DRONES PARA BOSQUES
De Ecología Verde
Los drones son un invento revolucionario, y solo acaban de nacer. Como es sabido, su utilidad resulta asombrosa en muchos ámbitos, incluyendo sus aplicaciones verdes (...)
Ayudar a frenar la deforestación es una de ellas, tanto en la prevención y detección de incendios. Además, tienen increíbles aplicaciones en la agricultura, -si bien sus resultados no siempre son eco-amigables- y, por lo que nos parece, también pueden darnos grandes alegrías en lo que respecta a la silvicultura, la disciplina que se ocupa del cuidado y explotación de los bosques.
En este caso, se trata de una ambiciosísima apuesta por su cuidado y reforestación, aprovechando la capacidad de los drones para servir como plantadores de árboles a gran escala. Y es que el proyecto de Lauren Fletcher, ingeniero de la Universidad de Oxford, y su equipo no se anda con chiquitas y, según hemos sabido esta semana, pretende plantar más de mil millones de árboles cada año con unos drones diseñados específicamente para esta función.
Acabar con la deforestación en el planeta El objetivo es acabar con la deforestación a pasos agigantados, y hacerlo de una manera práctica e innovadora, aplicando una gran solución a un mal no menor, siguiendo el consejo de la popular frase que aconseja solucionar grandes males, con grandes remedios.
¿Pero, cómo lo harán? Lauren Fletcher, extrabajador de la NASA y líder del proyecto apunta bien alto. Asegura que no descansará hasta reforestar el planeta. ¿Una locura, utopía pura y dura? No lo parece, eso sí, siempre y cuando su plan resulte…
¿Sus armas? Una fe en sí mismo a prueba de bomba y un ejército de drones capaz de sembrar hasta 36.000 semillas cada día. ¿Sus principales bazas? Alcanzar zonas inaccesibles (escarpadas, etc.) gracias a las características de los drones, pequeñas aeronaves sin tripulación que sobrevuelan y actúan allí donde se les ordene.
En cuando al modus operandi, cuando el dron sobrevuela una determinada zona deforestada se le dirige a aquellos puntos más idóneos para dejar las semillas. Para ello el dron se conduce automáticamente siguiendo una serie de indicaciones que resultan de la aplicación de un programa que analiza datos cartográficos en 3D.
Es así como se decide dónde plantar las semillas, disparadas finalmente mediante una lanzadera de aire comprimido, lo que a su vez supone un riesgo de que muchas de ellas no germinen, si bien finalmente se prevé que las cuentas salgan.
La velocidad y automatización del proceso, así como el bajo coste son otras grandes ventajas que le hacen ser optimista y, según sus planes, en unas pocas décadas lo que antes era erial podría convertirse en arboleda, en zonas de nuevo llenas de vida.
Más de mil millones de árboles por año
El proyecto de Fletcher se ha marcado el objetivo de plantar la friolera de mil millones de árboles por año. Un número increíble que parece exagerado, pero puesta en contexto, es decir, teniendo en cuenta la velocidad a la que decrece la masa forestal, simplemente es una cifra razonable.
No en vano, la industria, la agricultura, la urbanización y la minería acaban cada año con más de 26.000 millones de árboles, según datos satelitales del American Geophisical Union (AGU). Solo los bosques tropicales han visto incrementar su destrucción en un 62 por ciento entre 1990 y 2010.
¿Conseguirá Fletcher su propósito? Sea como fuere, aunque no lo haga, quedarse a mitad de camino ya sería un gran logro. No olvidemos que plantar árboles significa crear ecosistemas, con lo que ello supone para la fauna que vive en esas áreas forestales.
De Ecología Verde
Los drones son un invento revolucionario, y solo acaban de nacer. Como es sabido, su utilidad resulta asombrosa en muchos ámbitos, incluyendo sus aplicaciones verdes (...)
Ayudar a frenar la deforestación es una de ellas, tanto en la prevención y detección de incendios. Además, tienen increíbles aplicaciones en la agricultura, -si bien sus resultados no siempre son eco-amigables- y, por lo que nos parece, también pueden darnos grandes alegrías en lo que respecta a la silvicultura, la disciplina que se ocupa del cuidado y explotación de los bosques.
En este caso, se trata de una ambiciosísima apuesta por su cuidado y reforestación, aprovechando la capacidad de los drones para servir como plantadores de árboles a gran escala. Y es que el proyecto de Lauren Fletcher, ingeniero de la Universidad de Oxford, y su equipo no se anda con chiquitas y, según hemos sabido esta semana, pretende plantar más de mil millones de árboles cada año con unos drones diseñados específicamente para esta función.
Acabar con la deforestación en el planeta El objetivo es acabar con la deforestación a pasos agigantados, y hacerlo de una manera práctica e innovadora, aplicando una gran solución a un mal no menor, siguiendo el consejo de la popular frase que aconseja solucionar grandes males, con grandes remedios.
