11/15/2023

Adios a la Pajarera de Doñana...

15Nov23
Sucumbe a la 'seca' y a los temporales la icónica Pajarera de Doñana 
El biólogo de la Estación Biológica de Doñana Jorge Monje lo ha dado a conocer hoy: la mítica pajarera de Doñana, un árbol que sale en libros de historia medioambiental de medio mundo, y una de las imágenes icónicas del Parque Nacional, ha sucumbido a los temporales... y también a los enormes daños acumulados a causa de la seca del encinar y las sucesivas sequía.
Antes y después, Foto de Jorge Monje
     Así el alcornoque de la imperial, en la Pajarera de Doñana, no ha aguantado las tormentas de este otoño. Estaba muy afectado por Cerambyx (seca), de hecho, hacía años que ya había perdido la mitad de su copa. Muchos alcornoques en Doñana están siguiendo el mismo camino.
     La foto pone sobre la mesa un problema que no es exclusivo de esta pajarera sino de muchos árboles del Parque Nacional.
     La casi totalidad de los alcornoques de Doñana, uno de los árboles míticos de la Reserva de la Biosfera, están afectados ya por la enfermedad de la seca, según pone de manifiesto un informe recopilado en el proyecto científico de seguimiento Life Adaptamed.
     El problema no es que sea específico del Parque Nacional pero puede acabar definitivamente con una de las imágenes icónicas más visualizadas en el mundo entero sobre la biodiversidad de Doñana: las pajareras. Un lugar emblemático donde se han tomado gran cantidad de fotografías y que ahora, esos árboles, presentan una imagen 'ruinosa tras décadas de decaimiento.
     Cabe recordar que la provincia de Huelva ha perdido en poco más de diez años unas 10.000 hectáreas de encinas en las dehesas a causa de la seca del quercus.
La Pajarera en el pasado
Lo hemos leído aquí

Este artículo está confundiendo "la seca", un hongo, con Cerambyx, un coleóptero, pero lo que nos interesa es el hecho, la caída de un árbol tan emblemático como la "Pajarera", un árbol mundialmente 
famoso
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11/12/2023

En "El País", por Miguel Ángel Medina

PACO CALVO, entrevista y libro
“Las raíces de las plantas hacen cosas flipantes”

En 1862, Charles Darwin quedó fascinado por la forma en que trepaban las plantas de pepino, sus movimientos y hábitos. “Darwin vio patrones de conducta en las plantas que todavía no vemos con el time-lapse”, señala fascinado Paco Calvo (Barcelona, 52 años), catedrático de Filosofía de la Ciencia, que dirige el Laboratorio de Inteligencia Mínima (Mint Lab). Ahora publica Planta sapiens (Seix Barral), un ensayo que indaga sobre la inteligencia de las plantas y el modo en que se comunican, evalúan riesgos y deciden.

Pregunta. ¿De qué forma son inteligentes las plantas?

Respuesta. Lo son a su forma. Tienen sus problemas y aportan sus soluciones. Si tengo raíces, no me pidas que salga por patas ante un depredador. Pero podemos encontrar una llave maestra: para mí es distinguir entre una conducta meramente adaptativa y el repertorio conductual ante adversidades concretas, que debe ser flexible y anticipatorio.

P. ¿Son pasivas?

R. No son lentas ni rápidas, crecen a la velocidad óptima. Son cualquier cosa menos pasivas, se sacan las castañas del fuego.

P. ¿Pueden aprender?

R. Es una hipótesis empírica, como decir que una abeja o un pulpo aprenden. Hay que testarlo, como hacemos en el Mint Lab. El error sería descartar la posibilidad de que existiese el aprendizaje vegetal por el hecho de que carezcan de neuronas. ¿Pueden aprender las plantas? Obviamente. ¿Hay evidencia de que exista determinada forma de aprendizaje? No, estamos trabajando en ello.

P. ¿Se comunican?

R. Sí, de muchas maneras: por vía aérea, a través de compuestos volátiles orgánicos, algo que usan para comunicarse bien con otras partes de la misma planta o bien con plantas distantes. Son sensibles a gran cantidad de parámetros bióticos y abióticos: monitorizan información del exterior y del interior, y tienen percepción de su propio cuerpo, dónde están con respecto a quién.

P. En el libro usted anestesia a una mimosa. Entonces, ¿tienen conciencia?

R. Esto es muy polémico. La conciencia no se puede observar, sino inferir. Uno de los indicadores que usan los científicos es el rol de la anestesia. ¿Qué es salir de la anestesia? Volver a tener vida interna. La anestesia altera las propiedades de la membrana de las células vegetales, que es lo mismo que pasa con las neuronas. Si el mecanismo es el mismo, ¿por qué no llegamos a la misma conclusión?

