martes, 20 de diciembre de 2016


EDUARDO GALEANO (Uruguay, 1940-2015)
Mudos


     Muchos son los anillos que sus cumpleaños les han dibujado en el tronco. Estos árboles, estos gigantes añosos, llevan siglos clavados en lo hondo de la tierra, y no pueden huir. Indefensos ante las sierras eléctricas, crujen y caen. En cada derrumbamiento se viene abajo el mundo; y el pajarerío queda sin casa.
      Mueren asesinados los viejos incómodos. En su lugar, crecen los jóvenes rentables. Los bosques nativos abren paso a los bosques artificiales. El orden, orden militar, orden industrial, triunfa sobre el caos natural. Parecen soldados en fila los pinos y los eucaliptos de exportación, que marchan rumbo al mercado internacional.
      Fast food, fast wood: los bosques artificiales crecen en un ratito y se venden en un santiamén. Fuentes de divisas, ejemplos de desarrollo, símbolos del progreso, estos criaderos de madera resecan la tierra y arruinan los suelos.
      En ellos, no cantan los pájaros.
      La gente los llama bosques del silencio.
De "Bocas del Tiempo"

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3 comentarios:

El tejón dijo...

Triste realidad.

VENERABLES ÁRBOLES dijo...

triste

Unknown dijo...

Q tristesa lo que hacen de no protejer la naturaleza siendo tan vella y sin ella no tendremos vida