(Vídeo) El cedro de ocho troncos de Hōnai, un árbol gigante y tricentenario, Japón
Este impresionante cedro, hoy protegido, se encuentra en la ciudad de Yurihonjō, en el sur de la prefectura de Akita. (No he podido ubicarlo en el mapa)
Los bosques naturales de cedro de la prefectura de Akita están entre los más bellos de Japón, junto con los de ciprés de Kiso y los de hiba de Aomori. La parte norte de la prefectura es la principal fuente de madera natural de cedro, obsequiada a Toyotomi Hideyoshi cuando construyó el castillo de Fushimi y popular en todo el país como un excelente material para la construcción. Por su tronco recto y sus densos anillos, el cedro ha sido apreciado por ofrecer madera de alta calidad desde el periodo Edo (1603-1868).
En un bosque nacional de la ciudad de Yurihonjō, al sur de la prefectura, se alza un gigantesco cedro que sobresale por encima de los árboles circundantes. Conocido como “Hōnai no happon sugi” (el cedro de ocho troncos de Hōnai) por el antiguo nombre de la zona, es un símbolo del reino de los cedros de Akita. Fue designado monumento natural por el Gobierno de la prefectura en 1984. También es uno de “Los 100 gigantes del bosque” elegidos en el año 2000 por la Agencia de Silvicultura, que gestiona y explota los bosques nacionales.
Se dice que su tronco se ramificaba antes en ocho partes, de ahí el nombre de “El cedro de ocho troncos”. Sin embargo, siete de ellos, incluido uno que se secó, ahora se separan a una altura de 3 metros sobre el suelo. No hay rastro de la existencia del octavo tronco, y algunos creen que originalmente eran siete, pero se le dio el nombre del ocho, porque se dice que este número atrae la prosperidad y la buena fortuna. El árbol mide 40 metros de altura y tiene una circunferencia de tronco de 11,5 metros. Entre los bosques nacionales, es el segundo cedro más grande después del “cedro de Jōmon” de Yakushima. El follaje sobre el tronco erguido forma una copa espectacular y se calcula que el árbol tiene más de 300 años.
Los residentes locales lo han conservado cuidadosamente considerándolo como un árbol sagrado donde mora una deidad. En su base encontramos un pequeño santuario de piedra que sigue en pie desde que se construyó en el periodo Edo. La Agencia de Silvicultura ha designado media hectárea de los alrededores como bosque de comunidad vegetal de protección. Por regla general, no se lleva a cabo ningún tipo de mantenimiento o desarrollo artificial y la zona se conserva en su estado natural.
Su selección como uno de “Los 100 gigantes del bosque” ha elevado su reputación y aumentado el número de turistas y excursionistas que lo visitan. A 10 minutos a pie hay un aparcamiento y un sendero que conduce a este monumento natural. Se han instalado varias señales de tráfico en las carreteras cercanas, con la leyenda “Camino de un árbol gigante antiguo y de la antigua carretera”, que hacen que la zona sea más accesible en coche.
Vídeo: Akita Cable Television (CNA)
Texto: Nippon.com
Número 150 del mapa
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