11/20/2022

Tejados de tablilla, la memoria del bosque

EUGENIO MONESMA MOLINER (Huesca, 1952)

Tejados de tablilla 

Hoy, los tejados de tablillas han pasado al recuerdo. Los nuevos materiales y la falta de gente que conozca a fondo esta técnica constructiva han arrinconado la abundante y excelente madera de los montes de Irati. Gracias a la voluntad de un grupo de maderistas de los valles de Salazar y Aezkoa pudimos recuperar en el año 2006 una pieza más del frágil patrimonio tradicional.

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11/17/2022

Auténtica arquitectura vegetal modelada por el hombre

FIGUERA "NA BLANCA D'EN MESTRE - Formentera
Fotos e información de Marià Castelló
, en 'Quaderns' N.252 Article

Datos: Especie: Ficus carica       Perímetro: 2 m       Edad de 100/130 años      Proyección de la copa: 350      Altura: 130 cm hasta la orquilla       Altura total: 3m      Diámetro de la copa: 25m       Perchadas (perxades): 3 completas y 2 medias (foto1)      Puntales(estalons): +/-143       Protección: desde el 1993 (Catálogo de Árboles Singulares de Balears)    

foto 1, esquema de perxadas

El apuntalar los árboles es la forma de cuidar los árboles, generalmente viejos, que siempre me ha gustado por el respeto del ser humano para con los árboles. Pero en Formentera y mas concretamente en el Pla d'en Mestre, es ancestral el apuntalar las higueras para su cultivo -en otras zonas también se trabaja así con algunos frutales-.
     La morfología del Pla d'en Mestre, una ligera vaguada que recibe las aguas de escorrentía de la zona, favorece este cultivo. Sin embargo los vientos del norte, para los que no hay protección, y la poca flexibilidad de la madera de la higuera hacen necesario el que se apuntalen las ramas, singular modo de cultivo.

     Los payeses persiguen el reducir al mínimo la superficie de exposición al viento de la copa, evitan la inclinación y torsión del tronco y de la copa y no dejan que las ramas entren en contacto con el terreno. El crecimiento natural de la higuera sería un tronco inclinado a favor del viento y unas ramas en cascada que se apoyarían en el suelo para ir enraizando con cada acodo.
     El payés ha sabido adaptarse a las circunstancias elevando la copa de las higueras y manteniendo las ramas elevadas mediante puntales (estalons) que soportan unas jácenas* superiores (perxes) -hechas con madera de sabina, pino o hierro- y que se disponen concéntricamente alrededor del tronco, dando lugar a una buena sombra para el ganado, dificultando que éstos se coman los frutos y facilitando su recolección. Una circunferencia o arco de circunferencia de perxes, estalons y peus de poll constituye una perxada.

     La recolección se hace a mano o con la nyacadora (o llacadora), que según recoge la
nyacadora
Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera: Eina feta de canya que s’empra per collir les figues més altes de sa figuera
-herramienta hecha con caña que se utiliza para coger los higos más altos de la higuera-.
     Esta higuera,
en el 2006, fue objeto de estudio por parte de Víctor Rahola, Stefano Cortellaro i Marià Castelló, que publicaron un artículo en Quaderns d'arquitectura i urbanisme del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya sobre su estructura y el proceso de construcción. Sus fotos son magníficas, aunque después el mundo ha seguido girando y la higuera ha sufrido algunos contratiempos.
     En el 2018 la Cooperativa del Camp de Formentera en colaboración con la Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca llevaron a cabo un saneamiento de estas dos famosas higueras apuntaladas. Se eliminó el 40 % de ramaje de la copa debido al mal estado, afectado por el ataque de escarabajos, termitas, barrenadores de madera, mordidas de ratas, hongos, etc. Además se revisó y restauró el sistema de apuntalamiento (horcones, pies de cabria y pértigas), distribuyendo las ramas más homogéneamente en el exterior del árbol. 

*Jácenas: Son vigas que se caracterizan por servir de soporte a una estructura formada por otras vigas de menor tamaño.

Xolbi (José Chulvi), en 2011, le dedicó este poema desde su blog:

Alosa 8


Pel camí vell de la Mola
camines, voles, reptes
fins a arribar a Na Blanca d'en Mestre.
Majestuosa i gegantina. Envoltada
amb un mantell de vellut verd
regna, aèria, sobre el camp.
Allí en les hores tèrboles de calitja
reposes acaronada entre les mans infinites
d'aquesta figuera.
 

De la flexibilidad de estas maderas, higuera o cerezo, decía mi padre que "para cuando te avisan ya estás en el suelo".  

Mas información en castellano e inglés

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11/14/2022

Arte en una hoja de árbol

REGINA SIENRA nos trae al artista japonés lito_leaf que crea intrincadas escenas en hojas de árboles
lito_leafart: Instagram

El artista japonés lito_leafart crea arte a partir de las hojas de los árboles. Este artista recrea pequeñas y complejas escenas en el delicado espacio de las hojas. Las creaciones de lito_leafart muestran su destreza, abriendo una ventana a la imaginación. Cada hoja cuenta una historia, como una fabulosa ilustración de un libro infantil, que podemos sostener en la palma de la mano. El artista sostiene cada una de sus hojas usando el cielo como fondo de sus creaciones y permitiendo que la luz del sol resalte los detalles de cada composición.

