29 diciembre 2020

Leyenda del Lapacho

LEYENDA DEL LAPACHO
(guayacán, ipé, aranguaney, cortez blanco y amarillo cañahuato, puy, cañada, curarire, palo de arco, apamate, tajy, polvillo, primavera, etc)

      Cuenta la historia, que cuando Dios estaba preparando el mundo, se reunió una tarde con todos los árboles y pidió que cada árbol eligiera la época en la que cada uno de ellos quisiera florecer y así, embellecer la tierra.
      En un estallido de alegría comenzaron todos a gritar: “otoño, verano, primavera!”
      Dios vio que ninguno elegía la estación de invierno, entonces preguntó:
      - ¿Por qué nadie elige la época de invierno?
      Cada uno tenía su razón. ¡Muy seco! ¡muy frío! ¡muchos incendios! ...
      Entonces Dios dijo:
      Necesito al menos un árbol que embelese el invierno, que sea valiente y capaz de enfrentarse al frío, la sequía y las quemas y en ese frío poder embellecer el mundo...
      Se quedaron todos en silencio.
      Fue entonces que un árbol callado y tranquilo al fondo, sacudió sus hojas y dijo:
      -¡Yo voy!...
      Y Dios con una sonrisa preguntó:
      - ¿Cuál es tu nombre?
      ¡Me llamo Lapacho, Señor!
      Los otros árboles quedaron asombrados del coraje del Lapacho y su locura de querer florecer en invierno.
      Entonces Dios dijo:
      - Por atender mi pedido te haré florecer en el invierno no sólo con un color, sino con varios, para que también en invierno, el mundo sea colorido.
      Tendrás diferentes colores y texturas y tu linaje será enorme.
      Y así Dios hizo uno de los más hermosos árboles que da color al invierno. Y así tenemos al Lapacho: blanco, amarillo, amarillo del pantano, amarillo de la hoja lisa, amarillo niebla, rosa, púrpura, morado...




---Fin---

26 diciembre 2020

Animación: Baobab

NICOLAS LOESNER
Baobab

     Cortometraje animado (6'55) realizado en 2012 por Nicolas Loesner, Anaëlle Moreau, Marina Steck, Simon Taroni y Benjamin Tron. Es un cortometraje de graduación para la Supinfocom Rubika Valencienne.
     En un bosque, un mono y una mujer-árbol conviven pacíficamente hasta el día en que el hombre entra en este paraíso escondido y pone de cabeza su destino. El equipo indica que buscaron voluntariamente obtener una especial representación ilustrativa para reforzar el lado onírico de la leyenda.
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23 diciembre 2020

Incendios de Australia

RICARDO VÉLEZ, Ingeniero de Montes
Informe de los profesionales forestales australianos al Senado de su país tras los incendios del verano 2019-2020

