch)

Tengo 73 años. Nací en Quintanar de la Orden (Toledo) y vivo en Cáceres. Estoy casado con la poeta Ada Salas. Tengo tres hijos (de 41 a 26 años) y dos nietos (3 y 6 años). ¿Política? Justicia social, amor y respeto. ¿Creencias? Creo en la humanidad. Canto Bach y toco música celta. 

¿Desde cuándo hay olivos? Hace cinco millones de años, en el Mediterráneo apareció el acebuche.

¿Qué es el acebuche? Una planta: olivo silvestre.

¿Y domesticamos la plantita? Hace 8.000 años, tras selecciones sucesivas e injertos.

¿Dónde? En Palestina.

¿Y cómo llegó el olivo a esta Península? ¡Los fenicios! Lo llevaron a Egipto, Jonia, Creta, el Egeo, el norte de África, las penínsulas Itálica e Ibérica: traían plantones a Tartessos... a cambio de estaño.

¿Cuándo? Unos 900 años antes de Cristo.

¿Tenemos olivos hace casi 3.000 años? Como el alfabeto y las casas cuadradas.

¿Y los olivos se adaptaron bien aquí? De Huelva a Extremadura y por el levante íbero, del estrecho de Gibraltar a los Pirineos.

Y hasta hoy. Lo curioso es que si plantas un hueso de aceituna... no saldrá un olivo. ¡Saldrá un acebuche! La semilla vuelve al origen, al abuelo, la planta silvestre ancestral.

Entonces, ¿qué hacemos? Plantar varas de olivo, de la variedad que sea, hijas de injertos milenarios... ¡y entonces sí crece un olivo!

Cada olivo sale de otro olivo, pues. Ya ve, ¡por eso digo que cualquier olivo tiene 7.000 años! Simboliza la esperanza de vida eterna. Lo plantas sabiendo que sus frutos los verán tus hijos o nietos.

Visito uno de dos mil años, Lo Parot... Hay muchos en España de 800 años...

¿Qué aportaron los íberos al olivo? Un uso local y familiar de aceitunas y aceite. Llegan los romanos aquí y la producción se industrializa.

¿Hasta qué extremo? La aceituna de la Bética se prensó en almazaras y el aceite se exportó a Roma en ánforas de 30 litros, por mar.

¿Qué es una almazara? Un edificio con habitáculos para almacenar aceitunas y el aceite obtenido tras prensarlas en una prensa.

¿Fue la aportación de Roma? Los romanos, militares, asolaban la tierra para alimentar a sus miles de soldados. Luego necesitaban a técnicos agrícolas, por emergencia nacional.

¿Técnicos agrícolas? Las mejores mentes de Roma escribieron minuciosos tratados de cultivo del campo, esto es, de “agricultura”.

¿Qué mentes? Catulo, Columela (de Cádiz), Varrón, Paladio, Plinio... detallan en sus tratados el correcto cultivo del olivo.

¿Por ejemplo? El suelo debe ser poroso, no arcilloso ni encharcable. La distancia entre olivos deberá ser de nueve metros. Mejor no podarlos mucho...

¿Ah, no? Los olivares antiguos eran bosques umbríos. Si se podan hoy es para favorecer el volumen de producción de aceituna.

¿Qué sabían los romanos? El olivo pide clima suave, una media superior a 3ºC. Un frío de 10ºC mata al olivo. Prefiere cotas inferiores a los 300 metros y no alejarse más de 60 kilómetros de la costa. Hoy eso ha evolucionado.

El aceite exportado desde la Bética, ¿adónde iba? A la corte imperial de Roma, a los ricos. Y para termas y gimnasios. Llegaban ánforas al puerto de Roma, cuyos cascotes generaron el monte Testaccio: 30 metros de altura.

¿Qué hacían los romanos con el aceite? Tras hacer ejercicio, se lo untaban en la piel, que luego raspaban con el estrígilo, una especie de cuchara.

¿No era para cocinar? Estamos usted y yo aquí porque nuestros ancestros comieron pan y olivas. Los mediterráneos hemos comido tres granos: aceituna, trigo (pan) y uva (vino).

¿Qué uso mayoritario daban al aceite? El primer aceite, el de oliva verde, era el más valioso: para perfumes y linimentos, higiene, cuidado corporal. La segunda cosecha, para la cocina. La tercera cosecha , para alimentar lámparas...

¿Y los griegos, antes, hacían igual? Atenas lo es por Atenea, la diosa: hizo brotar el olivo en la colina del Partenón, donde se multaba a quien dañase esos olivos. Su aceite era un premio para los atletas.

Bien por los griegos. Atenas crea el teatro y la democracia... gracias a la riqueza de su alfarería, necesaria para transportar vino... ¡y aceite!

Un olivo: emblema para un demócrata. Aunque Catón, primer literato latino, se opuso a que Roma saliese fuera de la península Itálica, su palabra para decir buen romano eraagricultor”.

