7/12/2024

Premio AEMO 2011, Olivo Mater o Pulpo, Ulldecona

OLIVO MATER O PULPO DE ULLDECONA
De AEMO

Foto del cartel de la oficina de turismo de Ulldecona
Este magnífico ejemplar denominado el olivo Mater vive en la partida de Arión del municipio tarraconense de Ulldecona. Este monumento natural también es conocido popularmente en la zona como EL PULPO por sus espectaculares y desarrolladas raíces.
      El olivo, de la variedad Farga, está situado en pleno Baix Ebre, en una finca de la familia Beltrán Ferré que en sólo 6.16 Has dispone de 66 olivos milenarios, un auténtico paisaje monumental.
      El árbol es una obra de arte en sí mismo, con un perímetro de tronco superior a los 6.30 m a 1 metro de altura, además presenta un desarrollo radicular leñoso único de grandes dimensiones y que dibuja una estampa verdaderamente sorprendente, pareciera como si el olivo se agarrara eternamente a una tierra que lo vio nacer hace (dicen) más de 1.300 años.
      Hay que destacar a este municipio tarraconense de Ulldecona porque en su territorio existen una enorme cantidad de olivos milenarios que sus celosos dueños mantienen pese a la gran especulación que existe en torno a estos majestuosos monumentos naturales.
      Curiosamente son dos olivos de este municipio que han obtenido el primer premio al mejor Olivo Monumental del Concurso que AEMO (Asociación Española de Municipios del Olivo) viene realizando anualmente. Lo fue "La Farga del Arión" en la primera edición (2006-2007) y el Olivo Máter en la quinta edición (2010-2011).
     Da la circunstancia que el dueño no permite la entrada a la finca por los desmanes causados por los visitantes inconscientes en el trato que se debe dar al entorno. Vi recientemente el comportamiento no cívico de los visitantes en la finca donde se sitúa la "Olivera de Sinfo", donde habían acampado seis personas en el mismo hueco del árbol. Se puede visitar la zona del Olivo premiado en 2007 en la zona de Arión, pero hay que contactar con la Oficina de Turismo de Ulldecona.

Foto de AEMO

 

Información:
https://castellon-en-ruta-cultural.es/olivos-milenarios-de-castellon/
https://www.olearum.es/det_olivos_monumentales.php?id=52&primero=56
https://www.aemo.es/page/historial-de-premios-olivos

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7/09/2024

Los pinos gordos de Vilaflor, del cronista de Canarias

JUAN GUZMÁN OJEDA, Ing. téc. forestal
Los descomunales gigantes de Vilaflor, Tenerife 
Mucho antes de que las Islas Canarias despertaran sobre el mar llegó a imperar un clima continental muy estable. La benignidad estacional creó un ambiente tan constante como para permitir el desarrollo de los gigantismos vegetales. Vestigios de aquella época son las coníferas gigantes y milenarias como las secuoyas (Secuoya sempervirens) cuyo mayor representante fue bautizado en 2006 como Hyperion (Redwood Park, USA) con nada menos que 115,50 metros. En Europa no existen secuoyas originarias aunque sí se han hallado restos fósiles, como los de Caranceja (Cantabria), yacimiento hoy sepultado bajo la autovía.
     Dentro de los árboles más altos de Europa, salvando algunos grandes ejemplares de eucaliptos introducidos, encontramos el abeto (Picea abies), en especial el individuo conocido como Abeto de Sgerm (Sgermova Kmetija, Eslovenia) de 63 metros; pero seguidamente debemos desplazarnos hasta Canarias, residencia de los dos descomunales gigantes de Vilaflor de Chasna. Como hemos comentado en otras ocasiones, el Pinus canariensis habitó en el área mediterránea hasta que la rotura de la estabilidad climática provocó que Canarias se erigiera como su último refugio.

