9/22/2018

CARLOS PELLICER, México (1897-1977)
Esquema de una Oda Tropical


                                                         A Jorge Cuesta
Ilustración de Minerva GM.
La oda tropical a cuatro voces
ha de llegar sentada en la mecida
que amarró la guirnalda de la orquídea.

Vendrá del Sur, del Este y del Oeste,
del Norte avión, del Centro que culmina
la pirámide trunca de mi vida.

Yo quiero arder mis pies en los braseros
de la angustia más sola,
para salir desnudo hacia el poema
con las sandalias de aire que otros poros
inocentes le den.

A la cintura tórrida del día
han de correr los jóvenes aceites
de las noches de luna del pantano.

La esbeltez de ese día
será la fuga de la danza en ella,
la voluntad medida en el instante
del reposo estatuario,
el agua de la sed
rota en el cántaro.

Entonces yo podría
tolerar la epidermis
de la vida espiral de la palmera,
valerme de su sombra que los aires mutilan,
ser fiel a su belleza
sin pedestal, erecta en ella misma,
sola, tan sola que todos los árboles
la miran noche y día.
Así mi voz al centro de las cuatro
voces fundamentales
tendrá sobre sus hombros
el peso de las aves del paraíso.
La palabra Oceanía
se podría bañar en buches de oro
y en la espuma flotante que se quiebra,
oírse, espuma a espuma, gigantesca.
El deseo del viaje,
siempre deseo sería.
Del fruto verde a los frutos maduros
las distancias maduran en penumbras
que de pronto retoñan en tonos niños.

En la ciudad, entre fuerzas automóviles
huele un poco de vidrios a guanábanas.
En la bolsa de semen de los trópicos
que huele a azul en carnes madrugadas
en el encanto lóbrego del bosque.
La tortuga terrestre
carga encima un gran trozo
que cayó cuando el sol se hacía lenguas.
Y así huele a guanábana
de los helechos a la ceiba.

Un triángulo divino
macera su quietud entre la selva
del Ganges. Las pasiones
crecen hasta pudrirse. Sube entonces
el tiempo de los lotos y la selva
tiene ya en su poder una sonrisa.

De los tigres al boa
hormiguea la voz de la aventura
espiritual. Y el Himalaya
tomó en sus brazos la quietud nacida
junto a las verdes máquinas del trópico.
Las brisas limoneras
ruedan en el remanso de los ríos.
Y la iguana nostálgica de siglos
en los perfiles largos de su tiempo
fue, es, y será.

Una tarde en Chichén yo estaba en medio
del agua subterránea que un instante
se vuelve cielo. En los muros del pozo
un jardín vertical cerraba el vuelo
de mis ojos. Silencio tras silencio
me anudaron la voz y en cada músculo
sentí mi desnudez hecha de espanto.
Una serpiente, apenas,
desató aquel encanto
y pasó por mi sangre una gran sombra
que ya en el horizonte fue un lucero.

¿Las manos del destino
encendieron la hoguera de mi cuerpo?

En los estanques del Brasil diez hojas
junto a otras diez hojas, junto a otras diez hojas,
de un metro de diámetro
florean en un día, cada año,
una flor sola, blanca al entreabrirse,
que al paso que el gran sol del Amazonas
sube,
se tiñe lentamente de los rosas del juego
a los rojos que horadan la sangre de la muerte;
y así naufraga cuando el sol acaba
y fecunda pudriéndose la otra primavera.

El trópico entrañable
sostiene en carne viva la belleza
de Dios. La tierra, el agua, el aire, el fuego,
al Sur, al Norte, al Este y al Oeste
concentran las semillas esenciales
el cielo de sorpresas
la desnudez intacta de las horas
y el ruido de las vastas soledades.

