12 octubre 2016

ÁRBOLES Y PLANTAS EN LA HERÁLDICA DE LAS PROVINCIAS ESPAÑOLAS

Sabiendo que todo está sujeto a cambio e interpretaciones, eh aquí los escudos que diversas provincias han incluido el mundo vegetal entre sus símbolos. Los escudos de otras provincias que solamente tienen en su corona hojas de acanto no se han incluido.

Es muy común que los escudos provinciales incluyan en cuarteles los escudos de las poblaciones que son o eran cabeza de partido judicial.




Provincia de Almería
En el segundo cuartel figura una gavilla de trigo, correspondiente a Canjájar.
En el tercer cuartel figuran unas matas de ortigas (Cuevas de Almanzora).
En el noveno otra vez aparecen las matas de ortiga (Vélez Rubio).



Las grandes hojas del acanto, al parecer, sirvieron de inspiración al artista griego Calímaco para decorar frisos y capiteles corintios, que imitan la esbeltez virginal de una doncella, según cuenta la leyenda:

       Una doncella de Corinto enfermó y murió. Su nodriza tomó todos sus juguetes y enseres y los depositó en su tumba dentro de un cesto, tapándolo todo con una piedra. Una planta de acanto brotó debajo del cesto. Sus grandes y lustrosas hojas fueron rodeando el conjunto, formando volutas a su alrededor.

The Invention of the Corinthian Capital by Callimachos (1846)
Johann Christian Reinhart (1761 - 1847)



Provincia de Ávila
En el segundo cuartel, segundo y tercero, aparecen cuatro árboles arrancados, representando a Piedrahíta.
La corona está festoneada con flores de acanto (Acanthus mollis)






Provincia de Barcelona
El escudo está rodeado de una rama de lauerel -la victoria- y otra rama de olivo -la paz-.
Tiene flores de acanto en la corona.






Provincia de Bizcaya
Dos ramas de roble rodean el escudo.
Vemos el Roble de Guernika en el centro.



Provincia de Cáceres
En el primer cuartel hay un castaño y un pino arrancados representando a Plasencia.
En el tercer cuartel figura un moral en oro con fruta, representa a Navalmoral de la Mata.
Tiene flores de acanto en la corona.






Provincia de Cádiz
El cuarto cuartel tiene una torre rodeada de dos ramas de olivo representando a Olvera y flores de acanto en la corona.










Provincia de Ciudad Real
Tiene flores de acanto en la corona.
En el segundo cuartel hay, en jefe, tres árboles en verde -sinople- (que es de Manzanares).
En el noveno cuartel aparece otro árbol, no se especifica la especie.



Provincia de Cuenca
Flores de acanto perlan la corona y en el tercer cuartel hay un pino.



Provincia de Granada
En el centro hay una granada abriéndose.


Provincia de Guipuzcoa
Tiene flores de acanto en la corona y tres tejos en verde en el centro del escudo.



Provincia de Huesca
En el segundo cuartel hay un árbol de sinople, representando a Fraga.
En el quinto hay un tamariz representando a Tamarite.


Provincia de Lleida
Un ramo de lis con tres flores



Provincia de Málaga
Tiene cinco flores acanto sobre la corona de la que salen dos ramas de laurel.



Provincia de Palencia
Flores de acanto sobre la corona y tres flores de lis en plata en el primer cuartel.



Provincia de Salamanca
En el centro, sobre un puente, hay una higuera de sinople, arrancada.
La corona está festoneada con flores de acanto.



Provincia de Segovia
La corona está festoneada con flores de acanto.
De la jarra de plata salen tres ramas floridas de azucenas con sus colores, que son las armas de la villa de Santa María Real de Nieva.

Provincia de Sevilla
Flores de acanto en la corona.
El escudo de Utrera es el segundo en sentido de la hora y contiene un olivo y un pino, aunque las modificaciones se han producido a lo largo del tiempo.
El cuarto es el escudo de Lora del Río que contiene un laurel.
El quinto representa a Sanlúcar la Mayor, con seis acebuches en el centro del escudo.
El sexto representa a Estepa, con un racimo de uvas y dos hojas de higuera.



Provincia de Soria
El primer cuartel refleja el escudo de la villa de Ágreda, con una cepa o vid con tres racimos.
El segundo es el de Almazán, que ostenta una higuera y unas pamelas.



Provincia de Teruel
El cuarto cuartel representa a Alcañiz y contine dos cañas.
Una palma y un ramo de laurel rodean el escudo. Tiene cinco hojas de acanto en la corona.



Provincia de Valencia
Hojas de acanto sobre la corona y dos ramas de laurel rodean el emblema.








