Mostrando entradas con la etiqueta 180 Asia y los árboles. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 180 Asia y los árboles. Mostrar todas las entradas

08 mayo 2025

El largo viaje de una piña de Pino brutia desde Turquía a Australia


Galípoli, 1 de julio de 1915

EL PINO SOLITARIO DE GALÍPOLI - Turquía

Un pino solitario en lo alto de una meseta en la península de Galípoli, en Turquía, fue testigo y mártir de algunos de los combates más feroces de la Primera Guerra Mundial.

 "The Lone Pine" antes de que fuera destrozado por los proyectiles. (Crédito: Museo Australiano de la Guerra)

Joven pino descendiente del Lone Pine
     Las tropas australianas y neozelandesas intentaron hacerse con el control de las trincheras turcas bajo intenso fuego de ametralladoras y artillería para ganar la península de Galípoli y así controlar el estrecho de Dardanelos, abrir y facilitar la ruta de Rusia y debilitar al Imperio Otomano. Todo finalizó en un gran fracaso muy costoso para los aliados y los turcos, especialmente para las fuerzas británicas, australianas y neozelandesas. Si bien consiguieron consolidar posiciones en la costa, no lograron su propósito, abandonando las posiciones en la península de Galípoli al cabo de unos meses.
Piña recuerdo del Sargento Reginald Robinson, según el cartel del Museo
     Hubo mucho heroísmo y mucho dolor en ambos bandos. Para Australia el sacrificio de tantos jóvenes y el dolor de tantas familias indujo a considerarse una sola nación. Se dice que los soldados australianos fueron allí como representantes de seis estados separados y regresaron como miembros de una sola nación. Sobrecoge el relato de esa batalla que duró mas de ocho meses. (Australia mandó 60.000 jóvenes y tuvo 8.709 muertos y 19.441 heridos)

 Galípoli vista por los turcos: El ejército otomano dio una lección de estrategia a las fuerzas aliadas que asaltaron la península de Galípoli en 1915. La batalla contrapuso la ceguera de Winston Churchill al arrojo de Mustafá Kemal, el futuro padre de la Turquía moderna.

Simpson y su borrico

​     En la meseta había un pino solitario -Pinus brutia- (conocido como pino calabrés, pino del Mediterráneo Oriental y pino brutia, que se caracteriza por tener hojas agrupadas en parejas, más largas y gruesas que el pino halepensis, y que las piñas están sentadas). 
     El pino solitario fue destruido en los combates, pero un soldado -según se dice-, el sargento Keith McDowell del 24º batallón, guardó una piña y la llevó consigo como recuerdo hasta su vuelta a Australia.
     Mc Dowell le dio la piña a su tía Emma Gray que vivía en Gassmere, cerca de Warnambool en Victoria. Un tiempo más tarde sembró las semillas y cultivó cuatro árboles.
     El significado de estos cuatro árboles fue muy profundo. El 11 de junio de 1933, el teniente general Sir Stanley Savige plantó, con todos los honores militares, uno de esos árboles, en el Shrine of Remembrance (Santuario del Recuerdo) de Melbourne.
      Este árbol, que se murió con mas de 80 años (+/- en 2012), estaba cerca de otros recuerdos militares: la Llama Eterna, la pequeña estatua de Simpson y su borrico, el monumento a los Caballos Caídos y el joven pino solitario que se plantó en 2006, son un recuerdo del coraje y la valentía frente a las adversidades extremas.

Homenaje al soldado Simpson que salvó a muchos compañeros
      Hoy, frente a la estatua de Simpson y su borrico, como hemos dicho, está el joven pino solitario de dos metros de altura, descendiente del pino solitario.
      Se cultivan plántulas del "pino solitario" en Melbourne bajo la dirección del Comité de Conmemoración del Legado de Melbourne, responsable de la recolección, propagación y cuidado de los pinos cercanos a la Llama Eterna para presentar sus respetos a los héroes australianos en la guerra.

Península de Galípoli (Turquía)

 Lone Pine en Melbourne
 
Información:
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20190515/47310295165/ataturk-y-la-guerra-de-independencia-turca.
htmlhttps://historiasdelahistoria.com/2012/03/26/el-joven-john-simpson-y-su-burro-los-heroes-de-gallipoli
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Gal%C3%ADpoli
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200219/473646610262/gallipoli-igm-turquia-ataturk-churchill.html
Libro: Australia's Remacable Trees de Richard Allen y Kimbal Baker, 2009

"Lone Pine"  Shrine of Remembrance, Melbourne, Victoria (2011)

Símbolo de amistad, Casuarina australiana y Piña turca
-----

02 mayo 2025

Tomado de "Krapo Arboricole"

LUNG-YA KIU-TUN (Japón 835-923)
Rendez-vous pareils à l’arbre

« Voyez l’arbre devant votre porte,
Il laisse les oiseaux se brancher ou s’envoler.
Quand ils viennent à lui, il ne les a pas appelés,
Quand ils prennent leur vol, il ne les retient pas.
Rendez-vous pareils à l’arbre ;
Vous n’irez pas contre la Voie. »
 

Volvéos semejantes al árbol

«
Mira el árbol en tu puerta,
Él deja que los pájaros se posen o se vayan volando.
Cuando vienen a él, no los ha llamado,
Cuando retoman su vuelo, no los detiene.
Volvéos semejantes al árbol;
No iréis contra el Camino.»


