D. JOSÉ DE VIERA Y CLAVIJO
(Santa Cruz de Tenerife 1731-1813)
Las bodas de las plantas
1. Los desposorios de la amable Flora
Cantar en un vergel es mi deseo:
Templa su voz mi lira, y suave implora
Para el Epitalamio no ha Himeneo;
Sino al que la Botánica ya adora
Por Numen fiel, al inmortal Lineo,
Al primero que vio en las plantas todas
Los sexos, los amores, y las bodas.
2. El Reyno vegetal será su imperio.
Que soberanamente se dilata
Por uno y otro fértil hemisferio;
Donde el Árbol, Arbusto, Yerba, y
Mata,
Bajo de su glorioso magisterio,
En un sistema de concordia grata,
Con Especies, con Géneros y enlaces
Forman Familias, Órdenes y Clases
3. Cualquiera Vegetable es un viviente,
Que nace, que digiere, que respira,
Que dá ciertas señales de que siente,
Que en busca del humor y del sol gira,
Que crece, duerme y suele estar
doliente.
Que es macho, ó hembra, y engendrar
conspira,
Que envejece, que muere, que reposa,
Y que deja una prole numerosa.
4. La Mimosa que afecta ser púdica
Y la flor de la Opuncia afestonada
Su sentimiento la una y otra indica
Al instante que llega á ser tocada:
La Caléndula, al alba pronostica
La lluvia en las alturas preparada:
Y D. Diego de noche no hace alarde
De señalar las cinco de la tarde?
5. De júbilo ó de duelo se reviste
Esta ó aquella Planta::: En la
Maldivia
La Flor del Sol de gala está ó de
chiste
Por el dia no mas; pero se entibia
Apenas anochece::: El árbol triste.
En Góa está con pena, y no se alivia
Sino de noche; que en amaneciendo
Sus flores va cerrando, ó va
escupiendo.
6. Considerad la indiana Musicapa,
Que cuando se le posa alguna mosca
Con pronta diligencia se la atrapa
Y su hoja en ella diestramente enrosca:
Mirad también la astucia y la surrapa,
Con que la Buenos-dias, planta hosca,
Al tocarla un viajante, lo saluda,
Dándole un golpe con su rama ruda.
7. Son las plantas inversos animales
Vientre es la tierra, venas las raíces.
Huesos los troncos, nervios los
ramales,
Las hojas, los pulmones y narices,
Que respirando están aires vitales;
Y las flores están llenas de matices.
Que á dulce complacencia nos excitan,
Los órganos sexuales depositan.
8. Colocado en su centro peregrino
El estambre, con borla y filamento,
Es un miembro del sexo masculino.
A servir á su Dama muy atento.
Pero el Pistilo, de puntero fino,
Con el germen y ovario por asiento.
Provocando su Estigma mil amores,
No es sino el bello sexo de las flores.
9. La flor que los dos sexos en sí
tiene,
Hermafrodita con razón se llama:
Mas de Andrógyna el nombre le conviene
A aquella planta, que en distinta rama,
Por su constitución y ley perene
Lleva una flor Galán, ó una flor
Dama:
Y pues la casa un cuarto les ofrece,
A la clase Monoecia pertenece.
10. Cuando en un pié la planta solo
cría
Mucha flor masculina, casta y pura.
Parece de un convento alegoría,
Y de frayles profesos fiel pintura;
Mas si son flores hembras, á fé mia
Que de monjas será propia clausura;
Y una tal planta, que el amor
desprecia.
La llamará el botánico Dioecia.
11. A estas leyes de amor, que á los
vivientes
Para su bien dictó Naturaleza,
Fieles los vegetales y obedientes.
Se rinden con pasión y con viveza:
Por eso, al ver que se hallan
florecientes,
Señal de pubertad no sin presteza
A su destino dando testimonio,
Procuran contraer el matrimonio,
12. Cree el hombre fatuo, que es la
Flor hermosa
Para adularle con su olor y vista;
Pero se engaña: es ella una Amorosa,
Es una Petimetra, una Modista,
Que piensa en Novios, y va á ser
Esposa;
Que se propone hacer una conquista:
Así pues, quanto brilla y quanto
exhala
Es su ajuar, es su dote, y es su gala.
