25 diciembre 2017

CLAUDE LE MAUT
La taille des arbres et des arbustes
El tamaño de los árboles y arbustos (Le Maut, 2012).
Claude Le Maut nos presenta una obra excepcional, aprobada y con prefacio por Francis Hallé.

"Esta no es en absoluto una "obra más" porque se basa en un dato nuevo: cada árbol tiene un programa de crecimiento y desarrollo, con base genética, que varía de una especie a otra y define el modelo arquitectónico de cada una de las especies.
      La originalidad de este libro es que el autor conoce la arquitectura de los árboles, sabe identificar sus modelos arquitectónicos [...] y utiliza ese conocimiento en la elección de sus prácticas de tamaño."
"Este es un libro al que le deseo un brillante recorrido. "
- Francis Hallé, "El tamaño de los árboles y arbustos", Claude Le Maut, 2012, prefacio, pág. 5.
     

     Claude Le Maut analizaba uno por uno de los modelos arquitectónicos con impresionantes ilustraciones sacadas de Francis Hallé (La arquitectura de las plantas, 2004) y nos ofrece posibles intervenciones en concordancia con los modelos, con muchos esquemas que especifican su diferente naturaleza y las intervenciones preconizadas.
     Un verdadero placer para los entusiastas y los seguidores de los modelos arquitectónicos. 

     Una obra ineludible para los interesados en la arquitectura de los árboles.

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«Celui-ci n'est pas du tout un “ ouvrage de plus “ car il s'appuie sur une donnée nouvelle : chaque arbre possède un programme de croissance et de développement, à fondement génétique, qui varie d'une espèce à l'autre et définit le modèle architectural de chacune des espèces.
      L'originalité de cet ouvrage réside dans le fait que l'auteur connaît l'architecture des arbres, sait identifier leurs modèles architecturaux […] et utilise ce savoir dans le choix de ses pratiques de taille.»
      « Voilà un ouvrage auquel je souhaite une brillante carrière. »
      - Francis Hallé, « La taille des arbres et des arbustes », Claude Le mot 2012, Préface, p. 5.

Claude Le Maut décortique un par un les modèles architecturaux avec de superbes illustrations tirées de Francis Hallé (L’architecture des plantes, 2004) et nous propose des interventions possibles en concordance aux modèles, avec de nombreux schémas spécifiant leurs diverses natures et les interventions préconisées.
      Un véritable régal pour les passionnés et les adeptes des modèles architecturaux.
      Un ouvrage incontournable pour ceux qui s’intéressent à l’architecture des arbres.

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23 diciembre 2017

NEIL BROMHALL (Inglaterra)
Así nace un roble, ocho meses comprimidos en unos minutos

     Así nos lo cuenta el autor de este vídeo: "La bellota fue plantada en septiembre. Para poder apreciar el crecimiento de la raíz hubo que esperar hasta enero, mientras que los primeros brotes aparecieron en febrero. En marzo la planta alcanzó la superficie y comenzaron a formarse las hojas que, finalmente, se desplegaron completamente en abril. El proceso, que en la naturaleza se extendió durante ocho meses ha sido condensado en apenas tres minutos mediante un «time lapse». Esta técnica permite crear la ilusión de movimiento a partir de la reproducción consecutiva de imágenes fijas. En este caso, cada fotograma del vídeo corresponde a una fotografía tomada con una diferencia de dos horas con respecto a la anterior, lo que nos permite apreciar un hermoso proceso que, de otra manera, pasaría totalmente desapercibido a nuestros ojos".
Filmado con Nikon D300, lente 55mm Nikkor macro y flash.


