15 agosto 2018

EL CARBAYÓN DE OVIEDO - Asturias
     En 1865 una gran tormenta en el Campo San Francisco -lugar de recreo y paseo de los ovetenses a lo largo de los años- derribó un gran árbol, un negrillo u olmo, tan apreciado por los ciudadanos como su vecino "el Carbayón".
     En 1874 se construyó la estación de ferrocarril de Oviedo, que distaba un kilómetro del núcleo de la población, por lo que se proyectó, en el marco del desarrollo urbanístico en curso, abrir una vía de comunicación entre la ciudad y la nueva estación, la calle Uría.
    
Con la apertura de esta vía, una parte del Campo de San Francisco, quedó separada del resto y en la zona aislada, quedó el otro árbol querido y admirado por los ovetenses: el Carbayón. Tras quedar sólo este viejo roble, el cariño por él creció exponencialmente. Pero como contaba el rector de la Universidad de Oviedo Fermín Canella: «El silbido de la locomotora anuncia su caída».
    Y como narraba el Diario el Comercio...


Coordenadas: 43°21′44.63″N 5°50′55.40″O, talado en 1879, Foto: Fernando del Fresno, Fondo Armán
DEL DIARIO EL COMERCIO: 
     
El 13 de septiembre de 1879 el jardinero municipal manifestó la necesidad de derribar el árbol, que, informaba, estaba enfermo. «Lo real es que ocupaba parte de la acera de Uría y en lugar de modificar unos metros el trazado, ganó la chapuza como siempre», describe la cronista oficial. Hubo polémica y una discusión entre los ediles, pero el derribo fue aprobado, tras dos votaciones nulas, por 14 votos contra 9. El Carbayón fue subastado y por él que pagaron 192,50 pesetas. El 2 de octubre comenzó la tala «que duró tres o cuatro días». Las raíces estaban bien ancladas: llevaban al menos cinco siglos allí, hasta alcanzar los 30 metros de altura y un tronco de seis. Así era El Carbayón.
1949, una placa conmemorativa se fija en el lugar donde estuvo situado El Carbayón en la Calle de Uría
     Los datos tomados tras su derribo nos hablan de una altura de 30 metros, un perímetro de seis y una antigüedad de 600 años. Un árbol nacido en el siglo XIV que demolió el "progreso" urbano.

Antiguo grabado, el 2 de octubre de 1879 se hizo efectiva la tala.

Actual Carbayín plantado en 1950 a un lado del Teatro Campoamor, como dice la placa... 
 De Jean Laurent, 1862
   "Como continuador de aquel árbol simbólico que nos dio el título de carbayones, el Ayuntamiento plantó este roble el día XI de febrero del año de gracia de MCML"

     Carbayón -aumentativo de carbayu, que significa roble en asturiano- ha dado lugar al gentilicio oficioso de los oventenses, llamados también carbayones por este árbol.
     Después de la tala del árbol se creó el semanario primero y luego diario El Carbayón, que en su primera edición rememoró a El Carbayón de esta manera:

Aquí estuvo el Carbayón,
seiscientos años con vida
y cayó sin compasión
bajo el hacha fratricida
de nuestra corporación.
Este pasquín respetad,
si sois buenos ovetenses,
y en su memoria llorad
todos los aquí presentes
por el que honró a la ciudad.
 -----

11 agosto 2018

EN LA MENTE DE LAS PLANTAS

     En los últimos años, un pequeño grupo de investigadores de Alemania, Austria, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón, Sudáfrica y Estados Unidos ha desarrollado un nuevo campo de investigación: la neurobiologí­a de las plantas. Y lo cierto es que sus descubrimientos están modificando los lí­mites conocidos entre el reino animal y el vegetal ya que han descubierto que las plantas son capaces de desarrollar el proceso cognitivo, algo que hasta ahora sólo se atribuí­a a seres humanos y animales. Según ellos, las plantas son capaces de sentir su entorno y recordar la información proporcionada por sus percepciones y son capaces de reaccionar en consecuencia. Algunas, incluso, pueden comunicarse y defenderse conjuntamente contra los depredadores. Los árboles de Acacia en Sudáfrica, por ejemplo, reaccionan y se defienden contra los depredadores mediante la comunicación con los demás y el desarrollo de una defensa común. Pero, si las plantas pueden moverse y sentir, ¿podrán también pensar? Este documental que Odisea les presenta podría cambiar por completo los conocimientos que tení­an hasta hoy sobre las plantas.
Duracion: 52:17
Fecha de publicación: 19-02-2010
-----

