viernes, 28 de abril de 2023

YAN WANG PRESTON, fotógrafo de "Forest"
LAURA CONNELLY, texto

Bosque: fotografías de Yan Wang Preston de árboles trasplantados en una China que cambia rápidamente. Rodeado de rascacielos de la ciudad y calles pavimentadas de cemento, un grupo de árboles jóvenes brotan directamente hacia el cielo. En otro lugar, un gigantesco árbol de trescientos años se yergue con ramas apoyadas frente al esqueleto de un complejo hotelero en construcción. El tronco del árbol está envuelto en plástico, que se envuelve alrededor de la madera como un vendaje que protege una parte del cuerpo lesionada.

Yangtze Riverside Road, Chongqing, 2011 © Yan Wang Preston
Ambas observaciones se pueden encontrar en las fotografías del artista Yan Wang Preston, quien ha pasado varios años documentando cómo se están replantando árboles individuales en las regiones rurales de China para dar paso a desarrollos urbanos. Descubrió un floreciente oficio en el trasplante de naturaleza y se enfrentó a la pregunta de hasta qué punto el desarraigo y la replantación de árboles reflejan una imagen general de la sociedad.
      “El árbol puede verse como una metáfora de la migración”, dice la curadora Zelda Cheatle en el prólogo del libro. "Chongqing, donde Preston ha fotografiado durante muchos años, tiene una población de casi 30 millones y continúa creciendo exponencialmente. Esta metrópolis en expansión se hace eco de la tendencia de la migración global, donde millones de trabajadores rurales se mudan a las ciudades.
      “Se estima que la mitad de las nuevas ciudades del mundo en 2030 aún no se han construido. En este proceso migratorio, los árboles y las personas experimentan el mismo trauma de dejar una tierra familiar y una vida familiar más en sintonía con la naturaleza”.
      Yan Wang Preston, quien tiene un doctorado en fotografía de la Universidad de Plymouth, ha pasado muchos años capturando la transformación del medio ambiente y la naturaleza en su China natal con gran sensibilidad. Parte de su serie ya está disponible para disfrutar en un nuevo libro, Forest, publicado por Hatje Cantz y con un precio de 50 €.
Guanyinqiao Shopping District, 2017 © Yan Wang Preston
Frank (June 2013) © Yan Wang Preston

Egongyan Park, Chongqing, 2017 Egongyan Park, Chongqing, 2017 © Yan Wang Preston
Courtyard of an apartment complex near Caiyuanba Bridge, Chongqing, 2017 © Yan Wang Preston
Central Park, University City, Chongqing, 2011 Central Park, University City, Chongqing, 2011 © Yan Wang Preston
Haidong Development Zone, Dali, 2017 © Yan Wang Preston
Roadside ecology recovery project, Dali, 2017. © Yan Wang Preston
Puhejing Quarry Ecology Recovery Project, Dali,2017 © Yan Wang Preston
-----

martes, 25 de abril de 2023

Tomás Casal Pita nos ha regalado muchas historias, ahora nos las ha recopilado en este libro

TOMÁS CASAL PITA
101 Árboles con Historia

Tomás, al que yo llamo "el cronista de los árboles", nos ofrece las grandes batallas protagonizadas por los árboles en su convivencia con los humanos.

ISBN: 9788419603449

-----

sábado, 22 de abril de 2023

EDUARDO BARBA, en El País"
Entrevista a Stefano Mancuso, profesor y neurobiólogo: “Las plantas son más sensibles que nosotros a todo lo que las rodea”


La supuesta supremacía del ser humano como especie es un viejo cuento que debería resultar tan obsoleto como tantas otras historias rancias que se han desechado. Pero no. Se piensa que la humanidad es el culmen de la creación, como si se quisieran negar las evidencias de un mundo mucho más complejo y rico.
     Stefano Mancuso, profesor en la Universidad de Florencia y apasionado director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal, además de escritor de varios libros de éxito sobre esta temática, aboga por repensar ese viejo axioma para que las plantas se ganen nuestro respeto y admiración de una vez por todas. Porque sin ellas no existiría nada.

PREGUNTA. Para usted, ¿qué es una planta?