     Lung-ya kiu-tun (835-923), discípulo de Tung-shan, fundador de la escuela Ts'ao-tung (Sôtô). Citado por Jacques Brosse en su libro "El espíritu del Zen", Capítulo III, Le tch'an et la poésie.

 

     El monje Myōe practicando zazen (meditación sentada) en el corazón de un pino venerable llamado Nawadoko, situado cerca del templo de Kōzan-ji donde el monje fue a retirarse en los últimos años de su vida. Esta pintura en rollo del siglo XIII -atribuida a un discípulo de Myöe, el monje Enichibō Jōnin- es un tesoro nacional japonés, conservado en el Temple Kōzan-ji.

-----

14 febrero 2025

JESS THOMSON, en Newsweek, Julio/2023
El segundo árbol más grande del mundo, un ciprés, es descubierto en Asia 

Investigadores posan junto al ciprés de 102 metros de altura en la Reserva Natural Nacional del Gran Cañón Yarlung Zangbo, en la Región Autónoma de Xizang, en el suroeste de China. (pku.edu.cn)https://newsweekespanol.com/2023/07/03/arbol-grande-cipres-asia/
Un enorme árbol ciprés se descubrió en el cañón más profundo del mundo. Se cree que es el árbol más alto de Asia, así como el segundo más alto del planeta Tierra.
     El ciprés fue descubierto en la reserva natural del Gran Cañón Yarlung Zangbo, en el condado de Bome, ciudad de Nyingchi, en la Región Autónoma del Tíbet de China, por un equipo de investigación de la Universidad de Pekín.
     Se encontró que el árbol mide 102 metros de alto, según un comunicado de la Universidad de Pekín, apenas más alto que la Estatua de la Libertad, en Nueva York, de 92 metros. El Gran Cañón Yarlung Zangbo se considera el cañón terrestre más profundo en el mundo, pues alcanza una profundidad promedio de alrededor de 4,876 metros y una profundidad máxima de 6,008 metros.
     Según el comunicado, el árbol es un ciprés del Himalaya (Cupressus torulosa). Mientras, otros informes en los medios estatales chinos mencionan que el árbol es un ciprés tibetano (Cupressus gigantea).
     El árbol ciprés se descubrió usando un dron que llevaba un sensor lidar (Light detection and ranging, por sus siglas en inglés), explicó otro comunicado de la Universidad de Pekín. El lidar es similar al sonar y a la ecolocalización, ya que utiliza luz láser en lugar de sonido para trazar un mapa del entorno. 

El árbol ciprés más alto de Asia

     Utilizando los datos recopilados por el lidar, los investigadores de la Universidad de Pekín, el Centro de Conservación Xizang y el Centro de Conservación Shan Shui crearon un modelo 3D del enorme árbol, que se confirmó como el más grande de Asia después de un estudio de campo.
     Este árbol rompió récords anteriores establecidos por el mismo equipo para el árbol más alto de China: en abril del año pasado, descubrieron un árbol de 76 metros en el condado de Medog. Y tan solo un mes después encontraron un abeto de 82 metros de altura en el suroeste de China.
     También hay una gran cantidad de árboles masivos en esta área, con 25 que miden más de 90 metros, descubiertos cerca del árbol récord. Los cipreses del Himalaya y del Tíbet son raros en la naturaleza, y solo unos pocos viven en la Reserva Natural Nacional del Gran Cañón Yarlung Zangbo. Son una especie de planta protegida de primera clase en China.

Cipreses en la Reserva Natural Nacional del Gran Cañón Yarlung Zangbo, en la Región Autónoma de Xizang, suroeste de China. Ahí se descubrió un ciprés de 102 metros, lo cual lo convierte en el árbol más alto de Asia y en el segundo árbol más alto del mundo. (Universidad de Pekín)

Otros árboles gigantes

     El árbol más alto del mundo se puede encontrar en el Parque Nacional Redwood, en California, Estados Unidos. Mide la asombrosa cifra de 116 metros. Se cree que esta secuoya costera (Sequoia sempervirens), encontrada por primera vez en 2006, tiene entre 600 y 800 años y recibe el sobrenombre de “Hyperion”.
     Con el árbol ciprés recién descubierto en China, ahora en el segundo lugar en altura, el tercer árbol más alto es un fresno de montaña de 100.5 metros en Australia. El cuarto es un abeto tipo Coast Douglas de 99.6 metros en Oregón y, el quinto, es “Menara”, un Meranti amarillo encontrado en Malasia de 98.5 metros.
     Los investigadores esperan monitorear los cipreses de la zona a largo plazo, estudiar su densidad de distribución, población y edad. También esperan explorar más en el Gran Cañón de Yarlung Zangbo para investigar la biodiversidad y los árboles que aún no se han estudiado. 

(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)

25 noviembre 2024

Un Ginkgo en Korea del Sur

EL GINKGO DE BANGYE-RI, WONJU, KOREA DEL SUR

El Ginkgo biloba es una de las especies arbóreas más antiguas, por lo que se le denomina «fósil viviente». Está ampliamente distribuido en Korea, Japón y China. El árbol se importó por primera vez a Corea cuando el confucianismo y el budismo se introdujeron desde China. En Corea, el Ginkgo biloba se ha utilizado para pabellones o calles arboladas, ya que tiene un hermoso follaje otoñal y es resistente al tizón y a los insectos dañinos, además de proporcionar sombra.

