15 septiembre 2016

¿Cómo afecta a la respiración del suelo la sustitución de pinares por encinares?

Científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF) han realizado un estudio sobre la respiración del suelo al sustituir pinos por encinas. Según los datos obtenidos, el suelo del bosque con pinos silvestres, Pinus sylvestris, repara en poco tiempo los daños, es decir, presenta una alta resiliencia en sus niveles de emisión de CO2. Sin embargo, cuando los pinos son sustituidos por encinas, Quercus ilex, los suelos emiten casi un 36% menos de CO2 al respirar.
     La resiliencia es la capacidad para volver al estado normal después de sufrir una perturbación, como un incendio o una sequía. El estudio, realizado en Tarragona y liderado por el CREAF, revela que el proceso de decaimiento de estos árboles ante la mortalidad provocada por el aumento de las sequias en la zona no repercute en los niveles de emisiones de CO2 por parte del suelo del bosque. “Parece que el suelo tiene la capacidad de autorrepararse rápidamente ante esos eventos”, explica el investigador del MNCN Jorge
    Contrariamente a lo que se esperaba, la cantidad de dióxido de carbono liberada por el suelo se recupera o se mantiene igual cuando se comparan pinos sanos, pinos en mal estado y pinos muertos. “Al ser un proceso lento, la dinámica gradual de cambio permite que los árboles de alrededor, en este caso las encinas, tengan un crecimiento mucho mayor. Así, los árboles cercanos al pino muerto desarrollan más sus raíces debido a que hay menor competencia por los recursos. Gracias a esto, los árboles supervivientes consiguen mitigar los efectos de la sequía sobre la respiración del suelo”, comenta Josep Barba, investigador del CREAF.
     Estos resultados coinciden con los estudios que también han hallado una gran resiliencia de los bosques ante la mortalidad provocada por plagas forestales. Según Josep Barba, investigador del CREAF, el hecho de que ante la sequía el bosque se muestre tan resiliente, “nos permite ser optimistas en cuanto al nivel de emisiones de CO2, con lo que parece que, por esta parte, el cambio climático no se agravaría”.

La especie sustituta es más determinante que la mortalidad del pino
     “Lo que hemos comprobado es que, a medio plazo, la sustitución del pino por la encina reduce las emisiones hasta en un 36% pero todavía no sabemos cuál es la evolución de las dinámicas del suelo si la especie sustituta es otra”, aclara Curiel Yuste.
     “Se trata de un efecto específico del bosque de Prades donde se ha realizado el estudio, por eso necesitamos estudiar las dinámicas biogeoquímicas del suelo de los ecosistemas mediterráneos que, comparados con los boreales o centro-europeos, se conocen muy poco”, continua.
     En un contexto más amplio, en el que se prevé que cada vez haya más episodios de mortalidad por sequía y calentamiento, saber cómo se comporta el suelo ante la sustitución de unas especies por otras más resistentes será crucial para entender la absorción y emisión de CO2 por parte de los bosques.
El suelo de los bosques alberga dos terceras partes de carbono de los ecosistemas forestales por eso es tan importante estudiarlos. “Más de la mitad de la historia de un árbol está bajo tierra, sin embargo hay un desequilibrio entre el conocimiento que se tiene de la parte aérea de un bosque y el que se tiene de su suelo”, termina Barba.

Fuente: SINC, Servicio de Información y Noticias Científicas,

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12 septiembre 2016

DESMOCHAR ÁRBOLES ES PELIGROSO 
Academia de las Ciencias de las Plantas de Málaga

