ARMAND PAZ RICO y VERITASIUM, en Facebook
¿Cómo hacen los árboles para elevar el agua hasta la copa?
Suben agua con minerales disueltos hasta 100 m de altura. No es impulsada por las raíces ni aspirada por las hojas; harían falta fuerzas descomunales para hacerlo.
Esa acción funciona como una bomba aspirante pero de muy BAJA potencia, solo tiene fuerza para mover el agua cercana. Afortunadamente toda la columna de vasos, desde la raíz esta llena. Lo hizo poco a poco desde que germinó la semilla. Esos vasos conductores se hidratan con facilidad por efecto de la CAPILARIDAD, que es un MECANISMO SECUNDARIO, apenas puede subir el agua unos mm…. aunque muchos libros le den toda la importancia. El impulso total llamado POTENCIAL HÍDRICO es resultado del equilibrio entre fuerzas de capilaridad, ósmosis, gravedad y evapotranspiración (influenciados además de temperatura y humedad en el aire y el suelo) desde las hojas hasta las raíces.
El trasporte de vuelta hacia las raíces, es más fácil, va a favor de la gravedad y del gradiente de concentración de azúcar.
La integridad de esa columna de agua es vital, si falla los árboles sufren embolias (como los humanos). En este caso, el transporte del agua a través de los vasos de xilema se interrumpe en algún punto. Lo hace por sequía o exceso de temperatura. En ese caso los vasos cavitan (burbujean con aire) y se pueden oír desde el tronco con un estetoscopio (o con un vaso junto a la oreja) Las embolias menores (en días calurosos) se pueden reparar por capilaridad de noche si refresca (aprox. por debajo de 20ºC) Los árboles tropicales están en general más preparados para soportar este problema, especialmente las palmeras que evolucionaron (200 millones de años más tarde) para mejorar con un tronco fibroso, los problemas de hidratación de los troncos leñosos, que solo son funcionales en su periferia.
Esas embolias las llamamos “falta de agua”, se manifiestan de menor a mayor grado así: hojas arrugadas, puntas de las hojas necrosadas, puntas secas de las ramas, ramas secas enteras; finalmente, muerte del árbol.



