domingo, 30 de junio de 2024

En Sherwood Forest, Nottinghamshire, Inglaterra

THE MAJOR OAK

El Major Oak en octubre de 2014.

Una de las historias más famosas de Inglaterra es la de Robin Hood, que va unida indisolublemente al Gran Roble (Major Oak -Quercus robur-) del bosque de Sherwood en Nottinghamshire, Inglaterra. Es el lugar inspirador de una de las leyendas más queridas de Inglaterra y también es una zona boscosa para dar paseos por la naturaleza, ciclismo de montaña y cervezas en pubs centenarios.
     El que fuera un brillante arquero, seguidor de Ricardo Corazón de León, el Rey Ricardo I de Inglaterra que a la sazón luchaba en las cruzadas, se convirtió en jefe de una banda de “merrie men” (personas fuera de la ley) que actuaba en el bosque de Sherwood. La leyenda dice que la banda robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Tras burlar al malvado Sherrif de Nothingham, la banda se reunía alrededor del Gran Roble en el corazón del bosque.
    El “árbol de Robin Hood” es hoy un árbol muy antiguo que está protegido por una valla y cuyas ramas están apoyadas en palos que las sujetan. El tronco tiene un perímetro de 10
metros y un dosel arbóreo de 28 metros. Su peso aproximado es de 23 toneladas y su edad estimada es de entre 800 y 1000 años. En una encuesta realizada en 2002, fue elegido como "árbol favorito de Gran Bretaña". ​ En 2014 fue elegido como "árbol del año en Inglaterra" en una encuesta publicada por el Woodland Trust, recibiendo el 18% de los votos.
     El conjunto es un mosaico de bosques, colinas y pueblos de cuentos, al

El Major Oak en diciembre de 2006.
norte de Nottingham, una zona que está preparada para actividades al aire libre con rutas de senderismo que atraviesan bosques y tierras de cultivo. Este bosque histórico es una reserva natural nacional, uno de los bosques de robles antiguos más bellos que se conservan en el Reino Unido. No es de extrañar que esté perfectamente acondicionada para el turismo pues afluencia de gente va en aumento.
     Senderos perfectamente señalados e historia se conjugan en este bosque. Muy cerca se encuentra Newstead Abbey, un antiguo priorato agustino convertido en residencia privada y el hogar ancestral de Lord Byron. En su interior se pueden visitar los apartamentos privados del poeta.

 

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jueves, 27 de junio de 2024

JESÚS CUENCA
La Ciudad de los Árboles extraordinarios nuevo documental de Jesús Cuenca

Jesús es un biólogo y apasionado estudioso de la botánica, conocido por su trabajo en la promoción y conservación de la naturaleza urbana. Su documental, "La Ciudad de los Árboles Extraordinarios", es un reflejo de su dedicación al estudio y la difusión del conocimiento sobre los árboles y su importancia en las ciudades. Cuenca ha tenido la colaboración,  para llevar a cabo este proyecto sin ánimo de lucro, de Antonio A. Rodríguez Lidón de DHtv Online Dos Hermanas, quien se encargó de los efectos especiales y el montaje audiovisual. Además, el Grupo Drones Vueliting, con Moisés Moreno y Fernando León, aportó su experiencia en la coordinación y la captura de imágenes aéreas espectaculares, lo que añade una dimensión visual impresionante al documental. El documental, realizado en Dos Hermanas (Sevilla), no solo resalta la belleza y diversidad de los árboles en esta ciudad, sino que también busca educar y concienciar sobre la importancia de proteger y mantener los espacios verdes urbanos. La obra de Cuenca Rodríguez es una contribución significativa al entendimiento y la apreciación de la botánica urbana, y refleja su compromiso con el medio ambiente y la educación ambiental.

