03 abril 2009

LOPE DE VEGA (Madrid, 1562-1635)
Soneto

Cuando por este margen solitario
villano agricultor os trasponía,
verdes olmos, apenas yo sabía
que fuese honesto bien ni mal contrario.

Treinta veces el Sol al Sagitario,
saliendo de la casa húmeda y fría
del Escorpión, tocó, desde aquel día,
curso inmortal de su camino vario.

Crecistes y crecí; vuestra belleza
fue mi edad verde, como ya a mis años
espejo vuestra rígida corteza.

Los dos sin fruto vemos sus engaños;
mas ¡ay, que no era en vos naturaleza!
Perdí mi tiempo, lloraré mis daños.

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02 abril 2009

FRASES Y ÁRBOLES (5)
 
"La diosa hizo brotar del suelo de la Acrópolis el olivo y el dios el caballo. Venció la diosa porque, según los atenienses, el árbol proporciona más riqueza que el animal"
(Del frontón occidental que representaba la contienda de Atenea y Poseidón por el patronato de Atenas)


Dios me ayuda a crecer sin molestarte, soy tu sombra amiga que te protege del sol, mis flores y mis frutos sirven de alimento y te recrean. El bosque en el que vivo es fuente de salud, deleite y belleza. Yo no puedo moverme aunque me ataquen, defiéndeme tú.
El ÁRBOL, ANÓNIMO


“Los árboles son las columnas que sostienen el cielo; si los talamos, el cielo caerá sobre nosotros”
PROVERBIO HINDU



De la primera desobediencia de hombre, así como del fruto de aquel árbol prohibido cuyo mortal bocado llevó la muerte al mundo y todas nuestras aflicciones.
JOHN MILTON (1608-1674), “El paraíso perdido”



Cuando plantamos árboles, plantamos las semillas de la paz y de la esperanza
WANGARI MAATHAI, Fundadora Movimiento Cinturón Verde, Nobel de la Paz 2004
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01 abril 2009

MARY OLIVER - A dream of trees

MARY OLIVER (EE.UU. 1935)
A dream of trees

There is a thing in me that dreamed of trees,
A quiet house, some green and modest acres
A little way from every troubling town,
A little way from factories, schools, laments.
I would have time, I thought, and time to spare,
With only streams and birds for company,
To build out of my life a few wild stanzas.
And then it came to me, that so was death,
A little way away from everywhere.

There is a thing in me still dreams of trees.
But let it go. Homesick for moderation,
Half the world's artists shrink or fall away.
If any find solution, let him tell it.
Meanwhile I bend my heart toward lamentation
Where, as the times implore our true involvement,
The blades of every crisis point the way.

I would it were not so, but so it is.
Who ever made music of a mild day?

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31 marzo 2009

AL CIPRÉS DE SILOS
José Javier Aleixandre

En una tarde de primavera, 1962

Árbol sonoro, flauta con ternura
de corazón de pájaro. Voz santa
de jaula vegetal que se agiganta
preñada de alegría hacia la altura.

Al cielo están izando su verdura
las invisibles alas. Se levanta
la mirada con él al cielo. Canta
gloria a Dios su afinada arquitectrura.

Y al pie, quebrado espejo, …
la verdad del reflejo entre temblores
por la risueña y frívola caída

del agua de sus cuatro surtidores
y un estanque redondo –sin salida-
donde nadan los peces de colores.

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30 marzo 2009

EL PEQUEÑO ABETO
N. Willer, en Cuentos de otro lugar y otro tiempo

Érase una vez un pequeño abeto. Solo, en el bosque, en medio de los demás árboles cubiertos de hojas, él solo tenía agujas, nada más que agujas.
¡Cómo se quejaba!
-Todos mis amigos tienen hermosas hojas, hermosas hojas verdes. ¡Yo, sólo tengo espinas! Quisiera tener, para darles un poquito de envidia hojas todas de oro.
A la mañana siguiente, cuando se despertó quedó deslumbrado…
-¿Dónde están mis espinas? ¡Ya no las tengo! ¡Me han dado las hojas de oro que había pedido! ¡Que contento estoy!
Y todos sus vecinos que le estaban mirando dijeron:
-¡El pequeño abeto es todo de oro!
Pero he aquí que un hombre, un malvado ladrón, llegó al bosque y les oyó. Pensó:
- ¡Un abeto de oro! ¡Qué gran negocio!
Pero como tenía miedo de ser visto, volvió por la noche con un gran saco. Cogió todas las hojas sin dejar ni una.
A la mañana siguiente, al verse completamente desnudo, el pobre abeto se puso a llorar.
-Ya no quiero más oro –se dijo a si mismo en voz baja-. Cuando vienen los ladrones, te lo roban todo y ya no te queda nada. ¡Quisiera tener todas las hojas de cristal! ¡El cristal también brilla!
A la mañana siguiente, cuando despertó, tenía las hojas que había deseado. Se puso muy contento y dijo:
- En lugar de hojas de oro tengo hojas de cristal; ahora estoy tranquillo porque no me las robará nadie.
Y todos sus vecinos que le miraban, dijeron a la vez:
-¡El pequeño abeto es todo de cristal!
Pero, cuando vino la noche, la tempestad sopló fuerte. El pequeño abeto suplicó en vano, el viento le sacudió y no quedó ni una sola de sus hojas.
A la mañana siguiente, al ver el destrozo, el pobre abeto se puso a llorar:
-¡Qué desgraciado soy! Otra vez estoy desnudo. Han robado mis hojas de oro y han roto mis hojas de cristal. Quisiera tener, como mis amigos, hermosas hojas vedes.
Al día siguiente, cuando se despertó, vio que había obtenido lo que deseaba.
Y todos sus vecinos, que le miraban, se pusieron muy a decir:
-¡El pequeño abeto ya es como nosotros!
Pero, durante el día, la cabra salió a pasear con sus cabritillos. Cuando vio al pequeño abeto, dijo:
-¡Venid niñitos míos!, ¡venid, hijos míos! saboread esta comida y no dejéis nada.
Los cabritillos se acercaron saltando y lo devoraron todo en menos de un instante.
Cuando llegó la noche, el pequeño abeto, completamente desnudo y tiritando, se puso a llorar como un niño.
-Se lo han comido todo -dijo en voz baja-. Ya no me queda nada. He perdido mis hojas, mis hermosas hojas verdes, como mis hojas de cristal y mis hojas de oro. ¡Me contentaría con que me devolvieran mis agujas!
A la mañana siguiente, cuando se despertó, se encontró sus antiguas agujas y no supo qué decir.
¡Qué feliz es! ¡Cómo se contempla! Se ha curado por completo de su orgullo. Y sus vecinos que le oyen reír, dicen mirándole:
-¡El pequeño abeto está como antes!
---Fin---