08 agosto 2018

MEIKLEOUR BEECH HEDGES 
de Escocia no descubierta
Meekleour Beech Hedge del Norte en julio de 2008
Meekleour Beech Hedge en julio de 2008
      El seto de Meikleour compuesto de hayas, ubicado cerca de Meikleour, Perth y Kinross, Escocia, en la A93 Perth - Blairgowrie Road, fue plantado en el otoño de 1745 por Jean Mercer y su esposo, Robert Murray Nairne en la finca Meikleour del Marqués de Lansdowne. Se dice que el seto crece hacia los cielos porque los hombres que lo plantaron fueron asesinados en la Batalla de Culloden .
     El seto se destaca en los Récords Mundiales Guinness como el seto más largo y más alto del mundo, alcanzando una media de 30 metros de altura (36m en el norte-24 m en el sur) y 530 metros de longitud.Se recorta una vez cada diez años (más o menos).

 
The Hedge from the South Durante el invierno, marzo de 2010
Durante marzo de 2010

Visto desde el norte, marzo de 2017
Visto desde el norte, marzo de 2017
Fotos de la red
-----

05 agosto 2018

EL SETO DE TEJO MÁS GRANDE de INGLATERRA
Cirencester, Gloucestershire
     El seto de tejo más grande de Inglaterra se encuentra en una finca histórica en el pequeño pueblo de Cirencester, Inglaterra. Mide 12 m de alto y 140 m de largo de punta a punta. Cada agosto se le hace un "corte de pelo". A los jardineros Jason Buckton y John Rutterford les costó 10 días recortar la colosal muro verde que rodea Bathurst Estate. Asomándose a una pluma de recoger cerezas los hombres usaron cortasetos eléctricos para recortar los aproximadamente 4.000 metros cuadrados de vegetación. Casi una tonelada de recortes cayó en las mantas dispuestas para recogerlos.
     Allen Bathurst, el propietario de la finca y el noveno conde de Bathurst, disfruta cada año al ver la operación desde su ventana. "Debe tener la forma correcta", dice. Su tatara-tatara... plantó los tejos ingleses a principios del siglo XVIII. 
     Cuando era niño, Bathurst recuerda comtemplar cómo tres jardineros, encima de una escalera de 15 m, recortaban el seto enganchando sus piernas a los peldaños para mayor seguridad. La pluma utilizada para recoger cerezas hace que el trabajo, si no más fácil, si más seguro. "Dependiendo del clima, puede ser o muy húmedo o muy caluroso", dice el noveno conde. "A menudo ponemos un paraguas Pimm's en la parte superior de la plataforma para evitar la lluvia o el sol". 
     Los jardineros Buckton y Rutterford que cortaron el seto, recogieron los recortes en enormes bolsas de fertilizantes para evitar que el ganado los devorase. Algunos años los restos se venden para preparar compuestos anticancerígenos, otras, simplemente, se queman en una enorme hoguera. "Arde bastante bien debido al aceite que contiene", dice Bathurst. "Chisporrotea alegremente". 
     El laborioso proceso mantiene el seto en excelente forma para que todos lo admiren. "La gente lo mira y dice: ¡Dios mío, eso sí es un gran seto!", dice Bathurst. "Pero yo lo miro por la ventana y digo: Oh. Todavía está allí. Con ese tamaño ¡cómo podrías no verlo!"


