11/29/2015

JADAV PAYENG (India)
Hombre Bosque (Repoblando desde 1970) 

Un hombre. Dos manos. 40 años. 550 hectáreas con nuevos árboles. Cada vez hay más hombres que plantan árboles, en más rincones del planeta.
    En 1970, alarmado por la erosión de la Isla de Maluji, India, Jadav Payeng decidió entrar en acción para preservarlo. En alrededor de cuarenta años, este trabajador forestal plantó más de 550 hectáreas equivalente a 700 campos de fútbol. A través de su arduo trabajo y determinación, no sólo salvó la isla, sino también a los elefantes y tigres que viven en este hábitat natural.

https://www.youtube.com/watch?t=12&v=HkZDSqyE1do
-----

11/27/2015

El tejo de Fortingall, un cambio de sexo
Tejo de Fortingall, Escocia
En invierno es más fácil distinguir a los machos y a las hembras por la presencia de frutos rojos. Podríamos pensar que después de 5.000 años de existencia, ya es un poco tarde para hacer grandes cambios. Sin embargo, la longevidad no parece haber sido un impedimento para el Tejo de Fortingall –uno de los árboles más antiguos de Europa, que crece en un rincón de Escocia–, que hace pocos días sorprendió al público cambiando de sexo.
     "En los registros históricos, este árbol ha sido descrito como macho", le dice a BBC Mundo Max Coleman, del Jardín Botánico Real de Edimburgo, quien notó por primera vez el cambio.
     "Y es evidente que es macho porque por donde lo mires, verás que tiene partes reproductivas de macho, excepto en una pequeña zona en la corona en la que encontramos frutos", explicó el botánico.
Estructuras esféricas masculinas
     Muchas especies de árboles están compuestas por partes femeninas y masculinas. Pero los tejos son o machos o hembras.
     Los machos, como el de Fortingall, producen estructuras esféricas de un color verde amarillento que liberan polen, mientras que las hembras producen frutos rojos, como los que se observaron recientemente en este espécimen.
     Aunque el fenómeno se ha registrado en el pasado, Coleman explica que sigue siendo una ocurrencia muy rara. Por otra parte, los cambios suelen darse en una parte más amplia del árbol mientras que en el ejemplar escocés sólo se manifestó en una rama.

¿Estrés?

La transformación de macho a hembra se debe un cambio en el balance hormonal de la planta, que controla la producción de los órganos reproductivos.
¿Pero qué pudo haber impulsado este extraño comportamiento?  Coleman señala que es importante continuar observando al árbol."Esa es la gran pregunta que no aún no hemos podido responder", dice Coleman. Una posibilidad, sugiere el científico, es que el disparador haya sido el estrés ambiental, "como en el caso de que haya vivido una sequía o soportado temperaturas extremas”.
"Pero aquí no tenemos conocimiento de ninguna situación de estrés obvia", señala el botánico.

Descendientes milenarios

Otra hipótesis propone el cambio como un mecanismo de supervivencia.
     "Si el árbol estuviese aislado, sin otros tejos para reproducirse, la única manera de hacerlo sería produciendo de tanto en tanto partes del otro sexo para autopolinizarse y dar lugar a una nueva generación". Sin embargo, aclara el científico, este no ocurre con el Tejo de Fortingal, que está acompañado de otros tejos, uno de ellos hembra.
     No se sabe si el ejemplar volverá a su sexo original en el futuro ni tampoco es posible asegurar a ciencia cierta si no experimentó esta misma transformación en el pasado.
     "Pudo haber ocurrido, pero si se dio de una manera sutil como ahora, es muy posible que este detalle se haya pasado por alto. Habrá que seguir observándolo. Pero más allá de las razones del cambio y la sorpresa inicial que produjo, lo más importante es que gracias a esta transformación se pudieron obtener, por primera vez semillas de este árbol único y longevo. Estamos plantando las semillas ahora", asegura Coleman.
      Si germinan, el Tejo de Fortingall producirá sus primeros hijos identificables en miles de años. Las semillas también pasarán a formar parte de un ambicioso proyecto que busca conservar la diversidad genética de los tejos en el mundo.

