5/10/2015

TU ÁRBOL - PROYECTO DIDÁCTICO 
PARA ALUMNOS DE ESO (1º Y 2º)















Una de las acciones del proyecto LIFE+ enArbolar – BIGTREES4LIFE, promovido por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente (FFRF), consiste en elaborar y distribuir a todos los centros de Secundaria del Estado español un proyecto didáctico destinado al alumnado que estudia Ciencias de la Naturaleza en los dos primeros cursos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Pretende despertar en el alumnado una serie de inquietudes científicas agrupadas en torno a un gran árbol cercano como foco de biodiversidad y conocimiento. Igualmente le ayudará a desarrollar diferentes competencias básicas fundamentales en su proceso de aprendizaje.

Sus objetivos principales son:
  • Descubrir la naturaleza como un laboratorio vivo donde poner en práctica los conocimientos adquiridos en el aula.
  • Favorecer el intercambio y el aprendizaje del alumnado a través del trabajo colaborativo.
  • Promover el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).
  • Conocer la Red Natura 2000 y su biodiversidad asociada.
  • Implicar a los jóvenes en la protección del patrimonio natural de su localidad.

La FFRF hará llegar este proyecto didáctico a los más de 8.000 centros de Educación Secundaria Obligatoria de España para su utilización como recurso en las aulas.

Está disponible en formato electrónico, con versiones en castellano y en inglés, y puede ser descargado en los siguientes enlaces:

PROYECTO DIDÁCTICO (pinchar en la banderita)

CUADERNO PARA EL PROFESORADO
   
CUADERNO PARA EL ALUMNADO
   

 

BANCO DE RECURSOS

CLASE MAGISTRAL
   
CUADRO RÚBRICAS 1-6
   
CUADRO RÚBRICAS 7
   
LAS 10 REGLAS DE ORO PARA ACERCARSE A LOS ÁRBOLES SIN DAÑARLOS
   
CLAVE DICOTÓMICA PARA IDENTIFICAR ÁRBOLES
   
CARTA MODELO PARA EL ALCALDE
   
MODELO ORDENANZA MUNICIPAL
   
RED NATURA 2000
   
ENLACES INTERESANTES
   
BIBLIOGRAFÍA
   
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5/07/2015

Miraflores de la Sierra
JAVIER LERALTA
de "Madrid, Cuentos, leyendas y anécdotas, Vol II"

 MIRAFLORES DE LA SIERRA. Vicente Aleixandre, la olma del poeta.

     A José Uceda y Manuel de Riaza les pareció interesante la idea de comprar un árbol. Claro que no era un árbol cualquiera, no, se trataba de un olmo especial, de una especie singular, histórica, símbolo de un pueblo y con el tiempo lugar de reunión de gentes y enamorados. En aquellas fechas -diciembre de 1834- el árbol en cuestión ya destacaba por sus poderosas ramas y tronco atlético y posiblemente fuera plantado el siglo anterior, en tiempos de Carlos III. El caso es que los dos vecinos de Miraflores decidieron invertir una parte de sus caudales en comprar “el primer olmo que hay en el Paseo de los Álamos, yendo del pueblo para el Calvario, frente de la casa de José Uceda...” Tuvieron que pagar 80 reales de vellón más 14 maravedís como derechos de inscripción en el Registro de la Propiedad de Colmenar Viejo, como era menester. La escritura de compra del árbol gordo, la popular olma de Miraflores, es de propiedad privada, aunque su uso y disfrute siempre ha sido comunal.
     En el contrato de venta se indicaba además “que dicho árbol u olmo no ha de poder ser cortado, bajo ningún pretexto ni motivo, ni por el D. José ni D. Manuel, ni por persona alguna, a no ser que se secase enteramente -como ocurrió por desgracia-, cuya leña, en tal caso, ha de venir a beneficio del común de vecinos de esta Villa, pero en ningún otro caso se ha de poder cortar, ni por ellos ni por sus herederos ni sucesores, ni ninguna otra apersona como dicho queda...”
     Pasaron los años y aquella olma -los biólogos siempre han proclamado su feminidad- o álamo negro, negrillo, se adueñó de la plaza del pueblo, y todos los lugareños se cobijaron bajo sus sombra y melena de hojas y ramas. Uno de esos amigos del árbol fue Don Vicente, vecino ocasional que pasaba los veranos en el pueblo acompañando a sus padres. Los que le conocieron le recuerdan con agrado y respeto. A partir de 1925 empezó a frecuentar el pueblo, quizá debido a su enfermedad, una nefritis tuberculosa que le obligaba a consumir los aires sanos del Guadarrama. Probablemente coincidió con Niceto Alcalá Zamora, por entonces presidente de la Segunda República, y con Santiago Ramón y Cajal, ilustres veraneantes de Miraflores.
     Don Vicente paseaba y escribía hasta que sus libros fueron conocidos y publicados. En 1977 recibió el Premio Nobel de Literatura y el consistorio le dedicó una calle, su calle, la de su casa Vistalegre: calle de Vicente Aleixandere decía la placa. Uno de sus últimos deseos consistió en pedir hojas del abuelo, su árbol gordo y favorito. Y a Madrid le llevaron una rama y una bolsa de semillas. Don Vicente, poeta, murió en 1984. Unos años más tarde, durante el invierno de 1989, la grafiosis terminó con la olma de Miraflores y entonces comenzó su leyenda....
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5/05/2015

