7/06/2020

El olivo de Can Det, Premio AEMO 2020

AEMO, Asociación Española de Municipios del Olivo
El olivo de Can Det, Mallorca, mejor olivo monumental 2020

     El árbol esta enclavado entre bancales ancestrales de piedra seca y su fabulosa estampa emerge en un paraje único, el Vale de Sóller, donde se cultiva el olivo desde que fuera introducido por Fenicios y Griegos.
     El municipio de Fornalutx, situado en el norte la Isla de Mallorca, ha visto reconocido a uno de sus hijos más ilustres, un ser vivo que probablemente supere los 1.100 años de vida, un olivo fenomenal de la variedad autóctona Empeltre Mallorquina, que ha sido elegido por el jurado de expertos de AEMO como el Mejor Olivo Monumental de España 2020.
    Aferrado a la tierra por una peana espectacular que extiende sus leñosas raíces ancestrales en una gran superficie, emerge su tronco único, de más de 6.5 metros de perímetro, el cual dibuja una excelsa figura de gran volumen y de trazos imposibles. Tronco poblado de gruesas yemas que se alternan con bellas cavidades negras que solo se explican por la evolución de esta planta a través de los siglos.
   Los olivos ancestrales siempre encierran el misterio de como un ser vivo se atreve a retar a la eternidad, de como una planta, por donde discurre la savia viva siglo tras siglo, es capaz de sobrevivir a unas y otras civilizaciones.
     Probablemente el olivo de Can Det fue plantado por los musulmanes, allá por el siglo IX, y fuera testigo directo de la reconquista de la isla por las tropas cristianas en el siglo XIII. Seguramente también el olivo de Can Det vio discurrir por sus bancales a las gentes del emergente Reino de Aragón en su plenitud y, ya en el siglo XX, también este árbol consiguió sobrevivir a la crisis del olivar en Mallorca donde muchos de sus hermanos fueron arrancados. Y ya hoy, en pleno siglo XXI, el olivo sigue aportando cosecha gracias al cuidado y mimo de sus propietarios, la familia Deya Canals, que moltura sus frescas aceitunas en el último molino de prensa de la Isla, el Molino de Can Det.
    La cordillera montañosa Serra de Tramuntana, donde vegeta nuestro ejemplar, ha sido declarada recientemente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en su categoría de Paisaje Cultural, y más concretamente el Vale de Sóller, hábitat del Olivo de Can Det, se compone de impresionantes bancales de piedra seca donde nuestro protagonista esta escoltado por otros fabulosos ejemplares de parecido tamaño.
     El jurado de AEMO ha sido dirigido por la Dra. Angjelina Belaj, prestigiosa investigadora genetista que dirige el Banco Mundial de Germoplasma de olivos del IFAPA de Córdoba, reserva genética donde vegetan más de 1.000 entradas procedentes de todo el Arco Mediterráneo.
https://www.aemo.es/page/historial-de-premios-olivos
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7/04/2020

Canciones de los árboles

DAVID GEORGE HASKELL
Canciones de los árboles

      En su anterior libro, David George Haskell narraba lo que vio, oyó y sintió tras pasarse un año entero sentándose cada día en la misma piedra del mismo bosque. Inesperadamente, ese libro le hizo ganar fama mundial y los premios más prestigiosos, además de miles de lectores en todos los idiomas.
      En este segundo libro, Haskell sigue mirando y escuchando, pero recorre el mundo para relatar las historias de una docena de árboles muy distintos entre sí: en reservas naturales, en parques urbanos, en las aceras de la metrópolis o en un montecillo japonés, encuentra el sonido de la naturaleza comunicándose y creando lo que él llama "la comunidad de los seres vivos". Y con su característica mezcla de poesía y ciencia, nos habla de raíces y recuerdos, de luz y de gravedad, de clima y de minerales, de conservación y de destrucción, y finalmente de lo que importa: de la comunidad de los seres vivos, vinculados por las historias fascinantes que nos cuentan los árboles.
      David George Haskell, biólogo y poeta, es profesor en la University of the South y autor de varios ensayos de divulgación científica. Vive en Sewanee (Tennessee), donde él y su esposa gestionan una finca dedicada a la agricultura orgánica.
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7/02/2020