Arilos, los frutos del tejo
-----

11/25/2015

ÁRBOLES MONUMENTALES: una de cal y otra de arena
De  "el chopo cabecero"

Chopo_Cabecero_del_Remolinar_1p3
Un estudio realizado hace un par de años en la cuenca del Alfambra estimó en 188 los chopos cabeceros (o chopos camochos) que tenían un diámetro normal de tronco (a 1,30 m del suelo) superior a los 2 m. Son más numerosos en el tramo alto, desde Allepuz hasta Galve, pero también están presentes en algunos de sus afluentes y en el tramo bajo, desde Villaba Alta hasta Tortajada. Precisamente sobre estos últimos, el Diario de Teruel publicó un artículo sobre el tema hace tres años.
     La candidatura del Chopo Cabecero del Remolinar de Aguilar del Alfambra como candidato al concurso Árbol Europeo del Año 2014 permitió dar a conocer los chopos cabeceros de este valle. De hecho, entre sus argumento se presentaba el ser el representantes de las dehesas fluviales donde son los árboles más comunes. La difusión que recibió este ejemplar durante aquel mes de febrero lo hizo muy popular y cuando el entonces Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio ambiente decidió elegir dieciséis árboles de para ser los primeros del Catálogo de Árboles y Arboledas Monumentales de Aragón, el Chopo del Remolinar fue incluido, uno de los cinco seleccionados. Era ya un árbol conocido.
     Realizando el inventario de los camochos de dicho valle, acompañados por el profesor y escritor Clemente Crespo, localizamos un ejemplar precioso cerca de la orilla del río Alfambra y dentro del término municipal de Orrios aunque casi en el límite con el de Alfambra. Tenía un perímetro de 640 cm, un diámetro de copa de 18 m, una altura de cruz de 400 cm y una altura total de 26 m. Era una preciosidad.
DSC_7477
      El árbol estaba muy sano, a pesar de alguna que otra quemadura que había padecido en el pasado. Los extremos de las ramas tenían las yemas jóvenes. Era un ejemplar notable, con huecos, con madera muerta.
DSC_7474
     Estaba situado en un ribazo, entre una pequeña acequia y un camino agrícola. En el pasado mes de julio Clemente nos envío un enlace de su blog Clemente Alonso Crespo a un artículo que se titulaba “Alfambra. Chopo cabecero monumental tronzado y quemado”. Vimos las fotos:
     Estaba todo dicho. Un árbol que ha necesitado ¿cien? ¿doscientos? años … ¡qué más da! para crecer, que ha proporcionado sombra en el camino, vigas para la economía familiar … que le ha costado hacerse y que ha sobrellevado mil peligros había acabado “tronzado y quemado”.
     Al parecer, se solicitó permiso para su tala argumentando daños en la acequia próxima y se le concedió permiso para ello. Pensamos que deberían haberse buscado alternativas con más interés para salvaguardar el árbol y la acequia. La tala es la opción más sencilla.
     Me surge una pregunta … si en lugar de tratarse de un árbol hubiera sido un peirón el que molestaba y no un árbol ¿se habría derribado? ¿y si hubieran sido las ruinas de un castillo?
     Los árboles monumentales son seres muy vulnerables. Si además son desconocidos, como el chopo de Orrios, todavía más.
     Hay mucho que hacer para cambiar estas mentalidades.
-----

11/23/2015

THIRST-QUENCHING TREES
Árboles para saciar la sed

Diseñado para su uso en zonas tropicales desérticas de África y América, donde las temperaturas varían mucho entre el día y la noche, el Árbol de la Esperanza es un dispositivo en forma de gran árbol que absorbe la humedad del aire para abastecer de agua potable. El diseño de la superficie plegada de la copa dirige las partículas de agua a la columna central para filtrarlas. Luego, refrigerada, el agua potable puede almacenarse en la base y de fácil acceso.

Diseño: Chi Cheng, Fang Zishuo, Hao Libin, Hu Tengwen, Jiang Jieyu, Jin Xiaoneng, Liu Xiaolong & Tong Shang


-----