26 marzo 2018

ISABEL FDEZ. DEL CASTILLO
¡Por qué y cómo crear setos vivos!

Olivar afectado por la bacteria xylella
     Dice la ciencia que cuanto más biodiverso es un sistema, menos vulnerable a las plagas e infecciones, más resiliente y productivo.  Por eso no es de extrañar que cada vez sucedan problemas más graves en el campo como es el caso de la xylella, que en ciertos lugares está acabando con olivares, viñedos y cultivos de almendros y ciertos frutales. En general, estas explotaciones son extensos y vulnerables monocultivos mantenidos con una biodiversidad bajo mínimos por la aplicación constante de herbicidas, la eliminación de cualquier planta/árbol que no sea productivo y la quema de rastrojos. Los problemas de la dehesa y los alcornocales con la enfermedad de la seca también deberían darnos que pensar.
     La cuestión es que cuanto más simple es un sistema, más vulnerable y abocado al desequilibrio.  Cuanto más biodiverso, más resiliente, estable y productivo.
     Por ese motivo, la transformación del campo en un mero sustrato para producir comida a base de químicos es un verdadero desastre medioambiental.  A la erosión del terreno y pérdida de suelo fértil que afecta a gran parte de las tierras de cultivo, se añade la compactación del suelo y la reducción de su capacidad para retener e infiltrar el agua de lluvia, así como la drástica caída de la biodiversidad, que pone a todo el sistema en riesgo. 
     La desertificación inducida por las malas prácticas agrícolas y el cambio climático local contribuyen a agudizar los efectos del cambio climático global.  Pero el cambio climático no es el causante de todo.  El cambio climático local y el global crean un circulo vicioso que se retroalimenta constantemente.  Si países con un mayor riesgo de desertificación, como Etiopía y Burkina Faso, están revertiendo el desierto, es que se puede.  Solo hay que entender cómo funciona la naturaleza y trabajar a favor de ella.

La función ecológica de los setos en agricultura

     Uno de los principales factores de extrema simplificación que induce agricultura actual (además del uso de productos químicos biocidas) es la aniquilación de los setos en las lindes.   Hay que reconocer que las políticas de la PAC, que premian económicamente el terreno “limpio” no ayuda nada, pero mientras los políticos “despiertan”, algo habrá que hacer en la dirección correcta.
Los setos entre parcelas con especies autóctonas de árboles y arbustos  cumplen muchísimas funciones ecológicas, todas ellas positivas.  Al multiplicar la biodiversidad, mejoran el equilibrio ecológico y los servicios gratuitos de los ecosistemas a los cultivos. Entre otras, cosas, los setos contribuyen a:

  • aportar materia orgánica al suelo rica en minerales. Más materia orgánica favorece una mejor hidratación de los terrenos y la vida microbiana del suelo. Ayudan a regenerar el suelo y su fertilidad.
  • mantener corredores de biodiversidad entre parcelas tanto animal como vegetal.
  • prevenir o mitigar los efectos de la sequía, al favorecer una mayor humedad del terreno, la una mayor infiltración del agua de lluvia y evitar la excesiva escorrentía / lavado del terreno (y por tanto la erosión y la desertificación).  Evitar una suela de labor continua y extensa.
  • generar entornos diversos que ayuden a biodiversificar la fauna y flora, lo que ayuda a prevenir plagas
  • dar cobijo y alimento a multitud de especies de insectos, polinizadores, pájaros, anfibios, pequeños mamíferos … que prestan servicios ecosistémicos impagables  (y que no tengan que comerse nuestros cultivos porque no les hemos dejado otra cosa…)
  • obtener otros rendimientos del campo en forma de plantas comestibles y medicinales, frutos, leña, miel …
  • Crear microclimas favorables: proveer sombra, evitar islas de calor, amortiguar el viento, mantener una mayor humedad en el ambiente
  • favorecer la conservación de especies autóctonas de árboles, arbustos y plantas, afectados por la deforestación y las repoblaciones simplistas realizadas a base de pino, pino y pino.
  • … en suma, mantener el campo vivo y biodiverso.
     Por todo ello es urgente recuperar áreas semisilvestres entre cultivos, como se ha hecho siempre (antes del alicatado total del suelo agricola).  No sólo porque otras especies vegetales y animales también tienen derecho a vivir; también porque es la única forma de no convertir la tierra de cultivo en un desierto en cuestión de años de maltrato físico y químico,  y desequilibrio (eso y  cambiar la agricultura química por la regenerativa y la ganadería industrial por el manejo holístico).

