2/28/2024

Castaños españoles en el Reino Unido

La avenida de las castaños españoles, castillo de Croft, Herefordshire, UK

El castillo de Croft, en Herefordshire, Welsh Marches, ha sido el hogar de la familia Croft desde la conquista normanda, allá por el siglo XI, salvo por un intervalo de poco menos de 200 años. Primero fue un castillo, luego una casa isabelina que estuvo a punto de ser totalmente destruida en la Guerra Civil -siglo XVII-, posteriormente fue restaurada, y una remodelación gótica a mediados del siglo XVIII. Se considera un ejemplo temprano del "renacimiento medieval". El interior muestra la historia de la familia Croft y su encanto es indescriptible. La iglesia adyacente de "San Miguel y todos los Ángeles" es anterior al edificio principal. El reloj es inusual ya que tiene una sola manecilla que señala la hora, lo que añade una leve confusión a un lugar donde el tiempo parece como si se hubiera detenido.

La avenida de los castaños españoles

     Podemos hacer un corto paseo al oeste del castillo para visitar la Avenida Spanish Chestnut. Aunque es uno de los varios que hay en la finca (algunos incluyen hayas y robles), es el más conmovedor, ya que está formado por castaños españoles de 450 años de antigüedad. Se dice que la avenida de líneas simples y triples se plantó a partir de castañas recuperadas de un naufragio español en la costa de Gales. Esa leyenda también nos cuenta que el plan de plantación reflejaba la formación de batalla en forma de media luna de la fatídica Armada de 1588.
      Sus troncos y ramas retorcidos realzan un lapso de tiempo inmóvil. Las contorsiones elementales han cerrado rama sobre rama, rama soldada al tronco. Las tensiones de aplastamiento y tensión quedan congeladas en su lugar. Las heridas antiguas se han cerrado sobre sí mismas. Varios veteranos salen del suelo en espiral. Otro parece haber aprisionado a un elefante con el ojo detenido en el tiempo.
     Si visita el castillo de Croft, pregunte cómo llegar a estos árboles, no le decepcionarán.
 
Lo hemos leído aquí
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2/25/2024

LA LEYENDA DEL GUAYACÁN

En el sur de nuestro continente americano se cuenta una leyenda que nosotros hemos adaptado y dice así:

Cuentan que cuando Dios estaba creando todo lo que había en este mundo, se reunió una tarde con todos los árboles y les pidió que escogieran la época en la que cada uno de ellos quería florecer y así, embellecer la tierra.
En un estallido de alegría comenzaron todos a gritar: ¡Otoño, Verano, Primavera!
Pero Dios vio que ninguno elegía la estación de invierno, entonces preguntó: - ¿Por qué nadie elige la época de invierno?
Cada uno tenía su razón: ¡Muy seco! ¡muy frío! ... ¡muchos incendios!
Entonces Dios pide un favor: - Necesito al menos uno, un árbol, que embelese el invierno, que sea valiente y capaz de enfrentarse al frío, a la sequía, a los peligrosos incendios y así  embellecer el mundo. ... (Todos se quedaron en silencio)
Fue entonces que un árbol callado y tranquilo al fondo, sacudió sus hojas y dijo: -¡Yo voy!...
Y Dios con una sonrisa preguntó: -¿Cuál es tu nombre?
Él respondió: - ¡Me llamo guayacán, Señor!
Los otros árboles quedaron asombrados por su locura de querer florecer en invierno.
Entonces Dios respondió: - Por atender mi pedido te haré florecer en el invierno, no sólo con un color, sino con varios, para que también en invierno, el mundo sea colorido. Tendrás diferentes nombres, colores y texturas... ¡tu linaje será enorme!
Y así Dios hizo posible la floración de uno de los más hermosos árboles que da color al mundo cada invierno...
Dicen que en otros países de Latinoamérica los hay de más colores, pero en Oaxaca y en varios estados de México, tenemos la bendición de tener: amarillos y rosados (rosa lila y rosa blanco).
Y efectivamente, nuestros guayacanes florecen en pleno invierno (diciembre - marzo), en los meses de sequía, cuando ya ha pasado mucho tiempo de la última lluvia, lo cual los hace más especiales...
¡Que podamos ser como el guayacán y sepamos florecer en los inviernos de la vida! 

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2/22/2024

Zhang, Daqian 張大千, (1899-1983)
Eremita en el bosque

Hacia 1945,   Pintura (H. 217.4 x l. 82.8 cm)
Papier, Encre, Couleurs - Pigments
大千居士爰; 張爰之印; 大千; 大千豪髮; 大風堂
Don manuel : Guo, Youshou 郭有守, Docteur, M.C. 8710

Inscription et signature : 少有道氣,終興俗違。亂山喬木,碧苔芳暉。乙西七月初三日聞佞寇來降寫此快極。大千居士爰。
Sceaux du peintre : 1. 張爰之印 (白文)  2. 大千 (朱文)  3. 大千豪髪 (白文)  4. 大風堂 (朱文)
Traducción :

"En mi juventud, tuve el espíritu del Tao 
Finalmente, me retiré del mundo. 
En el caos de las montañas, [entre] los árboles altos, 
Del musgo verde, de perfumes y de la luz." 
 
