03 abril 2017

RICHARD LLERINS i BONET

Ha recopilado los 160 árboles más sorprendentes de Barcelona
Por Ferrán Sendra

Hay más de 150.000 árboles en las calles, pero los más destacados suelen estar en parques y jardines
      En Barcelona viven 39 árboles cuyo tronco mide más de tres metros de diámetro, el grosor a partir del cual se considera un ejemplar monumental, y otros muchos que destacan por su descomunal altura, las formas retorcidas, la edad, el exotismo, la silueta fotogénica e, incluso, por su historia. Ricard Llerins los conoce todos: "Me he recorrido toda la ciudad y la única posibilidad es que se me haya escapado algún árbol reseñable en algún jardín interior privado".
      Llerins, aficionado a la botánica -llegué a empezar Biología pero lo dejé"-, ha elevado su amor por los árboles a la categoría de pasión. La afición le viene de niño, pero hace unos dos años, siempre con una cinta métrica a mano y una máquina de fotos, empezó la minuciosa misión de recorrer todas las calles, los parques y los cementerios de Barcelona con el objetivo de crear un catálogo exhaustivo de los árboles monumentales de la ciudad, base de un libro que ahora busca editor. "A veces la gente me ve midiendo un árbol y me pregunta si trabajo en el ayuntamiento, pero lo hago simplemente porque me gusta -dice-. Como otra gente colecciona cromos, yo colecciono árboles monumentales".



BUSCAR EN PARQUES Y JARDINES

     Barcelona no es una ciudad con muchos árboles de tamaño gigantesco porque las lluvias modestas no lo permiten, pero sí atesora una variedad muy destacada con especies llegadas de los cinco continentes, algunas bastante raras como una albicia o siris blanco que mora en la plaza de Molina, un alcanforero en Montjuïc, una criptomeria japónica en los Jardines del Palacio de Pedralbes o tres pacanas en el parque del Turó de la Peira, cita como ejemplos. La ciudad, de hecho, se ha convertido en un inmejorable hogar para especies tropicales o subtropicales, como las ceibas o palos borrachos, las eritrinas, las jacarandás y las ubicuas tipuanas, que en primavera exhiben sus hermosas flores.
      El resultado del paciente trabajo es una selección de 160 árboles de 103 especies. "Si sólo empleara como criterio el grosor, el libro se llenaría de plátanos, ecualiptos o bellasombras -explica Llerins-, por lo que he decidido diversificar e incluir árboles singulares de otras especies". El autor lo hace con espíritu didáctico. "Me gusta que la gente descubra este patrimonio tan enorme que tenemos". Así, su recopilación incluye fotos de los detalles del árbol (fruto, flor y tronco, entre otros) y consigna la edad posible en aquellos casos que se conoce la fecha aproximada de plantación. En la ciudad hay unos 150.000 árboles de alineación en las calles, pero la gran mayoría son ejemplares jóvenes de tronco estrecho y a lo sumo 30-40 años. Para buscar hay que ir normalmente a parques y jardines.
      En la ciudad también hay árboles un marcado carácter simbólico, prosigue Llerins, como el retorcido algarrobo del parque Güell, que figura incluso en postales, o el azufaifo de la calle Arimon, en Sarrià-Sant Gervasi, que se salvó de la tala gracias a una intensa campaña de oposición vecinal (algo parecido sucedió con un gran pino de Travessera de les Corts). "El algarrobo del parque Güell es uno de mis preferidos. Me gustaría que fuera la portada del libro", dice. "¡Ah!, y se me olvidaba, en el mismo parque hay un acebuche u olivo silvestre plantado en 1777".
    El ayuntamiento ya dispone de un catálogo de árboles de interés local, pero, a juicio de Llerins, hay ausencias flagrantes y, en cambio, "figuran árboles que no merecerían estar allí". El aficionado cita como ejemplos que en la lista no figuran ni el árbol más alto de Barcelona, un nogal híbrido del Jardín Botánico Histórico, una rareza botánica, ni el más grueso, una bellasombra del parque de la Ciutadella que tiene un perímetro de tronco de 5,40 metros a 1,30 metros de altura, que es como se suelen medir los árboles. Llerins no duda cuando se le pregunta por el mayor ejemplar de cada una de las especies en Barcelona, como la tipuanas de la calle de la Guàrdia Urbana (Montjuïc) o del Institut Cartogràfic de Catalunya. O los plátanos de los Hogares Mundet (Horta) y de la calle de Pere IV (Poblenou), que tienen un perímetro superior a los 3,50 metros.