Más información sobre Bromhall
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21 diciembre 2017

YURI MILLARES
Secretos del bosque canario y sus árboles
El cuadro 'Pinar quemado' de Lucas de Saá, acrílico y óleo sobre lienzo, creado para el proyecto Nisfade de identificación y protección de los pinos singulares de El Hierro.| FOTO: JAVIER PÉREZ MATO

     El archipiélago canario tiene, en este siglo XXI por el que ya nos adentramos, 130 mil hectáreas de bosque y aún dispone de capacidad en su suelo para albergar otras 90 mil hectáreas más. Y aunque el ritmo de las repoblaciones varía de año en año (en función de las posibilidades presupuestarias de las administraciones públicas en cada ciclo económico), técnicos forestales consultados por PELLAGOFIO estiman que “esas 90 mil hectáreas las podríamos conseguir en 70 años”, algo que, en cualquier caso, “deberíamos intentar acortar, haciendo un esfuerzo en los próximos 30 ó 40 años para repoblarlas con ayuda del proceso natural que está en marcha”. 
      La mayor parte de los bosques canarios son pinares (unas 70 mil ha.), siendo el monteverde (nuestra exuberante y relicta laurisilva) el que ocupa el segundo lugar en extensión (unas 25 mil ha.) y el bosque termófilo el tercero en este ranking, con los palmerales, que tienen sus mayores extensiones en Gran Canaria y La Gomera.
Pinar de Pilancones, en Gran Canaria.| FOTO: TATO GONÇALVES
     Estas cifras contrastan con la realidad de cien años atrás (por ejemplo, los bosques de Gran Canaria apenas tenían a principios del siglo XX una superficie de 6 mil hectáreas). Ya a finales del XIX el navegante, naturalista y explorador francés Dumont d’Urville (Viaje pintoresco alrededor del mundo) escribía entre alarmado y sorprendido:  
El mayor error de la administración española es no haber velado por la conservación de los bosques, que son para estas islas el gran alambique de la destilación pluvial. (…) Hoy en día la expansión de este suelo pelado es tan fuerte que la nubes no hacen más que pasar sobre las islas”.

     Lo cierto es que los gobiernos españoles empezaron a tomar sus primeras medidas por esa época, enviando a conservadores de montes en una labor muy poco eficaz que el antropólogo, también francés, René Verneau explicaba porque el campesino, que “se queja de la sequía”, sigue talando “los maravillosos bosques del país en las propias barbas de los guardas”.

Monumento a la bombona
     La primera mitad del siglo XX, con sus guerras mundiales y la propia guerra civil en España, no hizo sino agravar la situación de los bosques. Con el comercio portuario bajo mínimos, los escasos recursos forestales eran lo único de que disponía la población para tener leña y carbón con la que cocinar, o los puertos para suministrar a los barcos. “A la bombona había que hacerle un monumento, porque cuando vino el gas butano la gente dejó de hacer los cortes clandestinos”, solía decir Jaime O’Shanahan, figura clave en el inicio de las grandes repoblaciones forestales que dieron la vuelta a esta dramática situación a partir de 1951.
     Las leyes que, por esa época, se dictaron en España tuvieron su efecto sobre las reforestaciones emprendidas en Canarias, aunque no exentas de sus controversias. “La ley estatal decía que todas las superficies por encima de los 900 metros debían ser forestales. En Canarias, por encima de esa altura, había agricultura y pastoreo y supuso un cambio radical en el uso del territorio. Y por eso, de alguna forma, hoy todavía se mantiene esa aversión a los pinos”, señala uno de los técnicos forestales consultados. “Pero, objetivamente –añade–, las Canarias necesitaban bosque. Gran Canaria especialmente”. El progresivo abandono de algunas actividades tradicionales, “como el pastoreo intensivo o la siega de monte de forma superficial”, tuvo como resultado que a partir de los años 70 del siglo XX, el territorio entrase en un proceso que los técnicos forestales llaman “de cicatrización”: se produce una regeneración natural tanto de los antiguos pinares, como de los relictos de monteverde e, incluso, de los palmerales. “Ayudados por el viento y sobre todo por las aves (especialmente el mirlo), las semillas viajan fuera de la superficie ocupada por el bosque, incrementando de una forma considerable la superficie forestal”, que se extiende por territorios en los que se ha abandonado la agricultura o ya no se practica el pastoreo.