Ignacio Piedrafita a través del grupo de Botánica de Linkedin nos hace llegar esta ejemplarizante infografía, con una reflexión sobre el Doodle de Google "Equinoccio equivocado de Google":
"Hoy al abrir el explorador de internet y ver el Doodle de Google, conmemorando el inicio del equinoccio de Otoño, un sentimiento de indignación ha recorrido mi cuerpo.
La causa de tal sentimiento ha sido esta:
https://pbs.twimg.com/media/BjLYtxLCUAAA0bc.jpg:large
Las formas desnudas de los árboles del Doodle de Google, tienen la estructura típica de un descabezado, descopado o desmochado de un árbol, es decir una poda drástica que deja "muñones" y a partir de ese punto se forman escobas de brujas, que son el inicio del desarrollo de unas ramas con un anclaje de seguridad inestable, que pueden provocar caídas de las mismas, seguro que algo a los usuarios de este grupo les suena, ¿no?
      Gracias a esta cultura popular tan desarrollada en nuestro país y ejercicios de publicación tan erróneos y confusos como el Doodle de Google, los ciudadanos exigirán que se realicen esta serie de podas salvajes (las cuales son una creencia positiva para el árbol), que someten al propio árbol a perder su equilibrio vital, "dignidad", valor social, beneficio climático y a sus beneficiarios, nosotros: mayor inseguridad (se lo pregunten a los paisanos de Madrid), menor superficie de sombra, menor reducción de la temperatura ambiental, mayor capacidad de ingestión de gases contaminantes, etc...
      Desde la opinión de un ciudadano más, Google debería de ser un "ejemplo" por su capacidad de influencia mundial en generar contenidos multimedia que a la vez de incitar asombro por su belleza, tengan un fondo teórico y apropiado a su contenido para no "confundir" a la masa social que lo sigue hoy en las redes sociales.
      Con este contenido en concreto se hace apología de una PODA ERRÓNEA, (que cualquier profesional puede realizar) y que hace ver al ciudadano una estructura del árbol anómala, que desvirtúa su genética natural y que encima provoca mayor porcentaje de peligro al cabo de unos años a los paseantes que circulen bajo su copa.
      Espero que gracias a muchos profesionales de la arboricultura, se puedan cambiar estas tendencias equivocadas y se pueda iniciar una campaña informativa que explique al ciudadano los pros y contras de estas podas drásticas que sólo contribuyen a traumatizar al árbol y a nuestro entorno urbano.
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09 septiembre 2016

 LA LEYENDA DEL CURUPIRA


El Curupira es el dios que protege las florestas. La tradición lo describe como un pequeño ser, de pelo rojo, con el cuerpo sin pelo, piernas sin articulaciones, dientes azules o verdes, orejas grandes, y pies girados hacia atrás. No tiene los orificios necesarios para las secreciones indispensables de la vida, y está dotado de una fuerza prodigiosa.
     Este personaje figura en una infinidad de leyendas del norte al sur de Brasil; en el Norte, por ejemplo, cuando navegan por los ríos y se oye algún ruido lejano en el medio del bosque, los remeros dicen que es el Curupira que está golpeando las sapopemas, para ver si los árboles están suficientemente fuertes para soportar alguna tempestad que está próxima.
     La función del Curupira es la de proteger las florestas, por lo tanto, a todo aquel que derriba o, de algún modo, estropea inútilmente los árboles, se le castiga con la pena de errar durante muchísimo tiempo por la selva, sin poder atinar con el camino de vuelta a casa o el medio de llegar adonde están los suyos.
     Cuentan que cuando un individuo se ve perdido en la maleza, embrujado por el Curupira, para poder romper el hechizo que le hace olvidar el camino, debe preparar tres pequeñas cruces de madera y ponerlas en el suelo triangularmente, o hacer otros tantos círculos de liana que también pondrá en el suelo. El Curupira se da el trabajo de deshacerlo, porque con este material fabrica pequeñas cruces de cauré que lanza por la espalda.
     El protector de las florestas es igualmente famoso por perseguir a cazadores a través de sus silbidos y su flecha mágica, que, esté donde esté el cazador, la flecha lo encuentra convirtiéndolo en cazado. El Curupira no permite que se maten “animales jóvenes” ni
aquellos que estén amamantando, mucho menos hembras, caza que siempre interrumpe. De hecho, si el cazador se arriesga en estas venturas, es mejor llevar un beiju, un dulce típico, para dejarlo entre la maleza, de lo contrario, el encontrará la infelicidad para siempre.
     Algunos cazadores valientes ya han intentado capturar al Curupira, pero él nace con los pies al contrario justamente para que quien tenga que seguir su rastro, deba andar al revés de lo que van mostrando las huellas, lo que produce tal confusión en la cabeza de los hombres que dicen que esta estrategia es “para que los cristianos no sepan sobre el viaje”
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Información:
http://www.mecd.gob.es/brasil/dms/consejerias-exteriores/brasil/publicaciones-y-materiales--didacticos/publicaciones/orellana/leyendasamazonas.pdf
---Fin---

05 septiembre 2016

MIGUEL DE UNAMUNO (Bilbao, 1864-1936)
"Es una antorcha al aire esta palmera,..."