Botanic

CRITERIO DE LA ALTURA
     Incluir como criterio de la altura, ha abierto el catálogo a palmeras, con una destacada representación en Barcelona, y araucarias, especies endémicas de Oceanía y América del Sur. "Una muy destacada, ya inventariada por el ayuntamiento, es la araucaria australiana que se encuentra en los jardines del Teatre Grec -relata el erudito de los árboles-. Y tenemos también una secuoya de 28 metros de altura en el parque del Laberinto de Horta".
     "Hemos perdido valiosos representantes en los últimos años", lamenta Ricard Llerins
En el catálogo municipal, prosigue Llerins, tampoco están el cedro del Himalaya de la residencia de Martí Codolar, en Vall d'Hebron, o el ciprés de Monterrey que luce en la puerta del cementerio de Montjuïc, que son los mayores ejemplares de ambas especies. Finalmente, Llerins destaca la ausencia de los retorcidos olivos situados en el centro del Jardín Botánico, que son posiblemente los árboles más viejos de la ciudad. "Los donó el Gobierno balear en 1992 porque estorbaban para ejecutar un plan urbanístico -explica Llerins-. El mayor de todos se partió en dos durante el traslado en barco, pero eso no fue problema para que sobreviviera en Barcelona".
     "Aunque no soy un especialista en botánica, siempre había pensado en hacer un libro para popularizar el tema de los árboles -concluye Llerins-. Qué pena no se me ocurriera antes porque hemos perdido grandes ejemplares en los últimos años".

Roble blanco mexicano de la explanada Quercus polymorpha

AUSENCIA DE CULTURA BOTÁNICA
Ricard Llerins, erudito aficionado y coleccionista de objetos insólitos, lamenta el escasa cultura botánica. “Hay que saber apreciar los árboles y las plantas como la base de la vida y acercarse a ellos con el máximo respeto, sin subirse ni abrazarse, ni pisar en las zonas próximas al tronco para no compactar la tierra por donde les entra el agua”, relata. Por eso propone que, al menos en las ciudades, donde las aglomeraciones son inevitables, los árboles más conspicuos dispongan de algún tipo de protección física.
     Llerins ha atesorado a lo largo de los últimos 20 años lo que define como una de las mejores bibliotecas, “quizá la mejor”, sobre árboles monumentales de España. “Incluso hubo un tiempo en que me dediqué a llamar a todas las administraciones, desde diputaciones a ayuntamientos, para pedirles si tenían libros o catálogos de sus árboles monumentales”. Eso no sucede en Barcelona, insiste, “y lo único que hay es un librito ya antiguo sobre árboles en general”.
     “En España tenemos atrofiada la cultura sobre plantas y naturaleza en general. Eso no sucede en Europa. Fui recientemente al Wakehurst, la prolongación de los Kew Gardens de Londres [uno de los mejores jardines botánicos del mundo], y allí la gente no solo pagaba la entrada, sino que pasaba todo el día y se quedaba a comer. Estaba el restaurante lleno. No hay ningún jardín botánico en España ni público ni privado con restaurante”.

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01 abril 2017

MÉXICO: Recuperar el bosque, exigencia rarámuri, en Zócalo
Buscan evitar la tala en la Sierra Tarahumara


Chihuahua, Chihuahua.- Tras casi dos semanas en plantón permanente contra la tala inmoderada, la comunidad de Bosques de San Elías Repechique, del municipio serrano de Bocoyna, espera una respuesta de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se comprometió a informarles sobre las condiciones en las que se otorgaron permisos para la poda de árboles de ese territorio.