P. ¿Qué es lo más sorprendente que ha visto hacer a una planta?

R. Sufrimos ceguera con las plantas: la mitad está en el subsuelo, y en las raíces pasan cosas asombrosas, hacen cosas flipantes. Se pueden comunicar situaciones de estrés futuro: si tienes varias plantas con raíces en dos tiestos distintos, y cuyas raíces se comunican, y a la primera maceta la sometemos a un estrés químico o hídrico, y a las dos siguientes las tenemos en buenas condiciones, la primera les comunica el estrés a las demás y las plantas empiezan a parar máquinas y a reducir metabolismo.

P. ¿Cómo reaccionan los vegetales ante sus depredadores?

R. Uno de los ejemplos más fascinantes es el de las tomateras que convierten en caníbales a las orugas que las atacan: segregan unas sustancias que hacen que la oruga la encuentre poco apetitosa y acabe comiéndose a la oruga que tiene al lado.

P. ¿Las plantas escuchan?

R. Hay buenos indicios de que sí, hay mucho trabajo en fitoacústica, acústica vegetal, y es fascinante, pero muy reciente. La planta es sensible a ondas que impactan sobre su superficie corporal, es una información que procesa.

P. ¿Duermen?

R. Las leguminosas pliegan las hojas de noche y por la mañana las despliegan. Si tú no puedes dormir, compras melatonina; las plantas biosintetizan su propia melatonina y el pico de concentración coincide con esa hora del plegamiento foliar para ‘irse a la cama’, igual que en animales. La molécula es la misma.

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11/08/2023

Abeto douglas, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA
El abeto de Douglas o Pino de Oregón (1)

El árbol maderero conocido como “Abeto de Douglas” no es un abeto (toma su nombre en inglés de David Douglas, el botánico escocés que introdujo el árbol en Europa en 1827), y que también es conocido como “Pino de Oregón”, aunque, tampoco es un pino. 
     Los botánicos del siglo XIX tuvieron problemas para clasificarlo debido a la similitud de la especie con otras varias  coníferas más conocidas en ese momento. Lo clasificaron como Pinus, Picea, Abies, Tsuga e, incluso, Sequoia. Finalmente, y debido a sus conos distintivos, los abetos de Douglas fueron finalmente colocados en un nuevo género: Pseudotsuga
     Los conos femeninos (las piñas) son colgantes, con escamas persistentes (a diferencia de los abetos verdaderos), y se distinguen por tener una bráctea larga largtridentina (de tres puntas) que sobresale de manera prominente por encima de cada escala. 
     Se dice que el pino de Oregón ha alcanzado alturas de 120 m. Esa fue la altura estimada de la conífera más alta jamás documentada, el “Mineral Tree” (Mineral, Washington), medida en 1924 por el Dr. Richard E. Mc Ardle, que fue jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos. El volumen de ese árbol era de 515 metros cúbicos, pero lamentablemente no hay una foto de él. 
      La foto que acompaña este texto fue tomada el 9 de abril de 1931, por la Guardia del Registro de Eugene. Se trataba de otro abeto de Douglas del que se decía que era el más grande del condado de Lane y, a su vez, el más grande de su tipo en el estado de Oregón. Tenía 12,8 metros de perímetro, en su día, un auténtico “Rey del Bosque”. La fotografía del árbol fue obtenida por la asociación Willamette Valley Lumbermen's para su uso en una feria de la madera del condado de Lane que se celebró ese mismo lugar. Desconocemos si este árbol todavía existe.
       Un mito de los nativos americanos de California cuenta que cada bráctea de tres extremos es la cola y las dos patas, diminutas, de un ratón que se escondía dentro de los conos del árbol durante los incendios forestales y, el árbol, tuvo la amabilidad de ser su santuario perdurable.
Esta es una divertida postal de Mineral. En noruego se puede leer esto: "Estamos de vuelta en el bosque y hace frío". Me gusta:... nombre, ciudad, estado..., cuando están en 1909 y sólo hay un puñado de personas viviendo en la zona. Fotos de Pat Van Eaton.
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11/04/2023

MIGUEL ANTÚNEZ LÓPEZ (Córdoba, 1983)
A la sombra de plátanos maduros

A la sombra de plátanos maduros
dos están conectados,
compartiendo sentimientos en evolución convergente.
En orgía de polen
y miradas que se encuentran y se incendian,
alcanzan a no besarse,
con pizcos en los ojos
y alergia a sentirse lejos.
Dos.
Cubiertos de frutos en poliantocarpos globulares y esféricos,
abrigados por miles de aquenios claviformes
rodeados de un penacho de pelos erectos,
de color canela,
que se desprenden,
vuelan como copos de nieve
y se posan para ser alfombra para mirlos.
Dos.
Polinizados por árboles cansados de contaminación,
condenados a dosis cada vez mayores
de antihistamínicos en abrazos.

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