FRASES Y ÁRBOLES (12)
VENERABLES ÁRBOLES
"Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos, después de todo hay hombres que no fui y sin embargo quise ser, si no por una vida al menos por un rato..." Mario Benedetti. A los amantes de los árboles,... localización, poesía, cuentos/leyendas, etc.
06 agosto 2025
03 agosto 2025
Tejo de Muckross Abbey, del narrador de historias
El tejo de Muckross Abbey

31 julio 2025
RAMÓN ANDRÉS (Pamplona, 1955)
Árboles finales
Los árboles que nos quedan son aquéllos,
los todavía no alcanzados. En sus claros se decide
qué sombra infundir en cada uno de nosotros.
Tienen, a su modo, una voz de llamada hacia arriba,
como el que arquea las manos en torno a la boca
para ser oído en lo más alto y pedir que alguien
se haga cargo de los que estamos aquí. Ultimados.
Todo árbol cobija a un muerto y lo mantiene
en la savia, lo hace suyo y lo ampara, le da un suelo
de corteza y de hojas caídas para él.
Los bosques pueden salvarse en los que han sido,
quiero decir, en el recuerdo que guardamos de ellos.
Tendrá un hogar en el color del haya quien los defienda.
Hay árboles que parecen anteriores a la tierra, los robles
y los tejos, por ejemplo, arraigados en una mano perdida
y mortal que quiso hacer el mundo y no pudo.
Escuchadlos en sus ramas; nos avisan, aconsejan.
Son las obras completas del reposo.
Del poemario: Los árboles que nos quedan
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28 julio 2025
De... Fotos Antiguas de Mallorca - FAM Olivera de Cort, Palma de Mallorca ![]() |
4 de mayo de 1989, foto reportero Torrelló |
Fue una donación del empresario Jaume Batle a la ciudad. Se trasplantó el 4 de mayo de 1989 y procedía de la finca de Pedruixella Petit, de Pollença. El árbol está catalogado como ejemplar singular desde el año 2003 y se estima su edad entre 500 y 600 años. Tiene una altura de seis metros y un tronco de siete metros de perímetro, con cuatro ramas primarias. La copa tiene un diámetro de más de siete metros.
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Jaume Batle junto al olivo y la valla protectora
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En los comentarios os dejo una foto en la que vemos media docena de niños encaramados al árbol postulándose para caerse del mismo y abrirse la cabeza bajo la (des)atenta mirada de sus progenitores a los que les debía parecer algo muy normal el hecho, pero seguro que en sus países de origen no se les ocurriría ni por asomo repetir.
25 julio 2025
Takihashi en Okinawa, el cronista de Japón (123)
TAKIHASHI HIROSHI (1960, Japón)
El Gran Akagi de Shurikinjō (prefectura de Okinawa)
Dirección: 3-18 Shurikinjō-chō, Naha-shi, Okinawa-ken 903-0815
Perímetro del tronco: 8,75 m. Altura: 25 m. Edad: 300 años
Tamaño ★★★ Vigor ★★★★★ Porte ★★★★
Calidad del ramaje ★★★★ Majestuosidad ★★★★

El barrio de Shurikinjō-cho, en Naha, se formó a los pies del castillo de Shuri, centro político del antiguo reino de Ryūkyū (actual prefectura de Okinawa). Sus calles adoquinadas con la piedra caliza típica de la zona han entrado en la selección de los 100 caminos más bellos de Japón y se han convertido en el símbolo de este barrio lleno de exótico encanto. Si tomamos uno de los pasadizos laterales entre viviendas, llegaremos a un bosquecillo donde verdea un akagi (Bischofia javanica) de gran tamaño. Es un lugar muy especial, una zona verde que se abre, aislada, en medio de las casas. En otros tiempos, los akagi fueron muy abundantes en el recinto amurallado del castillo de Shuri, pero durante la batalla de Okinawa (1945, Segunda Guerra Mundial) la zona fue intensamente bombardeada por los americanos desde sus buques y casi todos los bosques perecieron bajo el fuego. Y este núcleo arbolado, que incluye seis akagi, fue el único y milagroso superviviente.
En lo más profundo de este reducto, que alberga en poco espacio un rico muestrario de especies vegetales, impone su altura sobre el resto un portentoso akagi. Su corteza mojada por la lluvia se basta para crear la peculiar atmósfera de humedad que caracteriza a los bosques de los países meridionales. Sobre la pulida corteza se presentan muchos abultamientos y sobre el grueso tronco, de color rojizo, crecen numerosos helechos, como el ootaniwatari (Asplenium antiquum Makino). Pero el akagi no da muestras de acusar su presencia. Sus raíces, que se extienden poderosas y macizas en todas las direcciones, parecen morder ávidamente la tierra, dándole al árbol un aire de gran vigor.
Esta zona verde es llamada Uchikanagusukutaki y es una de los muchos utaki (en las creencias del antiguo reino de Ryūkyū, lugar natural sagrado) que hallamos en las islas. Cuenta también con un uganju (lugar de oración), formado con hileras de piedras superpuestas, y en ese conjunto este akagi sagrado ocupa el lugar central de honor. Un buen ejemplo de la disposición que caracteriza a los utaki de Okinawa.
Habitualmente tranquilo y silencioso, el bosquecillo se abarrota de gente cuando llega el día 15 del sexto mes del antiguo calendario. Se cree que este es el único día del año en que el dios de árbol se aposenta en la pequeña capilla que lo acompaña y esto da oportunidad a visitarlo a muchas personas que han regresado a la isla tras una larga ausencia. Para quienes residen en este barrio es un lugar sagrado desde siempre y el akagi, su manifestación más divina. Debió de haber un tiempo en que toda esta área alrededor del castillo de Shuri estaba cubierta por bosques de estos árboles.
Nº 123