Es una antorcha al aire esta palmera,
verde llama que busca al sol desnudo
para beberle sangre; en cada nudo
de su tronco cuajó una primavera.

Sin bretes y eslabones, altanera
y erguida, pisa el yermo seco y rudo;
para la miel del cielo es un embudo
la copa de sus venas, sin madera.

No se retuerce ni se quiebra al suelo;
no hay sombra en su follaje; es luz cuajada
que en ofrenda de amor se alarga al cielo;

La sangre de un volcán que enamorada
del padre sol se revistió de anhelo
y se ofrece, columna, a su morada.

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30 agosto 2016

PIERRE PELLEGRINI (Suiza, 1968)


PIERRE dice: “Para mí, la fotografía representa un maravilloso medio para comunicarme y al mismo tiempo, para dar a los espectadores la oportunidad de sentir emociones. No estoy demasiado seguro de si soy yo quien busca los temas o si son los mismos temas los que me buscan a mí. Sin embargo, cada vez que ocurre un encuentro así, surge una imagen, perfectamente en sintonía conmigo mismo y con mi personalidad”.


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26 agosto 2016

STEFANO MANCUSO (Italia, 1965) 
Neurobiólogo de la Universidad de Florencia: “Las plantas tienen nuestros cinco sentidos y quince más”

Publicado en La Vanguardia

Es neurobiólogo vegetal de la Universidad de Florencia, fundó y hoy dirige el Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal.
Las plantas sienten?
Mucho más de lo que sentimos los animales. Y no es mi opinión o percepción, es una evidencia científica.

No es usted un iluminado.
No. Sabemos que perciben los cambios eléctricos, el campo magnético, el gradiente químico, la presencia de patógenos...

¿Oyen, ven...?
Las plantas tienen nuestros cinco sentidos y quince más. No tienen ojos y oídos como nosotros, pero perciben todas las gradaciones de la luz y las vibraciones sonoras.

¿Y les gusta la música?
Ciertas frecuencias, sobre todo las bajas (entre los 100 Hz y los 500 Hz), favorecen la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas hacia la fuente de ese sonido, que equivale a frecuencias naturales como la del agua que corre, pero hablar o cantar a las plantas es perder el tiempo.

¿Hay sonidos bajo tierra?
Se ha descubierto que las raíces producen sonido y son capaces de percibirlo. Eso sugiere la existencia de una vía de comunicación subterránea.

Tampoco tienen nariz.
Su olfato y gusto son muy sensibles. Perciben las moléculas químicas, es su modo de comunicación, cada olor es un mensaje. Y tienen tacto, basta ver a cámara rápida cómo palpa una planta trepadora.

¿Y dice que se comunican?
Se comunican con otras plantas de la misma especie a través de moléculas químicas volátiles, mandan por ejemplo mensajes de peligro. Si un insecto se le está comiendo las hojas, la planta produce al instante determinadas moléculas que se difunden kilómetros y que avisan de que hay un ataque en curso.

¿Y cómo se defienden?
De muchas maneras. Pueden aumentar sus moléculas venenosas o producir proteínas indigeribles para el insecto. Muchas plantas al ser comidas por un insecto emiten determinadas sustancias para atraer a otros insectos que lo depreden.

Eso es comunicación entre especies.
Las plantas producen muchas moléculas químicas cuyo único objeto es manipular el cerebro de los animales, en ese contexto se inscriben las drogas.

Un ejemplo...
Estudios recientes demuestran que un naranjo o un limonero en flor actúa de diferente manera según la cantidad de polen que lleve el insecto. Si lleva mucho polen, aumenta en el néctar la cantidad de cafeína para activar su cerebro, para que se acuerde de esa planta y vuelva. Si lleva poco polen, corta la cafeína.

