23 diciembre 2008

PHILIP LARKIN - The trees

PHILIP LARKIN (England, 1922-1985)
The trees

The trees are coming into leaf
Like something almost being said;
The recent buds relax and spread,
Their greenness is a kind of grief.

Is it they are born again
And we grow old? No, they die too.
Their yearly trick of looking new
Is written down in rings of grain.

Yet still the unresting castles thresh
In fullgrown thickness every May.
Last year is dead, they seem to say,
Begin afresh, afresh, afresh.

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Los árboles

Los árboles ya comienzan a brotar
como algo casi a punto de ser dicho;
los nuevos tallos descansan y se propagan,
su verdor es una especie de tristeza.

¿Se trata de que ellos nacen nuevamente
y nosotros nos hacemos viejos? No, también mueren,
Su truco anual de lucir nuevos.
Se inscribe en sus fibras en anillos.

Sin embargo, los incansables castillos desgranan
su gruesa madurez cada primavera.
Ha muerto el último año, parecen decir,
comencemos otra vez, otra vez, otra vez.
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ANGEL LARREA 
Zuhaitza



Zuhaitza zutik egoten ohi da,
haritza eta pagoa, aldiz,
sarritan okertuta ikusian,
inkontzienteki, pentsatzen dugu

arbola madarikatuak
edo
arbola sakratuak
direla.
Madarikatuak tximistak jo dituelako;
sakratuak euren abarretan
Ama Birjina agertu delako.
Hala ere, zuhaitzaren energia
eta tximistaren energia,
biak bat dira:
lurra eta zerua.
Zuhaitza eta Hartza, alde batetik,
Su(ge)a eta Dragoia, bestetik;
edo
Haritza, Diana jainkosa, alde batetik,
Sua edo Vulkano jainkoa, bestetik.
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19 diciembre 2008

Walt Whitman - Vi en Louisiana...

WALT WHITMAN (EE.UU.
1819-1892)
Vi en Louisiana crecer una encina


Vi en Luisiana crecer una encina,
Se erguía sola y el musgo colgaba de las ramas,
Creció allí sin compañero, emitiendo alegres hojas, de color verde oscuro,
Y su aspecto rudo, inflexible, robusto, me hizo pensar en mí mismo,
Pero me preguntaba cómo podía la encina emitir alegres hojas allí sola, sin su amigo cercano, pues bien sabía yo que no podía imitarla.
Y arranqué una ramita cubierta de hojas y entrelacé con ellas un poco de musgo,
Y me la llevé, y la he puesto en un lugar visible en mi cuarto,
No la necesito para que me recuerde a mis amigos queridos
(Pues creo que últimamente casi no he pensado sino en ellos),
Pero es para mi un curioso emblema, me hace pensar en el amor viril;
A pesar de ello, y aunque la encina brilla allá en Luisiana, solitaria en medio de un vasto claro,
Y emite alegres hojas durante toda su vida sin un amigo o amante cercano,
Sé muy bien que yo no podría imitarla.

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I Saw in Louisiana a Live-Oak Growing

I saw in Louisiana a live-oak growing,
All alone stood it and the moss hung down from the branches,
Without any companion it grew there uttering joyous leaves of dark green,
And its look, rude, unbending, lusty, made me think of myself,
But I wonder'd how it could utter joyous leaves standing alone there without its friend near, for I knew I could not,
And I broke off a twig with a certain number of leaves upon it, and twined around it a little moss,
And brought it away, and I have placed it in sight in my room,
It is not needed to remind me as of my own dear friends,
(For I believe lately I think of little else than of them,)
Yet it remains to me a curious token, it makes me think of manly love;
For all that, and though the live-oak glistens there in Louisiana solitary in a wide flat space,
Uttering joyous leaves all its life without a friend or lover near,
I know very well I could not.

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18 diciembre 2008

JORGE LUIS BORGES (Argentina, 1899-1986)
El árbol de los amigos


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.

Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, más otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.

Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.

Los primeros que nacen del brote son nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestran lo que es la vida.

Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer con nosotros.

Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

Más el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.

A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.

Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones, o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en las puntas de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.

El tiempo pasa el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otros permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejaron nada.

Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

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JOAN ALCOVER - Desolació

JOAN ALCOVER (1854-1926)
Desolació


Jo só l'esqueix d'un arbre, esponerós ahir,
que als segadors feia ombra a l'hora de la sesta;
mes branques, una a una, va rompre la tempesta,
i el llamp, fins a la terra, ma soca migpartí.

Brots de migrades fulles coronen el bocí,
obert i sens entranyes, que de la soca resta;
cremar he vist ma llenya; com fumerol de festa,
al cel he vist anar-se'n la millor part de mi.

I l'amargor de viure xucla ma arrel esclava,
i sent brostar les fulles, i sent pujar la saba,
i m'aida a esperar l'hora de caure, un sol conhort:

cada ferida mostra la pèrdua d'una branca;
sens mi, res parlaria de la meitat que em manca;
jo visc sols per a plànyer lo que de mi s'és mort.
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