Clasificación: Patrimonio natural/monumento natural/hito cultural e histórico/folclore
Unidad/ extensión : 1 árbol
Fecha de designación/registro: 31 de enero de 1964
Ubicación: 1495-1 beonji, Bangye-ri, Munmak-eup, Wonju-si, Gangwon-do
Propietario (grupo propietario): Ciudad de Wonju y otros
Gerente: Ciudad de Wonju

     Se calcula que el árbol de ginkgo de Bangye-ri tiene entre 800 y 1.000 años. Con sus ramas extendidas en todas direcciones, da una impresión general de majestuosidad, pero algunas ramas están sostenidas por puntales, ya que están debilitadas y pueden romperse fácilmente.
    En este pueblo se cuentan varias leyendas y cuentos sobre este árbol. Según una de ellas, un hombre del clan Lee de Seongju plantó el árbol y lo cuidó antes de abandonar la aldea. En otro relato, un monje paró en este pueblo para beber agua cuando pasó por el pueblo de camino a otra región y dejó su bastón a la salida del pueblo. El bastón creció y se convirtió en el árbol ginkgo. Además, creyendo que el árbol estaba habitado por una serpiente blanca, los aldeanos lo consideraban un árbol sagrado que no se debía tocar, y pensaban que tendrían una buena cosecha si en otoño las hojas del árbol se volvían amarillas todas a la vez.
    El ginkgo de Bangye-ri, como árbol viejo y alto que ha sido cuidado por los lugareños durante siglos y venerado como árbol sagrado en relación con muchas leyendas y cuentos, es un material valioso para comprender la cultura popular de la zona. Por esta razón, ha sido designado y protegido como monumento natural.
Lo hemos leído aquí 
-----

19 noviembre 2024

Redacción EFEverde, jul-22
El árbol más viejo de Pekín vuelve a crecer

 
Un ciprés con una edad estimada de 3.500 años y considerado el árbol más antiguo de Pekín ha recobrado la vitalidad después de estar a punto de morir porque construcciones cercanas entorpecían el crecimiento de sus raíces.
     El milenario árbol, que mide once metros y medio y está situado en el distrito suburbano de Miyun, muestra ahora retoños, lo que demuestra que está volviendo a crecer, según expertos citados hoy por la agencia oficial Xinhua.
     La circunferencia del tronco del árbol mide algo más de ocho metros y se necesitan 9 adultos tomados de las manos para rodearlo.
     Jiang Xin, del departamento forestal de Miyun, explicó que el ciprés tenía dificultades para sobrevivir debido a una valla de piedra adyacente y a una carretera de cemento cercana que impedía que las raíces crecieran, lo que derivó en la desnutrición del ejemplar.
     Un equipo de expertos y botánicos de varias instituciones forestales unió esfuerzos para encontrar una solución y finalmente lograron que la carretera fuera re-encauzada más lejos del árbol y que se derribaran las construcciones a su alrededor en un área de 1.400 metros cuadrados. 

     Para derribar la valla de piedra sin causar daños a las raíces se empleó un método de detección por radar y en mayo pasado se erigió un parque alrededor del árbol que creó un ecosistema forestal propicio para que el milenario ciprés siga creciendo.
     De acuerdo a la Comisión municipal para el Reverdecimiento de Pekín, hasta el momento se han establecido en la capital veinte áreas de protección para árboles históricos y esta política se mantendrá en el futuro.
     "Los árboles antiguos tienen un importante significado cultural, histórico y ecológico", subrayó Ou Hong, funcionario de dicho departamento.
     Las autoridades pequinesas han priorizado en la pasada década la mejora de las condiciones medioambientales y reforestación de la capital, durante mucho tiempo una de las ciudades más contaminadas del mundo y todavía hoy con altos niveles de polución, aunque la situación ha mejorado en los últimos años.
     El 1981 el país asiático instituyó el Día de Plantar Árboles, en el que cada año participan millones de personas y con el que se busca crear en ciudades como Pekín "grandes murallas verdes" en las afueras que detengan la arena y otras partículas contaminantes. 
-----

27 septiembre 2022

MARY GAGEN, en National Geographic, fotos de Unding Jami
Un equipo de científicos trepa a uno de los  candidatos a ser el árbol más alto del mundo, Borneo, Malasia
.