Alrededor de 200 rarámuris mantienen guardias para impedir el paso de camionetas y camiones que llegan a sus tierras para llevarse los árboles, y exigen que las autoridades les proporcionen los documentos necesarios para hacer válido el reconocimiento del territorio, resuelto ya por un juez federal en un juicio de amparo.

Las familias que se encuentran en el plantón han soportado nevadas, frío y aire, pero están decididas a continuar hasta obtener una respuesta positiva. Luis Javier Pérez Enríquez, segundo gobernador de la comunidad indígena, dio a conocer que en una asamblea realizada el pasado 26 de febrero los pobladores decidieron manifestarse para impedir que los particulares continúen talando los árboles que se encuentran en su territorio.

La tala –dijo– había cesado desde hace 2 años debido a que estaba en proceso un amparo contra la ausencia de consulta para la construcción del aeropuerto regional Creel-Barrancas, y otro contra el paso del gasoducto.

Repechique ganó los dos litigios, pero en el caso de la tala de árboles, los particulares se inconformaron ante un tribunal colegiado que se declaró incompetente para atender el caso y retomaron la poda, a pesar de que el juez octavo de Distrito reconoció a la comunidad como dueña del territorio.

“Estuvimos la semana pasada en Chihuahua, con Semarnat, y nos dijeron que iban a la Ciudad de México para ver la situación y que iban a hablar con la autoridad federal para ver la vigencia de las guías forestales, pero hasta ahora no nos han dado respuesta”, señaló Luis Pérez.

Precisó que sólo dejan entrar automóviles pequeños, y hasta ahora sólo han tenido problemas con el conductor de un camión que les advirtió que pasaría a pesar de que se lo impidieran, y no lo logró.

“Todos los años hemos protestado, sólo que tenía dos años frenado por el gasoducto y el aeropuerto (…) Creemos que tenemos derecho a decidir libremente que no haya tala. Todos los años hemos cuidado el bosque, lo hemos cuidado de incendios, ¿por qué quieren talar sin consultar? Además son gente de fuera que no pertenece aquí. Si siguen talando, ya no va a llover, todo se desequilibra, el hábitat se afecta. Los venados, por ejemplo, ya se fueron a otra parte. Hemos visto muchos cambios desde que tumbaron los árboles para hacer el aeropuerto”, agregó el segundo gobernador, de 30 años.

SOPORTAN FRÍO Y NEVADAS

Teresa Enríquez Díaz, integrante de la comunidad, sostuvo que la semana pasada la tuvieron difícil porque pasaron mucho frío. “Nos nevó, hizo mucho frío, pero tenemos que aguantarnos porque estamos aquí plantados, porque han tumbado muchos pinos y se están llevando mucha madera, leña verde, y no nos están dejando nada. Estamos aquí y queremos que nos arreglen esto”.

Durante dos noches en las que hubo heladas, los manifestantes sólo se cubrieron con cobijas dentro de las pequeñas carpas que les proporcionaron personas que apoyan la protesta.

“Aquí estamos todo el día y toda la noche, unos se van y nos turnamos. Vienen muchos en la tarde porque tienen animales y tienen que cuidarlos en el día. Aquí a la gente le decimos (a los taladores) que no hay pasada, y uno nos dijo que iba a pasar a fuerzas, pero no pasó. Uno dijo que vivía en un rancho, pero no era cierto, luego vinieron unos que iban a cargar madera y nos dijeron que no valíamos nada, que por qué estábamos aquí. Les dijimos que somos indígenas, nacimos aquí, aquí nació toda esta gente, por eso estamos pidiendo al Gobierno que resuelva, que nos dé un papel que valga, porque ya está reconocido como nuestro territorio. Necesitamos papeles porque necesitamos defender nuestros derechos. Muchos andan preguntando por los papeles, queremos que venga la autoridad”, insistió Teresa Enríquez.