Fotos de la red
https://www.wired.com/story/photo-of-the-week-trimming-the-worlds-biggest-yew-hedge-is-a-righteous-pain/

-----

02 agosto 2018

Mil nombres de los pinos canarios (2), del cronista de Canarias

JUAN GUZMÁN OJEDA, Ing. Técn. Forestal
Mil y un nombres de los pinos canarios (2)

     Los ‘Pinus canariensis’ con nombre propio por su forma o aspecto, tal y como han sido bautizados por los isleños a lo largo de los siglos. Como el Pino Bonito que hay junto a la presa de las Niñas, aquí fotografiado por Alejandro Melián durante un vuelo en helicóptero.
    Continuando con la nomenclatura popular con la que nosotros, los humanos, hemos identificado ciertos individuos de Pinus canariensis, consideramos en las siguientes líneas aquellos que por su particular silueta o figura, a veces apreciable a grandes distancias, han sido bautizados con nombre propio.
     La relación entre nombre y morfología suele basarse en el grado de apariencia con el que asimilamos éstos seres vivos a nuestra cultura. No obstante, otras veces, la razón de esta etimología forestal se encuentra en el gran tamaño de los ejemplares en cuestión.
     Como una descomunal mano izquierda de seis dedos encontramos al magnífico Pino de la Mano del Señor (La Orotava, Tenerife), o de nombre más moderno Pino de King-Kong –como indica César Javier Palacios–. Otros pinos notables en el mismo municipio son el Pino Garfiado y el Pino Lerito, el primero por sus curvas imposibles y el segundo para indicar –parece ser que en castellano antiguo– su rectitud.
     El acusado porte tumbado por el viento fue perfectamente adjetivado para señalar al Pino Esrrengao (Arico, TF), pino que también recuerda en su aspecto al ya desaparecido Pino de Tetir en Fuerteventura. Igualmente se secó en pie el conocido Pino Paraguas, figura de bella copa abierta y aparasolada que habitara en Inagua (La Aldea, Gran Canaria). También el especial desarrollo de la parte más alta del árbol ha servido para conocer al Pino Copudo (La Orotava, TF). Sigue siendo la forma, pero en este caso inducida por los huecos del aprovechamiento –agrandados con los incendios– la que ha determinado ejemplares como el Pino de la Catadura (El Rosario, TF), El Pino Furado o Pino Jurado (Icod de Los Vinos, TF) o el Pino Castrado (Tejeda, GC). En este grupo también hay que incluir al imponente Pino Rajado (Mirca, La Palma), destacable de camino a las cumbres palmeras. Sobre estos ejemplares llama poderosamente la atención su particular desafío que mantienen tanto con la gravedad como con su propia supervivencia, especialmente cuando sus cimientos se encuentran atravesados de uno a otro lado.
     Bajo el nombre de pernada, de significado muy alejado al derecho de los señores medievales, se designan a los grandes fustes de pies bi o trifurcados, entre ellos destaca sobre todo el Pino de las Tres Pernadas (Vilaflor, TF), espécimen de mayor altura en su especie.
     Por otro lado una exagerada o atípica ramificación del árbol ha sido la razón para calificar al Pino Ramudo de Inagua (Tejeda, GC) o al Pino Ramullado (La Orotava, TF). Cabe recordar que además del aprovechamiento que antaño se hacía de todo el follaje, también las ramas de grandes pinos fueron aprovechadas en pie para leña o carbón. Como consecuencia del desramado general varió la forma de muchos árboles, caso de los Pinos Mochos (Tijarafe, PA). Otras veces es el peso de la nieve o el hielo el que provoca una inversión o aplastamiento en el crecimiento de las ramas confiriendo un aspecto desgarbado y curioso, quizás la mejor prueba sean los Pinos Gachos observables junto a las cumbres palmeras.
     Un apelativo muy común en los ejemplares de mayor tamaño, aquellos que Sabino Berthelot tachó de “tan gruesos y altos que maravillan”, es el de Pino Gordo. Entre estos destacamos el Pino Gordo del Morcillo (El Pinar, El Hierro) o los Pino Gordo tanto de Vilaflor como de Arico (TF).
     Otros nombres para reflejar la envergadura, majestuosidad o mayor rango de los abuelos forestales son el Pino Rey y el Pino Alférez Mayor (La Orotava, TF). Bajo el nombre de Pino Basto los garafianos (PA) quisieron capturar el carácter primitivo de primer árbol que gira en torno a este singular ejemplar.
     Y terminamos este recorrido por la forma de los pinos isleños con uno de los nombres más cariñosos y sencillos con el que el paisanaje se ha dirigido a una forma natural: el Pino Bonito (Tejeda, GC). Sin embargo pocos conocerán a este mismo árbol por tan elegante seudónimo ya que el urbanita ha preferido reinventarlo como Pino de la Bruja Casandra.

-----