Arte efímero pues cada hoja se marchita muy pronto, pero el portafolio de lito_leafart sigue creciendo. Este talentoso artista crea arte con hojas. Cada hoja es una prueba de su gran creatividad y habilidad.
















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11/11/2022

Sabinas con porte, del cronista de Canarias

JUAN GUZMÁN OJEDA, Ing. técn forestal
Una de las sabinas de más porte y antigüedad de Canarias

foto del blog "El coleccionista de instantes"
(...)La sabina (Juniperus turbinata subsp. canariensis) fue un árbol muy común en Gran Canaria y Tenerife, congregándose en formaciones boscosas como las que todavía abundan en El Hierro y, sobre todo, en La Gomera. Nombres como La Chapa de Sabina, El Sabinal o El Paso de La Sabina redundan en las distintas toponimias insulares.
      En el caso de Gran Canaria, los sabinares que lucieron las medianías bajas fueron progresivamente consumidos por un pueblo que valoraba tanto el alto poder calorífico, como la intensidad aromática de su madera. La fragancia de la sabina, que se quemaba haciendo sahumerios, sirvió para ambientar y fumigar muchas casas ligadas al duro trabajo de campo. La resistencia de su madera es tal que, incluso en fecha actual, podemos toparnos con huecos que alojan raíces patentes, o también casas prehispánicas cuyas vigas de sabina todavía sujetan estructuras.


Vivienda aborigen
      Al pie de la montaña de Tirma hallamos una de estas viviendas, según el Dr. Grau Bassas la vivienda aborigen mejor conservada –pese a que durante un largo tiempo fuera utilizada como gallinero–, y no muy lejos de ella nos alegra contemplar cómo ha logrado llegar hasta nuestros días la testimonial sabina que protagoniza este artículo. La Sabina de Tirma se eleva sobre la cota 472 metros y ocupa la coordenada 28º 01´60″ Norte y 15º 43´36″ 0este, localizándose junto a un grupito de almácigos (Pistacia atlantica) y palmeras (Phoenix canariensis) en el cauce de un barranquillo conocido como Los Piloncillos.
      Se trata de un ejemplar vetusto, con ramas que presentan engrosados ganchos de inserción. Su diámetro se aproxima a los dos metros y su perímetro casi viene a duplicar esta medida. Su aspecto general revela una edad muy avanzada, parámetro que, al tratarse de una conífera y, en consecuencia, marcar anillos de crecimiento, podría calcularse en vida. Muy cerca de la base aparece una gran rama semidesgajada que aploma sobre un murete de piedra que el propietario actual de la finca, el Cabildo de Gran Canaria, mandara construir en el año 1995.
      Pese a la amplitud del medio agreste y natural circundante, no advertimos la presencia de más sabinas: a buen seguro la cuasi-extinción del cuervo en la isla ha reducido sus posibilidades de regeneración. Por otra parte, el carácter paradójico que atribuimos a este ejemplar radica en que, con casi 10 metros de altura, posiblemente se trate de la sabina con mayor porte de todo el archipiélago, toda vez que se ubica en una isla que, hace mucho tiempo, no puede presumir precisamente de sabinares.
 

La cercanía del agua la salvó
     
A menor escala, el bosquete termófilo que incluye la sabina se ubica dentro de un antiguo entorno de huertas agrícolas, como prueba sirva el cuarto de aperos que se encuentra a escasos metros. Según nos cuenta José Martín, auténtico patrimonio oral de esta zona, el agua nacía sobre un estanque cueva cercano y aunque lo normal es que se repartiera por las tajeas de riego, muchas veces se producía el reboso y libre discurrir hacia los umbríos precipicios cercanos.
      La robustez y extraordinario crecimiento de este individuo responden probablemente a la disponibilidad del recurso natural, circunstancia que debió permitirle crecer también durante los veranos. A fecha actual, el preciado líquido ya no fluye por los alrededores, según José Martín desde que se plantaron los pinos en la zona, es decir, hace cerca de 40 años. Sea o no casualidad, lo cierto es que nuestra sabina continua perdurando, ganándose a pulso su propia impronta monumental.
 

La espada de Doramas
      
La razón por la que esta sabina logró evitar el hacha también podría explicarse por la cualidad hídrica. Ya en este sentido se expresaban muchas ordenanzas que antaño señalaban los puntos de agua como lugares de salvaguarda forestal. Y aunque no existan pruebas fehacientes, la tradición histórica señala que el guerrero Doramas eligió esta especie para confeccionar su gran espada. Quizás el propio caudillo aborigen, de haber visitado este remanso de paz, también habría indultado a este ejemplar en detrimento de muchas otras opciones para poder fabricar un arma tan afilada y letal como perfumada.
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