Provincia de Valladolid
Dos ramas de laurel rodean los diversos símbolos-










Provincia de Zaragoza
El primer cuartel es el escudo de Sobrarbe, donde hay una encina arrancada de sinople (verde).
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09 octubre 2016

LARS VAN DE GOOR (Holanda, 1964)
Fotógrafo

No se necesitan grandes viajes para obtener estas magníficas fotos... cerca de casa, con la espera, la luz, la niebla, las estaciónes...   es un fotógrafo procedente de los Países Bajos especializado en paisajes naturales, la mayoría centrados en su país natal. Sus imágenes tienen una calidad onírica y suaves tonos pastel, creando un ambiente tranquilo y nostálgico. Inicialmente dedicado a la música, llegó a la fotografía en el 2007, creando su galería en Flickr que desde ese momento no dejó de crecer en número y calidad. Aunque hace diferentes tipos de fotografías, es reconocido por sus fotos de bosques, caminos, luz ambiental, etc.


















INFORMACIÓN  
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06 octubre 2016

TEJO VIBOREROS
Calar del Río Mundo (Albacete)

      Soy el tejo, el Tejo Viboreros, el más viejo del Calar del Río Mundo, vivo a más de 1.500 m. de altitud. Soy varón, maduro, fértil, tengo una larga historia y reivindico para mi raza una cultura de paz. Pero corren malos tiempos, porque sé que en los alrededores apenas quedamos quince tejos. Cuando yo nací, ¡quién sabe cuándo!, mi familia era muy numerosa.
      Para quienes no conozcan el Calar diles que deben pensar en esa superficie de la luna, llena de cráteres -torcas-, pero con hoyos más moderados. Estos hoyos los crea la combinación del agua de lluvia y el CO2, que juntos desgastan las rocas formando huecos y provocando el hundimiento de techos y paredes de cavernas. El río Mundo, al que has visto surgir de un agujero en la pared de la roca, nace de estos riachuelos subterráneos. Es un ciclo incalculable en vuestro modo de sentir el tiempo.
       El geógrafo andalusí Al-Zuhri, en el siglo XII, escribe a propósito del nacimiento del Río Mundo, afluente del río Segura:
       «En aquel paraje hay un monte que tiene en su cima una enorme peña que se eleva en el aire como una milla desde el suelo, y en la cúspide de este peñasco se halla una gran cueva de donde brota un manantial, elevándose su agua por el aire diez brazas y volviendo a caer sobre aquella misma roca, oyéndose un estruendo desde muy lejos, como si fuera el retumbar del trueno».
    
     Desde mi torca o dolina, como les gusta decir a otros, no puedo divisar a mis congéneres pero los conozco bien, los siento, me comunico con ellos, y sé que, lentamente, nos estamos recuperando en número, pero los hombres deberían proteger del ganado pequeños núcleos para que prosperen los tejos más jóvenes. Ayer ya te sentí, conociste a mi bien amada, la teja de la torca de al lado. Hoy has vuelto y me has conocido a mi. Imagino que la confundiste conmigo... ¿no?. ¿Qué buscas? -mientras yo quería decirle que sólo buscaba mi paz en los árboles, el prosiguió-. Me dices que mide cuatro metros de circunferencia...,  no es tan grande como yo, que mido ocho, pero también es enorme.
Excursionistas sin cuidado, ¿sólo importa la foto?
En estas jugosas torcas tenemos nuestras profundas raíces porque tienen buenos limos, guardan bien el agua de las nieves y nos protegen de los vientos. Las torcas nos han cuidado y nos han permitido procrear numerosos hijos, aunque el ganado se los come.
La vecina teja
 







 ¿Me preguntas por los hombres? Sois, junto al ganado, el otro contratiempo. O... ¿vais juntos, hombre y ganado? Hasta ahora apenas había visto gentes, sólo algunos pastores que no dudaban en echar el día bajo mi copa. Eran gente sencilla y frugal, casi tanto como yo, que buscaba en su ociosidad, la paz y la protección bajo mis ramas. Ahora acuden a mí cientos de personas que apenas se repiten, no buscan mi paz, y, ¿para qué buscas un árbol si no es para buscar tu paz?.
¿Cuál es tu árbol de paz?, -me preguntó-. No dije nada, me quedé pensando en esos pequeños árboles que he ido plantando -muy pequeños todavía-, mientras él prosiguió...  Hasta las historias que cuentan esas gentes son diferentes. Bien es verdad que ya no les oigo historias como que quieren cortarme tal rama o tal pie... pero no tienen cuidado con mis raíces, las pisan para abrazarme -¡qué moda!-, se hacen fotos conmigo, deambulan a mi alrededor y apenas permanecen unos minutos y no vuelven mas.
     ¿Acaso preferías las visitas de las gentes de otro tiempo? - me preguntarás-. No lo se. Las gentes de otro tiempo repetían sus visitas, invierno y verano, apenas hablaban pero pasaban el día conmigo. Volvían y les veía cambiar el rostro y los amigos. Después ya no los volvía a ver, oía que habían partido donde todos iremos. Y ahora, cuando bajes, diles algo a los hombres para que nos tengan en cuenta.
     Pero el viejo tejo no sabía que yo no puedo hacer nada, que este mundo es incontrolable. Bajé despacio relajado y disfrutando del sudor y del esfuerzo, pensando en esas vidas ancladas en un lugar del monte.



Tejos en el Torcal
Desde el mirador
Habitantes del monte




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