08 agosto 2017

JULIO LLAMAZARES (León, 1955)
Árboles
 
La gente se ha ido concienciando ya de la necesidad de proteger la fauna en peligro pero no tanto de hacer lo mismo con nuestros bosques
Copa de las hayas del Hayedo de Montejo, en la Sierra del Rincón, Madrid.
     Mientras que, como cada verano, el fuego convierte en cenizas parte de la masa forestal de un país que no está sobrado de árboles, una nueva enfermedad acaba de hacer su aparición en la península Ibérica amenazando con diezmar diversas especies, los almendros y olivos entre ellas, como antes sucedió con las palmeras, que hoy aparecen decapitadas por miles en nuestros paseos marítimos y jardines, y antes aún con los olmos, que desaparecieron en su totalidad por culpa de la grafiosis, incluido aquél al que el portugués Miguel Torga dedicó uno de sus más bellos poemas:
“Na terra onde nascí há um só poeta / Os meus versos sâo folhas dos seus ramos…” (En la tierra donde nací sólo hay un poeta / Mis versos son hojas de sus ramas).
     La nueva enfermedad arboricida tiene un nombre pintoresco, xylella fastidiosa,pero de gracioso poco. Los agricultores y responsables de Agricultura de Alicante, que es donde se ha detectado el brote, están muy preocupados por cómo pueda afectar a sus diversas especies de árboles y los de Andalucía más: en la región de Apulia, en Italia, que es de donde procede el brote, tuvieron que arrancar más de dos millones de olivos por culpa de la enfermedad.
     La afectación sucesiva de especies arbóreas por diferentes plagas y enfermedades preocupa a los agricultores pero no parece quitarle el sueño al resto de la población, la urbana en especial, para gran parte de la cual los árboles son sólo adornos o, en el mejor de los casos, una compañía agradable cuando el calor aprieta con fuerza y obliga a buscar la sombra. La gente se ha ido concienciando ya de la necesidad de proteger la fauna en peligro, pero no tanto de hacer lo mismo con nuestros bosques.
     Y eso en un país donde el desierto avanza imparable día tras día no deja de ser una irresponsabilidad que habría que trasladar a cada uno de nosotros y no sólo a aquéllos que con su negligencia o acción delictiva provocan incendios o a los que con su analfabetismo paleto arrancaron del borde de las carreteras los miles de chopos que, como en Francia siguen haciendo, les daban sombra con el argumento de su peligrosidad. Porque todos somos responsables de que en España el árbol se siga considerando un adorno si no da fruto o dinero, como sucede con el paisaje en sí.
     ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que comprendamos la dimensión de la frase del poeta francés Claude Bobin que yo le leí a otro poeta, mi paisano y amigo José Antonio Llamas: “Me gusta apoyar la mano en el tronco de un árbol no para asegurarme de su existencia sino de la mía”?

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05 agosto 2017

JEAN GIONO (Francia, 1895-1970)

      La novela de Jean Giono, "El hombre que plantaba árboles", fue escrita alrededor de 1953, es poco conocida en Francia. El texto se pudo recuperar gracias a que contrariamente a lo que sucede en Francia, la historia ha sido ampliamente difundida en el mundo entero y ha sido traducida a trece idiomas. Lo que ha contribuido también a que se hayan hecho numerosas preguntas alrededor de la personalidad de Eleazar Bouffier y sobre de los bosques de Vergins. Si bien es cierto que el hombre que plantó los árboles es un simple producto de la imaginación del autor, es importante aclarar que, efectivamente, en esta región se realizó un enorme esfuerzo de reforestación, sobretodo a partir de 1880. Cien mil hectáreas habían sido reforestadas antes de la Primera Guerra Mundial utilizando, predominantemente, pino negro de Austria y sotobosque europeo. Actualmente estos bosques son bellísimos y han transformado el paisaje y el régimen de las aguas de esta región.
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    Carta que JEAN GIONO escribió al director del Departamento de Aguas y Bosques, el señor Valderyon, en 1957 haciendo referencia a su novela.

     Querido Señor:
     Siento mucho decepcionarlo, pero Eleazar Bouffier es un personaje inventado. El objetivo de esta historia es el de hacer amar a los árboles, o con mayor precisión: hacer amar plantar árboles (lo que después de todo, es una de mis ideas más preciadas). O, si se considera por el resultado; el objetivo es obtener el mismo resultado de nuestro personaje imaginario.
     El texto que usted ha leído en "Trees and life" ha sido traducido al Danés, Finés, Sueco, Noruego, Inglés, Alemán, Ruso, Checoslovaco, Húngaro, Español, Italiano, Yddish y Polaco. Cedo mis derechos gratuitamente a todas las reproducciones. Un americano me ha buscado recientemente para solicitarme la autorización para hacer un tiraje de 100 000 ejemplares del texto que van a ser repartidas gratuitamente en América (algo que tengo bien entendido y aceptado). La Universidad de Zagreb ha hecho una traducción al Yugoslavo.
      Este es uno de los textos que he escrito de los que me siento más orgulloso, porque cumple con la función para la que fue escrito. Dicho sea de paso, esta historia no me aporta ningún céntimo. Si a usted le es posible, me encantaría que pudiéramos reunirnos para hablar precisamente de la utilización práctica de este texto. Yo considero que es ya el tiempo de que hagamos una política favorable al árbol, a pesar de que la palabra política parezca bastante mal adaptada.

Muy cordialmente
Jean Giono
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02 agosto 2017

ABC Natural, (Ministerio Agricultura)
Una sequía generalizada amenaza a todos los bosques


     Los bosques de todo el mundo corren el riesgo de morir debido a la sequía generalizada, según han encontrado investigadores de la Universidad de Stirling, en Reino Unido. Su análisis, publicado en la revista Ecology Letters, sugiere que los bosques están en riesgo de manera global debido a la mayor frecuencia y gravedad de las sequías. El estudio encontró una respuesta similar en árboles en todo el mundo, donde la muerte aumenta de manera consistente con el incremento de la severidad de la sequía.
     La doctora Sarah Greenwood, investigadora postdoctoral en la Facultad de Ciencias Naturales de Stirling, alerta: «Podemos ver que la muerte de los árboles causada por la sequía es consistente en diferentes ambientes alrededor del mundo. Los bosques templados, como los que encontramos en toda Europa, tendrán en gran medida la misma respuesta a la sequía y sufrirán inevitablemente como resultado del incremento de las temperaturas y los cambios en los patrones de lluvias en la Tierra».
      Los científicos de este trabajo encontraron características específicas y variadas en diferentes tipos de árboles que pueden alterar su resistencia a la sequía. Las especies con madera más densa y hojas más pequeñas y más gruesas tienden a desenvolverse mejor durante periodos prolongados inusualmente secos.
      «Al identificar los rasgos específicos en los árboles que determinan el riesgo de sequía, podemos comprender mejor los patrones globales de mortalidad de los árboles y cómo están reaccionando los bosques del mundo al aumento de las temperaturas y la reducción de las lluvias», subraya el coautor Alastair Jump, profesor de Ecología en Stirling.
      «A medida que la temperatura del planeta continúa subiendo, la mortalidad de los árboles afectará a más bosques que nunca. Los bosques almacenan una cantidad sustancial del carbono del mundo y la muerte de los árboles elevará el calentamiento global futuro. Esto tiene implicaciones muy significativas para entender completamente el impacto del cambio climático en nuestro planeta», concluye.
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30 julio 2017

ERIK STOKSTAD
Pueblos precolombinos dieron forma a la actual selva amazónica