Este cerezo y otros cientos de ejemplares se talarán dentro de un proyecto para sustituir al viejo dique del río Potomac, que cada año se desborda por el calentamiento global .
La icónica imagen de Stumpy, muy cerca del National Mall |
Vecinos y turistas se despiden estos días del cerezo Stumpy, un árbol tan fotografiado que se le considera un icono de la ciudad de Washington. Pronto lo talarán y se convertirá en compost, como parte de un proyecto de rehabilitación del dique derecho del río Potomac, rodeado por algunos de los principales monumentos del concurrido National Mall. Stumpy, que podría traducirse como fortachón, es un ejemplar muy querido. Es el más famoso entre los 1.400 árboles que embellecen la zona con sus ramas llenas de flores rosadas. Pese a su apariencia frágil y con una estética poco convencional, se cree que es el más viejo. En las redes, llevan años circulando relatos que vinculan su apariencia de "patito feo" con historias de amor y superación. Es el último florecimiento para éste y cientos más, situados en la orilla sur. Se destruirán unos 300 árboles, de los que la mitad son cerezos, plantados a lo largo de casi dos kilómetros adyacentes al río.
Los diques llevan décadas fallando y, a medida que sube el nivel del mar en el contexto de la crisis climática, la marea alta inunda las raíces y la parte baja del tronco. Esto les hace enfermar y algunos han muerto.
Mike Litterst, guarda forestal, portavoz del parque y trabajador del National Mall, defiende que la tala no será el final: "Todos se convertirán en compost. Volverán al National Mall y se esparcirán sobre las raíces de los supervivientes y les aportarán nutrientes. En el caso del Stumpy, se cogerán esquejes, se harán clones con el mismo material genético y los plantaremos. Los árboles de la zona norte no se tocarán. En la parte sur, en tres años, se podrán replantar nuevos ejemplares". Según Litterst los fans de Stumpy "podrán demostrar su lealtad volviendo a venir."
La despedida de las autoridades japonesas
La embajada de Japón en Washington homenajeó al Stumpy y se refirió a él como "uno de nuestros símbolos más queridos de la amistad entre Japón y Estados Unidos".
Las mismas fuentes diplomáticas apuntaron a que la relevancia de la celebración recae en el simbolismo y los valores que representa, más que en los árboles en sí. En Japón la floración de los cerezos, Hanami, es un evento ancestral de primer orden, con tradiciones y fiestas asociadas. La fiesta del Hanami en la capital estadounidense comenzó en 1912, cuando el entonces alcalde de Tokio, Yukio Ozaki, regaló a la ciudad 3.000 cerezos como señal de la buena relación que en ese momento existía entre ambos países. Sin embargo, no es probable que Stumpy y el resto de ejemplares sean de esta primera plantación, mientras los responsables del parque nacional reconocen que la ubicación de los árboles originales no está bien documentada. Mike Litterst ha asegurado:
"La vida media de un cerezo es de unos 50 años, o sea que sería extraordinario que Stumpy o algún otro hubiera sobrevivido 112 años. "Un representante de la embajada nipona, Yuki Sugiyama, ha explicado que "la gente empezó a apreciar sus flores y ahora Washington recibe a unos 1,5 millones de turistas sólo por la temporada de floración".
Con la etiqueta #Stumpy, las redes se han ido llenando de mensajes de agradecimiento y despedida hacia el simbólico árbol. Emmy Vickers, una fotógrafa aficionada, ha explicado a la agencia Reuters: "El año pasado se inundó mucho y los guardas del parque nacional rodearon al Stumpy para protegerlo. He venido a tomarle una foto antes que se lo lleven."
Festival de los cerezos floridos
El adiós ha coincidido con el arranque, este fin de semana, 21 de marzo, de la celebración de primavera con el Festival Nacional de los cerezos floridos. Durante la edición de este año, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, realizará una visita oficial a la ciudad y cenará con Joe Biden el 10 de abril.
El festival es un evento popular que se alarga hasta el 14 de abril e incluye exposiciones, gastronomía, desfiles, espectáculos y mercados. Hacía años que quedaba marcado por las inundaciones, cada vez más intensas a consecuencia del calentamiento global.
La presidenta de la asociación que organiza el festival, Diana Mayhew, asegura que las obras son una buena noticia: "Últimamente, las inundaciones han derribado árboles y han estropeado otros. "El pico de la floración de los cerezos se considera que se produce cuando el 70% de las flores se han abierto y, en Washington, se espera que sea el 21 de marzo. Con la crisis climática, las fechas llegan cada vez más temprano. Últimamente, incluso el festival ha notado que ya no está sincronizado con la eclosión de las flores.
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