13. No lo dudéis: la Flor es una boda;
El cáliz es el tálamo y el lecho;
Los pétalos, lucidos y de moda,
Son las cortinas, que el capullo han
hecho,
Y el gran misterio encubren; la aula
toda
Se perfuma de olores hasta el techo;
Y el néctar, que la abeja allí
codicia.
Es el pan de la boda y la delicia.
14. En las Flores, que son
Hermafroditas,
Naturaleza unió sin inmodestia
De ambos sexos las ansias esquisitas,
Allí sin cruel desden, veda, ó
molestia,
Sin galanteos, rondas, ni visitas
A diferencia de aves y de bestias,
Se llega á consumar la feliz obra
Que propaga la especie, y la recobra.
15. La flor por lo común es un
serrallo.
No de muchas Señoras, que festejan
A un Dueño solo, como á un solo
Gallo;
Sino de muchos Sultanes, que cortejan
Sola á una Hermosa, y cada qual
vasallo,
A complacerla amantes se aparejan;
Aunque también hay flores, cuyas camas
Son Polygamas, o de muchas Damas.
16. Reina la primavera... Ya es la
Aurora..
Corro al lecho nupcial de una flor
bella,
Y hallo á la voluptuosa y sensual
Flora
Instigando el placer, que nació de
ella.
Con deber marital la Antera ahora
Al Estylo sexual de la Doncella
La aura seminal vibra, se deslie,
Y un Cupido florista se sonrie.
17. Quando hay desproporción en la
consorte
La Venus es en sus recursos varia:
¿Son cortos los Estambres? El resorte
Tuerce á su Estylo fiel la Pasionaria
¿Es aqueste en la Bauksia de alto
porte?
Los Estambres, con la fuerza
involuntaria
Lo doblan hacia abajo, mientras dura
Él lascivo placar de la Natura.
18. Si la Farnasia cinco Estambres
lleva,
Crecen desigualmente, y cada uno,
Luego que alcanza á la adorada Eva,
La acaricia á su vez, pícaro y tuno:
En la Amarilis áurea se renueva,
Al rededor de la Hembra un oportuno
Continuado meneo, que con pasmo
De cada Estambre indica el entusiasmo.
19. Siendo en la Parietaria, estos,
pigmeos,
Y el femenil Estylo muy gigante,
Con la elasticidad de los deseos.
Vibran á lo alto el Polen fecundante:
De la Brotera, aun niña, los recreos
Son empinarse al Cielo, rozagante:
Mas si el carnal deleyte la domina.
Porque alcance su Esposo, ella se
inclina.
20. Como en el teucrio son los Machos
frios,
De la Flor el capullo los comprime,
Para que, renunciando los desvíos,
Al suave Estigma cada qual se arrime:
En el fondo de lagos, ó de rios
Mora la Valisneria, !y quan sublime
Del agua sale aquesta Ninfa ayrosa,
Y al nadador Marido busca ansiosa!
21. Las Plantas Machos, ó Hembras, que
aisladas
Son Monasterios, aunque no con rejas,
¿ Al triste celibato condenadas
Estarán siempre hasta morir de viejas?
No, no por cierto: frágiles y amadas,
Zefiros, Mariposas, y aun Abejas,
Haciendo de Alcahuetes, solicitan
Amistades, que todo facilitan.
22. Mas suele acontecer, que estos
terceros
Protegen de dos Plantas la fineza,
Aunque son, por sus leyes y sus fueros,
Desiguales en casta y en nobleza:
Así los sucesores y herederos
Del natural desliz de esta flaqueza.
Frutos en un Vergel, advenedizos,
Híbridas son, Espurios, y Mestizos.
23. Teofrasto el Ateniense fué el
primero
Que descubrió en dos Plantas esta
intriga;
La una era Dama, la otra Caballero,
Y les daba lo estéril gran fatiga:
Alcanzáronse á ver tras de un otero
Y haciéndose él Amigo de esta Amiga,
Por el ayre le envió cierto regalo.
Que el dátil fecundó sin intervalo.