 

En los últimos años, se han descubierto muchos merantis amarillos -(Shorea faguetiana)- altísimos en Saba, un estado malayo en la isla de Borneo. El récord de altura pasó de 88 a 94,1 metros en 2016, cuando se descubrió una arboleda entera de merantis amarillos de más de 90 metros. Ese récord se vio eclipsado cuando un equipo liderado por las universidades de Nottingham y Oxford, en colaboración con South East Asia Rainforest Research Partnership, anunció el hallazgo de un gigante de 100,8 metros en los bosques de Saba. (...)
     Se trata del primer árbol tropical de cien metros (y la angiosperma más alta) documentado en el mundo. Si lo colocaran sobre el suelo, sería más largo que un campo de fútbol. El equipo llamó al árbol «Menara», que significa «torre» en malayo. Estiman que pesa 81.500 kilogramos sin contar las raíces, o más del peso máximo de despegue de un Boeing 737-800.
     Estos gigantes del bosque tropical se han descubierto en el área de conservación del valle de Danum, en el centro de una de las superficies de bosque tropical de llanura mejor protegidas y menos perturbadas que quedan en el Sudeste Asiático. Danum protege de la extinción al emblemático orangután de Borneo, a la pantera nebulosa y a los elefantes de bosque. Resulta que Danum también sirve como refugio a los árboles tropicales más altos del mundo.
     Estos árboles de récord pertenecen, por ahora, a la misma especie: meranti amarillo. Está en grave peligro de extinción y la UICN lo incluye en su lista roja, ya que se ha talado durante décadas. Aunque el bosque tropical primario está protegido, la tala de merantis amarillos aún continúa en otras partes de Borneo, normalmente para elaborar moldes para echar hormigón y madera contrachapada barata. Estos árboles increíbles, cada uno un punto caliente de biodiversidad porque albergan hasta mil insectos, hongos y otras especies de plantas, pueden quedar reducidos a tablones en un aserradero en cuestión de minutos.
     Los encontraron escaneando el bosque con láser desde un avión en 2018. Crearon imágenes tridimensionales de la cubierta forestal y, poco a poco, surgió un gigante en la imagen. Cuando el escaneado láser revela un árbol de altura excepcional, se recopilan pruebas de su altura real con un método no muy tecnológico: alguien trepa al árbol con una cinta métrica.
     La tarea de escalar los árboles más altos del mundo con una cinta métrica recae en Unding Jami, arbolista y ayudante de investigación en el South East Asia Rainforest Research Partnership. Trepar árboles es peligroso y difícil, y exige una mente tranquila y un alto nivel de forma física. El equipo del valle de Danum afina esas habilidades trabajando en bosques tropicales primarios a diario y jugando partidos de bádminton y fútbol en su tiempo libre, con temperaturas tórridas y humedad alta.
     El 6 de enero de 2019, Unding Jami trepó el que acabaría siendo el árbol más alto de los trópicos y quizá uno de los árboles más altos que quedan en pie en el mundo. (Los árboles más altos son las secuoyas de California, que miden hasta 115,7 metros.) Entrevisté a Unding en dos ocasiones, primero cuando él y su equipo recibieron la noticia del nuevo competidor y planificaron su próxima expedición para medir su altura, y de nuevo tras haberlo trepado en enero.


Háblame del nuevo árbol gigante, avistado en un valle cerca del centro de campo del valle de Danum.

Cuando supimos de la existencia del nuevo árbol, treparlo me puso nervioso. El lugar es bastante escarpado, se llama Rhino Ridge. Cerca hay un valle y una cascada. En línea recta, no está lejos del centro de campo, pero tuvimos que abrir nuevos senderos y es difícil de encontrar. Es un camino empinado. El avión determinó que medía 99 metros y yo medí 115 metros desde el pie del árbol con un visor láser cuando fui a pie. Antes de treparlo pensé que ssu altura estaría entre esas dos medidas.
     El nuevo árbol sobresale en la cubierta forestal, en una hondonada pequeña y empinada. El equipo científico cree que su altura de récord se debe a la hondonada, que aporta suelos húmedos, y a una cordillera cercana, que lo protege del viento. Las teorías actuales sobre la cantidad de estrés por viento que los árboles pueden resistir y cuánto pueden bombear agua y azúcares hasta sus copas llevan al equipo a creer que Menara está cerca de la altura máxima posible para una angiosperma en la Tierra.

¿Cómo fue la experiencia de escalarlo?

Sabía que me sentiría muy expuesto, como si estuviera colgando en el aire. Había vientos muy fuertes y un nido de colugo (lémur volador). Estaba pululando alrededor mientras intentábamos lanzar la cuerda al árbol.
     Hice 15 intentos para colgar la cinta en los 86 metros, las ramas más bajas. La verdad es que estuve a punto de rendirme. Fue suerte en conseguir colocar la cuerda en la rama más baja. Cuando colocamos la cuerda tardé casi una hora en trepar esos 86 metros. Y después tardé otras dos horas hasta llegar a la copa para medirlo. Durante las dos últimas horas, el viento era muy intenso y llovía, eso me ralentizó.

¿Cómo te sentiste cuando llegaste a la copa?

Tenía miedo, pero la verdad es que las vistas desde la cima eran increíbles. No sé qué decir, solo que fue alucinante. Después de medirlo, esa noche no pude dormir.
     “Crecí viendo a mucha gente cazar en el bosque, cortar los árboles y pensé que quizá algún día podría trabajar para evitar que la gente dañara el bosque”

¿Cómo se escala un árbol de cien metros?

Utilizamos un sistema llamado funambulismo. Se catapulta la cuerda hasta una rama baja y se ata a un árbol cercano. Después usamos un arnés y ascensores direccionales para subir por la cuerda, paso a paso, como si subieras unas escaleras. Enganchas la cinta métrica al arnés, trepas y compruebas la medida cuando llegas a la copa e intentas no dejar caer la cinta. No es sencillo. A 80 metros de altura, estás solo en la cubierta forestal. Ya no puedes escuchar [a nadie] que esté en el suelo. Así que nos mandamos mensajes.

