2/12/2021

Tasmania, la angustia del bosque


STEVE PEARCE, The Tree Projects 
Fotos desde el campo: capturando la grandeza y la angustia de los árboles gigantes de Tasmania
Los bosques nativos de Tasmania albergan algunos de los árboles más altos y hermosos del mundo. Proporcionan un hábitat para muchas especies, desde cacatúas negras y búhos enmascarados hasta el loro vencejo en peligro crítico de extinción.
      Pero estos árboles viejos y gigantes se están talando a un ritmo alarmante, a pesar de su enorme valor ecológico y patrimonial (y su potencial turístico sin explotar). Muchos también fueron destruidos en los incendios de principios de 2019 de Tasmania.
      El exlíder de los Verdes Bob Brown lanzó recientemente un desafío legal a la tala de bosques nativos de Tasmania. Y este año, Forestry Watch, un pequeño grupo de científicos, encontró cinco árboles gigantes que miden más de cinco metros de diámetro dentro de cupés madereros . Los “cupés” son áreas de bosque taladas.
      Estos árboles son demasiado importantes para ser destruidos en nombre de la industria forestal. Es por eso que mi esposo Steve Pearce y yo escalamos, exploramos y fotografiamos estos árboles: para crear conciencia y fomentar el aprecio por los bosques y sus magníficos gigantes.


Trepar árboles no es solo para los jóvenes, sino para los jóvenes de corazón. Kevin tiene 70 años y nos ayuda a medir árboles gigantes.

¿Qué hace que estos árboles sean tan especiales?

      El Eucalyptus regnans, más conocido como Mountain Ash o Swamp Gum, puede crecer hasta 100 metros de altura y vivir más de 500 años. Durante mucho tiempo, esta especie mantuvo el récord como el árbol en flor más alto. Pero el año pasado, una Meranti amarilla (Shorea faguetiana) de 100,8 m de altura en Borneo, reclamó el título, superando a nuestro eucalipto más alto, llamado Centrioun, por apenas 30 centímetros.
      Centrioun todavía tiene el récord como el árbol más alto del hemisferio sur. Pero cinco especies de eucalipto también crecen por encima de los 85 m de altura, y muchas se encuentran entre los árboles más altos del mundo.
      No es solo su altura lo que hace que estos árboles sean especiales, también son los bosques más densos en carbono del mundo, con una sola hectárea que almacena más de 1.867 toneladas de carbono .
      Nuestros árboles gigantes y bosques primarios brindan una gran variedad de servicios ecológicos, como suministro de agua, minimizan el cambio climático y son el hábitat para especies amenazadas. Un estudio de 2017 de los bosques de las tierras altas centrales en Victoria ha demostrado que tienen un valor de 310 millones de dólares australianos para el suministro de agua, 260 millones de dólares australianos para el turismo y 49 millones de dólares australianos para el almacenamiento de carbono. Esto eclipsa significativamente la comparativa con los 12 millones de dólares australianos para la producción de madera de bosques nativos en la región.
Talar viejos árboles no tiene sentido económico
Registro de árboles grandes de Tasmania

      La política de árboles gigantes de la organización maderera Sustainable Timber Tasmania reconoce la importancia nacional e internacional de los árboles gigantes. Para calificar la protección, los árboles deben tener al menos 85 m de altura o un volumen estimado de 280 metros cúbicos en el tallo.
      Si bien es un buen punto para comenzar, esta política no tiene en cuenta la próxima generación de árboles grandes o verdaderamente excepcionales que no alcanzan estas alturas elevadas.
      Es por eso que hemos creado el Big Tree Register de Tasmania, un registro público de código abierto de la ubicación y las medidas de más de 200 árboles para ayudar a los aventureros y admiradores de los árboles a localizar y experimentar estos gigantes por sí mismos. Y esperamos protegerlos.
     Ultimamente se agregaron al registro tres árboles gigantes de más de 5 m de diámetro. Pero estos árboles recién descubiertos están ubicados en el cupé TN034G, que está programado para ser talado este año.
      La tala es un uso económico muy pobre para nuestros bosques. La tala de bosques nativos en Tasmania ha tenido dificultades para obtener ganancias debido a la disminución de la demanda de madera no certificada por el Forest Stewardship Council, que Sustainable Timber Tasmania falló recientemente. De hecho, Sustainable Timber Tasmania sufrió una enorme pérdida de efectivo de 454 millones
A$ durante 20 años, entre 1997 y 2017.
      Las siguientes fotos pueden ayudar a mostrar por qué estos árboles son una de las grandes maravillas del mundo, deben ser adoptados como una parte importante de nuestro patrimonio ambiental y no convertidos en astillas de madera.