¿Inteligencia vegetal?
Si inteligencia es la capacidad para resolver problemas, las plantas son capaces de responder de manera adecuada a estímulos externos e internos, es decir: son conscientes de lo que son y de lo que las rodea.

¡Eso es mucho!
Hemos ignorado cómo funciona el 99,7% de la vida en el planeta y no podemos permitírnoslo porque nuestra dependencia del reino vegetal incluye -además del aire, la comida y los fármacos- la energía (los combustibles fósiles son depósitos orgánicos).

Desconocemos el 90 por ciento de las plantas.
En su evolución las plantas han producido millones de soluciones que son muy distintas de las que han producido los animales. Hasta ahora el hombre ha basado su tecnología en cómo estamos hechos nosotros: un centro de mando y una jerarquía de órganos, y así se organizan nuestras sociedades, gobiernos, máquinas...

Hay otro mundo en el que inspirarnos.
Estudiar las plantas nos dará una cantidad ingente de posibilidades tecnológicas. Por ejemplo, las redes: una red de internet y un conjunto de raíces son muy similares. Pero las plantas son redes vivas, imagine lo que podemos llegar a aprender de ellas.

¿Son altruistas?
Compiten con otras especies y cooperan si son del mismo clan. Pero hay algunos ejemplos extraordinarios en los que podemos hablar de un alto grado de altruismo. Hay una investigación muy hermosa que se hizo hace cuatro años en Canadá.

Cuénteme.
Se aisló a un gran abeto del acceso al agua, y los abetos de alrededor le pasaron sus nutrientes durante años para que no muriera. Las plantas son organismos sociales tan sofisticados y evolucionados como nosotros.

¿Cuidan de su prole?
En las plantas observamos el cuidado parental que observamos en los animales más evolucionados. En un bosque denso, para que un árbol recién nacido adquiera cierta altura para poder hacer la fotosíntesis y ser autosuficiente han de pasar al menos diez o quince años durante los cuales será alimentado y cuidado por su familia.

¿Dónde tienen el cerebro?
Las neuronas son las únicas células en los animales que producen y transmiten señales eléctricas. En las plantas, la mayor parte de las células de su cuerpo lo hacen, y en la punta de las raíces tienen muchísimas. Podríamos decir que toda la planta es cerebro.

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22 agosto 2016

OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV (Bulgaria, 1900-1986) 
Cuando entres en un bosque...

Cuando entres en un bosque toma conciencia de que una multitud de criaturas están ahí de un lado para otro, ocupadas en diferentes actividades, y que te observan...
     Trata de buscar tu lugar en relación con ellas, e incluso dirígeles la palabra para demostrarles que aprecias su trabajo…  Acércate a un árbol, por ejemplo, y dile: «¡Qué hermoso eres! ¡Qué fuerte, resistente y sólido! ¡Oh! ¡Si pudiera tener yo también tu resistencia y tu solidez! Te encargo de decirles a todos los árboles del bosque que son magníficos, que los amo; saluda a cada uno de mi parte, y transmíteles mi beso».
      Únete al árbol, y entonces, las entidades que viven en él transmitirán vuestro amor a todo el bosque. Así, mientras continúes paseando, las otras entidades que han recibido vuestro mensaje salen de los árboles para contemplarte… se sienten maravilladas y danzan a vuestro paso.
     Y cuando regreses a casa, te sentirás feliz, sentirás que saboreaste algo de la vida verdadera.
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Información : www.bosquedeolivos.com

18 agosto 2016

FEDERICO GARCÍA LORCA (Granada, 1898 - 18-8-1936)
Los álamos de plata
(80 años de ausencia)

                                                        Mayo de 1919

Los álamos de plata
se inclinan sobre el agua,
ellos todo lo saben, pero nunca hablarán.

El lirio de la fuente
no grita su tristeza.
¡Todo es más digno que la Humanidad!

La ciencia del silencio frente al cielo estrellado,
la posee la flor y el insecto no más.
La ciencia de los cantos por los cantos la tienen
los bosques rumorosos
y las aguas del mar.

El silencio profundo de la vida en la tierra,
nos lo enseña la rosa
abierta en el rosal.