RESPUESTA. No es fácil definirlo. Normalmente, cuando preguntas a un científico cuál es la principal característica de una planta, la define como algo sin movimiento, un organismo vivo capaz de realizar fotosíntesis. Y esto es verdad, pero prefiero definirlas en oposición a los animales. Miramos al mundo con nuestros ojos, con nuestra mirada de animales, y nos cuesta comprender a seres vivos tan distintos a nosotros como las plantas. Ellas son lentas, nosotros rápidos. Las plantas son depredadas, nosotros somos los depredadores. Pero la diferencia más importante para mí es que los animales son seres que tienen una organización en la que han concentrado funciones vitales en unos pocos órganos, y las plantas tienen una organización descentralizada, donde apreciamos una estructura modular y ninguna parte es del todo indispensable. Así, en pocas palabras, podríamos decir que somos como un yin-yang de la vida, pero con una diferencia: que todos los animales juntos representan el 0,3% de la biomasa, una irrelevante parte de la realidad. Por el contrario, el 87% de la biomasa está constituida por las plantas. Así que, si me preguntan por una definición en una sola frase, diría que son la vida de nuestro planeta.

P. ¿Hay un lugar para la humanidad sin ellas?

R. Es imposible imaginar la vida en nuestro planeta sin las plantas. Todos los animales son dependientes de las plantas y ellas no dependen de los animales. Si pudiéramos mirar a las plantas y a los animales con objetividad, no habría duda de que ellas son las auténticas reinas de nuestro planeta. Si desaparecieran mañana, todo el mundo sabe que habría un problema con la comida. En unos pocos meses no habría más alimento en el planeta. Pero una característica principal de las plantas, y una de las menos comprendidas, es que son capaces de fijar el dióxido de carbono. Así que, si las plantas murieran mañana y liberaran todo el CO₂ a la atmósfera, el calentamiento global subiría a niveles que, según modelos, sería incompatible con el estado líquido del agua. Esta comenzaría a hervir y el planeta quedaría esterilizado por completo, como Marte o Venus. De nuevo, vemos que son el motor de la vida en nuestro planeta.

P. Un motor inteligente, por lo que nos enseñan con su comportamiento.

R. Normalmente pensamos que somos los únicos seres inteligentes en el planeta, o quizás no solo nosotros, pero solo unos pocos animales muy cercanos a nosotros y nada más. Creo que esto es una manera muy ridícula de mirar el mundo. Absurda y también presuntuosa. Si pudiéramos decir que la inteligencia está ligada a poseer un cerebro, entonces solo un 0,3% de las formas vivas tienen cerebro. Así que, si la inteligencia depende de la posesión de un cerebro, decimos que el 99,7% de la vida es estúpida, una especie de máquina mecánica. Para mí, como biólogo e investigador, esto es algo imposible de imaginar. Cada organismo viviente necesita resolver problemas. La inteligencia es la capacidad para resolver problemas. Incluso una bacteria o un virus necesitan resolver problemas, es imposible que no lo hagan, o se habrían extinguido inmediatamente.

P. ¿Y cómo es esa inteligencia vegetal?

R. Las plantas son tan increíblemente distintas a nosotros… Se mueven y actúan en una escala temporal muy diferente a la nuestra… Pero no hay duda de que son inteligentes. De hecho, muchas veces digo que son más inteligentes que los humanos. Con ello no quiero provocar a nadie, es una verdad desde un punto de vista biológico. Nosotros los animales utilizamos el movimiento como nuestra principal respuesta al entorno. Para nosotros, el movimiento lo es todo. Para un animal es imposible imaginar encontrar comida sin ese movimiento o escapar de un depredador. Pero los animales no resuelven los problemas, más bien los evitan. En el caso de las plantas, esto no es posible, necesita resolver el problema.

P. ¿Las plantas tienen consciencia de sí mismas?

R. No sabemos qué es la consciencia exactamente, incluso para los humanos. Es muy difícil. Lo único que podemos decir es si se es consciente de uno mismo, pero ya no se puede saber de la consciencia de la otra persona que tenemos enfrente. Para mí, es la habilidad para vivir. Podemos imaginarla como la habilidad para detectarte a ti mismo en relación con el medio en el que vivimos. Así, las plantas son extremadamente sensibles al medio en el que viven, porque son más sensibles que nosotros a todo lo que las rodea. Ese es el problema que tenemos a la hora de juzgar a las plantas: son muy diferentes a nosotros. Pero por supuesto que son conscientes de sí mismas.

