21 junio 2025

VIRGINIA MARTÍN, en Diario de Burgos (junio2025)
Dolor en este pequeño pueblo de Burgos: Se talan seis de sus diez robles centenarios

Los vecinos de Tolbaños de Abajo lloran la "retirada" de los ejemplares que luchaban por proteger desde hace un año. Se han talado para ampliar la carretera que une a la localidad con Tolbaños de Arriba. Personalidades como la Baronesa Thyssen habían mandado su apoyo a la plataforma, que vuelve a concentrarse mañana jueves a las 20 horas frente a la Diputación.  

     Adiós a los gigantes verdes. Tolbaños de Abajo llora la pérdida de seis de los diez robles centenarios que trataba de proteger desde hace un año. Y es que tras la comunicación, el pasado 9 de junio, del cierre de la carretera que une Tolbaños de Abajo y Tolbaños de Arriba, la plataforma ‘Salvemos a los Robles Centenarios de Tolbaños de Abajo’ ha anunciado que el pasado martes 17 de junio «han derribado los primeros robles centenarios sin que se haya recibido respuesta a las distintas reivindicaciones».

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19 junio 2025

El futuro del Castaño

UNIVERSIDAD DE OVIEDO, marzo 2025
El cambio climático amenaza al castaño en la Península Ibérica
El investigador Pedro Álvarez, de la Universidad de Oviedo, junto a un castaño.

El castaño europeo (Castanea sativa), una de las especies nativas más emblemáticas de la Península Ibérica, fue inicialmente promovido por griegos y romanos debido a su alto valor alimenticio y forestal, aunque no fue hasta la Edad Media cuando su cultivo se consolidó como una práctica habitual en muchos sistemas agroforestales, ya que proporcionaba madera de alta calidad y frutos básicos para las comunidades rurales. A lo largo de los siglos, ha mantenido un papel relevante en los ecosistemas ibéricos y en la economía local, pero el impacto del cambio climático podría poner en jaque su distribución y capacidad productiva en las próximas décadas.
     Un estudio publicado en la revista Frontiers in Forests and Global Change y en el que participan investigadores de la Universidad de Oviedo, de la Universidad de Santiago de Compostela, del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo, CSIC, Principado de Asturias), de la Universidad de Granada y de la Fundación Oso Pardo ha evaluado la idoneidad del hábitat del castaño hasta el año 2100 bajo diferentes escenarios climáticos. Los resultados anticipan una tendencia a la reducción de esa idoneidad, con pérdidas más pronunciadas en las regiones mediterráneas, mientras que las zonas atlánticas presentan una mayor resiliencia.
     Pedro Álvarez, profesor del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, subraya que el hábitat idóneo del castaño está estrechamente vinculado a regiones húmedas, con precipitaciones anuales superiores a ochocientos litros por metro cuadrado y temperaturas medias de entre diez y quince grados centígrados. Estas condiciones se encuentran en la actualidad principalmente en el norte de la Península Ibérica. “Las proyecciones climáticas de nuestro estudio indican que el hábitat idóneo para el castaño sufrirá una reducción progresiva en las próximas décadas, especialmente en las regiones mediterráneas, donde el aumento de temperaturas y la disminución de precipitaciones limitarán su capacidad de supervivencia”, apunta este investigador.
     En cambio, “las regiones atlánticas, con mayores niveles de humedad, muestran una mayor resiliencia frente al cambio climático, aunque el castaño podría verse afectado por la competencia con otras especies más adaptadas a las nuevas condiciones”, añade. Como consecuencia, se estima que el castaño experimentará un desplazamiento altitudinal de unos sesenta metros de media, migrando hacia zonas más elevadas donde las condiciones ambientales sean más favorables.

¿Cómo asegurar su supervivencia?
     El estudio, publicado en una de las revistas de más impacto en su área del conocimiento, también destaca la necesidad de estrategias de mitigación y adaptación para asegurar la supervivencia del castaño en la Península Ibérica. Entre las principales medidas recomendadas por sus autores se encuentran la selección genética de variedades más resistentes a la sequía y a temperaturas extremas, el manejo eficiente del agua en plantaciones agroforestales y la restauración de ecosistemas forestales degradados. “Estas acciones serán fundamentales para garantizar la sostenibilidad del castaño a largo plazo y preservar su papel en la biodiversidad y en la economía rural de muchas regiones ibéricas”, apunta el profesor de la Universidad de Oviedo.