      Los grandes incendios forestales son endémicos en Australia. El verano austral, de diciembre a febrero, es la época de peligro en ese país. Siendo tan extenso como toda Europa, el peligro se concentra principalmente en el Este (Nueva Gales del Sur) y en el Sudeste (Victoria), aunque también aparece en el resto de las provincias costeras, pero generalmente con menor intensidad.
      Existe una impresionante base de datos sobre grandes incendios, generalmente concentrados en las provincias citadas. Por ejemplo, en 1938-1939 durante la temporada denominada “Black Friday” ardieron 2 millones de hectáreas, murieron 71 personas y el fuego destruyó 650 edificios. En 2008-2009 en el periodo llamado “Black Saturday” hubo 173 muertos y 2.000 edificios destruidos.
       El reciente verano austral 2019-2020, llamado “Black Summer”, dejó también cifras de daños enormes, con 19 millones de hectáreas recorridas por el fuego, 34 muertos y 6.000 edificios quemados. Asimismo, se calculó que las emisiones de CO2 a la atmósfera por los incendios superaron los 300 millones de toneladas.
Estas terribles cifras han hecho que los poderes públicos se preocuparan desde siempre por desarrollar planes preventivos basados en los conocimientos técnicos disponibles en cada tiempo. Por ejemplo, en 1939 se constituyó lo que allí se llama una “Royal Commission” para analizar el problema y hacer propuestas. Lo mismo ha sucedido este año. Concretamente el Senado australiano ha comenzado a recabar informes que ayuden a revisar las políticas actuales para preparar un futuro plan nacional de acción.
     Uno de los informes principales ha sido presentado conjuntamente por “The Institute of Foresters of
Australia” (que reúne a los forestales profesionales) y los “Australian Forest Growers”(asociación de propietarios de montes comerciales), (en adelante IFA+AFG). 
     Los profesionales muestran su desacuerdo con la afirmación que atribuye los grandes incendios al cambio climático y los presenta como inevitables. El fuego ha estado siempre presente en Australia, como muestra el pirofitismo generalizado de las especies nativas. Los agentes naturales, como sequía y rayos, no son ninguna novedad. 
     IFA+AFG señalan como determinante de la actual gravedad e intensidad de los incendios la creciente acumulación de combustibles forestales en los montes, debida a la insuficiencia de inversiones en selvicultura preventiva, tanto en montes públicos como en privados. Las recomendaciones de las Royal Commissions de 1939 y 2009 se han seguido deficientemente. En ellas, se insistía en el uso del fuego prescrito para reducción de combustibles como técnica más adecuada para trabajar en ecosistemas pirofíticos, típicos de Australia, cuya biodiversidad se mantiene con presencia de fuegos de baja intensidad.
     El fuego prescrito se ha ido limitando al mantenimiento de fajas cortafuegos alrededor de zonas de interfaz urbano-forestal (IUF). Esta medida, que es acertada, resulta insuficiente ante la expansión de la IUF alrededor de las grandes ciudades.
      IAF+AFG se muestran preocupados por la tendencia a tratar los incendios forestales simplemente como emergencias, olvidando la prevención, y concentrando las inversiones en la contratación de costosos medios aéreos, de aplicación limitada en los enormes fuegos, en los que la visibilidad es muy reducida por el humo. Señalan que el exceso de confianza en los medios aéreos reduce la aplicación de las técnicas de ataque terrestre directo e indirecto con brigadas apoyadas por maquinaria pesada. Las operaciones nocturnas también se limitan.
      IAF+AFG solicitan apoyo de los servicios meteorológicos oficiales sin coste tanto para la aplicación de fuego prescrito como para las operaciones de extinción. Solicitan también refuerzo de los programas de investigación sobre selvicultura preventiva incluyendo la utilización del fuego prescrito, así como de los programas de formación de personal y actualización de los equipos de los servicios de emergencias.
      Finalmente, señalan la conveniencia de auditar de qué manera se aplicaron las medidas recomendadas por las Royal Commissions de 1939 y 2009 y las consecuencias positivas y negativas de esa aplicación.

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20 diciembre 2020

Los gigantes de la Hoya del Morcillo, del cronista de Canarias

JUAN GUZMÁN OJEDA, Ing.Téc. Forestal
El Pino Gordo y el Pino Viejo, los gigantes de la Hoya del Morcillo

Venía a decir el pintor naturalista Lucas de Saá en una entrevista realizada en este medio, PELLAGOFIO, que lo que diferencia la autenticidad y la belleza de un bosque radica en la diversidad de formas de cada uno de sus individuos. Sin duda el encanto y el atractivo de un bosque resultan imperceptibles si todos los árboles se asemejan más a un ejército de clones vegetales. El factor tiempo resulta, pues, determinante para la metamorfosis forestal, pero además en esta impronta particular intervienen otra serie de factores: la ubicación, la perturbación (natural o inducida) y la propia genética forestal.
     El pinar canario constituyó una importante fuente de subsistencia; además de maderas y leñas, este ecosistema también proporcionó numerosas tierras de cultivo, explotadas bajo la licencia de los señoríos insulares en islas como El Hierro. Como consecuencia de ello, y especialmente en las zonas más aplaceradas, se creó un intrincado mosaico de restos de pinar natural con amplios claros o calveros.
     La explotación de estos terrenos para el cultivo de cereales y papas comenzó a decrecer a mediados del pasado siglo XX, de hecho la última vez de la que se tiene constancia que se aró la zona de la Hoya del Morcillo, allá por el año 1962, viene prácticamente a coincidir con las primeras repoblaciones llevadas a cabo por la Administración Forestal. Muchos de los antiguos terrenos de cultivo fueron reforestados con pino canario –siempre con origen genético de Tenerife– desarrollándose parcelas con alta densidad, lo que ha impedido en gran parte la regeneración natural del pinar bimbache. 

El pino viejo se caracteriza por una fuerte inclinación hacia el este 
     La zona recreativa de la Hoya del Morcillo, una de las más extensas de Canarias, se localiza dentro del Parque Rural de Frontera, en el joven municipio de El Pinar. Sus antiguas zonas agrícolas no llegaron a repoblarse, existiendo hoy extensos descampados que prestan sus servicios para el ocio: zonas de acampada, fogones y cocinas, campo de fútbol, área de juegos infantiles, pistas de petanca y hasta terreros de luchas con marcadores rústicos y lavabos de madera.