El más alto y el más grueso
De los 4,5 millones de pinos canarios adultos que señala el Tercer Inventario Nacional Forestal (2007) ya es casualidad que el más alto y el más grueso se encuentren separados por apenas 200 metros. El Pino de las Dos Pernadas (28º 09´ 59´´N y 16º 38´14´´W) con 57 metros de altura (medido con láser por KuotaR y ToumasR en 2013) es el árbol oriundo con mayor talla de España; por su parte el Pino Gordo (28º 9´54,5″ N y 16º 38´87″ W) es el más ancho de su especie con un diámetro de 9,70 metros, toda vez que es uno de los 10 árboles más gruesos de Europa.
     Ambos se sitúan en Tenerife, a gran altura (1.500 metros), estando muy próximos a la carretera general TF-21. Seguramente, el diseño de este tramo de la vía a principios del pasado siglo XX se ejecutara en función a la ubicación de estos ejemplares. Pese a la escasa distancia entre ellos el Pino de la Dos Pernadas pertenece al Monte de Utilidad Pública nº6 “Lomo Gordo y Agua Agria”, mientras que el Pino Gordo estuvo en manos de particulares hasta época reciente, cuando la Administración Forestal negoció la compra del terreno con doña Teodora.
     Cabe decir que algunas citas antiguas hacen referencia al Pino de las Dos Pernadas como “Pino de la Madre del Agua”. Esta denominación podría considerarse incluso más acorde al ser Vilaflor de Chasna un municipio ligado siempre a las fuentes y aguas frescas que, rodeadas de pinzones y alpispas, brotan libres de entre las rocas.

Incorruptibles y biocidas
Las dimensiones de estas moles vegetales, con pesos mayores a las 35 toneladas y volúmenes entorno a los 65 metros cúbicos, los convierte en genuinos fueras de serie. Entre sus estrategias de resistencia destaca, sin duda, su alma de acero constituida por la apreciada madera de tea. La tea no solo les confiere rigidez sino que también, dado su carácter incorruptible y biocida, evita el ataque de cualquier plaga o enfermedad vascular.
     Ambos pinos presentan una ramificación particular que caracteriza sus fisionomías, con copas muy abiertas y aparasoladas. El Pino de las Dos Pernadas arranca desde su base como dos pies gemelos; por su parte, el Pino Gordo se ramifica en tres grandes columnas a partir de los 5 m.
     En el caso de estos dos colosos de la flora canaria existe una marcada equivalencia entre tamaño y edad. La publicación Leyendas Vivas de los Bosques Españoles (2009) calculó una edad de 780 años para el Pino de las Dos Pernadas y de 750 para el Pino Gordo. Estudiosos de la dendrocronología del pino canario (Mar Génova y Carlos Santana) apuntan el hallazgo de anillos incompletos, según el cual estos ancianos no crecerían todos los años en todas las direcciones. A tenor de esta teoría, constatada en el estudio del desaparecido Pino de Pilancones (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria) resultaría probable que los descomunales pinos puedan acercarse al milenio. Junto al Pino de la Virgen (El Paso, La Palma), se consideran los seres vivos más longevos de Canarias.


Seniles pero sanos
     Pese a tratarse de individuos seniles, presentan un estado sanitario saludable y, al contrario de lo que ocurre con la mayoría de los pinos centenarios del archipiélago, nunca ha sido maltratados por el hacha. Nos encontramos, pues, con árboles prácticamente vírgenes que no presentan hoquedades, cuevas o heridas externas. Esta circunstancia resulta un hecho muy favorable cara a la persistencia de los mismos, protegiéndose de los incendios y no gastando su energía en cicatrizar. En todo caso el Pino de las Dos Pernadas presenta un estado quizás más saludable, ya que el Pino Gordo aún no ha terminado de cerrar el trauma creado por la pérdida de una enorme rama baja.
     Actualmente estos árboles constituyen parada obligada en el camino, ya sea de ida o vuelta, a la cima insular, siendo el Pino Gordo más visitado. Cierto es que la cercanía permite observar mejor el grosor, pero es la distancia la que permite apreciar mejor la altura. La intervención paisajística para poder contemplar estos árboles de origen medieval se inició a mitad de la década de los 90 del pasado siglo, la adecuación fue diseñada y dirigida por Saturnino Díaz, agente forestal de Vilaflor.
     Pocos han sido los árboles indultados en las islas, y más tratándose de pinos canarios. El tamaño y la impresión de sentirnos tan ínfimos e humildes ante tales monumentos vivos debieron hacer temblar la mano del leñador, peguero o carbonero, toda vez que desató la necesidad de protección. Ojalá que estos auténticos mastodontes forestales, vínculo con los primeros habitantes de las islas, resistan muchos más años de manera que sigan formando un legado natural capaz de tender puentes de respeto y admiración con las futuras generaciones.