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lunes, 24 de junio de 2024

Con 84 años y los sueños cumplidos

MARTÍN REID, en "El Horticultor", dic 2023
Newton Godoy Mello, los sueños cumplidos de un jubilado

En la década de 1990, el jubilado Newton Godoy Mello, ahora de 84 años, decidió transformar el terreno baldío que estaba frente a su casa en una grandiosa plaza, llena de árboles, frutales, flores y otras plantas diversas.
     Gracias a sus mejoras, la plaza que actualmente lleva su nombre se convirtió en uno de los espacios públicos más bellos y arbolados de Guaiçara, en el centro-oeste de São Paulo.
     Para el Sr. Newton, el vecindario ideal es aquel en el que podemos hacer algo para mejorar el entorno de nuestra casa. En su caso, dedicarse a la plaza hizo que su zona de estar fuera más refrescante, agradable y verde.
     En entrevista con el portal Solutudo, el anciano dijo que nació en 1937, se casó en su juventud con doña Santa Amalia y juntos tuvieron tres hijos. Trabajó como tapicero y trabajó en el Hospital Clemente Ferreira durante casi tres décadas, donde se jubiló.
     Newton consideró vivir en Guaiçara después de hacer un recorrido por la ciudad. Estaba encantado con el lugar y decidió mudarse después de ser seleccionado para un proyecto de vivienda. Justo en frente de su casa había un terreno baldío, donde el gobierno de la ciudad prometió construir una plaza pública. Sin embargo, la idea nunca llegó a concretarse… Fue entonces cuando el ex-tapicero decidió limpiar el área y plantar los primeros árboles y flores. 
Detalle: el Sr. Newton no tenía experiencia previa en jardinería. Al principio, plantó un árbol de pitanga y varias plántulas.
     A lo largo de los años, las plántulas dieron lugar a docenas y luego a cientos de árboles. El horario de trabajo en el hospital -12 horas de trabajo y 36 horas de descanso- facilitó el cuidado de la futura plaza, pues dedicaba buena parte de sus días libres a seguir sembrando. En ese momento, quería que la plaza tuviera un estudio paisajístico, pero no pudo hacerlo. Así, pensó en un diseño propio, que fue mantenido por la municipalidad local luego de que se hormigonaran las pasarelas.
     Casi treinta años después, el diseño y la distribución del espacio del Sr. Newton permanecen intactos. 
Para el portal Solutudo, el jubilado dijo que contó con la ayuda de un amigo, José Luiz Souza, ‘Bisão’, que instaló los bancos y ayudó en algunos otros procesos de construcción. La esposa de Newton, la Sra. Santa, también ayudó con el trabajo.Cabe señalar que la mayor parte de las inversiones necesarias para levantar la plaza corrieron a cargo del jubilado.

     Desde 1998, la plaza lleva el nombre de “Newton Godoy Mello”, en homenaje al esfuerzo del jubilado. 
Esto fue posible gracias a una posibilidad legislativa en ese momento, ya que hoy en día no es posible que los espacios públicos reciban nominaciones de personas vivas, lo que hace aún más notable la hazaña.
     Bien cuidada, la plaza cuenta con mesas, bancos y una iluminación perfecta. Además, la pintura del suelo continúa a cargo del Sr. Newton.
     Debido a la edad, ya no realiza trabajos pesados ​​y subcontrata este servicio a un profesional de la limpieza. “Me siento agradecido por todo lo que ya hemos logrado y espero que todo lo que ha pasado aquí pueda inspirar a más personas ”, concluyó Newton.
     ¡Gracias a la dedicación del anciano y su amor por el proyecto, la plaza Newton Godoy Mello es una postal memorable de Guaiçara!
Lo hemos leído aquí
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viernes, 21 de junio de 2024