24. En el Jardin de Upsália vio la
Suecia
Que una Rodiola estuvo cinquenta años
Sin tener sucesión, qual Virgen necia,
Con lástima de propios y de extraños;
Buscóse un Colatino á esta Lucrecia,
Y dexando propósitos uraños,
Lineo mismo tuvo la fortuna
De hallarla madre y de mecer la cuna
25. Así como en el Asia ha subsistido
De Amazonas un pueblo, sin varones.
Las quales agenciándose un marido
En ciertas circunstancias y ocasiones.
Lo daban por absuelto y despedido,
Apenas consumaba sus funciones;
Asi también las Hembras Cañamonas
Profesan las costumbres de Amazonas.
26. Un Junípero macho con sus flores
Es otra Roma, cuyos habitantes,
Todos mozos barbados, y pastores.
Viviendo sin mujeres aunque amantes,
Disponen unos juegos superiores,
Convidan á las Damas confinantes,
Y en medio de las fiestas peregrinas
El robo vuelve á haber de las Sabinas.
27. Mil veces de ambos sexos los asilos
Bodas son de Camacho en nuestros usos:
Del Azafrán los comerciales hilos,
Estigmas son, no estambres: los obtusos
Clavos de especia, son unos Pistilos
Con periantos y ovarios ya confusos:
Y el Polen seminal, que dá la Antera,
Labrado por abejas, es la Cera.
28. Las Plantas emigradas á otro
clima.
Conservan á su patria amor tan tierno.
Que á florecer ninguna en él se anima
Si no es verano en el pais materno:
Por eso las del Cabo, y las de Lima
Florecen en Europa en el invierno,
Y las que son del Equador trahidas,
Dos veces en el año están floridas.
29. Que dos Plantas de sexo en si
distinto
Vivan solteras, no consiente el cielo,
Por lo qual vemos, que en cualquier
recinto
Hembras y Machos cria siempre el suelo:
Ambas se buscan con igual instinto,
Ambas se encuentran con el mismo
anhelo,
O ambas á un tiempo llegan al periodo
De pubertad feliz y de acomodo.
30. ¿Porqué en la Primavera el
Avellano
Entre los otros árboles del huerto,
Se muestra tan florido y tan ufano,
Mientras que de hojas se halla
descubierto?
Es porque si brotaran tan temprano
Hojas también, se turbara el
concierto,
Y el Polen seminal de estos Corylos
No podría penetrar á los Pistilos.
31. Si vé una estéril Flor el
ignorante,
Al arrancarla con osada mano,
Dexa á otra viuda, y roba petulante
El Pepino ó Melón al Hortelano:
Y si aqueste hortelano es inconstante,
Y su penacho al maiz roba temprano,
La pena real del homicidio loco
Será no coger grano, ó coger poco.
32. No turbó la Discordia tanto al
mundo
En las Bodas de Tetis y Peleo,
Cuando arrojó con ánimo iracundo
La manzana fatal; como aquel Reo
En ciencia vegetal nada profundo.
Que por una malignidad, ó devaneo.
En Bodas de un Moral discordias
siembra,
El Macho divorciando de la Hembra.
33. Boda impotente y Matrimonio rato
Es el de aquellas flores luxuriosas,
Cuya doble Roseta y mucho ornato
No las deja ser Madres, aunque Esposas:
La abundancia, la gula, el blando trato
Ricas las hace, pero no amorosas.
Pues convertido en Pétalo el Estambre,
Eunuco queda, y su gordura es hambre.
34. Por el contrario i que contento
inspira
Aquella Flosculosa flor del prado.
En cuyo receptáculo se admira
De Bodas numerosas el dechado!
Fecundas todas son; y si suspira
Por sucesión el círculo radiado
De cortesanas, les dará bien presto
En lecho conyugal de amor un resto.
35. Machos se ven casados, sin
conciencia,
Que cuando sus costumbres examinas
Hallarás que no logran descendencia,
Sino por habitar con concubinas:
Como á sus hembras propias la dolencia
Estériles las pone y gurruminas.
Por el bien general del vecindario
Se hace el torpe adulterio necesario.