¡Hay que dar el perfume
que encierran nuestras almas!
Hay que ser todo cantos,
todo luz y bondad.
¡Hay que abrirse del todo
frente a la noche negra,
para que nos llenemos de rocío inmortal!

¡Hay que acostar al cuerpo
dentro del alma inquieta!
Hay que cegar los ojos con luz de más allá,
a la sombra del pecho,
y arrancar las estrellas que nos puso Satán.

¡Hay que ser como el árbol
que siempre está rezando,
como el agua del cauce
fija en la eternidad!

¡Hay que arañarse el alma con garras de tristeza
para que entren las llamas
del horizonte astral!

Brotaría en la sombra del amor carcomido
una fuente de aurora
tranquila y maternal.
Desaparecerían ciudades en el viento.
Y a Dios en una nube
veríamos pasar.

Acuarela de Carmen Jiménez
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11 agosto 2016

CUANDO LOS ÁRBOLES MATAN

El mismo lenguaje que parece aclarar los conceptos... puede confundir nuestro pensamiento...

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08 agosto 2016

DENITH URANGO TUIRAN (Colombia, 1951)
A los árboles caídos

Los que sostienen la armonía de la tierra,
los que alzan sosteniendo combates con el viento
y atajando el furor del fuego
se yerguen indomables.

Los que le dieron majestad a la tierra Zenú,
cayeron una mañana o una tarde
bajo un hacha sin piedad
y no tuvieron ni uñas ni garras
ni dientes ni amigos.

El poder depredador
más fuerte que su longevidad;
y la guerra contra la armonía fue cruel.
Acaso supieron los hombres
qué los troncos lloraban a cada corte
Qué la tierra gemía
cuando caía un hijo suyo.

Han caído los que formaron la tierra,
los que le dieron consistencia y vigor,
han caído
y quién su semilla ha plantado
para verlos de nuevo crecer.

Está la tierra sin ellos,
sin sus aires, sin sus juegos, sin sus aguas,
sin sus ritos hacia el cielo.
Dónde sus elementales descansan
Los hombres saben eso

Ahora lloran las ninfas del bosque,
porque no tienen frondas para sus rondas,
ahora ya un venado
no juega al escondite,
esos tiempos de primaverales árboles se han ido.

La tristeza está sin árboles,
la alegría no tiene ramas ni corolas,
sólo el recuerdo de la tierra los tiene
y alguien que los vio morir una tarde.
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05 agosto 2016

