11/05/2016

ENRIQUE E. RIVAROLA (Argentina, 1862-1931)
Plantemos un árbol

Abramos la tierra, plantemos el árbol,
será nuestro amigo y aquí crecerá,
y un día vendremos buscando su abrigo
y flores y frutas y sombra dará.

El cielo benigno dé riego a su planta,
el sol de setiembre le dé su calor,
la tierra su jugo dará a sus raíces
y tengan sus hojas verdura y frescor.

Plantemos el árbol, el árbol amigo;
sus ramas frondosas aquí extenderá,
y un día vendremos buscando sus flores
y sombras y frutas y flores dará.”

“La palabra y su mundo”, Ed. Plus Ultra.
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11/02/2016

SOTOLÍN-PATA DE ELEFANTE (Beucarnea gracilis), Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán, estados de Puebla-Oaxaca (México)
      Es un área natural protegida localizada en el sureste de México. Abarca 490.000 hectáreas distribuidas entre 21 municipios de Puebla y 30 de Oaxaca. La zona pertenece y se encuentra en la Sierra Madre del Sur. Se caracteriza por su relieve accidentado, donde sierras que no rebasan los tres mil m s. n. m. rodean los extensos valles de Tehuacán y Zapotitlán, así como la Cañada de Cuicatlán. Casi la totalidad de la reserva forma parte de la cuenca alta del río Papaloapan, uno de los más caudalosos de México.
     El clima de la región es cálido semiseco y cálido semi-tropical, con lluvias moderadas a escasas en el verano. En las partes altas de la sierra es frecuente ver que las montañas están coronadas de una espesa neblina que en escasas ocasiones llega a condensarse para formar una modesta llovizna.
     La importancia de Tehuacán-Cuicatlán radica en la gran diversidad florística, la tercera parte de las especies vegetales son endemismos. La flora predominante es la xerófita.
     La zona fue declarada Reserva de la Biosfera el 11 de septiembre de 1998. De acuerdo a lo señalado en la declaración oficial, los habitantes de la reserva pueden realizar las actividades económicas que habían venido realizando, siempre y cuando no impliquen un deterioro para la zona.
    Entre los proyectos que encontramos en esta zona se encuentra la creación de áreas ecoturísticas como el Cañón del Sabino de Tecomavaca (refugio de la guacamaya verde - Ara militaris- en peligro de extinción), las ocho rutas turísticas (biznaga gigante, fósiles marinos, ruta de las estrellas,....) en San Juan Raya, la creación del Jardín Botánico “Helia Bravo” en Zapotitlán..
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      Como a todos los neófitos lo que más nos llama la atención son esas grandes estructuras como son las “patas de elefante o sotolín”, Beucarnea gracilis, una de los ocho tipos de beucarneas que se dan en México, Guatemala y Belice. Es una planta muy utilizada en jardinería. El más viejo en España se encuentra en el jardín del Rectorado de la Universidad Miguel Hernández de Elx, y cuyas vicisitudes ya las recogimos en este blog.
     El núcleo que visité se encuentra cerca de Zapotitlán, un pueblo que está muy bien comunicado con Tehuacán, que a su vez se encuentra en la ruta de Puebla-Oaxaca. La base del tronco es muy gruesa, algún espécimen alcanza los diez metros de circunferencia, hojas alargadas y estrechas, con flores en panículas,... no aguanta bien el frío y el exceso de humedad suele ser mortal.

Detalle de la corteza a 40 cm de distancia



 

Más información:
https://www.gob.mx/conanp/documentos/reserva-de-la-biosfera-tehuacan-cuicatlan-209465

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10/30/2016

ÁRBOLES DIBUJADOS

No lo dudé, sólo vi árboles en estas imágenes que forma el agua cuando se va retirando... un patrón -árbol- que se repite en el dibujo en la arena cuando el agua se retira en un estuario o de una zona llana y tranquila. Si observamos desde el espacio el dibujo de los grandes ríos también vemos que se repite este patrón.
En "GEOMORFOLOGÍA PARA TODOS" nos dan esta explicación:
BAJA CALIFORNIA (México) Llanos de marea en el delta del río Colorado. Los llanos de marea aparecen en costas bajas, protegidas del oleaje abierto del mar y por eso son comunes en golfos y estuarios. En este caso, en el golfo de California desemboca el río Colorado. El color castaño del agua del río se debe a esos sedimentos en suspensión. Esos sedimentos al depositarse van colmatando el lugar y ampliando los llanos de marea. Los canales de marea activos tienen un patrón característico, que llega a ser dendrítico en sus porciones distales. Como en la mayoría de los casos, los llanos de marea activos están vinculados a llanos de marea inactivos que ocupan cotas levemente superiores. El color blanco grisáceo de la mayoría de la superficie se debe a eflorescencias salinas sobre la superficie de los sedimentos.
Lago Kakura, New South Wales, Australia
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10/27/2016