¿Como crear un seto vivo y diverso?

     No hace falta inventar la rueda, hay mucha información útil e interesante en la red:
-----

24 marzo 2018

PERE CALDERS (Barcelona, 1912-1994)
L'arbre domèstic

      En aquesta vida he tingut molts secrets. Però un dels més grossos, potser el que estava més en pugna amb la veritat oficial, és el que ara trobo oportú d'explicar.
     Un matí, en llevar-me, vaig veure que en el menjador de casa meva havia nascut un arbre. Però no us penseu: es tractava d'un arbre de debò, amb arrels que es clavaven a les rajoles i unes branques que es premien contra el sostre.
    Vaig veure de seguida que allò no podia ésser la broma de ningú, i, no tenint persona estimada a qui confiar certes coses, vaig anar a trobar la policia.
    Em va rebre el capità, amb uns grans bigotis, com sempre, i duent un vestit l'elegància del qual no podria explicar, perquè el tapaven els galons. Vaig dir:
—Us vinc a fer saber que en el menjador de casa meva ha nascut un arbre de debò, al marge de la meva voluntat.
     L'home, vós direu, es va sorprendre. Em va mirar una bona estona i després digué:
—No pot ésser.
—Sí, és clar. Aquestes coses no se sap mai com van. Però l'arbre és allí, prenent llum i fent-me nosa.
     Aquestes paraules meves van irritar el capità. Va donar un cop damunt la taula amb la mà plana, va alçar-se i m'agafà una solapa. (Allò que fa tanta ràbia.)
—No pot ésser, dic —repetí—. Si fos possible això, seria possible qualsevol cosa. Enteneu? S'hauria de repassar tot el que han dit els nostres savis i perdríem més temps del que sembla a primer cop d'ull. Estaríem ben arreglats si en els menjadors de ciutadans qualssevol passessin coses tan extraordinàries! Els revolucionaris alçarien el cap, tornarien a discutir-nos la divinitat del rei, i qui sap si alguna potència, encuriosida, ens declararia la guerra. Ho compreneu?
—Sí. Però, a despit de tot, he tocat l'arbre amb les meves mans.
—Apa, apa, oblideu-ho. Compartiu amb mi, només, aquest secret, i l'Estat pagarà bé el vostre silenci.
     Ja anava a arreglar un xec quan es mobilitzà la meva consciència. Vaig preguntar:
—Que és d'interès nacional, això?
—I tant!
—Doncs no vull ni un cèntim. Jo per la pàtria tot, sabeu? Podeu manar.
     Al cap de quatre dies vaig rebre una carta del rei donantme les gràcies. I qui, amb això, no es sentiria ben pagat?
-----