36. Yo no sé si también hay etiquetas
Entre las Flores; pero las supongo,
Pues reconozco que hay Bodas secretas
En el Helecho, el Musgo, el Alga, y
Hongo:
Sin proclamas, billetes, ni estafetas,
Matrimonios clandestinos compongo,
Que evitando del público la infamia.
Puedan formar la clase Cryptogamia.
37. Consumadas las Bodas inocentes
Y la edad de placeres maritales,
Se muestran los Estambres continentes,
Y de la alcoba ocupan los umbrales:
La Planta entonces todos sus presentes
Sus respetos, y camas imperiales
Al femenil Pistilo los dispensa,
Que en cinta está de una progenie
inmensa.
38. !Que augusta dignidad, y que
destino
Esta Madre futura ostentadora,
Pues de su especie el Criador Divino
La hace depositarla y productora!
Para este fin el Cielo le previno
De tantas frutas como el Sol colora,
Las cuales son la leche y la papilla
De la Planta infantil en su semilla.
39. De esta prole las líneas sin
guarismo,
En ramas genealógicas grabadas.
Forman un árbol fiel del árbol mismo
Pues Reyes de armas son sus
Hamadriadas.
Por eso los que aspiran á heroísmo,
Y sus estirpes quieren ver honradas,
Para blasón y alarde de grandeza
Con árboles nos pintan su nobleza.
40. Y vosotras, ó Flores placenteras,
A quienes hombres, lluvias, fríos,
vientos,
Dejan en el estado de solteras;
Vuestra virginidad y sus portentos
Ofreced á los Dioses muy de veras:
Igual la de Jephté no deis lamentos,
Seguras de que iréis, como es preciso,
Con guirnalda y con palma al Paraíso.
41. Si, castas Flores, os añade agrado
De vuestra honestidad la gracia
extrema,
Pues la Virginidad Flor se ha llamado
Y de Virginidad sois el emblema:
Un claustro virginal es desflorado,
Cuando se viola su florida nema;
Y si se pinta Virgen una Diosa
Lleva en su mano una azuzena hermosa.
42. Pero tanta virtud no la perdona
Naturaleza, cuyo honor se funda
En la reproducción que la corona,
Y en los frutos tan bellos en que
abunda:
Ella prefiere la feraz Pomona
A la Flora, si vé que es infecunda;
Y al grande Herbario, en que Jussieu
campea.
El frutífjero cuerno de Amaltea.
43. Quedad con Dios, preciosas
criaturas:
Mi corazón con íntima terneza,
Ha celebrado vuestras Bodas puras,
Y lo reputa su mejor proeza:
Que consolantes dichas! que dulzuras !
Saber llenar de la Naturaleza
El sagrado interés! gloriosa vida
La que aunque breve, en todo fué
cumplida!
44. !Oh! si sobre los restos
sepulcrales
De mis cenizas áridas naciesen
Plantas, que contrayendo allí
Esponsales,
Se propagasen, y después muriesen!
Y !Oh! si también honores funerales
Los transeúntes al pasar me hiciesen,
Y al modo de los Griegos y Romanos,
Con flores me rociasen á dos manos!
45. Ven Himeneo, ven fué el estrivillo
Del Griego Epitalamio; y yo lo empleo
Al terminar mi cántico sencillo.
Repitiendo también: Ven Himeneo:
Ven á solemnizar el noble brillo
De estas bodas, que han sido mi recreo,
Y en el tálamo alegre de las flores
Ven á plaudir sus Ínclitos ardores.
Se ha visto, que en bodas vegetales
(Como en las de la flor de Capuchina)
Solicita encender teas Nupciales
De Himeneo la antorcha peregrina,
En las noches serenas estivales
Con chispillas brillantes se ilumina;
Y arde también, junto á la Fraxinela
El aire, si se aplica una candela.
Así, ven Himeneo, pues tú tienes
Con las flores tan clara simpatía,
Que con guirnaldas sobre rubias sienes
Te pintó la sapaz Mitología:
Ven Himeneo á dar mil parabienes
A este país que tantas flores cría,
Y dando fin al ínclito bureo,
Ven Himeneo, ven, ven Himeneo.
---FIN---
Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas 1975
Se ha guardado la ortografía original del autor