EL PERAL MÁGICO

Cuento de los sabios taoístas, de Pascal Fauliot
 
Era el puesto de fruta más bello del mercado. Enormes pirámides de manzanas, peras, albaricoques, membrillos... perfumaban el aire y brillaban al sol. Los precios también estaban a la altura de los productos para beneficio del gran comerciante que, con suavidad, los ofrecía detrás de su balanza ligeramente alterada, al igual que los comerciantes de moda de aquella época. Un haraposo mendigo, que llevaba una gorra de viejo taoísta, se detuvo ante tan agradable espectáculo. Rogando le pidió una pera. 
¡De ninguna manera! -dijo el comerciante-, mendigos como tú los hay a docenas. Si le doy a uno, los otros vendrán como moscas y voy a tener que cerrar la tienda.
¿Y una fruta dañada? -le rogó el vagabundo- no he comido durante días.
El comerciante salió de detrás del mostrador y le dijo: -¡Lárgate antes de que pierda la paciencia!
Pero un buen guardi de servicio en la plaza, intervino y compró una pera ofreciéndosela al desafortunado vagabundo. Éste esbozó una amplia sonrisa y haciéndole señas le dijo que le siguiera:
- Venga, voy a darle las gracias, yo también le ofreceré peras, a usted y a todos los de su regimiento!
- Pero, viejo loco ¿qué me cuentas? ¿Cómo podrías pagarlas?
- ¡No hay necesidad de pagar. Las recogeré de un árbol!
- Pero... ¿dónde está el árbol?
- ¡Aquí está! El mendigo se refirió a la fruta que tenía en su mano. La mordió y sacó un pepita.
- ¡Aquí está, sólo hay que sembrarla. Tráeme una pala y un poco de agua caliente y lo verás fructificar antes del atardecer!
El guardia llamó a algunos amigos que pasaban por allí, e hizo que repitiera sus palabras de viejo tonto. En la algarabía general prometió al mendigo que le daría lo que quisiera. Un guardia regresó con una pala, otro con un hervidor de agua y una multitud de espectadores le siguieron para ver lo absurdo de la historia.
El vagabundo se detuvo en el centro de la plaza, cavó un hoyo, enterró la semilla y la regó con agua hirviendo. Inmediatamente, ante esa multitud con la boca abierta, una planta salió de la tierra y comenzó a crecer visiblemente. Se formó un tronco y después unas ramas que se cubrieron de hojas y flores. Las flores se abrieron y salieron decenas de peras, henchidas, tan radiantes y fragantes como las del avaro mercader. Éste, empujando, también se mezcló con la multitud, con la esperanza de beneficiarse del reparto general que el mendigo hacía con las peras de su árbol. ¡No hay beneficio pequeño!, pensaba.
Por otra parte, nuestro comerciante se arrepintió de no haber sido amable con el extraño vagabundo que seguro tendría más de as escondido en la manga o debajo de su raída gorra taoísta. Pensó que, tal vez, no era demasiado tarde para invitarle a su mesa para obtener algún jugoso y secreto beneficio.
El mendigo, después de distribuir todos los frutos, pidió un hacha. Se la trajeron y todos esperaron a ver qué hacía. Cortó el peral por la base y, con paso tranquilo, abandonó la plaza, arrastrando el árbol tras él. Cruzó la puerta del oeste y desapareció por el camino entre una nube de polvo que borraba las huellas de sus pasos.
El comerciante no intentó alcanzarle. Volvió a su tienda con las manos vacías, sin conseguir ninguna pera. Encontró a su empleado llorando que le explicó que la pirámide de peras había desaparecido del estante de forma misteriosa. ¡De aquí es de donde provenían las deliciosas peras que el maldito taoísta tan generosamente había distribuido!
Todo lo demás era una ilusión. El tacaño comerciante cogió una ictericia. 

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