domingo, 23 de enero de 2011

GABRIELA MISTRAL (Chile, 1889-1957)
Ronda de la ceiba ecuatoriana

A la maestra Emma Ortiz

En el mundo está la luz
 y en la luz está la ceiba,
y en la ceiba está la verde
llamarada de la América!

¡Ea, ceiba, ea, ea!

Árbol-ceiba no ha nacido
y la damos por eterna,
indios quitos no la plantan
y los ríos no la riegan.

Tuerce y tuerce contra el cielo
viente cobras verdaderas,
y al pasar por ella el viento
canta toda como Débora.

¡Ea, ceiba, ea, ea!

No la alcanzan los ganados
ni le llega la saeta.
Miedo de ella tiene el hacha
y las llamas no la queman.

En sus gajos, de repente,
se arrebata y se ensangrienta
y después su santa leche
cae en cuajos y guedejas.

¡Ea, ceiba, ea, ea!

A su sombra de giganta
bailan todas las doncellas,
y sus madres que están muertas
bajan a bailar con ellas.

¡Ea, ceiba, ea, ea!

Damos una y otra mano
a las vivas y a las muertas
y giramos y giramos
las mujeres y las ceibas...

¡En el mundo está la luz,
y en la luz está la ceiba,
y en la ceiba está la luz
llamarada de la Tierra!

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1 comentario:

  1. Son muy interesantes los árboles que los distintos pueblos han considerado como sagrados. La Ceiba para centroamérica, la araucaria para los Mapuches...
    Un saludo

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