Rodal de castaños sometidos a podas periódicas.

     El castaño no sólo representa una fuente de recursos madereros y alimentarios, sino que también desempeña un papel clave en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas forestales. Los autores del trabajo explican que su declive podría generar cambios en la composición de los bosques y en la disponibilidad de hábitats para diversas especies, lo que afectaría tanto a la flora como a la fauna dependiente de estos ecosistemas. Por ello, la investigación y el desarrollo de estrategias de conservación y adaptación se presentan como un reto prioritario para científicos, gestores forestales y comunidades rurales que dependen de este recurso.

     Este estudio se ha realizado en el marco del proyecto LIFE19 NAT/ES/000913 "Osos con Futuro", financiado por la Unión Europea y coordinado por la Fundación Oso Pardo. También ha recibido apoyo financiero adicional del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España.

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Estudio de referencia:
Pedro Álvarez-Álvarez y otros autores (2025). Impact of climate change over distribution and potential range of chestnut in the Iberian Peninsula. Frontiers in Forest and Global Change, 8: 1561027. DOI: 10.3389/ffgc.2025.1561027

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16 junio 2025

CATHERINE CONTRERAS, en El Comercio, 2017
La historia del Olivo que plantó San Martín de Porres y que sigue de pie en El Olivar


El estudio de la Universidad Politécnica de Madrid certifica que tiene 374 años: el árbol que plantó San Martín de Porres sigue de pie en el bosque de San Isidro
Gianfranco Vargas encontró el olivo que plantó el santo limeño y cuyo tronco mide 7,3 metros de perímetro.

En busca de los olivos patrimoniales de América del Sur, el experto oleícola Gianfranco Vargas Flores inició hace más de un año una investigación sobre los orígenes y expansión de esta planta por el Virreinato del Perú. Desde Lima hasta Azapa (norte de Chile) recorrió olivares y en esta búsqueda la historia de los árboles de aceituna que plantó San Martín de Porres llamó su atención.
     Vargas se remite a los documentos de beatificación del santo, en los que el asistente del fraile (Juan Vázquez Parra) brinda su testimonio sobre un hecho milagroso: en el mes de agosto de 1637, Martín y Juancho se trasladaron a la hacienda de Limatambo (hoy El Olivar), donde plantaron 700 esquejes de olivo en 15 días. Sucedió que las ramas verdearon al tercer día, hecho mágico por lo que se le consideró taumaturgo (milagroso).
     Tras sus pesquisas, Vargas considera que tales esquejes provendrían de unos olivos madre que fueron plantados y luego talados en el Club Revólver, en el Rímac, donde este año se celebrará la feria Mistura. “Antes en esa zona del Convento de los Descalzos se ubicaba la huerta de Gonzalo Guillén, el primer agricultor español que vivió en Lima”, apunta el investigador de la Universidad San Martín de Porres, quien con la ayuda del Laboratorio de Dasometría de la Universidad Politécnica de Madrid ha logrado identificar y certificar el olivo centenario plantado por el santo limeño.
     Sucede en las parras y en los olivos que el grosor del tronco revela su antigüedad. Tras medir más de 1.700 árboles de El Olivar de San Isidro, Vargas Flores se percató de uno cuyo perímetro troncal era de más de 7,3 metros. Su antigüedad era evidente. Tras realizar estimaciones métricas y otros cálculos de la masa arbórea del viejo olivo, el laboratorio español certificó que el árbol en cuestión tiene una “edad estimada en 374 años, siendo su fecha de origen aproximado el año 1643 d.C.”, según indica el documento. Vargas y la ciencia concluyen, entonces, que este árbol sería uno de esos esquejes que plantó San Martín.
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13 junio 2025

Los jardineros que no aman a los árboles

De "LosÁrbolesMágicos"
Los peligros de tapar los alcorques de árboles urbanos con caucho.

Los árboles urbanos son un componente vital de nuestras ciudades, proporcionando sombra, purificando el aire y mejorando el paisaje urbano. Sin embargo, en muchos entornos urbanos, es común encontrar que los alcorques, el espacio que rodea la base de los árboles, están cubiertos con materiales artificiales, como caucho poroso. Aunque esta práctica puede parecer una solución conveniente, tiene efectos negativos significativos para la salud y el crecimiento de los árboles, así como para el bienestar de las personas y el medio ambiente en general.