La oda tropical a cuatro voces
podrá llegar, palabra por palabra,
a beber en mis labios,
a amarrarse en mis brazos,
a golpear en mi pecho,
a sentarse en mis piernas,
a darme la salud hasta matarme
y a esparcirme en sí misma,
a que yo sea, a vuelta de palabras,
palmera y antílope,
ceiba y caimán, helecho y ave-lira,
tarántula y orquídea, zenzontle y anaconda.
Entonces seré un grito, un solo grito claro
que dirija en mi voz las propias voces
y alce de monte a monte
la voz del mar que arrastra las ciudades
¡oh trópico!
y el grito de la noche que alerta el horizonte.


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9/19/2018

FOOL'S GARDEN
PETER FREUDENTHALER/ VOLKER HINKEL
Lemon tree



I'm sitting here in the boring room
It's just another rainy Sunday afternoon
I'm wasting my time
I got nothing to do
I'm hanging around
I'm waiting for you
But nothing ever happens and I wonder

I'm driving around in my car
I'm driving too fast
I'm driving too far
I'd like to change my point of view
I feel so lonely
I'm waiting for you
But nothing ever happens and I wonder

I wonder how
I wonder why
Yesterday you told me 'bout the blue blue sky
And all that I can see is just a yellow lemon-tree
I'm turning my head up and down
I'm turning turning turning turning turning around
And all that I can see is just another lemon-tree

I'm sitting here
I miss the power
I'd like to go out taking a shower
But there's a heavy cloud inside my head
I feel so tired
Put myself into bed
While nothing ever happens and I wonder

Isolation is not good for me
Isolation I don't want to sit on the lemon-tree
I'm steppin' around in the desert of joy
Baby anyhow I'll get another toy
And everything will happen and you wonder

I wonder how
I wonder why
Yesterday you told me 'bout the blue blue sky
And all that I can see is just another lemon-tree
I'm turning my head up and down
I'm turning turning turning turning turning around
And all that I can see is just a yellow lemon-tree
And I wonder, wonder

I wonder how
I wonder why
Yesterday you told me 'bout the blue blue sky
And all that I can see, and all that I can see, and all that I can see
Is just a yellow lemon-tree


Limonero

Estoy aquí sentado en la aburrida habitación,
es sólo otra lluviosa tarde de domingo.
Estoy perdiendo el tiempo,
no tengo nada que hacer.
Estoy aquí pasando el rato,
esperándote.
Pero nunca pasa nada y me pregunto...

Estoy conduciendo en mi coche,
estoy conduciendo demasiado rápido,
estoy conduciendo demasiado lejos.
Me gustaría cambiar mi punto de vista,
me siento tan solo
esperándote.
Pero nunca pasa nada y me pregunto...

Me pregunto cómo,
me pregunto por qué,
ayer me hablaste del cielo azul,
y todo lo que puedo ver es un limonero amarillo.
Levanto y agacho mi cabeza,
doy vueltas, vueltas, vueltas y vueltas,
y todo lo que puedo ver es sólo otro limonero amarillo.
¡Canta!

Estoy sentado aquí,
echo de menos la energia.
Me gustaría salir,
darme una ducha,
pero hay una nube negra dentro de mi cabeza.
Me siento tan cansado,
llévame a la cama.
Bueno, nunca pasa nada y me pregunto...

El aislamiento no es bueno para mí.
Aislamiento, no quiero sentarme en el limonero.
Estoy dando vueltas en un desierto de alegria,
nena, de alguna manera, conseguiré otro juguete,
y todo llegará, y te preguntarás...

Me pregunto cómo,
me pregunto por qué,
ayer me hablaste del cielo azul,
y todo lo que puedo ver es un limonero amarillo.
Levanto y agacho mi cabeza,
doy vueltas, vueltas, vueltas y vueltas,
y todo lo que puedo ver es sólo otro limonero amarillo.
Y me pregunto...

Me pregunto cómo,
me pregunto por qué,
ayer me hablaste sobre el cielo azul.
Y todo lo que puedo, y todo lo que puedo,
y todo lo que puedo ver,
es sólo un limonero amarillo.