EL ÁRBOL DE LOS MÁRTIRES, Tolpuddle, Dorset, Inglaterra

En 1799 y 1800, las Leyes de Combinación en el Reino de Gran Bretaña prohibían la "combinación" u organización para obtener mejores condiciones laborales, aprobadas por el Parlamento debido al susto político tras la Revolución Francesa. En 1824, las Leyes de Combinación fueron derogadas debido a su impopularidad y reemplazadas por la Ley de Combinaciones de Trabajadores de 1825 , que legalizó las organizaciones sindicales pero restringió severamente su actividad.
     Los árboles se han utilizado durante siglos como lugares de reunión para discutir,
celebrar, punto de encuentro, refugio o punto de referencia; sin embargo, como espacio público, la gente tenía que tener cuidado con lo que hablaba. En 1833, bajo un sicomoro (Acer pseudoplatanus), en el pueblo de Tolpuddle, un grupo de trabajadores agrícolas se reunió para discutir sus condiciones tanto laborales como salariales y las malas condiciones de vida a las que les sometían sus patronos. Los patronos de seis trabajadores deseando sofocar la disensión y apoyados por el gobierno, ordenaron el arresto de los hombres y en 1834 fueron juzgados en la cercana ciudad de Dorchester bajo la Ley de Incitación al Motín de 1797. Los llamados entonces 'Mártires de Tolpuddle', como llegaron a ser conocidos, fueron condenados por prestar un juramento secreto y fueron sentenciados a siete años de trabajos penitenciarios en Australia y transportados a Botany Bay de Sidney. Su difícil situación atrajo la atención pública a través de protestas y peticiones.
     La protesta pública hizo que el gobierno,  avergonzado, anulara la sentencia y, después de tres años de trabajo como criadores de ovejas, los hombres fueron liberados y devueltos a Inglaterra.

     Posteriormente, el sicomoro se convirtió en un símbolo-cuna del movimiento sindical y de
 derechos de los trabajadores, un símbolo de esperanza para aquellos cuyas vidas no son nada fáciles. Una placa conmemorativa se encuentra al lado de este gran árbol.
     En 2005 se determinó que tenía 320 años, por lo que tenía 150 años cuando los Mártires de
Tolpuddle se reunieron bajo su copa. Es el sicomoro más grande de Dorset, con un diámetro de 1,3 metros. El árbol es administrado por el National Trust, que desmocha periódicamente el árbol para reducir el peso de sus ramas y estimular el crecimiento de la copa. Se espera que esto aumente la vida útil del árbol durante dos siglos más.
     Este árbol ha inspirado numerosos proyectos creativos. El refugio y alivio que brindó a los Mártires de Tolpuddle convive con sus otras apariciones simbólicas en la literatura y las artes. El árbol fue seleccionado entre los 50 grandes árboles británicos para conmemorar el Jubileo de Oro de la Reina en 2002. Fue preseleccionado como Árbol del Año de Inglaterra en 2015.

Mas información aquí, fotos e información de la red

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martes, 18 de junio de 2024

Premio AEMO 2017, Olivo Caracol de Periana, Málaga

EL OLIVO "CARACOL" de Periana, Málaga, olivo monumental de España en el año 2017

Olivo entre melocotones
Hoy nos encontramos en el municipio de Periana, Málaga, para visitar el olivo que llaman "Caracol", propiedad de Rafael Toledo. Este extraño olivo fue el ganador del Concurso de AEMO en 2019 (Asociación Española de Municipios del Olivo). Es un Verdial de Vélez injertado en acebuche, que se encuentra en un paraje denominado Fuente Piojo, muy cercano a la Villa Turística de la Axarquía, y conviviendo con otros ejemplares, tanto jóvenes como viejos.
      Su singular tronco está acostado sobre una albarrada (pared de piedra seca) y  se retuerce sobre sí mismo configurando una forma muy peculiar. El olivo es un auténtico coloso con un tronco que da fe de su longevidad, pudiendo muy bien alcanzar los 400 o 500 años. La mayoría de los olivos de esta zona son Verdiales de Vélez, variedad ancestral que se injertó en acebuches cuando se domesticaba el cultivo del olivo en la Península Ibérica.
      La zona atesora un rico patrimonio natural de olivos monumentales por lo que no es de extrañar que alguno fuera testigo de las luchas entre las huestes comandadas por Umar Ibn Hafsun y los castellanos cuando éstos tomaron el cercano castillo de Zaila en 1485, previo paso para la conquista de Vélez-Málaga.
     El ayuntamiento de Periana incluyó este olivo en la Primera Ruta de Olivos Singulares, por lo que se ha hecho muy popular.

En este enlace de Wikiloc tenéis la ruta, de la que hemos tomado las fotos.

