14 julio 2012

JOACHIM DU BELLAY (France 1522-1560)
Les antiquités de Rome

Qui a vu quelquefois un grand chêne asséché,
Qui pour son ornement quelque trophée porte,
Lever encore au ciel sa vieille tête morte,
Dont le pied fermement n'est en terre fiché, 


Mais qui dessus le champ plus qu'à demi penché
Montre ses bras tout nus et sa racine torte,
Et sans feuille ombrageux, de son poids se supporte
Sur un tronc nouailleux en cent lieux ébranché :


Et bien qu'au premier vent il doive sa ruine,
Et maint jeune à l'entour ait ferme la racine,
Du dévot populaire être seul révéré :


Qui ta chêne a pu voir, qu'il imagine encore
Comme entre les cités, qui plus florissent ore,
Ce vieil honneur poudreux est le plus honoré.

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09 julio 2012

JUANA DE IBARBOUROU (Uruguay 1892-1979)
Carne inmortal


Yo le tengo horror a la muerte.
Mas a veces cuando pienso
que bajo de la tierra he de volverme
abono de raíces,
savia que subirá por tallos frescos,
árbol alto que acaso centuplique
mi mermada estatura,
me digo: -Cuerpo mío,
tú eres inmortal.
Y con fruición me toco
los muslos y los senos,
el cabello y la espalda,
pensando: ¿Palpo acaso
el ramaje de un cedro,
las pajuelas de un nido,
la tierra de algún surco
tibio como de carne femenina?
Y extasiada murmuro:
-Cuerpo mío: ¡estás hecho
de sustancia inmortal!
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04 julio 2012

WILLIAM WORDSWORTH (England 1770-1850)
Tejos


Hay un tejo, orgullo del valle Lorton,
que aún hoy, en medio de su tiniebla,
se yergue igual que en los viejos tiempos:
en dar armas no se mostró remiso
a las bandas de Percy o Umfravílle,
o a aquellos que el mar cruzaron
y el arco sonoro tensaron frente a Azincourt,
o tal vez antes, en Crecy o Poitiers.
¡Gran circunferencia y honda penumbra
de ese árbol aislado! ¡Ser viviente,
creció tan lento que morir no puede!
¡Tan magnífico en su forma y aspecto,
Indestructible!. Pero aún más notables
son los cuatro hermanos de Borrowdale,
en amplia y solemne arboleda unidos:
¡Enormes troncos! Y cada uno un muro
de entrelazadas fibras serpentinas
desde antiguo trenzadas, ascendentes;
mas no de fantasía informe, o gestos
que al profano asustan: pilar de sombras
junto a cuya basa de tonos pardos,
perennemente teñida por lánguida umbría
-y bajo cuyo techo sable de ramas adornadas,
cual en fiestas, por las bayas-,
figuras fantasmales se encuentran
(Miedo y la Esperanza trémula,
Silencio, Auspicio, el esqueleto de la Muerte,
sombra del Tiempo) para celebrar,
como en templo natural salpicado
de altares de musgo a piedra impávida,
adoración conjunta; o para, mudos,
oír el murmullo de los torrentes
de la arcana cueva de Glaramara.

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Yew Trees


There is a Yew-tree, pride of Lorton Vale,
Which to this day stands single, in the midst
Of its own darkness, as it stood of yore:
Not loathe to furnish weapons for the Bands
Of Umfraville or Percy ere they marched
To Scotland's heaths; or those that crossed the sea
And drew their sounding bows at Azincour,
Perhaps at earlier Crecy, or Poictiers.
Of vast circumference and gloom profound
This solitary Tree! -a living thing
Produced too slowly ever to decay;
Of form and aspect too magnificent
To be destroyed. But worthier still of note
Are those fraternal Four of Borrowdale,
Joined in one solemn and capacious grove;
Huge trunks! -and each particular trunk a growth
Of intertwisted fibres serpentine
Up-coiling, and inveteratley convolved, -
Nor uninformed with Fantasy, and looks
That threaten the profane; -a pillared shade,
Upon whose grassless floor of red-brown hue,
By sheddings from the pining umbrage tinged
Perennially -beneath whose sable roof
Of boughs, as if for festal purpose decked
With unrejoicing berries -ghostly Shapes
May meet at noontide: Fear and trembling Hope,
Silence and Foresight, Death the Skeleton
And Time the Shadow; there to celebrate,
As in a natural temple scattered o'er
With altars undisturbed of mossy stone,
United worship; or in mute repose
To lie, and listen to the mountain flood
Murmuring from Glaramara's inmost caves.