     No es frecuente ver la totalidad de un árbol en una sola foto. Este árbol de arriba se llama Bastón de Gandalf y es un Eucalyptus regnans, que mide 84 m de altura.
     Mientras que Mountain Ash es la especie más alta, otras en los bosques de Tasmania también son asombrosamente enormes, como la goma azul de Tasmania (Eucalyptus globulus) de 92 m, la goma de maná (Eucalyptus viminalis) de 91 m, la ceniza alpina (Eucalyptus delegatensis) de 88 m y el Messmate Stringybark (Eucalyptus obliqua) de 86 m.

      Este árbol gigante, en la foto de arriba, era un Messmate Stringybark que fue talado, pero se quedó atrás por razones desconocidas. Su diámetro es de 4,4 metros. Otros árboles gigantes como este fueron talados en esta corta, muchos de los cuales proporcionaban un excelente hábitat de anidación para el loro veloz en peligro crítico de extinción.
  El grupo de ciencia ciudadana Forestry Watch ayuda a buscar y medir árboles gigantes en Tasmania
     Los bosques primarios dominados por árboles gigantes son excelentes para almacenar grandes cantidades de carbono. Los árboles grandes continúan creciendo a lo largo de su vida y absorben más carbono que los árboles más jóvenes.

      El árbol de la foto de arriba se llama Obolus, de la mitología griega, con un diámetro de 5,1 m. Los nombres generalmente los da la persona que los registra por primera vez, y generalmente reflejan las características del árbol o se relacionan con ciertos temas.
     Por ejemplo, varios árboles en un valle llevan el nombre de personajes de "El señor de los anillos", como el Bastón de Gandalf (en la foto de arriba), Fangorn y Morannon.

         Los árboles gigantes se asocian típicamente con las secoyas de California o las secuoyas gigantes en los EE.UU., donde el turismo de árboles altos es una gran industria. Los ingresos estimados en 2012 de solo cuatro reservas de Coastal Redwood son 58 millones de dólares A$ por año, proporcionando más de 500 puestos de trabajo a las comunidades locales.
      Pocos australianos conocen nuestros propios árboles impresionantes. Fácilmente podríamos impulsar el turismo de las comunidades regionales de Tasmania si el dinero se invirtiera en infraestructura para conocerlos los grandes árboles.

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2/09/2021

Un peral en la historia norteamericana, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
¿Un peral de 390 años?

      El “peral de Endicott” es un peral europeo (Pyrus communis) que está plantado en Danvers, condado de Essex (Massachusetts, en la costa este de EEUU), del que se dice que es el árbol frutal cultivado más antiguo de América del Norte. Los primeros colonos europeos desembarcaron en Plymouth Rock en 1620, entre ellos un puritano inglés llamado John Endicott quien, en 1629, fue el primer colonizador de la bahía de Massachusetts y se propuso hacer allí un lugar agradable para los nuevos colonos. Aproximadamente en 1630, con sus hijos como testigos, Endicott plantó uno de los primeros frutales cultivados en América: Una muestra de peral importada a través del Atlántico. Se dice que declaró en ese momento: “Espero que el árbol ame la tierra del nuevo mundo y que cuando nosotros ya no estemos, él todavía siga vivo” (una frase muy elocuente a día de hoy, que posiblemente ni sea cierta).
      Según los residentes de la zona, el árbol sigue vivo después de 390 años. La historia está narrada de la siguiente manera: en 1763 los colonos notaron que el árbol, apodado el peral Endicott, ya era “muy viejo” y mostraba señales de decaimiento. Pero aun así persistió y continúo dando frutas. En 1809, el árbol era tan famoso que incluso se dice que el presidente John Adams recibió una entrega especial de sus peras. Después de resistir tres fuertes huracanes que abatieron a la región durante la primera mitad del siglo XIX, el árbol se convirtió en una figura querida, e incluso se colocó una reja para protegerlo. En 1852, ya se proclamaba al peral de Endicott “el frutal de mayor edad en Nueva Inglaterra”. Para celebrar el día del árbol en 1890, la poetisa Lucy Larcom compuso un poema acerca del árbol enraizado hace tanto tiempo en la historia de América. Durante el siglo XX, el peral de Endicott perduró mientras los Estados Unidos – la nación a la que precede por 153 años – continuó creciendo a su alrededor. Mientras resistía fuertes huracanes, e incluso el ataque de un vándalo en la década de 1960, el árbol nunca dejó da dar fruta, calificada como “mediana, sin atractivo y de textura áspera”. Pese a ello, la fama del mismo llevó al Banco Nacional para la Conservación del Germoplasma (Departamento de Agricultura de EEUU) a clonar el peral de Endicott.
     Hasta aquí un resumen de lo que dicen los estadounidenses acerca de su árbol. Sin embargo, como en toda leyenda que se precie, no todos lo tienen asumido. No está claro que este venerado árbol sea el que plantó Endicott, puesto que está alejado de lo que fue su granja original. Desde su supuesta plantación hasta el siglo XX, hay tanto tiempo sin noticias de él, que la propia Wikipedia americana plantea sus dudas. La foto de los injertos tras el ataque del vándalo en los años 60, tampoco ayuda. En resumidas cuentas, cada cual tomará la parte que más le guste o aborrezca en función de su opinión. Yo solo lo he contado.
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2/06/2021