¿Pero, cómo lo harán? Lauren Fletcher, extrabajador de la NASA y líder del proyecto apunta bien alto. Asegura que no descansará hasta reforestar el planeta. ¿Una locura, utopía pura y dura? No lo parece, eso sí, siempre y cuando su plan resulte…
¿Sus armas? Una fe en sí mismo a prueba de bomba y un ejército de drones capaz de sembrar hasta 36.000 semillas cada día. ¿Sus principales bazas? Alcanzar zonas inaccesibles (escarpadas, etc.) gracias a las características de los drones, pequeñas aeronaves sin tripulación que sobrevuelan y actúan allí donde se les ordene.
En cuando al modus operandi, cuando el dron sobrevuela una determinada zona deforestada se le dirige a aquellos puntos más idóneos para dejar las semillas. Para ello el dron se conduce automáticamente siguiendo una serie de indicaciones que resultan de la aplicación de un programa que analiza datos cartográficos en 3D.
Es así como se decide dónde plantar las semillas, disparadas finalmente mediante una lanzadera de aire comprimido, lo que a su vez supone un riesgo de que muchas de ellas no germinen, si bien finalmente se prevé que las cuentas salgan.
La velocidad y automatización del proceso, así como el bajo coste son otras grandes ventajas que le hacen ser optimista y, según sus planes, en unas pocas décadas lo que antes era erial podría convertirse en arboleda, en zonas de nuevo llenas de vida.
Más de mil millones de árboles por año
El proyecto de Fletcher se ha marcado el objetivo de plantar la friolera de mil millones de árboles por año. Un número increíble que parece exagerado, pero puesta en contexto, es decir, teniendo en cuenta la velocidad a la que decrece la masa forestal, simplemente es una cifra razonable.
No en vano, la industria, la agricultura, la urbanización y la minería acaban cada año con más de 26.000 millones de árboles, según datos satelitales del American Geophisical Union (AGU). Solo los bosques tropicales han visto incrementar su destrucción en un 62 por ciento entre 1990 y 2010.
¿Conseguirá Fletcher su propósito? Sea como fuere, aunque no lo haga, quedarse a mitad de camino ya sería un gran logro. No olvidemos que plantar árboles significa crear ecosistemas, con lo que ello supone para la fauna que vive en esas áreas forestales.
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Referencia bibliográfica:
Torres-Sánchez, J. et al. “High-Throughput 3-D Monitoring of Agricultural-Tree Plantations with Unmanned Aerial Vehicle (UAV) Technology”. PLOS ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0130479
Utilizan drones para cartografiar árboles
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) han ideado un nuevo método para obtener datos geométricos en 3D
(área, altura y volumen) de árboles en cultivos leñosos a partir de
imágenes aéreas tomadas por un dron. Los detalles del procedimiento han
sido publicados en la revista PLOS ONE.
Los científicos han puesto
a punto el nuevo método en plantaciones de árboles aislados y en seto.
El sistema es capaz de proyectar cada árbol con un 97% de exactitud y
las desviaciones con los datos de altura y volumen estimados en campo
son mínimas.
Se aplica en dos fases consecutivas: en primer lugar,
se generan modelos digitales de superficie empleando drones y, en
segundo lugar, se emplean técnicas de análisis de imagen basadas en
objetos.
El análisis permite diseñar estrategias óptimas para el manejo del cultivo en la agricultura de precisión
“Hemos trabajado en un cultivo leñoso como el olivar, de gran impacto
en la Cuenca del Mediterráneo y que actualmente es emergente en
numerosas partes del mundo como Chile, California o varias regiones de
China. Cabría destacar que una de las ventajas de nuestra investigación
es que con mínimos ajustes se puede extrapolar a cultivos forestales”,
recalca la investigadora del CSIC Francisca López-Granados, coordinadora
del grupo de investigación IMAPING en el Instituto de Agricultura
Sostenible en Córdoba.
“Mediante esta tecnología es posible
cartografiar una plantación con cientos de árboles de manera muy precisa
y en poco tiempo. Sería, por tanto, una alternativa más eficiente a las
medidas laboriosas e inconsistentes tomadas en campo”, precisa José
Manuel Peña, investigador del mismo instituto. Los mapas
generados, además de proporcionar información detallada del tamaño y
desarrollo de cada árbol, permiten estudiar sus relaciones
geo-espaciales con factores agronómicos de su entorno, como las
propiedades del suelo o la presencia de malas hierbas.
“El
análisis conjunto de esta información permite diseñar estrategias
óptimas de manejo del cultivo en el contexto de la agricultura de
precisión, lo que genera importantes beneficios económicos y
agroambientales”, agrega el investigador del CSIC.
Referencia bibliográfica:
Torres-Sánchez, J. et al. “High-Throughput 3-D Monitoring of Agricultural-Tree Plantations with Unmanned Aerial Vehicle (UAV) Technology”. PLOS ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0130479
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