El centenario con más ramas
     
Entre los restos de pinar natural que rodean este equipamiento público perviven dos individuos singulares de morfologías irrepetibles, nos referimos al Pino Gordo (27º 42´51″ N y 17º 59´ 44″ W) y al Pino Viejo (27º 42´ 49″ N y 17º 59´ 45″ W). Imaginamos un pasado en el que ambos ejemplares, separados apenas 90 metros, sobresalían sobre un paisaje donde sólo unos pocos y respetados “árboles padre” rompían la monotonía de los campos de cultivo. Sin duda, con el tiempo esta perturbación inducida terminó por definir sus crecimientos y morfología evolutiva.
    
El Pino Gordo del Morcillo es posiblemente uno de los centenarios Pinus canariensis que más ramas bajas conserva. Se trata de un tremendo ejemplar cuyas dimensiones ridiculizan la escala del mobiliario rústico que se dispone junto a su base. Por su aspecto deducimos que este soberbio árbol vivió prácticamente en solitario durante muchos años, recibiendo continuos “baños de luz”. Sus ramas bajas serpentean en el aire, sobre todo en la cara sureste, concediéndole una estampa sin igual. En vertical, se ramifica a tres metros, en tres imponentes pernadas que tocan cielo a una altura de 35 metros. El radio de copa es ancho, próximo a los 10 metros, mientras que su perímetro (a 1,30 m) ronda los 6 metros.
    
Por su parte el Pino Viejo, con 30 metros de altura, presenta un aspecto muy diferente. Dicho árbol se caracteriza por la fuerte inclinación hacia el este que presenta su fuste. Al parecer no siempre fue así, ya que a dos metros de altura queda el hueco de inserción de una gruesa rama que partía hacia el oeste. Es muy probable que este enorme pino tuviera la competencia de otros individuos en dirección oeste, mientras que hacia el este el territorio se encontraba despejado, seguramente por coincidir con tierras de labor. Esta circunstancia provocó su carrera hacia la dirección de salida del sol.
    
Sorprende también su particular sección acuminada, como si fuera el lomo de un Triceratops, así como su grotesca y a la vez majestuosa copa donde las henchidas ramas describen geometrías y trazos rectilíneos. Su radio de copa es muy amplio, mientras que su perímetro, sobre los cinco metros, es sólo un poco inferior al del Pino Gordo.
    
A juzgar por sus topónimos, el Pino Viejo parece tener menor superficie foliar, con débiles rebrotes en muchas partes y también piñas de reducido tamaño. Es posible que el Pino Viejo tenga algo más de edad, pero a buen seguro entre ambos sumen más de mil años, pudiendo perfectamente pertenecer al distinguido elenco de los árboles prehispánicos de Canarias.
    
Ambos ejemplares comparten en común el hecho de acumular acículas secas (pinocha o pinillo, según la provincia canaria) atrapadas en sus ramas altas. Dicha circunstancia, así como carecer de cortezas negruzcas, delatan que llevan mucho tiempo escapando de los incendios. Incendios con fatales consecuencias.
     
Los incendios forestales han traído fatales consecuencias para los ejemplares adultos de esta isla. A los daños biomecánicos causados por el fuego, más intensos si logra penetrar a la tea interior, suelen asociarse los ataques de la defoliadora Calliteara fortunata, oruga de vivos colores azules y rojizos más conocida como “lagarta del pinar”. Tras los incendios de 1990 y de 2006 han perecido muchos pinos centenarios, la supervivencia de los que fueron mordidos por el fuego constituye un admirable fenómeno de desafío y resistencia.
    
Tan digna de aplaudir como interesante es la iniciativa del Proyecto Nisdafe, buscando catalogar y salvaguardar los viejos centenarios bimbaches, así como estudiar y conservar su genética.
    
En el Área Recreativa de la Hoya del Morcillo el olor de los fogones se mezcla con los aromas resineros del pinar, pero ha sido precisamente este uso público y sus cortafuegos funcionales los que han protegido del fuego a nuestros dos gigantes. Si tienes oportunidad no dejes de tumbarte bajo ellos y déjate llevar por la especial tranquilidad del momento, eso sí, ten cuidado con los cuervos que seguro que se te aproximan, no vienen a por ti porque estés inmóvil, vienen a pedirte comida porque últimamente están hechos unos revoltosos, atrevidos y confianzudos animalitos.
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