¿Es muy difícil?

 
Los escaladores se toman un descanso para sacarse un selfi y documentar su progreso. Los principiantes tardan tanto en ascender que Unding Jami lleva una hamaca y duerme en la copa mientras espera.

    No es un trabajo fácil. Yo trepo lentamente, comprobando cada metro del tronco por si hay ciempiés, serpientes y cosas así. Si hay nidos de aves, abejas o avispas, eso puede ser un problema. Si veo uno desde el suelo, trepo por la noche, cuando están menos activos y no atacan. Da menos miedo trepar de noche, porque no lo puedes ver todo.
     Si te quedas inconsciente al trepar, el arnés impide que te coloques en una posición segura, con la cabeza más baja que el corazón. Un escalador inconsciente en esa posición solo tiene tres minutos para sobrevivir, por lo que el equipo sobre el suelo tiene que bajarlo rápidamente mediante una cuerda de emergencia.

He oído que una vez tuviste problemas con abejas mientras trepabas.

(Se ríe) Sí, podría decirse que sí. Estaba trepando un árbol del género Dipterocarpaceae en flor y esos lo atraen todo: abejas, avispas y todo tipo de insectos. Casi a la mitad, vi un enjambre de abejas que pasaba volando.
     Supe que tenía que bajar enseguida. Las abejas de la selva pueden ser agresivas y peligrosas, si una te pica entonces la colonia lo siente y puede atacarte todo el enjambre.
     El problema era que tenía que cambiar el equipo de ascenso por el de descenso en el arnés para poder descender en rápel. Estaba intentando hacer eso cuando vi tres abejas que volaban muy cerca de mi cara. Dos pasaron volando y pensé, vale, ya está. Pero entonces la tercera se me metió en el casco y, claro, me picó porque estaba atrapada.
     Y eso desató al enjambre entero. Recuerdo que pensé que tenía que taparme la cara, así que me puse la camiseta por encima de la cabeza, cerré los ojos y empecé a cambiar al descendedor guiándome por el tacto. Pero siguieron picándome por todas partes. Mis colegas en el suelo podían ver lo que ocurría porque tenía una camiseta roja y se había vuelto negra porque estaba cubierto de abejas. Empecé a preocuparme porque tenía que descender rápidamente para alejarme de ellas, pero no pude comprobar el equipo visualmente. Así que mantuve los ojos cerrados y pensé: pues ya está. Me solté y bajé.
     Y de repente me detuve tras unos pocos metros de caída. Me había olvidado de que tenía un lanyard de seguridad que detendría una caída si algo iba mal. Eso es malo porque, con el lanyard puesto, si me quedaba inconsciente por las picaduras, el equipo no podría bajarme al suelo. Y llegado a ese punto tenía muchísimas picaduras.
     Algunos escaladores desconfían de llevar un cuchillo, pero mi instructor siempre me obligaba a llevar uno. Justo en ese momento recordé que lo tenía, corté el lanyard y descendí en rápel lo más rápido que pude para volver al suelo del bosque.
     Cuando llegué al suelo, tenía 200 picaduras. Recuerdo pensar que tenía que mantenerme consciente para que el equipo y yo pudiéramos alejarnos de la colonia, porque todas las abejas habían bajado conmigo. En el suelo me mantuve consciente unos minutos, pero las picaduras empezaron a actuar. Estuve inconsciente unos 40 minutos. Me desperté y recuerdo que mis compañeros estaban alterados porque no sabían si seguía vivo. Me colocaron de lado y tuvieron que correr e intentar ahuyentar a las abejas.

¿Cómo acabaste en esta profesión?

Vengo de una familia muy pobre. Nací en un campamento de tala en Saba y mi difunto padre trabajó como leñador. Crecí viendo a mucha gente cazar en el bosque, cortar los árboles y pensé que quizá algún día podría trabajar para evitar que la gente dañara el bosque. Mis padres no pudieron permitirse mandarme a mí y a mis tres hermanos a la escuela, así que solo fui durante dos años. La dejé con nueve años. Con 13 años, conseguí un trabajo en uno de los programas de reforestación, plantando árboles jóvenes para regenerar el bosque talado. Desde entonces, he trabajado en la conservación forestal con Sabah Biodiversity Experiment y después con SEARRP, como ayudante de investigación forestal. Poco a poco, a medida que trabajaba con estos grupos, empecé a comprender por qué el bosque es tan importante para todo el mundo y por qué necesitamos protegerlo.
     Los animales del bosque me inspiran, los gibones me inspiraron a aprender a trepar a los árboles. Son unos escaladores brillantes y perfectos, saltando de árbol en árbol, saltando por todas partes. Ojalá pudiera trepar como ellos, solo con las manos.

¿Cómo nos ayudan estos árboles de récord a comprender el bosque y garantizar que esté protegido?

Este tipo de expediciones son beneficiosas para nuestra comunidad y para la conservación de los bosques tropicales. Y también tiene que ver con la amistad. Conseguir trepar a un árbol no es el logro de una sola persona, sino que se necesita un equipo hábil.
     Es importante saber que la conservación del bosque tropical primario funciona. Algunos de estos árboles gigantes y singulares aún están ahí fuera, no los hemos perdido. Espero que mis tres hijas pequeñas y las generaciones futuras puedan ver estos árboles en pie.

