24 junio 2022

Palmeras del pasado al presente

ARABA INSTITUTE
La palmera de Judea

En los últimos años el cine, la literatura, e incluso la ciencia, le ha dado vueltas a la posibilidad de resucitar especies extintas, como los mamuts o los dinosaurios, mediante la integración de su ADN en embriones de especies similares.
     La resurrección de la Palmera Datilera de Judea no tiene nada ver con esta técnica, pero el resultado es el mismo: una especie que se había extinguido vuelve a la vida gracias a la ciencia... y a la asombrosa capacidad de supervivencia de sus semillas.
     La Palmera Datilera de Judea era muy popular en Asia, hace 2.000 años. Aparece citada en la Biblia y el Corán, y hay escritos en donde se explica su uso como alimento, medicina, construcción, y confección de muebles, ropa y calzado.
     Los historiadores han resuelto grandes misterios de tiempos remotos, como el de los jeroglíficos egipcios o el de los orígenes de la Humanidad. Pero hay otros muchos para los que no hay respuestas. Vamos a echar un vistazo a algunos de los más desconcertantes.
     Era un árbol esencial en la economía de Judea cuando los romanos conquistaron la región, por eso se dedicaron a destruirlo, para acelerar la rendición de sus enemigos. Las continuas guerras en siglos sucesivos y el abandono de las plantaciones hicieron que la Palmera Datilera de Judea se diera por casi extinguida en el siglo XIV, y ya no hay referencias suyas al menos desde el siglo XIX.
     Los biólogos la daban por desaparecida pero en 1963, excavando en una fortaleza que resistió la invasión romana durante años, en Masada, el arqueólogo Yigael Yadin encontró una jarra con semillas que fueron datadas con una antigüedad de más de 2.000 años.
     Las semillas permanecieron en un cajón durante décadas, olvidadas, hasta que en 2005 la botánica Elaine Solowey decidió plantar una, a ver lo que pasaba. Y para su sorpresa, germinó una palmera de una especie que no existe en la actualidad, y que los científicos han confirmado que es la Palmera Datilera de Judea. El análisis también confirmó que era una palmera macho, por eso la bautizaron con el nombre de Matusalén, en honor al personaje de la Biblia que vivió 969 años.
     Para recuperar la especie se necesiban palmeras hembras, así que la botánica Sarah Sallon contactó con arqueólogos para ver si habían encontrado más semillas en otras excavaciones. Aparecieron 30 más en Qumran.
     En 2011 plantaron varias de ellas, y germinaron varias palmeras datileras de Judea, machos y hembras, que también recibieron nombres bíblicos: Jonás, Adán, Judith, Uriel, Booz y Hannah.
     En 2017, cuando los árboles ya producían flores, polinizaron a la palmera Hannah con el polen de Matusalén, y en 2018 germinaron los primeros frutos. Sus semillas ya se han plantado y ya se han obtenido nuevas palmeras. En este vídeo puedes ver la recolección de dátiles de algunas de ellas.
     Ahora el futuro de las Palmeras Datileras de Judea parece asegurado. Todo gracias a unas semillas de hace 2.000 años, que consiguieron germinar dos milenios después de abandonar el árbol. Un auténtico milagro de la Naturaleza, con un poco de ayuda de la ciencia. ¿Ocurrirá algún día lo mismo con los mamuts o los dinosaurios?

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21 junio 2022

El Eucaliptus gunnii, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Eucalyptus gunnii
Estas fotos corresponden a mi Eucalyptus gunnii, también llamado Eucalipto de Gunn, o eucalipto de la sidra. Árbol originario de Tasmania que puede sobrepasar los 35 metros de altura y tiene una extraordinaria tolerancia al frío (para ser un eucalipto, claro) ya que aguanta hasta −14 °C y excepcionalmente −20 °C, durante breves períodos de tiempo, por lo que está siendo plantado como árbol ornamental tanto en Inglaterra como en la Europa continental. ​ Es de rápido crecimiento, de hasta 1,5 m (raramente 2 m) por año en los estadios iniciales. El follaje cambia al madurar el árbol, de una hoja redondeada de color azul ceroso a un follaje más elongado y verde vivo en los árboles maduros, pero con la poda se puede mantener el follaje juvenil, lo cual se aprovecha para floristería donde las ramas jóvenes, de hoja redonda, son empleadas como verde. La poda puede ser empleada para mantener el árbol de tamaño pequeño si es que se requiere y los lugares muy sombreados pueden restringir su crecimiento. 
     La planta produce una savia similar al jarabe de arce, que en verano, pueden llegar hasta 15 litros al día en árboles grandes. Es de color dorado y tiene sabor a manzana, aunque más dulce, e incluso puede beberse directamente del árbol. Se está considerando el cultivo intensivo del árbol para este uso, porque además de este consumo en fresco, cuando se embotella y se tapa, el líquido fermenta y se parece a la sidra de manzana, de donde viene el nombre de eucalipto de sidra, aunque según otras versiones tiene sabor a “Cointreau”, dulce y con un toque de naranja. El uso no es nuevo, ya en Tasmania los aborígenes extraían la savia para fermentarla. El follaje, que no contiene eucaliptol como los eucaliptos madereros (globulus, nitens, etc.), al parecer es dulce y un alimento apreciado por el ganado.

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18 junio 2022

Los barriles, la memoria del bosque

EUGENIO MONESMA (Huesca, 1952)
Toneles y barriles artesanos. Fabricación tradicional de este recipiente para el vino 

La ancestral tradición vitivinícola de la localidad vallisoletana de Nava del Rey motivó el florecimiento de talleres e industrias que procuran las herramientas necesarias para la producción del vino. Desde 1941, la Tonelería Burgos desarrolla un papel fundamental, ya que proporciona las barricas de roble que, con el paso de los años, convertirán el mosto en buen vino. Las exigencias de los tiempos han motivado la industrialización del proceso de elaboración de los toneles, pero Mariano Burgos conserva frescos los conocimientos de antaño y nos recreó en 2007 la fabricación artesanal que comienza con la elaboración de las duelas, las tablas que darán forma a los barriles.

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15 junio 2022

RAFAEL CABANILLAS SALDAÑA (Toledo,1959) 
Conversaciones con un baobab

Rafael Cabanillas nos acerca África a través de uno de sus iconos más reconocibles, el Baobab. Este peculiar árbol será el hilo conductor de un encantador relato, en el que los niños africanos, verdaderos quijotes del planeta, luchan cada día contra los molinos del hambre y la pobreza. Con una excelente calidad y acabados. 
     Conversaciones con un Baobab es un cuento solidario, ya que los beneficios de su venta servirán para sufragar la construcción de una escuela en la aldea de Mangily (Madagascar, el país de los baobabs)
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