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29 junio 2012

PEDRO AMADO PISSIS MARÍN (France 1812-1889) 
es citado por PABLO NERUDA (1904-1973), en “Entre Michoacán y Punitaqui” 

(…) Una gruesa capa de humus de más de un metro de espesor cubre todos los bosques de mi territorio natal. En aquella re­gión fría y lluviosa, las hojas de los viejos árboles han ido ca­yendo en un inmemorial otoño. Los árboles también, los vie­jos troncos del pellín, del luma, del ciprés, del Drymis Winterey, los gigantes de la altura caen sobre la humedad de la vieja tierra silenciosa de donde brota la única voz vegetal de la selva, la oración de las enredaderas inmensas y mojadas, los tentáculos del helecho boreal. La Geografía física de un viejo caballero geográfico, el señor Amado Pissis, nos descri­be así esta región:
       "Los árboles que forman las selvas de Chile, pertenecen a un número bastante grande de familias diferentes, comprendien­do 69 especies que se sustituyen unas a otras según las diver­sas latitudes. Cerca de la extremidad austral el Fagus antartica, el Fagus betuloides, el Drimys wintereii, algunas proteáceas y coníferas forman la esencia de los bosques: el número de las especies aumenta más y más a medida que se avanza hacia el norte, siendo en las provincias de Valdivia y de Llanquihue donde los bosques llegan a su mayor esplendor y los vegetales a su mayor desarrollo, favorecidos por una temperatura suave y por continuas lluvias; los árboles, apretados allí, unos con otros, se elevan verticalmente y extienden sus ramas a una grande altura, hasta donde pueden recibir la luz necesaria para su desarrollo. Debajo de este vasto techo de hojas donde nunca penetran los rayos del sol, reina una temperatura y una humedad constante; allí es también donde crecen las plantas más delicadas, plantas que no podrían resistir a la acción directa del sol. En este suelo, enteramente formado de despo­jos vegetales, se extienden los musgos, los licopodos, los hepá­ticos y el Sarmienta repens enlaza con sus tallos carnosos los árboles caídos de vejez sobre los cuales ostenta sus brillantes flores escarlatas. Desde en medio de estos mismos árboles derribados, salen aún los helechos más hermosos, el Alsophila pruinata, especie arborescente cuyas hojas llegan a veces a te­ner tres metros de largo. Algunas plantas más ansiosas de luz, atan sus tallos sueltos al tronco de los grandes árboles y se ex­tienden por sus ramas desde las cuales dejan caer sus hermosas flores de color de púrpura; tal es el copihue o lapageria.
      En fin, en los bordes de los espacios claros de los bosques, una bambusácea trepadora ocupa todo el espacio libre y for­ma un matorral impenetrable como si estuviese destinada a preservar al bosque de los ataques de los vientos y animales."
      Esta cita amarillenta de la Geografía Física de la República de Chile, por el Caballero de la Legión de Honor, miembro de la Universidad y Jefe de la Comisión Topográfica, extraída de la que creo su única edición, la de 1875, no es verdad que tiene algo de ternura, algo más adivinatorio de nuestro paisa­je austral que muchas descripciones literarias? Parece a ratos un fragmento del gran poeta Juvencio Valle, que ha dado a nuestra geografía vegetal una nueva dimensión mitológica y radiante.(…)

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