22 marzo 2018

LOS BOSQUES MÁS DIVERSOS SON MÁS RESISTENTES A LA SEQUÍA
Bosques en Borneo (Malasia)
Bosques en Borneo (Malasia) - CSIC
     Un trabajo llevado a cabo por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con científicos del Danum Valley Field Centre y el Forest Research Centre (Malasia), así como de la Universidad de Oxford (Reino Unido), muestra que los bosques más diversos son más resistentes al estrés hídrico causado por la sequía. Los resultados del estudio, que relacionan biodiversidad con una mejor capacidad de afrontar los efectos del cambio climático, aparecen publicados en el último número de la revista Nature Ecology & Evolution.
     Los científicos han empleado plántulas de árboles tropicales, en mezclas y en monocultivo (de una sola especie), procedentes de Borneo (Malasia), y láminas de plástico para excluir la lluvia y simular eventos de sequía similares a los causados por el fenómeno climático de El Niño. El objetivo era alterar la cantidad de lluvia y, al mismo tiempo, la diversidad de las plántulas para probar la relación entre la diversidad y la sequía.
     «Las plántulas respondieron a la sequía severa en todas las situaciones, pero, cuando la diversidad era más alta, se reducía el estrés hídrico en comparación con las plántulas en monocultivo», explica el investigador del CSIC Michael O’Brien, que trabaja en la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC).
      La menor competencia de las plantas más diversas por el agua permite que se mantenga su crecimiento durante episodios de sequía, mientras que, en el caso de los grupos de la misma especie, la competencia es mayor y, por tanto, el crecimiento se resiente. «La complementariedad entre especies retrasa el punto en el cual el agua se muestra limitante para el crecimiento», agrega el investigador del CSIC.
     Las conclusiones del estudio ahondan en la comprensión de la dinámica de los bosques tropicales. Por un lado, la diversidad promueve la resistencia de las distintas especies de árboles a la sequía, un dato a tener en cuenta cuando las sequías sean más frecuentes según los escenarios de cambio climático previstos para los próximos años. Por otro lado, el hecho de que las plántulas en monocultivo estén más afectadas por la escasez de agua sugiere que la sequía tiene un papel en el mantenimiento de la diversidad en bosques tropicales.
     «Hemos demostrado que existe una retroalimentación por la cual la sequía fomenta la diversidad, al tiempo que los bosques más diversos son más resistentes. Las estrategias de gestión y restauración son, por tanto, clave para mejorar la resistencia de los bosques al cambio climático», concluye O’Brien.
-----

21 marzo 2018



RAFAEL ALBERTI (1902-1999)
La primavera ha venido

La primavera ha venido
dejando en el olivar
un libro en cada nido.
Vivir leyendo, leyendo
mientras la paz en el mundo
no se nos vaya muriendo.
Paz, paz, paz para leer
un libro abierto en el alba
y otro al atardecer.

-----

19 marzo 2018

Un drago en "mi patio", del cronista de Canarias

JUAN GUZMÁN OJEDA, Ing. Téc. Forestal
El Drago de Gáldar, un árbol con casa y bruja propias (Gran Canaria)


     El poblado de Gáldar fue, junto al de Telde, una de las sedes o guanartematos en que se dividió la isla de Tamarant (Gran Canaria), tras la muerte de Artemi Semidán en 1405. Esta separación apenas duró 75 años, ya que la tranquila vida de los que disfrutaron de una isla prácticamente virgen se vio para siempre truncada con la conquista castellana. Se baraja la cifra de que sólo un 15% de la población prehispánica sobrevivió a la ocupación. Para los primeros canarios la presencia del drago (Dracaena draco y, probablemente, también Dracaena tamaranae), debió ser muy común, no sólo por coincidir las áreas de asentamiento con la distribución de las especies, sino también por ser uno de los pocos árboles fácilmente aprovechables ante la carencia de herramientas metálicas. Los aborígenes aprovechaban las curvas de la parte más dura de las fibras del drago para fabricar tarjas o escudos de armas, que luego pintaban en vivos colores. Seguramente fuera apreciado por sus propiedades forrajeras y no se descarta que también hicieran uso medicinal de la “sangre de drago”. Ya antes de la conquista, existieron intercambios de esta panacea medicinal de la época con comerciantes europeos. El monumental invitado de este texto se sitúa (28º 08′ 40” N y 15º 39′ 19”W) en la que fuera la primera capital de la isla. El Drago de Gáldar, pese a su tamaño, es un “árbol de interior” y siempre ha contado con vivienda propia. En concreto, este ilustre titán se hospeda en el patio (13×5 metros) de las antiguas casas consistoriales del Ayuntamiento, edificio que hace esquina entre la calle Tagoror y la plaza de Santiago de los Caballeros. Sólo un estrecho ojo de pez, abierto en el muro interior de la entrada, nos ofrece una ínfima visión del drago cuando el inmueble público permanece cerrado.

