viernes, 1 de noviembre de 2024

 FERNÁN SILVA VALDÉS (Uruguay, 1887-1975)
Árbol dorado

En mi tierra hay un árbol de oro y espinas,
-oro y espinas, todo un símbolo de América-;
oro de buen olor, yo me enriquezco de él
como un moderno conquistador.


Dando mezquina sombra vive años y años,
sin leyendas que lo hagan ni mejor ni peor;
el invierno lo deja desnudo
y el buen tiempo lo viste con borlitas de sol.

Bien florecido alumbra; yo me encandilo en él;
parece un candelabro de mil luces doradas
que se ilumina solo, como de adentro afuera,
para la velada de la primavera.

Es tan maravilloso que al verlo amanecer
así encendido, pienso que la noche anterior
los bichitos de luz han estado de fiesta,
durmiéndose olvidados de apagar su farol

Raro destino el suyo, ser bello y luego útil;
muerto para el paisaje, nacer para el fogón,
y arder en brasas toda una faz de la luna...
¡envidiable destino, ser cada vez mejor!

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