En la expedición para trepar al árbol tropical más alto del mundo participaron Jamiluddin Jami (Unding Jami); Fredino John; Azwan Tamring; Azlin Sailim; Ahmad Jelling; Sabidee Rizan; Fyenlyvicy Thomas; Mohd Fadil Karim; Elizabath Rusili; Johnny Larenus; Dedy Mustapa; representantes de Danum Valley Management y del Yayasan Sabah Group.
La entrevista se ha resumido por razones de longitud y claridad. Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

 
-----

12 septiembre 2022

Takahashi en Kagawa 2, el cronista de Japón (032)

TAKAHASHI HIROSHI (Japón, 1960)
El shinpaku del templo de Hōshōin 
(isla de Shōdoshima, prefectura de Kagawa, Japón)

Especie: Byakushin (Juniperus chinensis, familia de las cuprasáceas, género Juniperus)
Dirección: Kitayama 412, Kamishō, Tonoshō-chō, Shōzu-gun, Kagawa-ken 761-4122.
Perímetro del tronco: 17,3 m.      Altura: 17,5 m.     Edad atribuida: 1.500 años
Designado Monumento Natural Especial Nacional
Tamaño: ★★★★★   Vigor: ★★★★★   Porte: ★★★★   Calidad del ramaje: ★★★★★      Majestuosidad: ★★★★★


      Shōdoshima es, después de Awajishima, la más extensa de las islas que emergen en el mar interior de Seto. Su población ronda los 30.000 habitantes. Conocida principalmente por su producción de aceite de oliva y por haber sido escenario de la novela y película Ni-jū-shi no hitomi (inglés: Twenty-Four Eyes), esta isla debería ser visitada también por todo aficionado a los árboles gigantes que se precie. El objeto del viaje será el shinpaku (Juniperus chinensis) del templo de Hōshōin. Partiendo del centro del municipio de Tonoshō, que es el portal de la isla, hay que dirigirse hacia el nordeste por la carretera prefectural. A una distancia de kilómetro y medio, a mano izquierda, se verá la silueta de dicho templo budista.
      La especie que aquí llaman shinpaku es más generalmente conocida en japonés como byakushin. Se puede afirmar con rotundidad que este es el byakushin más grande de Japón. No se ha llegado a aclarar si lo conforman tres cepas independientes o si se trata, más bien, de un conjunto de troncos nacidos de una misma raíz. Por las coincidencias de forma que muestran las secciones de los tres troncos en sus partes más próximas se especula con que podría haber sido originariamente un único tronco que, no pudiendo sostener todo el peso de la copa, acabó rajándose y dividiéndose en tres. Tal fue la conclusión a la que llegó un dendrólogo que lo examinó en 2015.
      Al no tener un único tronco es difícil hacer una medición exacta, pero en su parte más cercana al suelo, donde todavía no se han separado los troncos, el perímetro llega a los 17,3 metros. Esto dará una idea del descomunal tamaño del árbol. Casi todos sus compañeros de especie que han alcanzado similares proporciones ven cómo sus troncos se secan y su vigor se debilita, pero este ejemplar conserva su salud e incluso diríase que continúa en fase de crecimiento. Es probable que no exista en todo Japón ningún otro ejemplo de una conífera que haya desarrollado una copa tan enorme.
      Muchos turistas se acercan al árbol para encontrar alguna de las decenas de formas de especies animales (tortuga, mono, dragón, periquito, tigre, etc) que parecen mimetizarse en su corteza, recorrida en los tres troncos por profundos pliegues.
      Una tradición dice que fue plantado por el mismísimo emperador Ōjin, lo cual, de ser cierto, significaría que el árbol tiene como mínimo 1.600 años de edad. Es uno de los nueve árboles exentos considerados monumentos naturales especiales a nivel nacional y un verdadero tesoro para el país. Si hubiera que elegir los tres árboles más grandes de Japón de cualquier especie, este sería uno de los candidatos más cualificados.


Número del mapa: 032

-----

16 enero 2022

Japón y sus tres grandes jardines

LOS 3 GRANDES JARDINES DE JAPÓN, de Nippon.com
La estética de Edo sigue viva

Kairakuen, Kenrokuen y Kōrakuen son todos jardines que siguen el típico estilo de jardín del período Edo llamado chisen kaiyūshiki teien (lit. jardín de estilo de paseo circular con estanque). A diferencia del estilo zakanshikien (lit. jardín de estilo de contemplación sentada), que consiste en apreciar el jardín desde el interior de un edificio como por ejemplo la sala de estudio de la residencia del señor feudal, la característica de este estilo es que se puede disfrutar del paisaje mientras se pasea por el camino del jardín que tiene un estanque en su centro.