P. ¿Qué son capaces de analizar las plantas de su entorno?

R. Esto habla sobre sensibilidad y los sentidos de las plantas. Como no pueden huir, necesitan sentir cada pequeño cambio para adaptar su fisiología a lo que va a ocurrir, por eso son increíblemente sensibles a cosas para las que nosotros somos completamente ciegos, como los gradientes químicos o los campos electromagnéticos. También son capaces de detectar sonidos, como una determinada frecuencia de unos 200 hercios, que es muy importante para las plantas. Cuando producimos esa frecuencia con un altavoz, todas las raíces crecen hacia el origen de ese sonido: es el mismo sonido del fluir del agua. Es por eso por lo que las plantas se sienten atraídas por las tuberías subterráneas, porque sienten el sonido del agua corriendo.

P. ¿Deberíamos cambiar nuestra ética a la hora de tratar a las plantas?

R. Sí, tenemos que cambiar nuestra posición a la hora de comparar a todos los organismos vivos. Pensamos que nosotros, los humanos, somos los más bellos, que no hay nada como nosotros porque tenemos un gran cerebro que nos permite hacer cosas que los demás seres vivos no pueden. Si preguntamos a un millón de personas no encontrarás a nadie que diga que no somos mejores que una vaca o un manzano. Sentimos que somos mejores, profundamente convencidos de que somos mejores. Y eso es un error increíble. Porque, primero, ¿qué significa ser mejor? Eso es una idea humana. Se mesura todo: si corres esa distancia más rápido, eres mejor. Pero, en la vida, ¿qué significa ser mejor? El objetivo real de la vida, de cualquier organismo, es sobrevivir. Y las plantas llevan viviendo muchos más años que nosotros sobre la faz de la Tierra, así que tenemos mucho que aprender, no que enseñar. Deberíamos tener una actitud más respetuosa y humilde con los otros seres vivos.

P. ¿Y qué se le podría enseñar a un niño para que se quedara fascinado el resto de su vida por las plantas y las respetara?

R. Lo primero, cada niño está más interesado en las plantas de lo que pensamos habitualmente. Si les contamos lo que ocurre en un jardín, cualquier niño se quedará muy interesado por la vida asombrosa de ese jardín. Debemos ser capaces de transmitir que las plantas son seres vivos, y, desde ese punto de vista, cuidar de ellas. Siempre recomiendo hacer un experimento muy sencillo: coger dos macetas idénticas y sembrar una judía en cada una, proporcionándoles la misma cantidad de agua, de luz… manteniendo una maceta al lado de la otra. Una vez que germinen, y durante solo 30 segundos cada día, tocamos muy delicadamente a una de las plantas, pero no a la otra, y observamos lo que ocurre. Después de dos semanas, veremos que la planta que está siendo tocada es más pequeña que la otra, porque no les gusta ser tocadas (ríe), sienten ese tacto como una especie de agresión de un predador. Otro experimento, menos científico, es coger a una de ellas y decirle cosas bonitas y adorables durante un minuto, y a la otra solo cosas feas. Lo hicimos en el laboratorio, y cada una cambió su forma de crecer. No es por algo fantástico o esotérico. Es solo porque son muy sensibles, y sienten si somos un animal bueno o malo para ellas. Así de sencillo.


Lo hemos leído aquí
-----

miércoles, 19 de abril de 2023

ARMAND PAZ RICO y VERITASIUM, en Facebook
¿Cómo hacen los árboles para elevar el agua hasta la copa? 