Información

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9/16/2018

En "La Vanguardia"
La contaminación está desnutriendo los árboles europeos
Puzlewood,es un antiguo bosque de Inglaterra, lleno de caminos sinuosos, cuevas fascinantes, formaciones rocosas y árboles centenarios (Getty)
     Los hongos se encuentran en las raíces de los árboles y les proporcionan minerales y agua. En los últimos años se han observado señales de desnutrición en los árboles europeos como menor número de hojas o que estas estén descoloridas. La pérdida de estos hongos a causa de la contaminación puede ser un factor, según expone un estudio publicado en la revista Nature.
     Este gran estudio de diez años, dirigido por el ‘Imperial College London’ y el Real Jardín Botánico de Kew, en Reino Unido, que ha analizado 13.000 muestras de suelo de 20 países europeos ha revelado que muchas comunidades de hongos arbóreos se ven afectadas por la contaminación, lo que indica que los límites actuales de contaminación pueden no ser lo suficientemente estrictos. Los científicos han revelado que las características de los árboles y la calidad local del aire y del suelo tienen un gran impacto en las micorrizas.

       ”Si nos preocupamos por la condición de nuestros bosques, en qué estado se encuentran, no podemos simplemente mirar hacia arriba. Hay una tendencia alarmante de malnutrición de los árboles en Europa, que deja a los bosques vulnerables a las plagas, las enfermedades y el cambio climático”, explica el Dr. Martin Bidartondo, del Departamento de Ciencias de la Vida en Imperial y de Kew.
      “Los procesos que ocurren en el suelo y las raíces a menudo se ignoran, se asumen o se modelan, porque estudiarlos directamente es difícil, pero es crucial para evaluar el funcionamiento del árbol”, añade.

       
 Hongos vitales
      Esta relación planta-hongo es crucial para la salud del árbol. Los hongos viven en las raíces de los árboles, proporcionando nutrientes vitales y agua. Los hongos, conocidos como micorrízicos, reciben carbono del árbol a cambio de nutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo y potasio, que toman del suelo. Estos pueden vivir durante décadas debajo de la superficie, creciendo y abarcando varios metros cuadrados.
     Los minerales como el nitrógeno y el fósforo son esenciales para la vida, pero en concentraciones suficientemente altas pueden ser perjudiciales, actuando como contaminantes en lugar de nutrientes. El nuevo trabajó descubrió ‘umbrales’ de estos elementos, concentraciones por encima de las cuales cambia la comunidad de micorrizas.
     Los árboles necesitan estos hongos para obtener nutrientes y agua del suelo y hay factores como la contaminación que están afectándolos. Debemos ser conscientes de ello porque estos hongos son esenciales para el crecimiento y la salud de los árboles “, dijo la Dra. Laura M Suz de Royal Botanic Gardens y una de las co-investigadoras del estudio.
      Los investigadores dicen que estos primeros resultados a gran escala deberían usarse para diseñar nuevos estudios sobre el vínculo entre la contaminación, el suelo, las micorrizas, el crecimiento de los árboles y la salud de los árboles.
    Un hallazgo importante del estudio es que los límites de contaminación europeos pueden establecerse demasiado altos. “En América del Norte los límites son mucho más bajos, y ahora tenemos buenas evidencias de que deberían ser similares en Europa. Por ejemplo, los límites de nitrógeno europeos actuales deben reducirse a la mitad. Nuestros árboles en Europa no son más tolerantes que los de América del Norte: sus hongos solo están sufriendo más “, explica el doctor Martin Bidartondo.
     El estudio examinó haya, roble, pino y abetos en toda Europa, incluidos varios bosques de robles, pinos y hayas en el Reino Unido.
     Los hongos reciben poca protección en las políticas de conservación, lo que dificulta determinar qué especies son raras o están disminuyendo.