JORGE CARRIÓN
La memoria de los árboles


La naturaleza lleva una contabilidad exacta del tiempo

     El cuerpo humano no registra la fecha de sus heridas. Examinando la cicatriz de tu pierna, la ciencia no puede determinar en qué año te caíste de la bicicleta; la biopsia no revela la antigüedad de un cáncer. Los cuerpos de los árboles, en cambio, recuerdan las glaciaciones, las plagas, los incendios o terremotos: todos y cada uno de los intentos de invasión que han sufrido a lo largo de sus vidas. Esa información está grabada con precisión en sus anillas concéntricas. La dendrocronología es la ciencia que estudia esas fiables bases de datos. Fue fijada como disciplina académica por A. E. Douglass, fundador en 1937 del Laboratorio de Investigación de los Anillos de los Árboles en la Universidad de Arizona, que todavía sigue siendo el más importante del mundo.
     Pero que un árbol no nos impida ver el bosque: lo importante es que Douglass creó escuela. Sus métodos enseguida se expandieron hacia la arqueología (muchas construcciones primitivas estaban hechas con madera), la hidrología (los árboles también registran los flujos de agua) y sobre todo la climatología (las plantas son puertas de acceso a las cuatro estaciones de cada uno de los últimos cientos o miles de años pasados). Son muchas las universidades norteamericanas y del resto del mundo con departamentos especializados en dendrocronología. En el Cono Sur hay dos de gran prestigio: el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, con sede en Mendoza, Argentina, y el Laboratorio de Dendrocronología de la Universidad Austral de Chile. Allí se descubrió que, tras la norteamericana Pinus longaeva, con hasta 4.500 años de vida, el alerce es la especie más antigua del mundo: les permitió reconstruir las temperaturas en la zona de los últimos 3.622 años.
     ¿Son los árboles la piedra Rosetta que permite traducir el idioma de la naturaleza? En Suiza –territorio neutral– se encuentra el Instituto Federal para la Investigación en Bosques, Nieve y Paisaje, que impulsa diversos archivos, como la Bibliografía de dendrocronología, que indexa más de 11.000 referencias en la materia, y el Glosario multilingüe de dendrocronología, que traduce 351 términos especializados a media docena de idiomas. Le pregunto a su creadora, Michèle Kaennel, cómo fue la gestación de ese diccionario: “Por cada idioma reuní equipos de hasta 50 profesionales de distintas disciplinas y trabajamos en red, asesorados por los máximos expertos internacionales”, explica. El año pasado fue comisaria de una exposición sobre el bosque fósil que se ha encontrado en plena ciudad de Zúrich: “Con 13.000 años, justo tras el retiro de los grandes glaciares alpinos, es el más antiguo y mejor conservado de este tipo”.
     Observando microscópicamente esas anillas congeladas en el tiempo se puede acceder a un registro anual de la historia y de la prehistoria. “Próximamente, vamos a publicar en Nature un artículo con datos muy sorprendentes sobre un acontecimiento de la historia de Europa que nos han revelado las anillas de los árboles”, comenta entusiasmada. La escritura tiene unos 5.000 años de vida. Pero mucho antes de que los seres humanos inventáramos alfabetos, la naturaleza llevaba una contabilidad exacta del tiempo dibujando círculos en la leña y la savia. En ese idioma está escrito el auténtico Antiguo Testamento: cada una de las antiguas glaciaciones y diluvios e incendios.

INFORMCIÓN: http://elpais.com/elpais/2016/03/11/eps/1457701994_780018.html
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02 agosto 2016

JOSÉ ANTONIO LABORDETA SUBÍAS (Zaragoza, 1935-2010)
Planta un árbol

Planta un árbol sobre la tierra yerma
y ayúdale a crecer, ayúdale a crecer
igual al socialismo que tenemos que hacer,
igual al socialismo que tenemos que hacer.


Hubo un tiempo de árboles partidos
de voces acalladas, de miedos y de gritos.
Hubo un tiempo hoy ya casi vencido
que sólo las raíces crecieron al olvido.

Nadie pudo romper esas raíces,
nadie pudo matar la libertad,
nadie pudo impedir que ellas crecieran
contra el viento, la sangre y la impiedad.

Hoy están a flor de nuestras pieles
para formar un bosque sobre el mar,
la vida es implacable con el hombre,
la historia no se puede parar.
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CINCO AÑOS DE AUSENCIA...

30 julio 2016

MARC SELLARÈS (Barcelona, 1973)
"Hago un ritual de duelo con el bosque quemado", por Xavier Gil

Un impresionante cementerio de 200 cruces, entre los dos y los diez metros de altura, se alza cerca de El Bruc, en un bosque, a caballo entre las comarcas de Anoia y Bages, que resultó devorado por las llamas en el incendio del pasado julio. Su autor, el licenciado en Bellas Artes Marc Sellarès Cots (Sant Salvador de Guardiola, 1973). Un trabajo que realiza a mano, sin sierras mecánicas.