Información de los Premios AEMO 


 
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sábado, 15 de junio de 2024

El pino de la Finca, del cronista de Canarias

JUAN GUZMÁN OJEDA, Ing. téc. forestal
Pino de la Finca de La Laja, un árbol que respira café


En el año 2005, mientras se realizaba una excavación para la construcción de la Urbanización de Las Candelarias, en Agaete (Gran Canaria), la maquinaria conectó dos épocas históricas al toparse de repente con restos arqueológicos. Al poco, los expertos pudieron identificar el hallazgo como los restos del que se cree que fuera uno de los primeros ingenios azucareros que se construyeran en Europa. La conquista de Gran Canaria se fecha en 1483, solo tres años después entró en funcionamiento este ingenio. El azúcar que aquí se refinaba no fue un producto cualquiera, la venta de la misma sirvió de motor económico para que el hidalgo andaluz, Alonso Fernández de Lugo, obtuviera la economía necesaria para culminar la Conquista de Canarias, finiquitándola con la ocupación de La Palma (1493) y de Tenerife (1496).
     El ingenio de Agaete supuso uno de los primeros núcleos de deforestación hispánica, alimentándose tanto de las leñas de la mezcla de pinos canarios y bosquetes termófilos del valle de Agaete, como del agua que bajaba desde las cumbres. Sólo en Gran Canaria llegaron a funcionar más de 20 centrales azucareras, siempre necesitadas de biomasa forestal. Se sabe que el de Agaete fue de los pocos que consumían madera del pinar, seguramente por su abundancia y cercanía. Los ingenios azucareros fueron las primeras empresas forestales de las islas Canarias –muy lejanas al concepto de la sostenibilidad–, teniendo en plantilla leñadores e incluso esclavos propios o alquilados, cuadrillas que también se desplazaban entre las islas.
     El punto de mira de este artículo nos sitúa a 5 kilómetros, valle arriba, del antiguo complejo industrial, sobre una ladera alta de la denominada Finca de La Laja. Esta finca ocupa una gran parte de la zona fértil del valle de Agaete, en la parte de San Pedro, justo a la salida del sendero que desciende desde la Finca de Samsó, en Tamadaba. La Finca de La Laja es una de las cuatro particiones principales de predio matriz que acabara al borde del mar. La antigüedad de sus viviendas solariegas es tal que ni siquiera se tiene constancia o datación de las mismas.
     Por otro lado, Agaete es hoy la única zona de un país europeo donde se cultiva café, un hecho considerado como una auténtica rareza y excepcionalidad. La historia nos recuerda que en 1788 fue Carlos III quien dictó un decreto para establecer plantíos en Tenerife, enviando plantas y semillas desde América y Asia. Poco después, desde el Jardín de Aclimatación de La Orotava llegaron las primeras plantas al valle de Agaete. La variedad Arabica typica –originaria de Etiopía– es muy apreciada por su baja productividad en contrapunto a su exquisito sabor.

Difícil de capturar
     Pero en esta tranquila y atractiva finca, además de ser cafetal y bodega, así como contar con otra extensa orla de frutales, también coexisten varias especies arbóreas canarias como son el almácigo (Pistacia atlantica), el acebuche (Olea cerasiformis), la palmera canaria (Phoenix canariensis) y, cómo no, el pino canario (Pinus canariensis). El Pino de la Finca de La Laja es uno de esos portentos vegetales difíciles de capturar o encuadrar con la cámara.
     Detrás de la bodega de La Laja, bajo los impresionantes riscos que salvan hasta 800 metros con las cimas de Tamadaba, encontramos antiguas terrazas y, al pie de éstas, tres pinos alineados. Es justo el que se encuentra más a la izquierda (28º 04 28¨N y 15º 40´ 09¨W) el que ofrece unas enormes proporciones. Curiosamente, la fisionomía de este árbol no es la más típica del Pinus canariensis, de hecho, a cierta distancia parece más bien un gran eucalipto.
     Este árbol arranca como un gran cilindro de más de 4 metros de diámetro y a 4,5 metros se transforma en varias ramas de gran calibre, hasta el punto de que el diámetro principal llega a incrementarse de forma notoria en este engrosamiento. La razón de este aspecto poco común pudiera ser la pérdida de la guía terminal en su época juvenil. La altura del ejemplar no se ha podido calcular técnicamente, pero se estima entre los 30 y los 35 metros. La proyección del diámetro de su copa es muy amplia, abarcando más de 300 metros cuadrados.
     La primera parte del árbol se encuentra sumergida en un invernadero que hoy hace las veces de almacén y trastienda, ya que tal y como nos comenta el propietario “debajo de los pinos no crece bien la huerta”. En la encrucijada donde se dividen las grandes ramas todavía se ubica una pequeña urna –con instalación eléctrica y todo– donde se mantuvo una talla de la Virgen del Pino hasta hace pocos años. Ahora esta imagen se encuentra en la capilla que se construyó junto a la bodega.