Itinerario de los "matusalenes"

1958, meses antes de morir
EDMUND SCHULMAN (1908-1958), descubridor del “ITINERARIO DE LOS MATUSALENES


"... los pinos más viejos llevan en cierto modo muriéndose dos mil años o incluso más. En la actualidad poseen tan sólo una estrecha porción de la corteza de los tejidos vitales que antaño los recubrieron por completo. En realidad, el proceso de muerte de estos ejemplares se va volviendo cada vez más lento y es probable que algunos de ellos mantengan un buen aspecto durante al menos otros cinco siglos. Pero dudo que puedan vivir mucho más..."

     Hace setenta años quién podía imaginar con que los árboles pudieran vivir durante más de 1000 años y, mucho menos, 4.000, además como seres atormentados y retorcidos en lo alto de las áridas montañas del desierto. Todo eso cambió en 1953, cuando el dendrocronólogo de la UA Edmund Schulman decidió seguir un consejo que había recibido de un ranger del Inyo National Forest, en White Mountains, California. Después de una temporada de campo en Idaho, Schulman fue a explorar algunos árboles en las White Mountains. 
     Había pasado los 20 años anteriores recorriendo las montañas occidentales en busca de árboles antiguos. Continuando el trabajo de A.E. ​​Douglass, quien fundó el Laboratorio de Investigación de Anillos de Árbol de la U. Arizona, Schulman estaba buscando árboles marcadores del clima, estaciones meteorológicas biológicas que habrían estado acumulando datos climáticos en silencio durante siglos. Douglass, que fue el mentor de Schulman, descubrió la dendrocronología (literalmente, "el clima registrado en el árbol") como una forma de descubrir los misterios de los climas antiguos.
El Patriarca, en Inyo Nat. Forest, el ser más grande, no el más viejo
      Entonces, en 1953, Schulman subió a más de 2.500 m en las White Mountains y registró los anillos de crecimiento del pino de bristlecone más grande del mundo: el Árbol del Patriarca. Contó sus anillos y vio que tenía unos 1.500 años. Varios de los vecinos del Patriarca también estaban en este rango. Para deleite adicional, Schulman descubrió que estos supervivientes doblados y maltratados eran mejores para registrar datos climáticos que los flexibles pinos que había estado estudiando en Idaho.
      Al año siguiente cuando la nieve se derritió en las montañas y comenzó la temporada trabajo de campo de 1954 y posterior 1955, Schulman volvió a buscar árboles aún más antiguos. "Para 1956, sabíamos con certeza que teníamos árboles, aunque pareciera increíble, de más de 4.000 años,", escribió Schulman en 1957, un año crucial en su vida.
     En el verano de 1957, Schulman y su asistente, "Spade" Cooley, descubrieron Pine Alpha y otros 16 bristlecones que databan de, al menos, 4.000 años. Nueve de estos crecen en un área que llamaron Paseo de Matusalén, que incluye el árbol vivo más antiguo conocido del mundo de 5,000 años que llamaron Matusalén.
      Schulman tenía planes para un estudio más exhaustivo de los árboles vivos y de la madera de los muertos, aún de mayor tamaño, que esperaba estudiarlos en la temporada de 1958. Pero a principios de 1958, a los 49 años, Schulman murió de un ataque cardíaco. En marzo de 1958, la revista National Geographic publicó el artículo póstumo que había escrito sobre su sorprendente descubrimiento.
      "La historia preservada en los anillos anuales de crecimiento eventualmente debería darnos un registro único de los cambios climáticos pasados", escribió Schulman. Mucho más importante, agregó, es "la capacidad de estos árboles para vivir tanto tiempo, pueden servir como guía... para comprender la longevidad en general". El Servicio Forestal de los Estados Unidos reconoció las contribuciones científicas de Schulman cuando llamó en 1958 el Ancient Bristlecone Pine Forest de 11.000 Ha como "Schulman Memorial Grove".
     En Inyo Nat. Forest hay tres sendas que puedes recorrer, una recorrre la formación boscosa más antigua pero no señalan el árbol más viejo para protejerlo.
     En Great Basin hay cinco agrupaciones boscosas del Pinus longaeva

(Fotos propias, información de la Red e Inyo Nat. Forest)
Conos masculinos
Conos femeninos

¿Alguien podría haber concebido algo tan dramático?