-Me encontraba en los lagos de Colomers, en el Vall d'Aran, y al enterarme del incendio, se me acabaron las vacaciones.
-¿Lo movilizaron?
-No, no. Yo soy cabo del Cuerpo de Bomberos de Barcelona y trabajo en el parque de Montjuïc. En la extinción del incendio de Òdena participé como miembro de la Associació de Defensa Forestal de mi pueblo.
-¿Qué pensaba al sofocar las llamas?
-Que hacía años que sabíamos que ese bosque se quemaría porque la gestión forestal era inexistente. No fue una sorpresa.
-Vaya, lo de siempre… Luego, volvió solo al bosque calcinado. ¿Qué sintió?
-Tuve la sensación de estar ante un campo de esqueletos de árboles… Me duele que se quemen los bosques, sobre todo si pertenecen a mi entorno y tengo con ellos una implicación emocional. De pequeño, había ido a buscar bolets, leña, regaliz e incluso madera de boj para mis primeras esculturas.
-¿Cómo se le ocurrió la idea?
-Como creador, intento pasar mis vivencias personales al través del filtro del arte, y cuando vi los esqueletos de los pinos abrasados los asocié a las imágenes desoladoras de los campos de cruces en Normandía. Quise hacer una intervención con el bosque quemado como un ritual de duelo para expresar mis sentimientos hacia el paisaje desaparecido.
-Desde luego, si el arte sirve para agitar conciencias, usted lo está consiguiendo.
-Cuando empecé a trabajar en la instalación, pensé que podría trascender a la prensa catalana, pero nunca imaginé que daría la vuelta al mundo: The Wall Street Journal publicó una fotografía en portada, y la noticia ha aparecido en 37 medios de EEUU y 10 de Japón. También en China e Irak.
-El cementerio aún no está acabado.
—No, porque el 27 de septiembre me rompí una tibia jugando a fútbol. La acabaré en enero. Me queda añadir una cuarentena de cruces para llegar hasta las 250.
-¿Qué ocurrirá con la instalación?
-Se trata de una intervención efímera que habría de durar hasta que las inclemencias del tiempo la destruyan y la madera se pudra. Me gustaría exportar la idea a algún lugar del mundo donde sea necesario concienciar sobre la deforestación por los incendios intencionados.
-¿Por qué se hizo bombero?
-Era mi sueño de infancia. Y lo hice realidad cuando me di cuenta de que podría compaginar el trabajo de bombero con la creación artística.
-Pero son facetas contrapuestas. El oficio de bombero está apegado a la realidad, mientras que el arte apela a lo espiritual.

-Para mí son complementarias. La dureza de la realidad te hace más fuerte y te da herramientas para expresar con más fuerza lo que quieres decir. Además, el particular horario de los bomberos -lo tenemos concentrado en guardias de 24 horas- me permite disfrutar de tiempo libre.
-Para dedicarlo al arte, claro.
-Sí, hace un par de meses hice un proyecto de arte urbano en varias ciudades palestinas, con bastantes dificultades. Y ahora estoy experimentando en torno a los muros con internos del centro penitenciario de Lledoners. Parte de los trabajos puede verse en mi web: www.marcsellares.cat.





The forest of crosses (2015-2016)

El projecte del Bosc de les Creus Neix de la necessitat d’exterioritzar els meus sentiments vers el paisatge del meu poble desolat per l’incendi és forestal del 26 de juliol del 2015 iniciat al municipi d’Òdena.
Malgrat ser conscient que la mala gestió forestal ens portaria algun dia una patir un gran incendi d’aquestes característiques, certificar-ho va ser força desagradable. L’incendi va cremar part d’un bosc que coneixia molt perquè formava part de la meva infantesa. Pocs dies desprès de l’incendi vaig decidir fer una intervenció que en forma de ritual mostres els meus sentiments vers aquest bosc cremat i m’ajudés d’alguna forma a passar el dol per aquesta pèrdua.
Després d’algunes proves vaig decidir realitzar la intervenció en una zona del bosc propera a la carretera BP-1107 (entre el km 6 i 7) per compartir així aquests sentiments amb la societat. La primera creu  està dins el terme municipal de S. S. de Guardiola (Bages) i la resta d’intervenció dins el municipi del Bruc (Anoia).
La manca de gestió forestals comportà que en moltes zones del bosc la intensitat de l’incendi deixes molts dels pins extremadament calcinats com un bosc d’esquelets negres que recordaven els camps de creus de Normandia erigits com a homenatge als combatents aliats caiguts allí en la 2a Guerra Mundial.
Actualment s’han realitzat més de 1000 creus de fins a 10m d’alçada i està previst que un cop finalitzada la intervenció les creus s’acostin a les 1100 amb una superfície intervinguda d’unes 5 hectàrees.
La intenció d’aquest projecte és exportar-lo a llatinoamerica per aprofitar el seu potencial conscienciador i mediàtic per lluitar contra els incendis forestals intencionals per guanyar terres de cultius i un accè ràpid a l’explotació ilegal de la fusta dels boscos.
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