4/04/2014

MANGLARES
un bosque modular para enfrentar el cambio climático

"CALTROPe" es una estructura modular diseñada para promover el crecimiento de los bosques de manglares, con el fin de evitar la desaparición de ecosistemas enteros cercanos al mar y reducir la pérdida de terreno agrícola. La oficina colectiva Szövetség’39, con sede en Budapest, se asoció con un grupo de científicos para entender cómo los manglares actúan como diques naturales y después ideó un sistema modular compuesto por estructuras similares a cuerdas que ayudan a crecer a las plantas tolerantes al agua marina.

El proyecto recibió recientemente el 1er Premio en el Concurso Internacional de Arquitectura organizado por la Fundación Jacques Rougerie en la categoría “Arquitectura y aumento del nivel del mar”.

Anna Barothy de Szövetség’39 trabajó con el biólogo y buzo Gergő Balázs, la diseñadora Janka Csernak y el científico Viktor Grønås, buscando una solución para la creciente tasa de pérdida de suelo agrícola debido al cambio climático y la consiguiente subida del nivel del mar.
Después de realizar un estudio de las plantas, el equipo concluyó que los manglares actúan como un rompeolas natural contra las mareas atrapando sedimentos del río en sus raíces. Sus resultados mostraron que los ríos del delta podría tener un papel crucial en la indemnización de la pérdida de la tierra causado por el aumento del nivel del mar.
El equipo terminó en una propuesta que podría servir de vivero para plantas jóvenes de manglares, ayudándolas a crecer hasta alcanzar su mayor tamaño, hasta formar un dique natural. CALTROPe es una combinación de las palabras “caltrop” (“abrojo” – una especie de castaña de agua) y “rope” (“cuerda”).
La estructura similar a una cuerda se configura a través de formas curvas diseñadas especialmente y combinadas a manera de módulos. Las cuerdas se apoyan en una combinación de hormigón y materiales orgánicos y se espera que tenga una duración de 15 a 20 años. Estos compuestos irán desmoronándose a medida que avanza el tiempo y crezcan las plantas.



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3/31/2014

MAGDA STELLA QUINTERO (Colombia, 1935-1998)
Los árboles

Han visto florecer
todos los años,
el araguaney
que crece
en medio del campo?

Se viste de amarillo
y engalanado,
parece un rey
que tiene
traje dorado

Árboles que dan sombra,
que se llenan de nidos,
frutos y cantos
y cuando llueve, escampan
gentes y pájaros...!

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3/29/2014

HANAMI (花見 lit. "ver flores")

Es medio del asfalto y el hormigón donde tiene lugar este espectáculo inducido-natural que se renueva en cada primavera. Este es el río Meguro, en Tokio, jalonado de cientos de cerezos que al unísono se ponen a anunciarnos el fin del invierno, el inicio de un nuevo ciclo.
       Los cerezos permanecen dormidos hasta que la primavera les envía la muda señal de la luz y los hace estallar en una floración rebosante de vida que los japoneses han llamado el hanami. Es el momento en el que se sientan debajo tomando un refrigerio, para contemplar este estallido de luz.

      En todo el país los japoneses tienen una cita en parques, jardines, huertos o riberas de los ríos para extasiarse en la contemplación de esta naturaleza. La fecha exacta para presenciar esta celebración es a finales de marzo y principios de abril. Eso sí, como las temperaturas varían en las distintas latitudes hay que tener en cuenta las particularidades de cada región. Los cerezos van despertando de sur a norte desde las islas de Okinawa a la de Hokkaido.

      Es el gran espectáculo, las flores que, como copos de nieve, quedan suspendidos en el horizonte. Apenas dura una semana, depende de la climatología, y a una señal del viento los pétalos comienzan a caer como telón de final de la función. Sencillamente magnífico. Basta verlos para entender por qué la mismísima oficina de meteorología se encarga de comunicar a la población el pronóstico de florecimiento (sakurazensen, por si se animan a pronunciarlo).

      Un acontecimiento que nadie quiere perderse en Japón, al punto que hasta las empresas organizan los picnics con sus empleados. El espectáculo puedes proseguirlo durante la noche y disfrutarlo con otra luz. El hanami nocturno se llama yozakura.



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3/27/2014

KANG-WON, LEE (Corea del Sur, 1947)
El cuento del árbol

Sin amante
sin amigos
en un ancho campo el árbol solitario
hace una larga sombra
como faro en la pradera
como un barco navegando en el desierto.

Alguien me contó que el árbol está bajo un hechizo.
Cada vez que hay luna llena desentierra
su incinerado y negro corazón, lo cuelga de una hoja
y se viste entonces de musgo azul oscuro
que adhiere a su tronco
y extrae sus recuerdos arrugados para sacudirlos
como quien toca una campana.

El árbol hace pantomimas en un escenario
sólo visible para los hechizados.

Alrededor del árbol
hay siempre una multitud
que delira.
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