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9/13/2018

JAVIER FLORES MÁLAGA
La saca de las corchas
En "Málaga Hoy"

     Noche cerrada. Duerme la inmensa mayoría de la población de la provincia. Para entonces, en una de las joyas de la naturaleza, en pleno corazón del Parque de los Alcornocales, a caballo entre las provincias de Málaga y Cádiz, pequeños grupos de corcheros se disponen a iniciar la jornada de trabajo nada más lleguen las primeras luces del día.
     La saca de las corchas, como se le conoce en la zona al descorche de los alcornoques, sigue teniendo cada verano una cita ineludible con estas cuadrillas que mantienen vivo uno de los trabajos más antiguos que siguen existiendo. El ritual casi no ha cambiado desde tiempos ancestrales. La mecanización se introduce a cuenta gotas, aunque con los recelos de los propios corcheros, que piensan que puede ser la muerte de su profesión. No obstante, en algunas parcelas se trabaja con nueva maquinaria de forma experimental para comprobar la precisión milimétrica en el corte. Es el caso del Ayuntamiento de Ronda, que este año anunció que volvería a probar este tipo de equipos en sus parcelas de la finca Diego Duro, en la que se está realizando el trabajo de saca.
     Pero la mecanización es mínima y la pericia de los hombres de la cuadrilla de Jimera de Líbar que trabaja en los alcornocales sigue siendo la principal fuerza de trabajo.
     En pleno bosque, sin cobertura telefónica y con el único ruido de los animales que allí habitan, los hacheros hacen gala de una precisión que muchos dudan que ni las avanzadas máquinas dotadas de sensores pueden tener. En pocos minutos, con la pericia y agilidad que confiere la sola utilización de un hacha como herramienta de trabajo, son capaces de retirar la preciada capa de corcho que cubre a estos árboles, que tarda entre nueve y diez años en producirse, aunque cada vez se impone un mayor espacio de tiempo para mejorar las condiciones de vida del bosque.
     Una vez extraídas las corchas, con un tamaño muy parecido, entran en juego los recogedores y los arrieros, auténticos maestros del equilibrio, capaces de cargar unos 200 kilos de corcho en sus mulos en un mecano perfecto, que impide que el animal tenga problemas de equilibrio en su caminar por el bosque hasta llegar al punto más cercano al que tienen acceso los camiones de transporte. Es otro de los pocos elementos de mecanización que se pueden encontrar, aunque su utilización está muy limitada a la presencia de caminos adecuados para su paso.
     Son los camiones de transporte los encargados de llevar la preciada mercancía a los patios, como se llama en el sector a las zonas habilitadas para el almacenaje y pesado. Allí, los fieles pesadores (se paga por kilos extraídos), uno de la cuadrilla de corcheros y otro del productor, se encargan de ir pensando el corcho que llega del bosque y colocarlo en perfectos montones que deberán aguantar en pie hasta que el corcho sea vendido.
     En este apartado también comienza a llegar una cierta modernización, con la utilización de pesos electrónicos, aunque todavía sigue teniendo presencia la antigua romana, un sistema de peso tradicional que busca el peso exacto utilizando contrapesos para lograr un equilibrio y fijar así la cantidad pesada.
     Aunque pesar pueda parecer un trabajo menos duro que la saca, el calor suele hacer mella al estar obligados a pasar tantas horas a pleno sol, realizando también un considerable esfuerzo físico para colocar adecuadamente las corchas en pilas.
     A pesar de la dureza del trabajo y las pocas cuadrillas de corcheros que todavía existen en la zona, las corchas siguen siendo un trabajo de temporada que reporta importantes ingresos a los municipios de zona y a los trabajadores.
     De hecho, para ayuntamientos de la comarca de la Serranía, como Ronda o Cortes de la Frontera, es uno de sus principales ingresos anuales, aunque la competencia de los tapones de silicona hace que los precios bajen y sea complicado algunos años el llegar a vender toda la producción.

 
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