Kairakuen

     En 1842, el noveno señor del dominio de Mito Tokugawa Nariaki (1800-1860) hizo construir el jardín. El nombre de Kairakuen está inspirado en un pasaje extraído del clásico chino Mengzi que dice “Los gobernadores de antaño se divertían en compañía del pueblo, por eso su diversión era más plena”. Siguiendo la misma filosofía el fundador de Kairakuen manifestó por escrito: “Yo, Nariaki, también estoy decidido a proceder de igual forma y a divertirme con mis súbditos”.
     Al principio, sólo podían entrar samuráis y personas vinculadas con la religión como sacerdotes sintoístas, monjes de las diferentes sectas budistas, etc., pero poco a poco la gente de a pie llegó a ser admitida.
     Es famoso por sus ciruelos, y en el parque hay plantados alrededor de 3.000 de ellos de unas 100 variedades. Es un deleite para la vista contemplar cómo cambia su vegetación durante las cuatro estaciones: las flores de cerezo en primavera, las azaleas a principios de verano, el bambú verde y el bosque de cedro en pleno verano y las flores de lespedeza y los arces en otoño, entre otros.

  • https://www.ibarakiguide.jp/kairakuen.html
  • Dirección: 1 Chōme Tokiwachō, Mito, prefectura de Ibaraki.
  • Entrada: 300 yenes para los adultos, 150 yenes para los estudiantes de instituto y mayores de 70 años (gratis desde la apertura del jardín hasta las 9:00 a.m.)
  • Acceso: desde la estación de Mito de la línea Jōban de JR, se toma la salida norte y se tarda unos 20 minutos en autobús hasta llegar a Kairakuen.
Fotografías por cortesía de la prefectura de Ibaraki.

Kenrokuen

     Este es un jardín construido por el clan Maeda del dominio de Kaga en el recinto exterior del castillo de Kanazawa cuya superficie es de unos 30.000 tsubo (11,4 ha). Se dice que se necesitaron 180 años para completar el proyecto desde que se inició durante el gobierno de Maeda Tsunanori, el quinto jefe heredero del clan.
     Su belleza natural que cambia de expresión con las cuatro estaciones es muy atractiva, no obstante, resulta particularmente hermosa su tradición invernal de instalar los yukitsuri (una estructura de cuerdas que se colocan sobre los árboles para evitar que el peso de la nieve rompa las ramas). Las linternas de dos patas, que a menudo aparecen en postales y guías, se llaman kotojitōrō porque se asemejan a los kotoji que soportan las cuerdas del instrumento musical tradicional koto.
     Se encuentra en una zona adyacente al castillo de Kanazawa y al Museo de Arte Contemporáneo del siglo XXI de la misma ciudad. La Guía Verde Michelin de Japón le concedió 3 estrellas.

  • http://www.pref.ishikawa.jp/siro-niwa/kenrokuen/index.html
  • Dirección: 1-1, Marunouchi, ciudad de Kanazawa, prefectura de Ishikawa.
  • Entrada: adultos (a partir de 18 años) 320 yenes / niños (6 a 17 años) 100 yenes.
  • Acceso: desde la estación de Kanazawa de JR salen cada 15-20 minutos el Kenrokuen Shuttle y el autobús turístico Kanazawa Loop Bus de Hokuriku Railroad.
Fotografías por cortesía del Ayuntamiento de Kanazawa.

Kōrakuen

     Este gran jardín fue construido por Ikeda Tsunamasa, el segundo señor del dominio de Okayama, como un lugar para relajarse. Se dice que se dejaba entrar a los residentes y Tsunamasa que era aficionado al teatro nōh aparecía bailando en el jardín por iniciativa propia, y que los señores feudales después de Tsugumasa mostraban el jardín en días específicos mientras se tenían que ausentar de Okayama para visitar Edo (actual Tokio) en el sistema establecido de sankinkōtai. Aunque Kōrakuen sufrió daños por una inundación en 1934 y por bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial en 1945, fue restaurado a partir de unos dibujos del período Edo, y se ha conservado hasta la actualidad sin cambiar significativamente la apariencia original de dicha época.
     Un lugar popular para tomar fotos del castillo de Okayama se encuentra al otro lado del estanque. La Guía Verde Michelin de Japón le concedió 3 estrellas.

  • https://okayama-korakuen.jp/index.html
  • Dirección: 1-5 Kōrakuen, Kita-ku, Okayama
  • Entrada: adultos (a partir de 15 años) 410 yenes, personas de 65 años en adelante 140 yenes y gratis para los estudiantes de instituto y menores.
  • Acceso: a 25 minutos a pie desde la estación de Okayama de JR o 10-15 minutos en autobús regular.
Fotografía por cortesía de la Asociación de Turismo de Okayama.  
Números del mapa: 184,º85 y 186
 
-----

11 septiembre 2021

Takahashi en Kōchi, el cronista de Japón (042)

TAKAHASHI HIROSHI (Yamagata, 1960)
El Gran Sugi de la prefectura de Kōchi-Japón

Especie: Sugi (Cryptomeria japonica, familia de las cuprasáceas, subfamilia Taxodiaceae, género Cryptomeria)
Dirección: Santuario sintoísta de Yasaka Jinja, Sugi, Ōtoyo-chō, Nagaoka-gun, Kōchi-ken 789-0311
Perímetro del tronco: 15, 6 m.     Altura: 57 m.      Edad: 3.000 años
Declarado Monumento Natural Nacional Especial
Tamaño ★★★★★        Vigor ★★★         Porte ★★★★        Calidad del ramaje ★★         Majestuosidad ★★★★★