"Reiteración", el árbol colonial

ADRIÁN RODRÍGUEZ
El tronco
 
Contemplando el tronco de un almez esta tarde no me ha quedado más solución que aceptar las cosas asombrosas que algunos botánicos nos cuentan acerca de la estructura de los árboles. El tronco del almez, que tiene inicialmente una sección circular, al cabo de un tiempo se acanala, formándose vistosos contrafuertes en su base. La pregunta, evidente, es cómo se forman esos contrafuertes... La respuesta es difícil de creer pero observad bien los almeces con los que os vais a encontrar en el futuro y veréis que es de una lógica aplastante...
     ¿Qué vemos pues en esta fotografía? Primeramente, una rama que han cortado y, por debajo de ella, una zona engrosada (1) que podemos seguir a lo largo de todo el tronco y que forma un contrafuerte en la base. ¿Porqué ese engrosamiento justo debajo de la rama? Pues porque esa rama, en realidad, no es una rama. Es lo que los investigadores franceses llaman una "reiteración". ¿De qué se trata? Pues ni más ni menos que de un individuo nuevo, un clon que nace a partir de una yema que se despierta en algún momento. Un individuo con su tronco, sus ramas y... ¡sus raices! La zona engrosada por debajo de la rama cortada muestra en realidad por donde discurren las raíces, que van creciendo en el cambio del árbol, del cual consiguen el agua que necesita el nuevo individuo. Ese nuevo individuo, pues, crece sobre el árbol padre con un hemiparásito...
     Si miramos ahora por encima de esa rama cortada, vemos que otra "reiteración" (2) nació y se ve perfectamente como sus raíces no lograron "cubrir" ese relieve y tuvieron que buscar paso a un lado. Finalmente, otra reiteración (3) forma otro engrosamiento que acaba en otro contrafuerte.
     ¿Pero donde está el árbol "padre" me preguntaréis? Pues correspondería al eje central del árbol (y sus ramas). A este tipo de árbol se le llama "árbol colonial", porque en realidad es una especie de colonia formada por una multitud de individuos. También existen árboles que no producen clones (árboles unitarios) pero son una pequeña minoría.
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Más información de Francis Hallé

2/03/2021

El drago del "Jardín de las delicias"

PILAR SILVA, Comisaria de "El Bosco, La exposición del V centenario" 2016  
El drago de 'El jardín de las delicias' no estaba originalmente

La comisaria explica a RTVC.es los detalles de cómo se incluyó la imagen del drago en 'El jardín de las delicias'.
'El Bosco. La exposición del V centenario' con motivo del aniversario de la muerte de Jherominus van Aken 'el Bosco' (1450-1516), uno de los artistas más personales de la plástica occidental. Un nombre cuya influencia traspasa los límites del tiempo y cautiva a autores tan significados como Salvador Dalí, en pleno siglo XX.