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6/29/2020

El castaño de Istán necesita ayuda

PLATAFORMA SIERRA BERMEJA PARQUE NACIONAL
El castaño de Istán necesita ayuda
      El pasado 31 de octubre de 2017, la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía aprobaba la propuesta del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida LV-CA para que el Castaño Santo de Istán fuese declarado Monumento Natural de Andalucía. Esta declaración de urgencia tenía su especial importancia dado que el más longevo árbol del traspais montañoso de la Costa del Sol requería una intervención diligente para su saneamiento, vallado perimetral y el tratamiento de su afección por la avispilla del castaño, ante el grave estado en que se encontraba. Catorce meses después de este acuerdo político andaluz, la situación de desprotección del castaño sigue igual y sus afecciones han empeorado aún más.
      Si bien el árbol está afectado por la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), la pérdida de tierra en su entorno durante décadas con la consiguiente exposición al aire de sus raices, la falta de un mantenimiento necesario acorde a su edad (algunas fuentes lo datan en 800 años de antigüedad) y las afecciones por las numerosas visitas que recibe que no dudan en subir a las ramas para sacar la fotografía que estiman de rigor, han tenido como consecuencia su decadente situación actual.
      Distintos colectivos sociales llevan un tiempo alertando sobre el mal estado del Castaño Santo. Existe en la Plataforma Change.org una iniciativa lanzada en agosto de 2017 que exige a la administración medidas de protección para este patrimonio natural, una campaña que lleva recogidas más de 11.000 firmas. Por otra parte, el grupo de Patrimonio Etnológico y Natural de la asociación vecinal Istán Ahora ha realizado en diciembre de 2018 una actividad de senderismo para llamar la atención sobre la pasividad de la administración andaluza en relación a los acuerdos aprobados por sus diputados en octubre de 2017.
      Desde la Plataforma Sierra Bermeja Parque Nacional nos sumamos a estas llamadas de atención a la administración andaluza, para que realice las medidas aprobadas por el Parlamento andaluz para la conservación de este popular árbol, tan arraigado en la cultura inmaterial costasoleña, por ser un importante testigo de nuestra Historia, porque moralmente es nuestra obligación conservarlo para las generaciones futuras y porque así fue aprobado por los representantes políticos en la pasada legislatura.
El Castaño Santo, la alquería de Arboto y Sierra Bermeja
      Este monumental ejemplar de castaño (Castanea sativa), cuyo tronco mide 14 metros de circunferencia y tiene una copa de más de 27 metros de diámetro, está situado en término municipal de Istán, en la vertiente este de la sierra de las Apretaderas, a 700 msnm. Crece sobre suelos de gnesises granitoides y micaesquistos de la cuenca del arroyo Hoyo del Bote, pero está integrado en las peridotitas del macizo ultramáfico de Sierra Bermeja, que lo enmarcan paisajísticamente. Su larga historia está asociada a la de la alquería de Arboto, uno de los poblados andalusíes situados más al norte de la Tierra de Marbella.
     La fundación de Arboto está relacionada con los banū buth, la gran división de los beréberes donde se incluían los nafza (Martínez Enamorado, 2009), de donde devienen tanto el topónimo Arboto como el hidrónimo Hoyo del Bote.
      Aunque existe muy poca información al respecto de esta alquería en época andalusí, las fuentes documentales de finales del siglo XV (Urbaneja Ortiz, 2013) refieren algunos datos que apuntan a una población que debió autoabastecerse con la agricultura (15 fanegas de huertas y el resto de secano), en tierras de labor diseminadas por los alrededores de la alquería, junto a la explotación del bosque de alcornoques, quejigos y castaños, y la práctica de la ganadería de cabras y vacas. De su producción de secano destaca el cultivo de cebada, cereal con el que probablemente elaboraban el pan, además de los viñedos. También elaboraban miel y cera para cubrir las necesidades del autoconsumo.