Números 88, 89 de Tenerife
Mas información
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7/06/2024

Chapel Rock, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El pino blanco de Chapel Rock

 

 

Foto de 1900
El lago Superior, en la región de los grandes lagos entre EEUU y Canadá, tiene una superficie de unos 82.000 Km² (algo más de 87.000 tiene Andalucía) siendo el mayor de todos ellos. Realmente es un auténtico mar interior de agua dulce, cuya costa sur pertenece, casi toda, al estado de Michigan. Allí, en el condado de Alger, está la conocida como “Roca de la Capilla”.  
     Originalmente, el área fue nombrada por los primeros exploradores franceses y se encuentra en los primeros mapas como “La Chappelle”, debido a su curiosa forma. Luego los ingleses y sus descendientes norteamericanos tradujeron el nombre y pasaron a denominarla “Chapel Rock”. La Roca de la Capilla, está en el extremo de una playa, en una zona conocida como Pictured Rocks National Lakeshore. Para llegar hasta allí, partiendo de la población más cercana, con unos 2.300 habitantes, hay que recorrer unos 24 km por la única carretera estatal de la zona, luego desviarse 8 km. hasta el aparcamiento más próximo y continuar a pie otros 4 kilómetros más por senderos de bosque bien marcados. Normalmente los visitantes no vienen sólo por un día, puesto que es un área de campamentos y mochileros, pero aquellos que si lo hacen, suelen caminar mucho más. La mayoría se desplazan también a ver alguna de las muchas cataratas que hay por la zona con lo que al final, entre ida y vuelta, nadie hace menos de 10 km por los bosques.  
     La Roca de la Capilla, está formada por roca arenisca del período Cámbrico, que une a su curiosa forma, la no menos curiosa presencia de un pino blanco americano (Pinus strombus) que se encuentra cerca del límite norte de su área de distribución natural. Al pino, que tiene su base sobre la roca pero se alimenta desde tierra firme, se le calculan unos 250 años. Parecen muchos para su pequeño tamaño, pero las suyas son también unas circunstancias muy poco corrientes. Cerca hay un cartel interpretativo en el que está escrita una nota tomada del diario de Charles Penny, un miembro de una expedición de 1840 dirigida por Douglass Houghton, el geólogo que exploró la costa sur del lago Superior y que murió ahogado en el propio lago. El texto dice así: “Desayunamos en La Chapelle (Chapel Rock) esta mañana de Pictured Rocks. La Chapelle es una parte de estas rocas; cuyas partes más blandas se han desgastado, dejándolo en forma de costoso templo. … Este techo tiene alrededor de seis pies de espesor y no tiene goteras. Hay algo de tierra en el techo, y en el centro crece un gran pino recto a modo de aguja. Pero creo que todavía no hay ninguna campana que crezca allí". De modo que hace ya 180 años el pino crecía allí, y su tamaño le permitía hacerse notar lo suficiente para que el explorador tomase nota de él. 

     Chapel Rock formó parte, en el pasado, de una zona de costa más compacta, pero la erosión de la arenisca la ha ido aislando de tierra firme. No sabemos cómo era cuándo la vieron los franceses por vez primera, pero sí sabemos que en el pasado más reciente estaba unida a tierra por un arco de roca, como se ve en esta foto tomada en 1900. El arco se cayó en los años 40, quedando la roca casi como una isla en las orillas del lago, cuyo nivel de aguas varía con frecuencia hasta más de un metro. El pino, consiguió sobrevivir a la rotura del arco porque sus raíces estaban en tierra firme, de donde se alimenta, puesto que la roca sólo le ofrece un mínimo apoyo y posiblemente ningún alimento. Alimentado a distancia y sin una buena sujeción, puesto que carece de raíz pivotante, el futuro de este árbol es poco halagüeño. Lleva allí un cuarto de milenio, pero cualquier tormenta puede acabar derribándolo, a él, o al conjunto Chapel Rock, (a la que está prohibido escalar) como sucedió en el pasado con el arco. Siempre nos quedarán sus fotos como recuerdo.


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7/03/2024

MARK O'CONNOR (Australia, 1945)

El hombre blanco no supo seguir la corriente de la anguila
no podía correr más que la cotorra
pero cortó el árbol,
estancó los arroyos
y atrapó en su ancha red de campos
al veloz pez de la nada.

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Whitemen could not follow the eel-stream
could not outrun the rosella
but he cut down the tree
but he dammed the stream
but he caught in his wide net of pa
ddocks
the swift fish of nothing.

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