Para amarrar bestias
     El hecho de que los tres pinos se encuentren alineados hace pensar que los mismos fueron plantados, si bien el de en medio es de menores dimensiones. A priori parece que los tres tienen diferentes edades, pero solo un estudio dendrocronológico sería capaz de despejar esta incógnita. Otra hipótesis es que el pino de mayores dimensiones pudiera ser de origen espontáneo y que el resto fuera plantado, ya que antiguamente siempre se libraba de la tala algún árbol para “poder amarrar a las bestias y garantizar una buena sombra para el descanso”, tal y como nos cuenta el propietario, Inocencio Lugo.
     En cualquier caso, se trate o no de un pino contemporáneo y superviviente al ingenio de Agaete, es un bello y a la vez extraño ejemplar digno de admiración. Por ello, es recomendable retirar el invernadero y adecuar el entorno para que este ejemplar pueda lucir en toda su magnitud, toda vez que se realicen labores de extracción de “cores” que permitan hacer un conteo de los anillos fisiológicos. Esta práctica, ejecutada profesionalmente, no supone ningún daño para los árboles.
     Esperemos que estas labores puedan llegar a realizarse, así como que nos depare alguna agradable sorpresa. Sería realmente interesante descubrir si el árbol, cuya sombra sigue mezclando aromas del pinar con el tueste del café natural, fue testigo o no del sudor de los esclavos aborígenes que no tuvieron otro remedio que entregar su trabajo al sometimiento de otras islas hermanas.

Número 3 de Gran Canaria
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miércoles, 12 de junio de 2024

El Espino de José

El espino de José de Arimatea, Glastonbury, Reino Unido

El Reino Unido cuenta con una gran cantidad de árboles antiguos, muchos de ellos asociados a diversas leyendas e historias. A menudo es difícil saber dónde acaba la historia y dónde empieza la fantasía.
     Uno de los árboles más célebres del Reino Unido es el llamado espino de Glastonbury. En diciembre de 2010 sufrió la mutilación de todas sus ramas pero lentamente se regeneró.
      Se alza sobre la cima de una colina cerca de la ciudad del mismo nombre en Somerset, al suroeste de Inglaterra. Es uno de los muchos espinos que crecen en la zona pero
misteriosamente florece en pleno invierno además de hacerlo, como todos los demás, también en primavera.
     La leyenda dice que, cuando el cuerpo de Cristo fue bajado de la cruz, fue
depositado en una tumba que petenecía a José de Arimatea, tío de María, madre de Jesús,  y que asustado por la vida que había llevado, José emigró de Palestina llevando consigo el Santo Grial y refugiándose en Britania. Al llegar a la cima de una colina, entonces rodeada de pantanos, cerca de Gltoastonbury, hincó en tierra el bastón de espino que traía, indicando que había llegado al final del viaje. Ese bastón echó raíces y el día de Navidad, en pleno invierno, floreció. El “milagro” se conmemoró construyendo la primera iglesia cristiana en tierra extraña.
     Al lugar llegaron muchos peregrinos y c
on el tiempo se construyó una abadía, hoy derrruída. Los peregrinos cortaban retoños del “árbol sagrado”, práctica que habría continuado a lo largo de los siglos de modo que todos los espinos de la zona podrían ser descendientes directos del de José de Arimatea. Los devotos también dejaban sus anhelos colgados del espino con la esperanza de que se cumplieran.
     Lógicamente el espino que ahora crece en la colina es un descendiente de aquel original que sería originario del Líbano y su nombre en latín es: Crateagus monogyna praecox.
     Todos los años, antes del día de Navidad, se envían a la realeza inglesa ramilletes del espino de Glastonbury y se dice que la Reina Isabel los ponía sobre la mesa y presidían el desayuno del 25 de diciembre.

