"Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos, después de todo hay hombres que no fui y sin embargo quise ser, si no por una vida al menos por un rato..." Mario Benedetti.
A los amantes de los árboles,... localización, poesía, cuentos/leyendas, etc.
Esos árboles
Que no se llenan los bolsillos
De aguaceros
Que no solo viven
De verdes pensamientos
Amarillos
Sino que les sacan puntas a las hojas
Para adelantarse al rumbo
Venidero de sus frutos.
Esos árboles
Que aprenden con la lluvia
A no mojarse los pies
Aun cuando el agua les suba
A la cintura.
Estos árboles
Se comunican con la doncella que está
Con dolores para que multiplique
El número de su amante por si misma
Para que pueda decir
Amado multiplícate dentro de mí
Para que cuando la emoción se acerque
A su cuadrado
Su imaginación cautive
La palabra con labios.
Estos árboles
Le dan albergue a la opinión
Desamparada que tan elocuentemente
Cultiva la anonimia
Donde la madera verde de la lluvia
Le brota en llamaradas
Por los dedos.
Aquellos árboles
Producen la tela incombustible
De su fuego con la nieve
Imposible del verano
Con lo que sucede
En la noche de abril
De cualquier mes de mayo
Para que lo imposible escale
En el gozo de su desaventura
La cima infranqueable
De lo que la claridad no deja ver.
Aquellos árboles
Ponen a madurar su ir en su venir
Aprendiendo a salir en su llegar
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"Árboles" Clemente Soto Vélez (1905-1993)
Esos árboles que no se llenan los bolsillos de aguaceros, que no solo viven de verdes pensamientos amarillos. Sino que le sacan puntas a las hojas para adelantarse al rumbo venidero de sus frutos.
Estos árboles que aprenden con la lluvia a no mojarse los pies, aún cuando el agua les suba a la cintura.
Estos árboles se comunican con la doncella que está con dolores para que multiplique el número de su amante por si misma, Para que pueda decir amado multiplícate dentro de mí, para que cuando la emoción se acerque a su cuadrado tu imaginación cautive la palabra con labios.
Esos árboles le dan albergue a la opinión desamparada que tan elocuentemente cultiva la anonimia. Donde la madera verde de la lluvia le brota en llamaradas por los dedos… Aquellos árboles producen la tela y combustible de sus suelos con la nieve imposible del verano con lo que sucede en la noche de abril de cualquier mes de mayo para que lo imposible escale en el gozo de su desventura la cima infranqueable de lo que la claridad no deja ver.
Aquellos árboles ponen a madurar su ir en su venir, aprendiendo a salir en su llegar.
Esos árboles que lavan con el corazón la casa deshabitada del cariño, donde el llanto no tiene tiempo ni de llorar su muerte; donde la esperanza no espera para desatarse en llamas por la doliente vecindad del desaliento.
Esos árboles que ven la pena salir corriendo a gritar por las ventanas, anudando la voz de los vecinos para que puedan bajar a despedirse de su propia despedida.
Esos árboles que meditan sobre los que malbaratan el caudal de su talento para asegurarse de que el sol no los comprenda, –los que gastan pródigamente la mañana de la doncella que está con dolores– los que pisotean la niñez de los caminos, los que lo saben todo menos lo que no saben.
Había un lobo en la selva que
vagando, vagando encontró un árbol que tenía unas hojas que
parecían caras de personas. Puso mucha atención y creyó oír... Oyó hablar al árbol.
El lobo se asustó y dijo:
-Hasta el día de hoy nunca me había
encontrado con algo tan raro como un árbol parlante.
Tan pronto como hubo dicho estas
palabras, algo, que no pudo ver, lo golpeó y lo dejó inconsciente. Cuando despertó, no
supo durante cuánto tiempo había estado allí tendido en el suelo,
pero estaba demasiado asustado para pensar. Se
levantó e, inmediatamente, empezó a correr. Cuando al fin se calmó
y se paró, comenzó a pensar acerca de lo que le había ocurrido y se
dio cuenta de que podía usar el árbol para su provecho. Paseando se
encontró a un antílope. Le contó que conocía un árbol que
hablaba, pero el antílope no le creyó.
-Ven y lo verás tu mismo -dijo el
lobo- pero cuando llegues delante del árbol asegúrate de decir
estas palabras: "Hasta el día de hoy nunca me había encontrado
con algo tan raro como un árbol parlante". Si no las dices,
morirás.
El lobo y el antílope se acercaron
hasta el árbol que hablaba. El antílope dijo:
-Has dicho la verdad, lobo, hasta el
día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un
árbol parlante.
Tan pronto como dijo esto algo lo
golpeó y lo dejó inconsciente. El lobo cargó con él a su espalda
y se lo llevó a casa para comérselo. "Este árbol que habla
solucionará todos mis problemas", pensó el lobo. "Si soy
inteligente nunca más volveré a pasar hambre."
Al día siguiente el lobo estaba
paseando como de costumbre. Al cabo de un rato se encontró con una
tortuga. Le contó la misma historia que le había contado al
antílope y la llevó hasta el lugar. La tortuga se sorprendió
cuando vio al árbol parlante.
-No creía que esto fuera posible
-dijo- hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan
raro como un árbol parlante.
Inmediatamente fue golpeada por algo
que no pudo ver y quedó inconsciente. El lobo la arrastró hasta su
casa y la puso en una olla. Pensó en hacer una estupenda sopa.
El lobo estaba orgulloso de sí mismo.