La importancia de los alcorques para los árboles urbanos

Los alcorques juegan un papel crucial en el bienestar de los árboles urbanos. Estas áreas alrededor de las bases de los árboles permiten el acceso al oxígeno, agua y nutrientes esenciales para el sistema de raíces. Además, proporcionan espacio para que el agua de lluvia penetre en el suelo, lo que es especialmente importante en entornos urbanos, donde el pavimento y las superficies impermeables evitan que el agua se infiltre naturalmente.

Los alcorques también permiten que las raíces respiren y se expandan libremente, lo que favorece el crecimiento saludable del árbol. Cuando se cubren con materiales como caucho poroso, se crea una barrera artificial que restringe el acceso del aire y el agua al sistema de raíces del árbol, afectando negativamente su crecimiento y desarrollo.

Problemas asociados con el caucho poroso en alcorques

Aunque el caucho poroso se comercializa como una solución permeable que permite el paso del agua y el aire, no es una opción adecuada para cubrir los alcorques de árboles urbanos. Estos son algunos de los problemas asociados con su uso:

1. Compactación del suelo: Con el tiempo, el peso de las personas y vehículos que transitan sobre el caucho poroso puede compactar el suelo debajo, reduciendo aún más la capacidad del suelo para retener agua y permitir que las raíces respiren.

2. Acumulación de calor: El caucho poroso puede retener y reflejar el calor, lo que aumenta la temperatura del suelo y del área circundante. Esto crea un microclima hostil para el árbol y dificulta su supervivencia, especialmente en períodos de altas temperaturas.

3. Escorrentía del agua: Aunque el caucho poroso es permeable, la superficie impermeable que generalmente lo sostiene, como el asfalto, impide que el agua de lluvia se infiltre adecuadamente en el suelo. Esto conduce a una mayor escorrentía y menos recarga de las reservas subterráneas de agua.

4. Limitación del crecimiento de las raíces: El caucho poroso puede restringir el crecimiento y la expansión natural de las raíces del árbol, lo que resulta en un sistema de raíces débil y poco desarrollado. Esto hace que los árboles sean más susceptibles a la caída en condiciones de viento fuerte o tormentas.

5. Contaminación del suelo: Al descomponerse con el tiempo, el caucho puede liberar compuestos tóxicos y contaminantes en el suelo, afectando negativamente la calidad del suelo y, por ende, la salud del árbol y la vida microbiana.

 

Alternativas más saludables

En lugar de cubrir los alcorques con caucho poroso u otros materiales artificiales, es fundamental buscar alternativas más amigables con los árboles y el medio ambiente:

1. Mantillo orgánico: Utilizar mantillo orgánico, como corteza de árbol o compost, proporciona una capa protectora alrededor del árbol que ayuda a conservar la humedad del suelo, evita la compactación y favorece el desarrollo de la vida microbiana beneficiosa.

2. Pavimentos permeables: En zonas donde sea necesario un pavimento, optar por materiales permeables que permitan la infiltración del agua en el suelo, como adoquines permeables o materiales porosos específicamente diseñados para áreas arboladas.

3. Mejora del diseño urbano: Planificar adecuadamente los espacios urbanos para incluir áreas verdes bien diseñadas con alcorques adecuados. Esto permitirá el crecimiento saludable de los árboles y mejorará la calidad de vida de los ciudadanos.

4. Educación y concienciación: Sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de mantener alcorques libres de materiales artificiales y la relevancia de proteger y cuidar los árboles urbanos.

Conclusión

Tapar los alcorques de árboles urbanos con caucho poroso puede parecer una solución conveniente, pero tiene consecuencias perjudiciales para los árboles y el medio ambiente. La preservación y el bienestar de los árboles urbanos son fundamentales para garantizar la sostenibilidad y la calidad de vida en las ciudades. Optar por alternativas más saludables, como el uso de mantillo orgánico y pavimentos permeables, es esencial para proteger nuestros árboles y contribuir a la creación de ciudades más verdes y sostenibles.