 
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domingo, 9 de junio de 2024

Takahashi en Okayama, el cronista de Japón (072)


TAKAHASHI HIROSHI
El ichō del templo de Bodaiji (prefectura de Okayama)
Especie: Ichō (Ginkgo biloba, familia Ginkgoaceae, género Ginkgo)
Dirección: Kōen 1532, Nagi-chō, Katsuta-gun, Okayama-ken 708-1307.
Perímetro del tronco: 11,9 m.
Altura: 30 m.
Edad: 900 (atribuida)
Designado monumento natural nacional.
Tamaño ★★★★   Vigor ★★★★★    Porte ★★★★     
Calidad del ramaje ★★★★    Majestuosidad ★★★★★

Me gustaría presentarles ahora el austero aspecto que muestra el ichō (Ginkgo biloba) más grande de la región de Chūgoku, que fue presentado ya en otro artículo.
      A media ladera del monte Nagi, a una altitud de 600 metros, se encuentra el templo budista de Bodaiji. Acercándonos al edificio principal procedentes del aparcamiento, atraerá inmediatamente nuestra vista, al fondo del recinto, a mano derecha, un gran ichō que se alza imponente, como figura principal sobre un fondo de cedros japoneses (sugi).
     El templo de Bodaiji es el lugar donde se preparó entre los nueve y los 13 años el sabio budista Hōnen (1133-1212), fundador de la secta de la Tierra Pura (Jōdoshū). Se dice que el ichō se desarrolló a partir de un bastón o rama que Hōnen clavó en el suelo en un gesto de determinación en su empeño por coronar con el éxito su formación educativa.
     Durante algún tiempo, el templo quedó abandonado y su recinto ofrecía una ruinosa imagen, pero ahora luce tan bello que parece otro, pues es objeto de un cuidadoso mantenimiento y además de aparcamiento tiene también otros servicios. Alrededor del árbol se han instalado corredores de madera elevados sobre estacas para evitar dañar las raíces, una muestra del celo con que está siendo preservado. Muestra el gigante, como es típico en los ichō de sexo masculino, unas magníficas raíces aéreas, raíces que se extienden a partir del tronco y de las ramas. Las que cuelgan de una gran rama horizontal a modo de innumerables estalactitas son realmente inigualables. Da la sensación de que cada una de esas raíces fuera extendiéndose por propia voluntad.
     Estas raíces aéreas se denominan normalmente chichi u oppai (tetas) pero aquí, en el municipio de Nagi, reciben el nombre de rengi, forma dialectal de la palabra japonesa surikogi (mazo de mortero), y su parecido con este objeto es innegable. Esta comarca es de copiosas nevadas y, según se dice, en la era Tenmei (1781-1789) una gran rama que se extendía hacia el norte cedió al peso de la nieve hasta quedar en contacto con el suelo, de donde surgió un nuevo tronco. Una buena muestra de la asombrosa vitalidad que tiene el ichō.
     Presenta este ejemplar el poderoso porte que caracteriza a su especie, con mayor anchura de tronco a una cierta altura que en la base. Durante el estío su follaje es tan lujuriante que no permite obtener una imagen de conjunto, mientras que en invierno se muestra literalmente cubierto de unas ramillas finas como agujas que crecen profusamente por todo su tronco. Como debió de perder su tronco principal original, cabe pensar que con este desarrollo de nuevas ramillas trata de sostener el nivel de fotosíntesis. Con esa corpulencia que tiene, parece un ser robusto e inamovible, pero lo cierto es que está luchando con todas sus fuerzas para no debilitarse.
     Los momentos más recomendables para visitarlo son el otoño, cuando sus hojas se tiñen de amarillo, y el invierno, cuando está asegurado el espectáculo de esa fuerza casi terrorífica de sus raíces aéreas, que quedan totalmente al descubierto una vez perdido el follaje.

     Entre mediados y finales de noviembre el tono amarillo de su manto otoñal alcanza su mayor esplendor, realzado desde 2012 por la iluminación nocturna. La fantástica visión de este gigante iluminado en medio de la oscuridad se convertirá, sin ninguna duda, en una experiencia inolvidable.