Físicamente es imposible aspirar el agua a más de 10 m. Además para impulsarla a decenas de metros haría falta una energía enorme. Cómo lo hacen los árboles???
Suben agua con minerales disueltos hasta 100 m de altura. No es impulsada por las raíces ni aspirada por las hojas; harían falta fuerzas descomunales para hacerlo. 
     Usan tres trucos, de dos físicos hablan todos los libros: capilaridad y evapotranspiración, en un “copia y pega” sin fin. Aunque la fuerte adhesión y cohesión del agua sean importantes hay sin embargo un tercero que no suele citarse pero sin él nada funcionaría: los vasos de trasporte hacia arriba de un árbol SIEMPRE están llenos. Lo hacen desde que la semilla se hincha, se hidrata y germina. Cada capa nueva de células que crece encima se hidrata con la anterior, son las células más activas y van halando por EVAPORACIÓN, pero SÓLO el agua de las células inmediatas de abajo (unas milimicras) y movida por esa evaporación; lo hacen especialmente bien las hojas anchas.
     Esa acción funciona como una bomba aspirante pero de muy BAJA potencia, solo tiene fuerza para mover el agua cercana. Afortunadamente toda la columna de vasos, desde la raíz esta llena. Lo hizo poco a poco desde que germinó la semilla. Esos vasos conductores se hidratan con facilidad por efecto de la CAPILARIDAD, que es un MECANISMO SECUNDARIO, apenas puede subir el agua unos mm…. aunque muchos libros le den toda la importancia. El impulso total llamado POTENCIAL HÍDRICO es resultado del equilibrio entre fuerzas de capilaridad, ósmosis, gravedad y evapotranspiración (influenciados además de temperatura y humedad en el aire y el suelo) desde las hojas hasta las raíces.
     El trasporte de vuelta hacia las raíces, es más fácil, va a favor de la gravedad y del gradiente de concentración de azúcar.
     La integridad de esa columna de agua es vital, si falla los árboles sufren embolias (como los humanos). En este caso, el transporte del agua a través de los vasos de xilema se interrumpe en algún punto. Lo hace por sequía o exceso de temperatura. En ese caso los vasos cavitan (burbujean con aire) y se pueden oír desde el tronco con un estetoscopio (o con un vaso junto a la oreja) Las embolias menores (en días calurosos) se pueden reparar por capilaridad de noche si refresca (aprox. por debajo de 20ºC) Los árboles tropicales están en general más preparados para soportar este problema, especialmente las palmeras que evolucionaron (200 millones de años más tarde) para mejorar con un tronco fibroso, los problemas de hidratación de los troncos leñosos, que solo son funcionales en su periferia.
Esas embolias las llamamos “falta de agua”, se manifiestan de menor a mayor grado así: hojas arrugadas, puntas de las hojas necrosadas, puntas secas de las ramas, ramas secas enteras; finalmente, muerte del árbol.


-----

domingo, 16 de abril de 2023

De Fénix Canarias
Los dragos de La Palma, Canarias

Cuando Diego Rodríguez Talavera llegó a la isla de La Palma en 1494 y desembarcó en el fondeadero al que hoy da nombre, llegó a un paraje con exuberante vegetación en la que destacaba una especie en particular, los dragos.
     Textos de la época describen así el paraje de La Punta de los Dragos, en La Palma:
«…se alineaban como gigantes centinelas a las orillas del mar, alzando sus brazos de titanes sobre los acantilados de la Isla…».
     Una vez la isla había sido conquistada y comenzaron las relaciones comerciales, se intensificó la explotación de sangre de drago con la consecuente afección de patógenos que fueron diezmando las poblaciones.
     Como ocurrió en el resto de las islas, a finales del siglo XVI, la mayoría de los grandes dragos habían sido sangrados hasta la saciedad, salvándose sólo aquellos más pequeños y en zonas muy inaccesibles.
     Hoy en día, en la isla de La Palma, aún se pueden observar algunos vestigios de esta exuberante vegetación en Las Paredes y La Tosca (Barlovento), los Dragos Gemelos de Breña Alta, Las Tricias y Buracas (Garafía) o entre El Roque y el pueblo de Puntagorda.
     Ciertas agrupaciones de dragos como los de Buracas o La Tosca, son auténticos dragonales con formas caprichosas, que confieren al paisaje un atractivo especial.
-----

jueves, 13 de abril de 2023

Takahashi en Hyogo, el cronista de Japón (092)

TAKAHASHI HIROSHI (1960, Japón)
El Gran Karsura de Wachi (prefectura de Hyogo)

Especie: Katsura (Cercidiphyllum japonicum), familia Cercidiphyllaceae, género Cercidiphyllum
Dirección: Wachi 709, Muraoka-ku, Kami-chō, Mikata-gun, Hyōgo-ken 667-1347
Perímetro del tronco: 15,35 m.
Altura: 39 m.
Edad: 1.000 años
Designado Monumento Natural Prefectural
Tamañon ★★★★     Vigor ★★★         Porte ★★★★
Calidad del ramaje ★★            Majestuosidad ★★★★

