1/12/2015

DANITH URANGO TUIRAN (Colombia)
El polvillo

-Canario vegetal-

Si el polvillo no florece
el verano no sonríe amarillo,
si el polvillo no florece
el estío está perdido.
Si el polvillo florece
otro sol alumbra
y una siempre luz
decora ciudades y montes.
Entonces canta un canario vegetal,
un canto silencioso
un grito de júbilo
y una oda elemental.

Quiero verte en los rincones,
fulgoros en las avenidas
adornando los palacios,
que en los patios seas bandera,
en los parques estandarte,
en los montes alegría.
Que en un eterno diciembre
y en un perenne enero y en un estático abril
sea polvillo, sólo polvillo
el alba y el amanecer.

Que en mi mano,
en cada falange, en cada palmo
un polvillo esté,
que mis ojos sean monte
para que en ellos el árbol
no deje de florecer.

Que mi corazón palpite,
que en su ramaje de invierno como pájaro yo esté,
que por mis venas corra su savia
y por sus nervaduras mi sangre
y con mi boca el árbol hable.

Quiero otra tierra
a lo largo de estos dos ríos
donde en un eterno abril
el himno de la sinuanía
como un cantor canario
el polvillo cante.
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1/09/2015

GUILLLERMO NARVÁEZ FDEZ. (Badajoz)
Campos de encinas

Sobre la piel recia y parda, sin riegos,
brotan los mantos de verde esmeralda;
las viejas encinas bordan, clavadas,
el bosque extremeño, en calma y sosiego.
Flores menudas, alfombras vivientes,
que en manchas rosas, amarillas, blancas ...
lejos se esparcen; vaivenes les marcan
soplos de vientos, con besos calientes.

Fino plumaje, dorado, que esconde
coro de grillos con trinos de flauta;
ecos punzantes, cercanos, que engañan;
pasos sin rumbo, en ramajes de bronce.

Campos de aroma a tomillo y romero,
bajo sus cielos con soles en llamas;
fríos, lloviznas, tormentas y escarchas;
noches de duendes, plegarias y rezos.
Venas de hierro en la encina extremeña;
brazos retuertos, que portando savia
de raíz en garras, por resecas ramas,
nutren copones de hojas verdinegras.

Graba recuerdos el campo extremeño
entre sus palios de encinas salteadas.
Llora un misterio, con dulce balada,
cuando, al ocaso, se muere el sol...  lejos.

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1/06/2015

HISTORIA DE UN ERROR
De cómo el árbol (WPN-114) más viejo del mundo fue talado 

     El Pino de Bristlecone (Pinus longaeva) fue identificado por primera vez como un árbol extremadamente longevo, por el doctor Edmund Schulman, que realizó una serie de exploraciones por las Montañas Blancas (White Mountains) de California en 1954. Crecen a una altura superior a  2.000 metros en diversas áreas de caliza de la Gran Cuenca (Great Basin) que cubre el estado de Nevada y partes del de Utah y California.
     Alguno de estos árboles parecen estar muertos, con apenas una parte del tronco cubierta por corteza viva y hojas. Esta estrategia de crecimiento es una respuesta a los daños infligidos por el clima y los rayos, y les permite sobrevivir con recursos muy limitados. Se cree que los pinos bristlecone del Pico Wheeler, en Nevada, son más antiguos que los que se encontraron en California.
Barrena de extracción de muestra del árbol
     En 1964, un estudiante de geología llamado Donald R. Currey
(1934 – 2004) llegó al Pico Wheeler para estudiar la edad del hielo glaciar, lo cual hizo parcialmente recopilando datos de los anillos de los árboles. Empleando herramientas de perforación para retirar material del centro del árbol, identificó especímenes de más de 4.000 años de edad.
     La decisión de su tala y la forma siguen siendo objeto de controversia muchos años después y existen diferentes versiones sobre los hechos. Según alguna versión, cuando su herramienta de extracción de muestras se atascó en el interior de un enorme árbol, el denominado WPN-114, solicitó permiso al Servicio Forestal de los Estados Unidos -y lo obtuvo- para cortar el árbol y dejar al aire un tajo horizontal para su estudio. Cuando hubo contado los anillos del tronco, descubrió que el árbol (también conocido como Prometeo) tenía más de 4.844 años de edad. Más tarde, el dendrocronólogo Don Graybill, obtuvo muestras más cercanas al suelo, y demostró que tenía 4.862 años de edad, el ser vivo más antiguo jamás descubierto. 
      El árbol vivo más antiguo de los restantes es un pino de bristlecone llamado “Matusalén” que crece en las Montañas Blancas de California. Algunos científicos sostienen que su edad es de 4.789 años. Por supuesto no se ha dado a conocer su localización.

     Hasta 1970, se creía que los pinos bristlecone eran una sola especie. Más tarde D.K. Bailey demostró que existían diferencias en la estructura de las agujas y piñas entre los bristlecone de California, Nevada y Utah, y los de Arizona, Colorado y Nuevo México. Estas diferencias eran lo bastante acusadas como para permitir la división en dos especies: Pinus longaeva y P. aristata.     
     El pino bristlecone no solo es un especialista en sobrevivir en climas áridos, sino que se las arregla en suelos dolomíticos que son alcalinos y pobres en nutrientes. Con solo tres meses de verano al año, y menos de 25 cm. de agua de lluvia, la circunferencia del tronco de estos pinos apenas aumenta un cuarto de 
milímetro cada año. 

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1/03/2015

JOAN MANUEL SERRAT (Barcelona, 1943)
A una encina verde

...Y de haber nacido en la tierra baja
pudo ser timón y volverse al mar.
Pudo ser rueda y ver mundo,
ser mango, cuna o altar.

Pudo ser ceniza y humo
o pudo, simplemente, no haber nacido
donde manda el roble, pero ahí nació
desafiando las reglas,
consentida por el sol.
Más cerca de las estrellas.

De abrazarse al suelo,
a pelear la tierra
con los aguaceros,
de rellenar grietas
con bojes, tomillos y enebros,
de andar huyéndole al hacha
que el amo blande ligero...,
nudos amargos duelen en tus maderas,
encina verde.

Que tus contornos te quieran,
que te respete la muerte.
Que es bueno que cuando el haya enrojece
y los caminos mudan de color,
entre esqueletos de robles,
salpiques con tu verdor
las palideces del bosque.


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