 
Número 072
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viernes, 7 de junio de 2024

Los árboles canoa (y2), del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Los árboles canoa (y 2)

Foto 1
 

(...) Para profundizar algo más sobre los árboles canoa, solicité permisos para poder mostrar fotos que ilustrasen algo más aquello de lo que hablaba. (...) Los árboles de canoa son una parte de los llamados “árboles con cicatrices”, aquellos a los que los aborígenes australianos han quitado la corteza para usarla en otras cosas (las canoas serían el uso de mayor tamaño, pero no el único) y además existen los árboles tallados, creados como una forma de expresión artística y espiritual por algunos pueblos aborígenes, para marcar sitios de importancia como los lugares de enterramiento y lugares sagrados. (En la foto 1 un árbol tallado cerca de Dubbo, en Nueva Gales del Sur, fotografiado por Henry King) En el siglo XIX, muchos de ellos fueron cortados para llevar a museos, pero en la actualidad están protegidos por ley y algunos han sido devueltos a sus antiguos emplazamientos.
      Al hablar de los arboles de canoa, decía que también se sacaban de ellos “coolamons”, pero no dije lo que eran. La mejor definición es la de “recipiente multifunción de lados curvos”, que varían en longitud de 30 a 70 cm, y de forma similar a una canoa. Los coolamons fueron utilizados tradicionalmente por las mujeres aborígenes para llevar agua, frutas, y cualquier otra cosa, así como para acunar a los bebés y se transportaban en la cabeza cuando se viajaba, o debajo del brazo si se usaba como cuna.
   
      He pedido permiso a Karlangu Aboriginal Art Centre (https://karlangu.com/) para poder mostrar las imágenes de los coolamons llenos de frutos y en su función de cuna, y ver así realmente lo que son estos recipientes y el uso que se les daba. Pero sin duda, hablar de canoas hechas con corteza de eucalipto, sin ver una de estas, dejaba mi publicación original absolutamente coja y con poco sentido, por ello me puse en contacto con el Museo Marítimo Nacional de Australia (https://www.sea.museum/) que en una de sus páginas muestra el proceso de corta, extracción limpieza, plegado y atado para formar unas canoas de corteza del estilo de extremo atado o “estilo Gippsland”.
      No era el único tipo, puesto que este variaba con las zonas, y puede que con los diferentes grupos indígenas. Había canoas construidas para durar y otras casi de emergencia, canoas individuales y de diversa capacidad, de hasta una docena de personas. Llegaron a desarrollar sistemas para tener fuego y cocinar dentro de ellas, necesario en las noches de pesca o durante largos viajes. Pero no sólo la fabricación era importante. 
     La capacidad de conducir y navegar canoas, comprender los ríos y las corrientes, y la confianza en el agua, eran habilidades valiosas en el siglo XIX. Aunque en ocasiones pensemos en Australia como un semidesierto (realmente hay de todo en un territorio tan grande), el sistema fluvial formado por los ríos Darling y Murray (el primero y segundo en longitud, que se unen antes de llegar al mar) tiene una longitud de 3.672 km, y baña diversas zonas de los estados de Victoria, de Nueva Gales del Sur y del sur de Queensland. Estos ríos con frecuencia, en época de lluvias se desbordan e inundan enormes extensiones, porque muchas de ellas son absolutamente llanas (el río Murray, a 274 km del mar tiene una altura sobre él de tan sólo 3,6 metros). En estas condiciones saber construir una barca y manejarla, era sin duda la diferencia entre la vida y la muerte.

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miércoles, 5 de junio de 2024

 Diario de Palencia,
¡Vamos Palencia! reclama más atención para el Olivo de la Paz
Con motivo de su 25 Aniversario en Palencia se pretende que se desarrolle un sencillo acto apolítico