Guarecido de los vientos

      Las dimensiones de este drago (Dracaena draco) hay que calcularlas desde el nivel de la calle. Así, su altura ronda los 8,5 metros y su perímetro normal es de casi 2,50 metros. La influencia del recinto rectangular que lo aloja se ha traducido en una copa de forma oval en vez de esférica; en contrapartida, el drago siempre ha estado guarecido de los vientos. La parte aérea es fácilmente observable si subimos a la segunda planta del edificio, desde esta perspectiva también se perciben dos puntos de apoyo directo entre el árbol y los muros.
      El Drago de Gáldar es un ejemplar cultivado y antiguamente se beneficiaba de las conducciones agrícolas, pero al ir éstas desapareciendo, el Ayuntamiento se vio en la necesidad de recurrir a regarlo. Hace unos veinte años sufrió una importante depresión vegetativa, por lo que se solicitó la ayuda de especialistas. A esta llamada de emergencia respondió, entre otros, el bueno de Jaime O’Shanahan. Este gran amante y conocedor del mundo verde detectó que el problema se localizaba en el sistema radical que estaba desapareciendo, entonces, para provocar la nueva emisión de raíces, se propuso el recubrimiento parcial del tronco con un sustrato volcánico poroso. Gracias a esta acción de conservación el drago presenta hoy un estado saludable, a la vez que la sensación de una ramificación muy baja.

      La corteza denota un aspecto añoso y vetusto, con grandes manchas de hongos naturales, espacios desprovistos de corteza y, sobre todo, muchas cicatrices: fechas, sangrados, iniciales y puntos, dibujos e incluso firmas, algunas famosas como la del escultor galdense Juan Borges Linares.
      En base al documento histórico (1718) sobre la adquisición del terreno, en el que se hace referencia a la presencia de “vides y de un drago”, tradicionalmente se le ha atribuido una edad cercana a los 300 años. Por otra parte, si tenemos en cuenta sus 14 floraciones, la última en 2011, y la reglas de tiempo entre floración-ramificación, su edad se reduciría a 215 años.


Leyenda de la Bruja Regañosa
      En todo caso existe una leyenda, según la cual la edad del drago podría ser todavía mayor. Raúl Mendoza, inquieto agricultor de la zona, ha documentado extensamente la historia que su abuela le contaba: la Leyenda de la Bruja Regañona. 

      El libro que resulta de la investigación de Raúl, en espera de ser publicado, contrasta la leyenda con varios personajes históricos, hasta el punto de que todo parece indicar que la leyenda puede ser muy real. Catalina (o quizás Águeda) fue una niña de alta alcurnia que, tras una turbulenta historia de casamiento forzado, acabó en un convento del que salió fingiendo su propia muerte. Luego se convirtió en una oscura yerbera dedicada a la medicina popular, a la vez que en una gran protectora del drago cuya sangre aprovechaba. 
      Su carácter hosco y su profesión de curandera le granjearon la enemistad tanto del cura, como del boticario, hasta llegar al extremo de que éstos intentaron talar el drago. Pero la Bruja Regañona, apodo que le pusieron los asustados niños, no lo permitió, desapareciendo el día en el que el boticario fue encontrado sin vida al pie del drago. No se sabe bien si alguna vez el drago fue parcialmente talado, o si el fantasma de su defensora todavía le ronda. Lo que sí podemos afirmar es que entre las cicatrices hay un dibujo que parece ser una bruja, acompañado de la fecha del 13 de julio de 1913, que refiere a una tal María Leonarda en el ejercicio de tratar de exorcizar el drago de su hechicera, o quizás debamos decir más bien de su bienhechora.

-----