10 junio 2025

La amenaza de la "Xylella fastidiosa"

BETH MOON, (EE.UU.)
Titans

Prensa de oliva

Apulian-Trullo

Ugento III

UgentoII

Ugento I

Tricasse II

Tricasse I
Tripuzzi

Struda II

Struda I

Specchia

Scorrano

Nardo II

Nardo I

Lecca II
Felline

Casarano II

Casarano I

Alliste II

Alliste I

En 2015 visité muchos olivares antiguos en Italia. La provincia de Lecce es conocida por tener los árboles más longevos. Los olivares, accesibles por senderos de piedra o caminos de herradura, transmiten una sensación de pasado. Aquí, el paisaje habla en un lenguaje de orígenes: los restos de un muro de piedra desmoronado sugieren ausencia, mientras que el paisaje más allá se puede ver a través de los agujeros de un tronco ahuecado, creando una presencia dramática.
     Viajé a muchos pueblos de Apulia, desde Alliste hasta Struda, Scorrano, Tricasse, Ugento, Nardo y otros. Es fácil identificar los árboles más antiguos; algunos tienen troncos vacíos, tan grandes como cuevas, que muestran protuberancias y ondulaciones que los árboles antiguos acumulan con el tiempo. De formas expresivas, los árboles se extienden en formas salvajes y extrañamente retorcidas.
     Me encogí de hombros al oír hablar de una infección bacteriana. Era difícil creer que estos árboles fuertes y resistentes pudieran estar afectados. Muchos han vivido más de mil años, y aún dan fruto a pesar de su edad.
     Pero sin que los agricultores lo supieran, las manchas de los prados se multiplicaban rápidamente. Estos insectos transportan una multitud de diminutas partículas, un ejército invisible identificado como Xylella fastidiosa, que infecta cada árbol del que se alimentan. Para finales de año, se informó que más de un millón de olivos en la península de Salento estaban infectados.
     Muchos olivares estaban devastados. Algunos árboles parecían quemados, con hojas marrones y ramas muertas. En un intento por contener la propagación del virus al norte de Europa, el gobierno ordenó a los agricultores talar sus árboles patrimoniales, lo que resultó en una catástrofe económica y desolación.
     Estaba sentada en mi escritorio revisando todas las fotos de los árboles cuando escuché la noticia.

Apilo las hojas de miniaturas en un cajón y lo cierro.

     El olivo es el árbol de un pintor. Entiendo por qué Van Gogh consideraba sagrados los olivos. Creía que simbolizaban el ciclo de la vida y que las personas podían conectar con lo divino al comunicarse con la naturaleza. Fascinado por los colores siempre cambiantes, Van Gogh pintó dieciocho lienzos de olivos. Pero no estaba solo. Matisse, Monet, Degas, Sargent y Dalí también sentían pasión por este árbol.
      A menudo encuentro inspiración en pinturas del pasado. Durante siglos, los artistas han adoptado el uso de la luz para plasmar simbolismo en sus lienzos. Se dice que el halo se originó con el dios del sol, Apolo. Héroes, reyes, dioses y personas con gran poder solían ser representados con una luz brillante, resplandeciente y radiante. Este uso de la luz también se usaba como atributo para figuras religiosas y santos, y en ocasiones se otorgaba a ángeles.
     El cambio climático altera el equilibrio de la naturaleza de muchas maneras. Llega tan silencioso como un ladrón, con consecuencias devastadoras y la pérdida de especies y patrimonio cultural.

La pérdida de estos árboles en el mundo desgarra el alma.

     Algunas noches, cuando no puedo dormir, abro el cajón, saco las hojas de contacto y las extiendo sobre la mesa. Los recuerdos de Apulia inundan mi mente. Una tarde, un orgulloso granjero me recibió en su huerto con una tetera y un mantel. Nos sentamos en el césped, a la sombra de uno de sus árboles más antiguos. La luz moteada se filtraba a través de las hojas plateadas, brillantes como diamantes, y pensé: así debe ser el cielo.
     Siete años después, saco las fotos de los olivos. En un intento de controlar lo incontrolable, elijo una de las imágenes y hago una impresión de prueba en papel japonés finísimo. Es un gesto sencillo, un intento de recuperar mi autonomía. El papel es muy frágil. Pinto adhesivo en el reverso y aplico láminas de pan de plata.
     Observo la impresión. Al caer la luz sobre el árbol, un resplandor plateado celestial se revela entre los reflejos.

¿Un héroe, un dios o un rey? No puedo decidirme.

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