     Se trata de otro ejemplar gigante de katsura, pero esta vez de sexo femenino, que se encuentra en el Jardín Botánico de la Meseta de Tajima, en Kami, un municipio de la zona norte de la prefectura de Hyōgo. El Gran Katsura de Wachi es el símbolo del jardín botánico y se dice que la propia razón de ser del jardín es proteger este ejemplar y las fuentes de agua de la zona. Quien lo vea por primera vez, oculto en el bosque de la parte más profunda del jardín, se sorprenderá del lugar en el que se alza. Algo más arriba se encuentra el nacedero de un arroyo de apenas un metro de anchura, pero con un caudal diario de 5.000 toneladas de agua, que corre a los pies del árbol y sirve de manantial principal al río Takasakagawa. Muchos katsura crecen a orillas de un río, pero este gigantón lo hace literalmente a horcajadas sobre él, algo que es mucho más insólito. Por mucho que uno trate de imaginar qué serie de hechos ha conducido a esto, no halla la respuesta. Es cierto que el katsura es una especie amante de las vías fluviales, pero una comunión tan perfecta como esta no es nada fácil de encontrar, por lo que este ejemplar constituye un caso verdaderamente raro incluso a nivel nacional. Siempre en contacto con el agua, la zona inferior del árbol está cubierta de un aterciopelado manto de musgo de intenso color verde que parece proporcionar confort a este árbol tan aficionado a la humedad.
     El tronco principal original ya no existe y muchos de los secundarios que lo rodeaban también han desaparecido, pese a lo cual el ejemplar ha desarrollado una notable altura y sigue mostrando una gran pujanza. El camino de tablas de madera que conduce hasta el árbol termina en un bebedero donde se puede degustar el “agua milenaria del katsura”, que ha sido incluida en la selección de las cien mejores aguas del país por el Ministerio del Medio Ambiente.
     Visité el lugar comenzado ya el deshielo, justo antes de que el árbol despertase del letargo invernal y abriese sus yemas. El sol brillaba en lo alto y hacía llegar su luz a través del filtro del follaje de los árboles. Al arrullo del manantial, pasé unos momentos de lujo en compañía de este árbol gigante.
     La zona norte de la prefectura de Hyōgo alberga una nutrida colonia de katsura y es una verdadera mina de katsura gigantes. En la estación de los brotes, podemos echar a andar y visitar algunos otros ejemplares de interés. Quedaremos cautivados por la no siempre reconocida belleza de sus flores.


Nº 092

-----

lunes, 10 de abril de 2023

Las palmas del Domingo de Ramos, la memoria del bosque

EUGENIO MONESMA MOLINER (Huesca, 1953)
El palmeral. Peligrosa recogida de dátiles y palmas secas para su tradicional artesanía


Por su excelente calidad, la palma blanca de Elche es un producto único en el mundo que, cada año, los palmerers ponen en manos de los fieles que participan en la procesión del Domingo de Ramos. La elaboración de estas palmas es muy costosa y arriesgada para que presenten ese brillante color del marfil. En el año 1999 pudimos conocer cómo se confeccionaban las singulares y esbeltas palmas de Elche (Alicante). 

