"Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos, después de todo hay hombres que no fui y sin embargo quise ser, si no por una vida al menos por un rato..." Mario Benedetti.
A los amantes de los árboles,... localización, poesía, cuentos/leyendas, etc.
domingo, 18 de agosto de 2019
FEDERICO GARCÍA LORCA (1898 - 18-ag.-1936) Encina
1919
Bajo tu casta sombra, encina vieja,
quiero sondar la fuente de mi vida
y sacar de los fangos de mi sombra
las esmeraldas líricas.
Echo mis redes sobre el agua turbia
y las saco vacías.
¡Más abajo del cieno tenebroso
están mis pedrerías!
¡Hunde en mi pecho tus ramajes santos!
¡oh solitaria encina,
y deja en mi sub-alma
tus secretos y tu pasión tranquila!
Esta tristeza juvenil se pasa,
¡ya lo sé! La alegría
otra vez dejará sus guirnaldas
sobre mi frente herida,
aunque nunca mis redes pescarán
la oculta pedrería
de tristeza inconsciente que reluce
al fondo de mi vida.
Pero mi gran dolor trascendental
es tu dolor, encina.
Es el mismo dolor de las estrellas
y de la flor marchita.
Mis lágrimas resbalan a la tierra
y, como tus resinas,
corren sobre las aguas del gran cauce
que va a la noche fría.
Y nosotros también resbalaremos,
yo con mis pedrerías,
y tú plenas las ramas de invisibles
bellotas metafísicas.
No me abandones nunca en mis pesares,
esquelética amiga.
Cántame con tu boca vieja y casta
una canción antigua,
con palabras de tierra entrelazadas
en la azul melodía.
Vuelvo otra vez a echar las redes sobre
la fuente de mi vida,
redes hechas con hilos de esperanza,
nudos de poesía,
y saco piedras falsas entre un cieno
de pasiones dormidas.
Con el sol del otoño toda el agua
de mi fontana vibra,
y noto que sacando sus raíces
huye de mí la encina.
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sábado, 10 de agosto de 2019
Instituto Politécnico RENSSELAER Daños a la capa de ozono y al ciclo de retroalimentación que forma el cambio climático. (24 de junio de 2019)
El
aumento de la radiación solar que penetra a través de la dañada capa de ozono está interactuando con el clima cambiante, y las consecuencias se
están propagando a través de los sistemas naturales de la Tierra,
afectando a todo, desde el clima hasta la salud y la abundancia de
mamíferos marinos, como focas y pingüinos.Estos hallazgos se detallaron en un artículo publicado en Nature Sustainability
por miembros del Plantel de Evaluación de los Efectos Ambientales del
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que informa a
las partes del Protocolo de Montreal. "Lo que estamos viendo es que los cambios en el ozono han cambiado los
patrones de temperatura y precipitación en el hemisferio sur, y eso está
alterando las condiciones donde están las algas en el océano, lo que altera las condiciones de los peces, las morsas y las focas, por lo que
"Estamos viendo muchos cambios en la red alimenticia", dijo Kevin Rose,
investigador del Instituto Politécnico Rensselaer que trabaja en el y es coautor del artículo.
El Protocolo de Montreal de 1987 sobre sustancias que dañan la capa de
ozono, el primer acuerdo ambiental multilateral ratificado por todas
las naciones miembros de las Naciones Unidas, fue diseñado para proteger
el filtro principal de la Tierra contra la radiación ultravioleta solar
al eliminar la producción de sustancias nocivas hechas por el hombre,
como la clase de refrigerantes clorofluorocarbonos.
El tratado se ha considerado en gran parte como un éxito, ya que se prevee que la media global de la capa de ozono se recuperará a niveles
anteriores a 1980 para mediados del siglo XXI. Sin embargo, a principios de este año, los investigadores informaron
haber detectado nuevas emisiones de sustancias que dañan la capa de
ozono provenientes del este de Asia, lo que podría amenazar la
recuperación de la capa de ozono.
Desde hace tiempo se sabe que el dañar la capa de
ozono aumenta la radiación UV dañina en la superficie de la Tierra, su
efecto sobre el clima se ha hecho evidente recientemente.
El informe apunta al hemisferio sur, donde un agujero en la capa de
ozono sobre la Antártida ha empujado la Oscilación Antártica, el
movimiento de norte a sur de un cinturón de viento que rodea el
hemisferio sur, más al sur de lo que ha estado en aproximadamente mil
años. El movimiento de la Oscilación Antártica, a su vez, contribuye directamente en el cambio climático en el hemisferio sur.
A medida que las zonas climáticas se han desplazado hacia el sur, los
patrones de lluvia, las temperaturas de la superficie del mar y las
corrientes oceánicas en grandes áreas del hemisferio sur también han
cambiado, afectando a los ecosistemas terrestres y acuáticos. Los efectos se pueden ver en Australia, Nueva Zelanda, la Antártida, América del Sur, África y el Océano Austral.
En los océanos, por ejemplo, algunas áreas se han vuelto más frías y
productivas, mientras que otras áreas se han vuelto más cálidas y menos
productivas. Los océanos más cálidos están vinculados a la disminución en los lechos
de algas marinas de Tasmania y los arrecifes de coral de Brasil, y los
ecosistemas que dependen de ellos.
Las aguas más frías han beneficiado a algunas poblaciones de pingüinos,
aves marinas y focas, que se benefician de mayores poblaciones de krill
y peces.