      Capitulación de las alquerías de Marbella, en 1482: 


«Don Fernando por la gracia de Dios rey de Castilla, de León, de Aragón, de Seçilia, de Toledo, de Valençia, de Galizia, de Mallorca, de Sevilla, de Çerdeña, de Córdova, de Córçega, de Murçia, de Jahén, de los Algarves, de Algezira, de Gibraltar. Conde de Barçelona; señor de Vizcaya e de Molina; duque de Atenas e de Neopatria, conde de Rusellón e de Çardania; marqués de Oristán e de Goçiano, señor de Ronda e de Marbela e de todas sus villas e serranías. Las cosas que con vos las aljamas, alcaides, alguaciles, viejos e buenos ombres de las villas de Montemayor e Cortix e Alfarican, e Cariad y Foxay, e Ysten e Daydín e Almachar e Arboto e Beniabes e Tramourix, tierra de la mi çibdad de Marbela, yo mando asentar a vuestra suplicaçión çiertos capítulos fechos en esta guisa:…» (Urbaneja Ortiz, 2011)

     La alquería de Arboto empezó a deshabitarse por el descontento generado ante las presiones que la Corona ejerció sobre los mudéjares, a finales del siglo XV y principios del siglo XVI. El censo de población en 1497 cita en Arboto a 25 vecinos, lo que permite estimar su población en unos 125 habitantes. La alquería fue despoblada entre 1501 y 1506, tras las revueltas mudéjares de Sierra Bermeja (Urbaneja Ortiz, 2013).
     El cronista Mármol Carvajal describe a finales del siglo XVI lo intrincado de este lugar andalusí del macizo de Sierra Bermeja y el episodio de la rebelión mudejar:

Luego que don Antonio de Luna partió de la ciudad de Ronda, como dijimos en el capítulo ni del noveno libro, los soldados que quedaron desmandados en compañía de la gente de la ciudad comenzaron a salir por la tierra a robar las alcarías y lugares; y los moros, por huir estos daños, indignados y persuadidos de los que iban huyendo de la Alpujarra, hallándose libres de todo embarazo, comenzaron a hacer la guerra descubierta. Recogieron las mujeres y hijos y los bastimentos que les habían quedado; y subiéndose a lo más áspero de la Sierra Bermeja, se fortificaron en el fuerte de Arbote cerca de Istán, tomando la mar a las espaldas para recebir el socorro que les viniese de Berbería

 

Croquis de Marbella. Indice de las relaciones geográficas enviadas a Tomás López para el Diccionario geográfico de España (1780)
     Parte de la leyenda asociada al Castaño Santo relaciona el sobrenombre de este árbol con un posible episodio histórico por el que «á su sombra se dijo una misa de campaña cuando fueron expulsados los moros de Sierra del Real» (Vázquez García, 1904), si bien el topónimo Sierra del Real sería posterior a este hecho histórico de la expulsión pues, de nuevo Mármol Carvajal en el siglo XVI, cita la montaña a finales de la Edad Media como la Sierra de Arboto, inicio por el este del macizo de Sierra Bermeja.

Este río [río Verde] baxa por unos valles muy hondos, y sale á las guertas de Ístan; y dexando el lugar á la mano izquierda, y la sierra de Arbóto, principio de Sierra bermeja, á la derecha, se mete en la mar, una legua á poniente de Marvella

 
Fuentes documentales:
Mármol Carvajal, L. Historia del rebelion y castigo de los Moriscos del reyno de Granada. (Imprenta de Sancha, segunda edición, 1797)
López, Tomás. Diccionario geográfico de España (1780). Biblioteca Nacional de España, MSS.Micro/14496

Referencias bibliográficas:
Martínez Enamorado, V. Cuando Marbella era una tierra de alquerías (2009). Ayto. de Marbella, Real Academia de San Telmo, Cajamar. 389 pp
Urbaneja Ortiz, C. «Marbelíes. Los últimos musulmanes de Marbela«. Revista Cilniana 24/25 (2011-2013), pp.31-46
Urbaneja Ortiz, C. Mudéjares y moriscos en Istán (2013). CEDMA, 291 pp

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