Frutales forestales, también
     
Las repoblaciones forestales refuerzan notablemente esa regeneración y ampliación de los bosques canarios que, aunque en los años 50, 60 y 70 eran mayoritariamente con pino (sobre todo Pinus canariensis, pero también insigne, halepensis y pinea), a partir de los años 80 se añaden a las repoblaciones otra serie de especies: palmeras, laurisilva e incluso frutales forestales, “que es importantísimo, porque son mucho más aceptados por la población rural”, reconocen los técnicos. Se refieren a castaños, nogales, álamos negros (olmos, como son más conocidos popularmente), higueras… “Toda esa lista de especies la Administración también los ha fomentado, sabiendo que es una forma de crear ecosistema porque la fauna los necesita”, añaden.
     Llegados a este punto del artículo, puede que al lector le asalte la pregunta: ¿para qué tanto pino en vez de frutales? Los técnicos forestales lo tienen claro: “No hay que plantearse qué nos genera el pinar, sino ¿qué pasaría si no estuviese ese pinar? Es uno de los mejores usos del territorio, porque si hay un incendio el pino canario rebrota otra vez; en zonas accesibles nos produce una madera de muy buena calidad (tenemos que ser pacientes y esperar 200 años hasta que nos produzca tea, pero es un factor importante); también produce leña y pinocha (para cama de ganado, para hacer estiércol)”.
Son unos beneficios que, hasta hace poco, habían estado muchas veces vetados, de ahí esa aversión de la población rural al no permitírsele pastorear, disponer de leña o ni siquiera recoger pinocha. Incluso se multaba por cortar pasto.

Las multas: “leyenda urbana”
      Eso es hoy algo impensable (“Hace 15 años que no se tramita una multa. Lo que queda son leyendas urbanas”, aseguran en el Cabildo de Gran Canaria), pues todos reconocen ya que esas son labores (junto a los tratamientos selvícolas para sanear el bosque, con talas selectivas) que benefician al propio bosque y evitan incendios: “El pastoreo controlado es un uso sostenible muy adecuado, porque mantiene el sotobosque a raya y allá donde crece el pino muchas veces no te crece otra cosa. Lo que no tiene sentido es plantar pinos donde podemos plantar laurisilva, castaños u olmos”, reconocen hoy los técnicos que cuidan nuestro patrimonio forestal.
     Y sean de pinos o de cualquier otra especie, los bosques son –más allá de un recurso paisajístico para disfrute de la población urbana, o de un sostenedor de actividades rurales tradicionales– una necesidad para el territorio y su clima. Entre las funciones fundamentales del bosque están la producción de agua, la protección de suelos y, especialmente, la fijación de CO2 tan necesaria ante el uso y abuso de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón. “Tenemos que pertrecharnos contra el cambio climático, y la mejor defensa es tener mucha superficie arbolada porque mejora el microclima y podemos hacerle frente, de forma mucha más óptima, al desgraciado cambio climático que nos espera”, insisten.
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NOTA
*El contenido de esta página se basa en entrevistas con los técnicos forestales Carlos Velázquez, Alejandro Melián y Juan Guzmán, además de la consulta de diversa documentación a la que PELLAGOFIO ha tenido acceso y datos de investigaciones propias.

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19 diciembre 2017

CHRISTOPHE D'YVOIRE (Francia)
Histoires d'arbres: Les sacrés 2

44 MINUTOS
Disponible : 01/12/2017 al 07/01/2018

"Histoires d’arbres" nous entraîne à la découverte d’arbres remarquables, à travers celles et ceux qui les protègent. Ce volet présente deux arbres devenus sacrés : un figuier sycomore qui trône depuis près de deux cents ans dans la légendaire ville d’Aksoum, en Éthiopie, et un immense figuier des banians, dans l'État indien du Pendjab.
Dans le nord de l’Éthiopie, dans la légendaire ville d’Aksoum, un figuier sycomore trône depuis près de deux cents ans. Jadis divinisé, il est aujourd’hui le témoin immobile des rites orthodoxes des croyants, non loin de la chapelle où reposerait l’Arche d’alliance. À 4 000 kilomètres de là, dans l'État indien du Pendjab, les habitants du village de Cholti Kheri vénèrent un immense figuier des banians. Surnommé "le sage", il présente un gigantesque réseau racinaire qui couvre plusieurs hectares. Devenus sacrés, ces deux arbres, proches cousins, portent l’espérance des hommes.
 
https://latina.tv5monde.com/es/guia-de-tv/documentales/histoires-d-arbres/les-sacres-253138

Han realizado seis películas...  aquí
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