- ¿Por qué un drago en 'El jardín de las delicias'?
      Con la nueva investigación que hemos realizado puedo decir que la composición del Paraíso, en origen, no era tal y como la conocemos hoy. Había representado en modo tradicional a Adán y Eva y Dios Padre, situados más arriba, donde hoy podemos ver la Fuente de los cuatro ríos. En un primer momento él no había incluido el drago ni la fuente. El drago actual oculta la cabeza de ese primer Adán. Esto quiere decir, que el comitente -Engelbert II de Nassau, conde de Nassau, señor de Breda- incorporó este motivo considerándolo como Árbol de la Vida. El Árbol de la Ciencia se sitúa en el plano derecho.


- ¿Sabemos si el pintor conocía esta especie vegetal o bebió de alguna fuente como dibujos o grabados? ¿Conocemos más casos de este tipo de representaciones en la plástica?
      Probablemente, a través de un dibujo o de un grabado -como el de Martin Schongauer (1448-1491)-, o a través de algún contacto directo con Madeira o Canarias. Este árbol era ya bastante famoso por sus supuestas propiedades medicinales y la 'sangre de drago'. Es probable que conociera ese grabado o algún dibujo de alguien que pudiera haber visto un ejemplar de drago.
      En cierta manera, el drago es un árbol mitológico relacionado con las Islas Canarias, Islas Afortunadas que se asocian desde la antigüedad con el Paraíso. Es un árbol originario del Paraíso, que el pintor o su comitente quiso que se incluyera en el 'Paraíso' de 'El jardín de las delicias'.
      Los grabados no eran difíciles de conseguir. Se manejaban en los monasterios, los impresores... no sería difícil para el Bosco o su comitente, Engelbert II de Nassau, acceder a estas fuentes impresas. Los grabados de Schongauer, por ejemplo, tienen una difusión muy amplia. También llegan a España de la mano de los mercaderes e impresores.
      Sin embargo, la originalidad del Bosco es tan grande que se separa de las fuentes, aunque beba de ellas, no las imita y es difícil reconocerlas. El Bosco tiene una imaginación desbordada.

- Uno de las últimas investigaciones apuntan a que, en un primer momento, el pintor no incluyó el drago en la composición original.
      Lo importante, y que hemos documentado recientemente, es que el pintor no concibió la tabla como hoy la conocemos. La reflectografía infarroja ha permitido conocer la composición primigenia de la tabla. Es algo que se añade por deseo expreso de que el Paraíso tenga ese drago canario. La visión de las Islas Afortunadas como el Paraíso se traslada a la tabla.

- La imprenta fue fundamental en la época. Una auténtica revolución cultural.
      Sin duda. Además, el Bosco no era un iletrado. Era alguien que leía, que escribía, con un determinado nivel cultural por encima de la media entre los artistas de su tiempo. Sin ir más lejos, en su propia ciudad natal se localizaban importantes bibliotecas, como la del convento de los dominicos.


- ¿Cómo llega el tríptico a España?
      Por nuevos datos que nos han llegado sobre la fecha de la realización del tríptico de la 'Adoración de los Magos', que se ha situado hacia 1494, debemos adelantar la producción del artista en esa primera etapa. Por ello situamos 'El jardín de las delicias' en torno a la década de 1490; lo debió de hacer en 1498. Desde esa fecha permanece en el palacio de los Nassau en Bruselas.
      El tríptico permanece en la Casa de Nassau durante cuatro generaciones. Guillermo de Orange, último propietario, debe huir de Bruselas tras el levantamiento, y es el portero, quién se queda a cargo del palacio, el que escondió la tabla. Es una información que hemos podido conocer por la documentación localizada en 2001.
      El duque de Alba -Fernando Álvarez de Toledo-, interesado por la pintura, mandó atormentar al portero, quién finalmente desveló el paradero de la obra. Los bienes de Orange fueron incautados y cedió 'El jardín de las delicias' a su hijo ilegítimo, a la sazón prior de la Orden de San Juan, don Fernando; a la muerte del duque, Felipe II compró la pintura en la almoneda, y pasó definitivamente a El Escorial.
      En 1933 se trasladó al Museo del Prado para su restauración, aunque tras el estallido de la Guerra Civil se decidió que permaneciera en la pinacoteca. (...)


Aquí la entrevista completa

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