Después del antílope y la tortuga cazó un ave, un jabalí, y un
ciervo. Nunca antes había comido mejor. Siempre usaba la misma
estrategia. Contaba a sus presas que debían decir que nunca antes
habían visto un árbol hablar y que si no lo decían morirían.
Todos ellos hicieron lo que el lobo les dijo y todos ellos quedaron
inconscientes. Luego el lobo cargaba con ellos hasta su casa. Era un
plan perfecto, él lo creía simple e infalible, y agradecía a las
estrellas el hecho de haber encontrado ese árbol. Esperaba comer
como un rey durante el resto de su vida.
Un día, que se sentía con algo de
hambre, el lobo fue a pasear de nuevo. Esta vez se encontró con una
liebre. El lobo le dijo:
-Hermana liebre, he visto algo que no se había visto desde el tiempo de tus antepasados.
-Hermano mayor, ¿qué puede ser?
-preguntó la liebre.
-He visto en la selva un árbol que
habla -dijo el lobo.
Le contó la misma historia de siempre
a la liebre y se ofreció para llevarla a ver ese árbol parlante.
Fueron juntos hasta el lugar. Cuando se acercaban al árbol el lobo
le dijo:
-No olvides lo que te he contado.
-¿Qué me contaste? -preguntó la
liebre.
-Lo que debes decir cuando llegues
junto al árbol, o si no, morirás -dijo el lobo.
-¡Oh!, sí -dijo la liebre-.
Y empezó a hablar con el árbol.
-¡Oh! árbol, ¡oh! árbol -dijo-.
Eres un árbol precioso.
-No, esto no -dijo el lobo.
-Perdona -dijo la liebre. Entonces
habló de nuevo-. Árbol, ¡oh! árbol, nunca pensé que pudieras ser
tan maravilloso-.
-¡No, no! -dijo el lobo- no un árbol
precioso, un árbol parlante. Te dije que tenías que decir que nunca
habías visto antes a un árbol parlante.
Tan pronto como hubo dicho estas
palabras, el lobo cayó inconsciente. La liebre se fue andando y
mirando hacia el árbol y el lobo. Luego sonrió:
-Entonces, este era el plan del señor
Lobo -dijo-. Se pensaba que este lugar era un comedero y yo su
comida.
La liebre se marchó y contó a todos
los animales de la selva el secreto del árbol que hablaba. El plan
del lobo fue descubierto, y el árbol, sin herir a nadie, continuó
hablando solo.
---Fin---
jueves, 7 de febrero de 2013
Árboles Singulares de Elche
El Día 24 de Febrero, Domingo, ADR Camp d'Elx organiza la1ª Ruta en Bicicleta para conocer el patrimonio arbóreo ilicitano. La salida será a las 9:00h desde el parking del Rectorado de la UMH. El recorrido será de unos 20 km., visitando varios de los árboles más espectaculares.
miércoles, 6 de febrero de 2013
BRUCE COCKBURN (Canadá, 1945)
If a tree falls
Rain forest
Mist and mystery
Teeming green
Green brain facing labotomy
Climate control centre for the world
Ancient cord of coexistence
Hacked by parasitic greedhead scam -
From Sarawak to Amazonas
Costa Rica to mangy B.C. hills -
Cortege rhythm of falling timber.
What kind of currency grows in these
new deserts,
These brand new flood plains?
If a tree falls in the forest does
anybody hear?
If a tree falls in the forest does
anybody hear?
Anybody hear the forest fall?
Cut and move on
Cut and move on
Take out trees
Take out wildlife at a rate of species
every single day
Take out people who've lived with this
for 100,000 years -
Inject a billion burgers worth of beef
-
Grain eaters - methane dispensers.
Through thinning ozone,
Waves fall on wrinkled earth -
Gravity, light, ancient refuse of
stars,
Speak of a drowning -
But this, this is something other.
Busy monster eats dark holes in the
spirit world
Where wild things have to go
To disappear
Forever
If a tree falls in the forest does
anybody hear?
If a tree falls in the forest does
anybody hear?
Anybody hear the forest fall?
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Si un árbol cae
Selva tropical
Niebla y misterio
Verde intenso
Inteligencia verde frente a la lobotomía
Centro del control del clima para el mundo
Antiguo cordón de la coexistencia
Estafado por la avaricia de los parásitos
Desde Sarawak al Amazonas
Costa Rica a las pobres colinas de B.C.
Cortejo rítmico de tronco caído.
¿Qué tipo de monedas crecen el los nuevos desiertos?
¿En estas nuevas llanuras pantanosas?
Si un ábol cae en el bosque ¿alguien lo oye?
Si un ábol cae en el bosque ¿alguien lo oye?
¿Alguien oye el derrumbe del bosque?
Corta y sigue
Corta y sigue
Llévate los árboles
Llévate la vida salvaje al precio de una especie cada día
Llévate la gente que ha vivido allí durante 100.000 años
Mete el valor de un billón de hamburguesas de ternera
Comedores de grano
Dispensadores de metano.
A través de la finísima capa de ozono
Caída de olas en la tierra ajada
Gravedad, luz, estrellas de poco brillo
Hablan de un ahogamiento
Pero esto, esto es otra cosa
Ajetreado monstruo se come los agujeros del espíritu del mundo
Donde las cosas salvajes deben ir
Para desaparecer
Para siempre
Si un árbol cae en el bosque ¿alguien lo oye?
Si un árbol cae en el bosque ¿alguien lo oye?