Información:
https://godalledicions.cat/es/titols/la_almazara_de_caton/
https://www.lavanguardia.com/lacontra/20251108/11243180/olivo-siete-mil-anos.html 
----- 

08 noviembre 2025

Dendrosenecio kilimanjari

Distribución geofráfica
Dendrosenecio es un género de plantas herbáceas perteneciente a la familia de las asteráceas. Comprende 13 especies descritas y de estas, solo 11 aceptadas.
     El género fue descrito por Rune Bertil Nordenstam y publicado en Opera Botanica 44: 40. 1978.​ La especie tipo es: Dendrosenecio johnstonii (Oliv.) B.Nord. 
     En las laderas brumosas del Kilimanjaro-Tanzania crece, en un ecosistema único, un bosque afroalpino prehistórico con numerosos endemismos entre los que destaca Dendrosenecio kilimanjari. Estas plantas son verdaderas reliquias vivientes que han evolucionado durante millones de años para adaptarse a uno de los climas más extremos de África. 
      Las Dendrosenecio kilimanjari alcanzan hasta 10 metros de altura y tienen una estructura peculiar que las hace parecer esculpidas por manos antiguas. Su tronco esponjoso y grueso retiene agua, mientras que sus hojas se cierran por la noche como una protección natural contra el frío gélido de la montaña. Algunas de ellas tienen más de 100 años y solo se encuentran en unos pocos puntos específicos de África oriental. Las hojas muertas lo protegen de las heladas diarias. En el Ecuador no hay estaciones, los días duran 12 horas todo el año, así que en altura hiela de noche todos o casi todos los días.
     A pesar de su aislamiento, este ecosistema no está libre de amenazas. El cambio climático está modificando la línea de niebla que permite la vida de estas plantas, y el incremento del turismo mal regulado pone en riesgo su equilibrio delicado. Es importante visitar este lugar con la conciencia de que no se está entrando a un parque cualquiera, sino a uno de los últimos refugios naturales del pasado profundo de la Tierra.
     Explorar este bosque es adentrarse en un mundo que parece haber escapado al reloj de la civilización. El suelo está cubierto de musgo, los helechos trepan por las rocas húmedas y el aire se vuelve más denso conforme uno asciende. Cada paso revela formas de vida que solo existen en este rincón del planeta, y aunque la ruta hacia el bosque afroalpino no es sencilla, aquellos que llegan hasta allí aseguran que es una experiencia casi irreal.
 
Información:
https://en.wikipedia.org/wiki/Dendrosenecio_kilimanjari
https://www.facebook.com/jardinetnobotanicofranciscopelaez/posts/dendrosenecio-kilimanjari-es-una-planta-gigante-que-se-encuentra-en-la-cima-del-/3208589255918934/
https://es.wikipedia.org/wiki/Rune_Bertil_Nordenstam
----- 

05 noviembre 2025

El Roble Majestad, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Los robles de Fredville Park

El roble Majesty, también conocido como el roble Fredville, es el roble más grande de Gran Bretaña, y tal vez de toda Europa. Se encuentra en el parque Fredville, cerca de Canterbury. Está situado en un terreno privado y sólo puede visitarse con el permiso de los propietarios. El parque circundante está abierto al público a pie (la carretera de entrada es privada y sólo para vehículos autorizados) y contiene otros árboles inmensos. Majesty está situado cerca de la casa antigua.
       Una medición de 1793 situaba su perímetro normal (a una altura de 1,5 metros) en algo menos de 9,5 metros. Doscientos años después, en 1993, el perímetro era de 12,04 metros. Su edad se desconoce pero una amplia estima le da mas de 500 y hasta los 1000 años, aunque esta última hipótesis se basa en un posible cambio de nombre de otro árbol identificado en 1554.
     Para más información, pueden visitarse estos lugares de Internet, de donde proceden estas fotos: http://www.nonington.org.uk/the-fredville-estate/the-trees-of-fredville-park/
https://www.cronodon.com/NatureTech/majesty.html
 

Localización: Fredville Park, Kent   --  Especie de árbol: roble común  (Quercus robur)
Coordenadas:   51.215244, 1.230437  --  N51 12.915 E1 13.826   -- 51° 12' 54.88" N, 1° 13' 49.57" E
Altitud: 65 m      Descarga GPX

 
-----

02 noviembre 2025

MANUEL RIVAS (A Coruña, 1953)
El ejercito del bosque

Préstame, lluvia, tus palabras
y tú, viento, las ideas tan largas.
Déjame tu rezo breve, río,
y tú, nieve, la corteza del abedul.
Descansa al norte, crepúsculo de musgo.
Pisadas.
Quiebra el mundo como ala de garza.
Socórreme, relámpago.
Ponte a mano, verde espada.
Cúbreme, niebla.

Guardémonos. Viene gente.


(De “El pueblo de la noche”, Alfaguara, 1997)

-----