1/10/2022

El aderno de Los Chorros de Epina, del cronista de Canarias

JUAN GUZMAN OJEDA
, Ing. téc. forestal
El legendario aderno de Los Chorros de Epina

Sin hojas en 2014

      Y cierto es que junto al sendero hacia Arure (GR-132) se localiza un viejo aderno (28º 09´48´´ N y 17º 17´ 53´´ W), apenas a 200 metros antes de llegar a oír el borboteo de la fuente. Debemos lamentar que tras la visita realizada en fechas recientes [31 enero 2014], el ejemplar en cuestión no exhibía ninguna hoja y esta especie no es precisamente caduca. Este ejemplar singular que, supuestamente, enlazaría con la cultura oral, probablemente pereciera durante el pasado año. A juzgar por su aspecto, durante su etapa juvenil debió ser víctima de un importante movimiento de tierra o bien puede que viviera subyugado a la sombra de otro gran árbol ya que su tronco, de apenas 6 metros de largo, se encuentra prácticamente horizontal al camino, creciendo desde la pendiente hacia el vacío.
      Ahora, su tortuoso esqueleto vegetal, de más de un metro de diámetro, se encuentra abierto y desgarrado por el paso de los incontables años, sirviendo a modo de gran macetero proporcionando sustrato y soporte a musgos, helechos, líquenes y pequeñas crasas rupícolas.  

Desmitificando su soledad
      Pese a que algunos textos científicos atribuyen la capacidad de esta mirsinácea para emitir brotes de raíz (o geneta), como hace su pariente el marmulán (Sideroxylon canariensis), por nuestra parte no se ha podido advertir la presencia de los mismos, circunstancia que frena la regeneración natural de este individuo en particular. No obstante los guías del Parque Nacional de Garajonay nos confirman la presencia de otros adernos en la zona, desmitificando la creencia popular sobre la solitaria existencia de este árbol en toda la isla.
      Claro está que la causa de la muerte de este ejemplar no debieron de ser las hojas que, como pruebas de fe, les iba regalando a las pobres esclavas del agua que además, a buen seguro, arriesgarían su propia vida para llegar a alcanzarlas. Como recoge José Perera, alguna había más avispada que venía con la hojita del árbol pero con la talla vacía, llenándola en el barranco de Macayo, ya cerca de la entrada a la pedanía urbana de Vallehermoso.

     Y no queremos terminar sin añadir que mientras la bruma siga acariciando y jugando con el monteverde gomero, continuarán manando “las canales” de la fuente para mantener viva tanto la leyenda del único aderno como el sabor también único de la fresca e incomparable agua del monte.

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 César-Javier Palacios también nos habla aquí de este aderno

1/07/2022

El tejo de los Tenreiro, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El tejo de Pontedeume, A Coruña


Estas fotos corresponden a un ejemplar de tejo (Taxus baccata), que creció en la villa de Pontedeume (A Coruña). Como sucede con muchos de estos árboles desconocemos su edad, aunque en épocas la familia propietaria llegó a hablar de entre 400 y 500, y alguna publicación los elevó a los 700. Lo cierto es que se le estimaban poco más de 200 años. Según nota de prensa firmada por un arquitecto a mediados del siglo XX (autor del dibujo que acompaña este texto) en 1825, se desplazó “un viejísimo tejo” con la única ayuda de un plano inclinado para colocarlo en el centro de unos banquillos y columnas preexistentes y a partir de entonces se le dio forma y guió hasta formar cuatro niveles (tres pisos y una cúpula) siguiendo el estilo de la topiaria de algunos tejos ingleses, hasta que en 1840 estuvo listo.  
     Dudosa es la edad estimada y dudoso es que se lleve un árbol al interior de un columnario construido, en vez de construir este una vez arraigado el árbol. Fuese como fuese, el invento prosperó y al abrigo de la finca de la rica familia de los Tenreiro, durante unas décadas el árbol fue imagen de su poderío político y económico. Fuentes locales, a nivel de Internet y de prensa, magnifican sus visitas y circunstancias, llegando algunos a hablar de consejos de ministros o banquetes del gobierno a su sombra.  
     Cierto es que algunos visitantes de renombre tuvo, conforme a los intereses y amistades de la familia propietaria, pero posiblemente los datos se hayan magnificado, aunque al parecer, Azaña estuvo invitado en la casa y recibió alguna visita bajo el árbol.  
     Al árbol se accedía por una escalera metálica en forma de caracol, estando formados los pisos por maderas. El primero estaba a 2,65 metros del suelo, el segundo a unos 4,65 metros y del tercero no tengo la medida- pero, naturalmente, de menor diámetro que la superficie de la copa.  
     En 2007, en base a su particular fisonomía e historia, fue declarado “Árbore Senlleira” de Galicia. La familia, con el tiempo, había perdido parte de su status y en las últimas épocas condenó al abandono a la antigua finca que pasó de ser un semi jardín botánico a un zarzal. Por su parte el ayuntamiento expropió la parte baja de la misma para hacer un paseo peatonal a la orilla del río. Era la época de las vacas gordas: dinero para expropiación, carril bici con aglomerado bituminoso y paseo peatonal a base de planchas de granito que pueden observarse bien en la fotografía donde he “decapitado” a un grupo de personas, fotografía que corresponde al año 2010.  
     Ahí comenzaron los problemas del árbol. Inicialmente no se percibían pero al cabo de un tiempo marcaron su declive definitivo: empezó a perder ramas y hojas y luego, al parecer, fue atacado por un tipo raro de cochinilla. No hubo tratamiento posible: ni las fumigaciones, ni levantar las planchas de granito más próximas, lo salvaron. Se le dio por muerto, aunque luego tuvo algunos brotes verdes en el tronco (mi última información me dice que continúan). Perdió su consideración de árbol sobresaliente en 2020, cuando ya no era más que un recuerdo de aquel que fue en tiempos mejores.

2010
 
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Y otra noticia de 2016...
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1/05/2022

Grandes tinas de madera para guardar el vino, la memoria del bosque

EUGENIO MONESMA (Huesca, 1953)
Las tinas 

Bodegas Muga, con una afamada experiencia en la elaboración tradicional del vino, sigue envasando sus caldos en grandes tinas de madera, fabricadas a mano. La construcción de estos grandes recipientes corre a cargo de los cuberos y la materia prima utilizada es la madera de roble americano o roble francés. En el año 2000 tuvimos la oportunidad de recoger todo el proceso de construcción de estas grandes tinas de madera.

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1/02/2022

HAMID TIBOUCHI (Argelia, 1951)
"Cuando la puerta se acuerda"

 
 
Cuando la puerta se acuerda 
cuando la mesa se acuerda
cuando la silla el armario el aparador la ventana
                                                                  se acuerdan
cuando se acuerdan intensamente
de sus raíces
de sus savias

de sus hojas
de sus ramas
de todo lo que en ellos habitaba
de los nidos y las canciones
de las ardillas y los monos
de la nieve y el viento
—un escalofrío recorre la casa
que vuelve a ser bosque

entonces tan sólo escucho correr la fuente
y un fuego arde a mi alrededor
para calentar mi noche helada
de viajero extraviado

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