-----

viernes, 7 de abril de 2023

TIANA RAMANOELINA
La región de Menabe (Madagascar), mártir de la deforestación


Sus bosques secos de baobabs endémicos -únicos en el mundo- son objeto de tala y quema para cultivo de maíz y maní, así como para el carboneo. En las próximas décadas, estos cortes y quema podrían aniquilar estos raros ecosistemas.
    “Solo el hombre puede restaurar el bosque”, dice Hamill Harrisson, director ejecutivo de la ONG Dry Forest, que trabaja desde hace tres años para reforestar la región. “El bosque seco es débil, precisa, porque ya no hay animales grandes dispersores de semillas. Hay mucha presión y nada de regeneración”
    Para dar una idea de la destrucción, un estudio publicado por el CIRAD estima que 3.960 y 3.295 hectáreas de bosque desaparecieron cada año, durante el período 2010-2014, respectivamente, alrededor del Parque Nacional Kirindy-Mitea y el área protegida Menabe-Antimena. Esto representa una tasa de deforestación anual de 2,35%, mientras que durante el período 2000-2010, la tasa de deforestación fue de 0,85% anual en la misma área.
    Sin embargo, la región alberga un ecosistema único de baobabs. De las ocho especies existentes en el mundo, siete están presentes en Madagascar, seis de las cuales son endémicas. ¡Y los espacios protegidos de Menabe les dan la bienvenida a todos! 
     La tala trae consigo perturbaciones ecológiacas en serie. El bosque seco es -paradójicamente- una reserva de agua y protege el suelo de la erosión. Cuando las tierras quedan desnudas las aguas se llevan la capa superior al océano. Esto asfixia la vida acuática y destruye los corales. Por otra parte los baobabs supervivientes atraen turistas y generan ingresos en la región.
     Entonces, ¿por qué este "suicidio" ecológico? La falta de dinero constituye, como siempre, el motivo de la deforestación. Millares de gentes han perdido su empleo, ya que dos de los grandes empleadores de la región -la fábrica de azúcar Sucoma y la cultivadora de camarones Aquamen- cerraron a mitad de la década de 2010, según Volahy Sanselme Toto, director del programa en Menabe de la Durrell Wildlife Conservation Trust (citado en el medio Mongabay, en julio de 2019).
     La producción de arroz también tiene dificultades por la falta de agua de irrigación. "Todas estas gentes se han encontrado en el bosque", explica Anselme Toto.
     Una solución se impone: la reforestación por parte del hombre. Dry Forest propone un modelo de reforestación donde todo el mundo salga ganando. El objetivo es hacer comprender que el bosque es mas eficaz intacto que cortado
     El organismo hace plantar árboles autóctonos y frutales o útiles. La ONG tiene también la idea de poner en valor una unidad de transformación de los frutos del baobab. La región es difícil pues es seca y arenosa, explica Hamill Harrisson. Es preciso ampliar el seguimiento y la sensibilización.
-----

martes, 4 de abril de 2023

El roble más grande España, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El carballo del Pazo de Cartelos

Este es el roble carballo (Quercus robur) del Pazo de Cartelos, provincia de Lugo. No solo es uno de los mayores, el más grande de Galicia, sino también de toda España. La finca, con una extensión de 100 Ha, es una antigua “carballeira” (robledal en castellano) venida a menos. En la actualidad el bosque tan sólo ocupa un tercio de su superficie con robles, castaños y manchas de abedules. El resto está dedicado a plantaciones agrícolas y madereras de castaño y nogal. 
     En el primer metro de altura el tronco se ensancha debido a las nudosidades (llamadas lupias o lobanillos) llegando a tener un perímetro de 11,75 metros, pero a una altura de 1,30 esta medida es “tan solo” de 8,50 metros. Tiene pequeñas ramificaciones a lo largo del tronco, pero este continúa recto hasta la horcadura a 10 metros de altura, ahí comienza la verdadera copa, con un diámetro de 20,9 metros, siendo la altura total del árbol de 35 metros. Se le supone y otorga una edad rondando los 500 años, pese a ser posiblemente el más grande de todo el país. Lo dicho hasta aquí, procede de las publicaciones oficiales del Xunta de Galicia (que incluso incluyen este árbol en una de las portadas), respaldadas por la Universidad de Santiago de Compostela. He querido aclarar esto porque hay numerosas notas de prensa, que se han publicado en la página –y que supongo volverán a traer aquí- que le otorgan nada menos que más de 2.000 años (ningún país reconoce semejante edad en un roble). Supongo que todo esto procede de algún error en el pasado. Al margen de las notas de prensa, que casi parecen copia unas de otras, mientras no se demuestre lo contrario, seguiremos confiando en lo dicho por la Universidad.

-----

sábado, 1 de abril de 2023

ANTONIO GAMONEDA (Asturias, 1931)
Existían tus manos


Un día el mundo se quedó en silencio;
los árboles, arriba, eran hondos y majestuosos
y nosotros sentíamos bajo nuestra piel
el movimiento de la tierra.

Tus manos fueron suaves en las mías
y yo sentí la gravedad y la luz
y que vivías en mi corazón.
 

Todo era verdad bajo los árboles,
todo era verdad. Yo comprendía
todas las cosas como se comprende
un fruto con la boca, una luz con los ojos.

De Exentos I (1959-1960 y 2003)

-----