El tercer día del séptimo mes del año Yiyou [1945], al escuchar que la rendición japonesa estaba cerca, mi alegría estaba en su apogeo. El ermitaño de Daqian, Yuan. 
Los versos que acompañan a esta pintura evocan una relación personal y directa con la naturaleza. Sin embargo, están tomados del poeta y crítico Sikong Tu 司空圖 (837-908) que vivió durante el período Tang. Asimismo, la composición de este paisaje es el resultado de una compleja reinterpretación de diferentes obras antiguas. La figura del solitario perdido entre los árboles y contemplando una cascada se deriva de un cuadro de Chen Hongshou del Museo de Cleveland. Sin embargo, el estilo pictórico de la obra de Chen Hongshou difiere radicalmente del de Zhang Daqian. En lugar de las parcelas angulares de las montañas del maestro Ming, Zhang Daqian utilizó un conjunto de ondas y puntos derivados de los modelos Song. En cuanto a la inspiración para los altos pinos con perfiles torturados, ausente en la obra de Chen Hongshu, es sin duda Wang Shen 王 詵 (c. 1048 - c. 1103) de la canción.

Lo hemos leído aquí: https://www.cernuschi.paris.fr/fr/collections/collections-chinoises/chine-moderne-et-contemporaine/ermite-dans-la-foret
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2/19/2024

Pino/sabina

LA SABINA-PINERA DE FORMICHE ALTO, TERUEL

A la salida del segundo estrecho de la Hoz, en "el Prado del Buey", y en la ribera izquierda del río Mijares, se encuentra la sabina pinera de Formiche Alto, un dúo curioso formado por una sabina en cuyo tronco nació y crece un esbelto pino.
     Para llegar a este prado yo elegí salir en coche desde Formiche Alto hacia Castellar, pasamos junto a la entrada del camping "Casa de Fausto" y continuamos hasta el k4. Allí seguiremos por un camino a la izda. Una pista que va subiendo hasta el alto de una gran campa de la que salen tres caminos. Dejamos el coche y continuamos por el de la izda. en ligera subida. Una amplia panorámica podemos contemplar de esos montes. Al llegar a la parte superior seguimos por el camino hasta una señal que indica que continuemos por el barranco a nuestra derecha. Desembocaremos en el río Mijares por el que andamos aguas arriba hasta la zona de Los Estrechos, unos 200m. La Sabina Pinera queda a nuestra derecha.
Abremos recorrido dos km desde la campa. El grado de unión es tal que parecen un solo árbol, en un paraje abrupto y lleno de encanto... Creo que el acceso no es difícil aunque hay que contar con el caudal del río. Seguramente contactando con Casa Fausto nos proporcionen información.
     La explicación que hemos leído es que se debió a que un piñón cayó en el alto del tronco de la sabina, en el receptáculo que suelen formar sus ramas principales, que germinó y desarrollo sus raíces por el corazón del tronco de la misma, muchas veces hueco, hasta llegar a la tierra. La sabina ha perdido su rama central, espacio que ha aprovechado el pino.

La sabina tiene una edad estimada de 230 años y el pino alrededor de 60.


La leyenda de la Sabina Pinera contada en la página de Casa Fausto

"Erase un pino en lo alto del estrecho que se enamoró de la sabina que había en la ribera del río. El pino intentó que sus raíces crecieran mucho para poder llegar a acariciarla, pero la distancia y las impenetrables rocas del escarpado monte se lo impidieron.
     Sin desanimarse, el pino comenzó a desarrollar largas ramas para que el viento al rozarlas creara melodías para seducir a su amada.
     Al cabo de los años lo consiguió y la sabina al escucharlas también se enamoró del pino.  Una vez al día el sol proyectaba la sombra

 del pino sobre la sabina, y parecía que se se acariciaban.
     Pero no podían tener descendencia común, algo que ambos deseaban, así que la sabina con sus ramas centrales formó un receptáculo para intentar que quedara atrapado en las mismas algún piñón del pino.
     Al cabo de los años su deseo se cumplió al caer un pequeño y alado piñón, que germinó y la sabina cuidó y sigue cuidando maternalmente.
     El pino creció y, sobresaliendo entre las hojas de la sabina, logró ver al pino padre, el cual murió un crudo invierno al ser derribado por el peso de la nieve posada en las largas ramas que un día desarrolló para enamorar a la sabina."

Lo hemos leído aquí

  https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=151444840 

 
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