VICENTE ALEIXANDRE (Sevilla, 1898-1984) 
El álamo

En el centro del pueblo
quedaba el árbol grande.
Era una plaza mínima,
pero el árbol viejísimo
la desbordaba entera.
Las casas bajas como animales tristes
a su sombra dormían. Creeríase
que a veces levantaban una cabeza, alzasen
una noble mirada y viesen aquel cielo de verdor
que hacía música o sueño.
Todo dormía, y vigilante alzaba
su grandeza el gran álamo.
Diez hombres no rodearían su tronco.
¡Con cuánto amor lo abrazarían midiéndolo!

 
Pero el árbol, si fue en su origen (¿quién lo sabría ya?)
una enorme ola de tierra que desde un fondo reventó, y quédose,
hoy es un árbol vivo. Abuelo siempre vivo del pueblo, augusto
por edad y presencia.
A su sombra yacen las casas, viven,
se despiertan, se abren: salen los hombres, luchan,
trabajan, vuelven, póstrense. Descansan.
A veces vuelven y allí cobijan su postrer aliento.
Bajo el árbol se acaban.
 
El pueblo está en la escarpa de una sierra.
Arriba Najara.
Abajo la llanura, como una sed enorme de perderse.
Despeñado, colgante, quedó el pueblo agrupado bajo el árbol.
Quizá contenido por él sobre el abismo.
Y sus hombres se asoman
en su materia pobre de siglos
y echan sus verdes ojos, sus miradas azules,
sus dorados reflejos, sus limpios ojos claros y oscurísimos,
ladera abajo, hasta rodar en la llanura insomne
y perderse a lo lejos, hasta el confín sin límites que brilla
y finge un mar, un puro mar sin bordes.
El árbol:
un álamo negro, un negrillo, como allí se nombra.
El álamo: "Vamos al álamo." "Estamos en el álamo" Todo es
álamo.
Y no hay ya más que álamo, que es el único cielo de estos
hombres.

Principios del siglo XX

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5/03/2015

MARÍA DEL MAR BONET (Palma de Mallorca, 1947)
MIQUEL COSTA i LLOVERA (Mallorca, 1854-1922)
Lo pi de Formentor


Mon cor estima un arbre! Més vell que l'olivera
més poderós que el roure, més verd que el taronger,
conserva de ses fulles l'eterna primavera
i lluita amb les ventades que atupen la ribera,
que cruixen lo terrer.

No guaita per ses fulles la flor enamorada;
no va la fontanella ses ombres a besar;
mes Déu ungí d'aroma sa testa consagrada
i li donà per terra l'esquerpa serralada,
per font la immensa mar.

Quan lluny, damunt les ones, reneix la llum divina,
no canta per ses branques l'aucell que encaptivam;
el crit sublim escolta de l'àguila marina
o del voltor qui puja sent l'ala gegantina
remoure son fullam.

Del llim d'aquesta terra sa vida no sustenta;
revincla per les roques sa poderosa rel;
té pluges i rosades i vents i llum ardenta,
i, com un vell profeta, rep vida i s'alimenta
de les amors del cel.
 
Arbre sublim! del geni n'és ell la viva imatge;
domina les muntanyes i aguaita l'infinit;
per ell la terra és dura, mes besa son ramatge
el cel que l'enamora, i té el llamp i l'oratge
per glòria i per delit.

Oh sí: que quan a lloure bramulen les ventades
i sembla entre l'escuma que tombi el seu penyal,
llavors ell riu i canta més fort que les onades
i, vencedor, espolsa damunt les nuvolades
sa caballera real.

Arbre mon cor t'enveja. Sobre la terra impura,
com a penyora santa duré jo el teu record.
Lluitar constant i vèncer, regnar sobre l'altura
i alimentar-se i viure de cel i de llum pura...
Oh vida! oh noble sort!
 
Amunt ànima forta! Traspassa la boirada
i arrela dins l'altura com l'arbre dels penyals.
Veuràs caure a tes plantes la mar del món irada,
i tes cançons tranquil·les aniran per la ventada
com l'au dels temporals.
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