Un estudio informó que las albatros femeninas pueden haberse vuelto un
kilogramo más pesadas en ciertas áreas debido a las aguas más frías más
productivas relacionadas con el agotamiento de la capa de ozono.
Rose también señaló los bucles de retroalimentación más sutiles entre el clima y la radiación UV descritos en el informe.
Por ejemplo, las concentraciones más altas de dióxido de carbono han
llevado a océanos más ácidos, lo que reduce el grosor de las conchas
calcificadas, lo que hace que los mariscos sean más vulnerables a la
radiación UV.
Incluso los humanos, dijo, es probable que usen ropa más liviana en una
atmósfera más cálida, haciéndose más susceptibles al daño de los rayos UV. El informe encontró que el cambio climático también puede estar
afectando la capa de ozono y la rapidez con la que la capa de ozono se
está recuperando.
"Las emisiones de gases de efecto invernadero atrapan más calor en la
atmósfera inferior, lo que conduce a un enfriamiento de la atmósfera
superior. Las temperaturas más frías en la atmósfera superior están
desacelerando la recuperación de la capa de ozono", dijo Rose.
Como uno de los tres planteles de científicos que apoyan el Protocolo de
Montreal, el Plantel de Evaluación de los Efectos Ambientales se centró en
particular en los efectos de la radiación UV, el cambio climático y el
agotamiento de la capa de ozono.
Treinta y nueve investigadores contribuyeron al artículo, titulado
"Agotamiento del ozono, radiación ultravioleta, cambio climático y
perspectivas de un futuro sostenible".
Rose, una ecóloga acuática, forma parte del grupo de trabajo sobre
ecosistemas acuáticos, que es uno de los siete grupos de trabajo que
forman parte del plantel. "Esta colaboración internacional centrada en un problema acuciante de
importancia mundial ejemplifica la visión de investigación de The New
Polytechnic en Rensselaer", dijo Curt Breneman, decano de la Escuela de
Ciencias de Rensselaer ".
CÉSAR-JAVIER PALACIOS Redescubierto en La Gomera el árbol de las brujas de alcurnia (enero 2013)
La isla de La Gomera es un territorio mágico. Con un bosque mágico, la laurisilva, preñado de historias tan viejas como sus árboles únicos.
En un lugar así, imagínense cómo será Vallehermoso, una de sus localidades más increíbles. Adéntrense entonces en su monte nebuloso hasta acercarse a una fuente misteriosa de siete caños tallados en madera, los Chorros de Epina. Y allí, entre el rumor del agua y del viento alisio agitando la bóveda vegetal, recuerden el refrán gomero:
“Si bebes de los siete caños / te casas antes de un año”.
Para encontrar el amor deseado, asegura la vieja tradición oral que las mujeres deben beber de los caños pares y los hombres de los caños impares, empezando siempre a contar desde la izquierda. Y sólo si las mujeres quieren convertirse en brujas deben beber de los caños de los hombres.
Brujas, auténticas brujas eran las damas de alta
alcurnia de Vallehermoso, caprichosas hasta el límite de exigir a sus
sirvientas el esfuerzo de invertir todo un día de dura caminata para traerles la preciada agua
de esa fuente supuestamente medicinal. Sabedoras de lo sencillo de la
falsificación, exigían a las niñas encargadas del transporte una incontestable prueba. Junto con el cántaro lleno debían mostrar la hoja de un aderno (Heberdenia excelsa),
un raro árbol de la laurisilva del que, según se creía, sólo existía un
único ejemplar en la isla, precisamente en la inmediaciones del
manantial.
Considerado cuento de viejas, durante décadas se pensó que tal árbol era una invención popular. Hasta que junto con mi amigo Jacinto lo redescubrimos hace muy poco tiempo. Viejo, muy viejo, pero vivo. ¿Será el mismo de la leyenda? El propio árbol nos lo
confirmó, pues tan sólo conserva una de sus cuatro ramas originales, la
más inaccesible. Aunque lo siento, no les diré cómo llegar a él, está el pobre como para regalar más hojas.
De todas maneras hay que aclarar que no existe un único ejemplar de
aderno en La Gomera. Hay bastantes, pero son muy raros. La tradición
oral sin embargo lo hizo único, señalando las hojas de este árbol, que
se retuercen de una forma muy peculiar, como algo imposible de
falsificar. De ahí la leyenda
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viernes, 2 de agosto de 2019
DOMINIQUE DIMEY (Francia, 1957) Chanson pour un arbre
Il a plus de deux cents ans
C’est l’ancêtre, dit le vent
Dit le vent
Les hommes ont bien essayé
Maintes fois de le couper
Le couper
Mais il a levé les bras
En criant : non pas le droit !
Pas le droit !
Je suis vivant comme vous
Je ne peux vivre à genoux
À genoux !
Racines aux pieds
Les pieds dans la terre
Un arbre debout
Face à l’univers
Racines aux pieds
Entre ciel et terre
Un arbre de vie
Attend et espère!
Il respire et il murmure
Il se couvre de verdure
De verdure
Il s’étire et il grandit
Donne des fleurs et des fruits
Et des fruits
Il est l’ombre en plein soleil
La fraîcheur dans le désert
Le désert
Il a un collier d’écorce
Nourri de sève et de force
Et de force
Les enfants lui font la cour
Font la ronde tout autour
Tout autour
Les oiseaux cachent leurs nids
Pour protéger leurs petits
Leurs petits
La pluie sème quelques grains
Les caresses du matin
Du matin
Et la nuit bleue s’y repose
Avec la lune toute rose
Toute rose!