Previo a la manifestación, los talabosques alcanzaron a cortar decenas de árboles que se encuentran alrededor del plantón, les corre la trementina y las copas están en el suelo.

“Sentimos tristeza porque los animales ya no tienen dónde esconderse, dónde tener crías. Ellos crían en los árboles. En muchos bosques hacen sus nidos los conejitos y los venados no tienen dónde esconderse, los matan muy fácil. Pedimos al Gobierno que ya nos den papeles. Son tantos años y no nos dan nada, esto se descompone. Aquí vamos a estar hasta que venga la Semarnat”, advirtió la mujer.

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30 marzo 2017

WANGARI MUTA MAATHAI (Kenia, 1940-2011)
Seré un colibrí


Seis años...
https://youtu.be/TlG4bDuveXg
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28 marzo 2017

CASTAÑAR DEL TIEMBLO, Ávila
Plataforma “Salvemos el Castañar de El Tiemblo"
De... A21.es

La mañana del 19 de marzo ha quedado constituida en El Tiemblo la Plataforma “Salvemos el Castañar de El Tiemblo”. Tras una exposición de los motivos que han llevado a esta convocatoria, se ha pasado a las exposición de las propuestas y a un intercambio de opiniones entre los más de 100 asistentes.
     Motivados por la masificación que sufre desde hace años el Castañar de El Tiemblo y el deterioro que ello implica, un grupo de ciudadanos decidió impulsar una plataforma para urgir a las instituciones implicadas en la aplicación de una serie de medidas urgentes para conseguir la protección del Castañar, que supongan un primer paso hacia un modelo distinto de la administración de los recursos naturales. Un modelo, que partiendo del punto de partida, irrenunciable de la supervivencia y conservación del bosque para las generaciones futuras, sea capaz además de hacer del mismo un motor de desarrollo local.
Algunas de las propuestas que se han acordado han sido:
– Establecer un número máximo de visitas por día.
– Realización de las visitas en grupos, con horarios establecidos, siempre con un guía acompañante.
– Implantar sistema de cita previa, reservando un porcentaje para las visitas del día, pases para el sector hostelero y de rutas turísticas de la zona y pases para los naturales y residentes en El Tiemblo.
– Reservar un día laborable para la visita de colegios, asociaciones, etc. , siempre respetando las mismas condiciones establecidas para las visitas generales en cuanto a número máximo de visitantes y acompañamiento de guía.
– Mejora de los senderos establecidos, señalizando las distintas especies de flora que se encuentran dentro de las sendas con carteles explicativos de otras especies (robles, alisos, ulagas, peonías, etc) y acotarlas físicamente en los casos en los que se considere necesario (pradera de narcisos).
– Posibilidad de crear un centro de información para la acogida de los visitantes dentro del pueblo, donde se recojan los pases, se pueda conseguir toda la oferta de alojamientos y restaurantes, y que tenga capacidad para orientar y en su caso redirigir a los visitantes que no hayan podido acceder, ofreciendo rutas alternativas.
– Elaborar las rutas alternativas antes mencionadas, que amplíen la oferta para aprovechar el flujo de visitantes y darle continuidad a lo largo del año
-Visitas adaptadas a la función educativa en el caso de colegios
– Rutas alternativas aprovechando el patrimonio histórico, natural y etnológico de la zona ( Pozo de la Nieve, Barrancas, Toros de Guisando, Monasterio de los Jerónimos, Puentes medievales, Hornos de las Tinajas, Ruta Jaras en flor (abril/mayo), bodegas, queserías, etc.). Estos itinerarios pueden servir para atraer y mantener la atención de diferentes tipologías de visitantes, multiplicando las posibilidades de desarrollo que un turismo responsable puede ofrecer.
     La plataforma, un vez constituida, pretende continuar con las acciones necesarias hasta conseguir , un Plan de Uso público, que adopte las medidas urgentes que garanticen la conservación de El Castañar de El Tiemblo, que haga que las autoridades orienten su esfuerzo a una gestión distinta y sostenible de los recursos naturales.