EL QUEJIGO DE LA CASA DE LA VEGA
de https://natucomayud.blogspot.com/
(...) La Casa de la Vega era una finca particular dentro del término municipal de Embid de Ariza (Zaragoza) en la que se cultivaban viñedos y árboles frutales. En esta propiedad se sitúa uno de los árboles centenarios más destacados de de la comarca. Su antigüedad es tal que ya aparece citado por el cronista de Fernando el Católico al que le llamó la atención el extraordinario tamaño que ya por entonces tenía el roble. Este majestuoso ejemplar también está catalogado como árbol singular gracias a su belleza y a su tamaño, pues mide 23 m de altura y el perímetro de la base de su tronco es de 6 m. Perímetro del tronco a los 1,3 m de altura: 5,88 m. Altura total: 26 m. Diámetro de la copa: 38 m.
El roble o quejigo de La Casa de la Vega es un excepcional ejemplar de la especie Quercus faginea. También conocido como “roble carrasqueño” o “roble valenciano”, su distribución se ciñe exclusivamente a la Península Ibérica y el Norte de África.
Se trata de una especie que puede superar los 20 m de altura, cuyas hojas son marcescentes, esto es, permanecen en el árbol sin caerse durante el otoño e invierno, para así ser menos atractivos para la fauna y resguardarse del frío, las heladas y el estrés hídrico.
Un árbol con historia
Esta finca agrícola privada recibe el nombre de La Casa de la Vega, tras la que se esconde una intensa historia rodeada de cierto halo de leyenda. En este texto del siglo XIX aparece detallada:
“A medio hora del pueblo, se halla situada la granja agrícola, titulada Casa de la Vega. Tiene seis vecinos y una pequeña Iglesia […] Está situada esta posesión entre hermosos arbolados, viñedo y árboles frutales, comprendiendo también tierras de regadío, montes de chaparro y romero. Se ignora su antigüedad, pero como se sabe que era sitio Real de Doña Juana la Loca, hija de los reyes Católicos, la cual se venía a esta granja a pasar muchas temporadas después de la muerte de su esposo D. Felipe el Hermoso […] sería fundada por los años de 1507, porque Felipe el Hermoso, comenzó a reinar en 1506, y murió antes de finar el año. Todo esto hizo que se extraviase más la razón de la desgraciada Reina, y al reconocer su incapacidad para reinar las Cortes de Castilla, fundarían, para distraerla, la granja que nos ocupa.”
Nomenclátor descriptivo, Geográfico y Estadístico de los pueblos del Obispado de Sigüenza (1886).
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El roble o quejigo de La Casa de la Vega es un excepcional ejemplar de la especie Quercus faginea. También conocido como “roble carrasqueño” o “roble valenciano”, su distribución se ciñe exclusivamente a la Península Ibérica y el Norte de África.
Se trata de una especie que puede superar los 20 m de altura, cuyas hojas son marcescentes, esto es, permanecen en el árbol sin caerse durante el otoño e invierno, para así ser menos atractivos para la fauna y resguardarse del frío, las heladas y el estrés hídrico.
Un árbol con historia
Esta finca agrícola privada recibe el nombre de La Casa de la Vega, tras la que se esconde una intensa historia rodeada de cierto halo de leyenda. En este texto del siglo XIX aparece detallada:
“A medio hora del pueblo, se halla situada la granja agrícola, titulada Casa de la Vega. Tiene seis vecinos y una pequeña Iglesia […] Está situada esta posesión entre hermosos arbolados, viñedo y árboles frutales, comprendiendo también tierras de regadío, montes de chaparro y romero. Se ignora su antigüedad, pero como se sabe que era sitio Real de Doña Juana la Loca, hija de los reyes Católicos, la cual se venía a esta granja a pasar muchas temporadas después de la muerte de su esposo D. Felipe el Hermoso […] sería fundada por los años de 1507, porque Felipe el Hermoso, comenzó a reinar en 1506, y murió antes de finar el año. Todo esto hizo que se extraviase más la razón de la desgraciada Reina, y al reconocer su incapacidad para reinar las Cortes de Castilla, fundarían, para distraerla, la granja que nos ocupa.”
Nomenclátor descriptivo, Geográfico y Estadístico de los pueblos del Obispado de Sigüenza (1886).
Paseo de plataneros que nos lleva hasta el quejigo. |
Para visitarlo hemos de tomar la A-2501 y 4 km. antes de llegar a Embid de Ariza encontraremos el caserío y un cartel indicador del roble. Podemos dejar el vehículo en esta zona y seguir sobre el barranco de la Corregidora junto a una hilera de antiguos chopos cabeceros hasta llegar al río Henar; cruzaremos sobre un inestable tablón, por lo que es recomendable llevar un bastón para asegurarse el paso o llevar unas botas de goma que es lo que yo hice. Tras vadear el río seguimos por una atractiva pista bordeada a ambos lados por magníficos plataneros de sombra para, enseguida, llegar al quejigo que, sin duda, nos sorprenderá.
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