El próximo 10 de junio se cumplirán 25 años desde que este olivo de más de 1.500 años, según reza la placa que lo acompaña, fuera plantado esa noche de 1999 en Palencia. Esa fecha coincidió además con el fin de la guerra de Kosovo, por lo que pasó a denominarse como Olivo de la Paz.
     Con motivo de este 25 aniversario, ¡Vamos Palencia! ha propuesto al Ayuntamiento que se restaure la placa conmemorativa que se encuentra deteriorada y que se reponga también la placa que incluía el nombre de la persona que donó este olivo al Ayuntamiento de Palencia, Miguel Ángel Gimeno, propietario de la extinta empresa Viveros Gimeno. Se pretende que se desarrolle un sencillo acto apolítico en el que también se reflexione y se ponga en valor lo que simboliza, la paz, siendo más necesaria que nunca en estos momentos de inestabilidad mundial con las cruentas guerras que se están desarrollando.
     Asimismo desde ¡Vamos Palencia! también ponen voz a los vecinos del barrio que llevan años preocupándose por la salud de este ejemplar al que consideran, debería prestársele mayor atención y cuidados.
     El Olivo de la Paz está ubicado en la Avenida de los Vacceos entre los números 9 y 11 y cuando se trasplantó recién traído de Sabiñán (Zaragoza) contaba con 8.500 Kg de peso y un diámetro de copa de unos cuatro metros. Es un símbolo en el barrio de San Juanillo, cuyos vecinos han estado siempre muy pendientes de su evolución y salud, dando la voz de alarma en varias ocasiones al verse éste ejemplar enfermo.
     También han reclamado al Ayuntamiento que se asesore y procure las mejores condiciones para su mantenimiento. Algunas personas han solicitado que se mejore su espacio retirando el riego por aspersión que le procura una humedad excesiva y que podría producir asfixia radicular u ocasionar la aparición de hongos. También sugieren que se le provea de un espacio alrededor con cubierta vegetal o mulching.

por la Paz

 
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lunes, 3 de junio de 2024

Árboles canoa (1), del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
Los árboles de canoa (1de2)

Foto 1 - 1890

Foto 2 - 1988
Con esta extraordinaria serie de tres fotos (cuyo uso me ha autorizado el señor Trevor Thomas y al cual agradezco su generosidad) se puede ver y entender lo que en Australia es un “árbol de canoa”. Se trata de árboles a los que los aborígenes australianos quitaron en su momento pedazos de corteza para la creación de canoas, refugios, escudos, coolamons* y algunos otros usos.  
     La corteza, en tramos lisos y libres de ramas, se cortaba con hachas de piedra, llegando hasta la albura y luego se despegaba con cuidado. Se empleaban para ello, como no, los árboles propios de Australia como son los eucaliptos, especialmente el llamado allí “chicle rojo” (Eucaliptus camadulensis), que pueden pasar perfectamente de los 20 metros de altura y cuya corteza llega a ser de 3 cm de grosor. Después de cortada la corteza debía ser preparada y curada, siguiendo para ello los métodos y costumbres nativas. Las canoas duraban, en el mejor de los casos, unos cuatro años, y las más grandes solían ser para dos personas, para uso en ríos, lagos y mar en calma. Con la llegada de los europeos esto cambió y la llegada de nuevas técnicas apartó las canoas de corteza del uso tradicional.
      Volviendo a las fotos, la foto 2 en color fue tomada en 1988 a la orilla del río Murray, cerca de Blanchetown (una población llamada así en honor de Lady Blanche Macdonell, esposa de un gobernador de Australia de sur en el siglo XIX), a unos 130 km de Adelaida. La foto 3 corresponde a 2017, cuando el señor Trevor Thomas volvió al mismo lugar y fotografió de nuevo el árbol, sin embargo lo más interesante es tener la foto 1 de ese mismo árbol, tomada en 1890 y que fue incluida en el libro “Bark Canoes of the Murray Valley” de Robert Edwards, publicado en 1972. 
     Nadie sabe cuándo se quitó la corteza de este árbol, pero el señor Thomas estima que hace entre 250 y 300 años, siendo la edad actual de este eucalipto entre 500 y 600 años. Se estima que, con anterioridad a la llegada de hombres blancos, el territorio estaba ocupado por el pueblo Ngarrindjeri, el pueblo aborigen australiano de la parte baja del río Murray, pero ni siquiera en esto hay acuerdo, algunos opinan que eran un grupo de hasta 18 clanes territoriales, con parentesco cultural, pero sin unidad política. Fuesen Ngarrindjeri o no, lo cierto es que fueron los nativos locales quienes hicieron una canoa a partir de este árbol.

Recipiente multifunción de lados curvos

Foto 3 - 2017

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