Al hablar del sugi japonés (mal llamado cedro) más grande del país, el ejemplar que más rápidamente acude a la mente  de muchos es, probablemente, el Jōmon Sugi de Yakushima. Lo que no está tan claro es qué árbol ocupaba ese puesto antes del descubrimiento de aquel, en 1966. Si consultamos los viejos documentos, encontraremos el Gran Cedro de Sugi. Al verlo, es fácil entender por qué antiguamente se le consideró el mayor sugi del país. Como árbol exento, es uno de los dos sugis que han obtenido la calificación de Monumento Natural Nacional Especial y no cabe duda que ha disfrutado de una gran fama desde tiempos muy antiguos.
     El lugar donde se alza el Gran Sugi fue en otros tiempos una aldea llamada, precisamente, Ōsugi (en japonés, Gran Sugi). En 1955, debido a una fusión de municipios, Ōsugi pasó a llamarse Ōtoyo, pero el topónimo Ōsugi no desapareció del todo, pues sigue existiendo como nombre de una de las estaciones de la línea de ferrocarril Dosan, que recorre la comarca. La subsistencia del topónimo es buena prueba de que este árbol gigante ha sido algo muy especial y un orgullo para los lugareños. El árbol consta de dos cepas, una al Norte y otra al Sur, de las cuales esta última ha alcanzado un mayor tamaño. Este Gran Sugi del Sur presenta tres grandes raíces tabulares (en forma de tabla) y parece haber engullido en su crecimiento a otro cedro que se alzaba a su lado. El dato más destacable de este árbol es su altura, pues en los registros de la era Shōwa (1926-1989) de la gubernamental Agencia de Cultura se fija en 68 metros. Al parecer, se lo venía considerando el árbol de cualquier especie más alto de Japón.
     Una vez conocida la altura registrada, es difícil resistirse a hacer una medición in situ. En 2001, utilizando un hipsómetro Weise, obtuve 57 metros. Posteriormente, en 2016, utilizando un medidor de distancias de láser, el resultado fue 52 metros. Desgraciadamente, ninguna de estas mediciones se acercan a la 68 metros, pero lo más probable es que el árbol haya perdido parte de su altura debido a los sucesivos tifones que lo han afectado, lo cual puede deducirse del aspecto blanco y muerto que presenta la parte superior de su copa. En cualquier caso, uno se emociona pensando cómo se las ha arreglado este ejemplar para acercarse tanto a los 70 metros, que se consideran el límite de altura para su especie, precisamente en Kōchi, que se considera en Japón un portal de entrada para los tifones.

Árbol nº 042 -----

08 agosto 2021

Takahashi en Okinawa, el cronista de Japón (043)

TAKAHASHI HIROSHI (Yamagata, 1960)
El Sakishimasuōnoki del río Nakamagawa (prefectura de Okinawa)-Japón

Especie: Sakishimasuōnoki (Heritiera littoralis, familia de la malváceas, subfamilia Stercuioideae)
Dirección: Haemi, Taketomi-chō, Yaeyama-gun, Okinawa-ken 907-1434
Perímetro del tronco: 35, 1 m.          Altura: 18 m.        Edad: 400 años
Tamaño ★★★★★  Vigor ★★★★  Porte ★★★★★  Calidad del ramaje ★★★
Majestuosidad ★★★★

El sakishimasuōnoki (Heritiera littoralis) es una especie arbórea de hoja perenne que encontramos en Japón en latitudes meridionales, a partir de la isla de Amami Ōshima. Un ejemplar que crece en el curso superior del río Nakamagawa, en la isla de Iriomote (prefectura de Okinawa) está considerado el mayor de Japón en su especie. Cada año llegan a la isla cerca de 300.000 visitantes y en los folletos turísticos nunca falta una fotografía de este árbol, que arranca muchas exclamaciones entre quienes ya han tenido noticia de él. Desde su descubrimiento en 1982, su fama ha ido extendiéndose por todo el país hasta convertirse en un elemento imprescindible en la promoción turística de la isla. Junto al carro tirado por un buey que, con la marea baja, lleva a los turistas a la vecina isla de Yubujima, puede considerarse la principal atracción de Iriomote.
    Es una pena que la fotografía no pueda hacer justicia a las proporciones del árbol. Quien visite el lugar se quedará pasmado por lo descomunal de su tamaño. Por el perímetro de su base, no tiene nada que envidiar al famoso Gran Alcanforero de Kamō, considerado el mayor de Japón en esa categoría. Realmente merece la pena rendirle una visita. El aspecto perfectamente normal que tiene el tronco no hace sino acentuar, por contraste, la enormidad y la peculiaridad de sus raíces tabulares. Estas, en número de 10, alcanzan una altura máxima de 3,1 metros y con sus ondulantes formas nos confirman que la naturaleza es un artista inigualable. Las raíces tabulares de esta especie son muy resistentes y se dice que fueron utilizadas por los isleños para construir los timones de sus sabani (embarcaciones tradicionales).
     Las islas Sakishima, que comprenden la de Iriomote, están situadas en el centro de una zona marítima en la que los tifones adquieren su mayor desarrollo. A menudo, los vientos acometen las islas con una virulencia desconocida en las islas principales de Japón. Y ahí tenemos a estos árboles de gigantescas raíces, que han medido fuerzas una y otra vez con los tifones y que, invirtiendo años y siglos, han evolucionado hasta adoptar las formas más adecuadas a las condiciones de la tierra, formas que ahora les permiten mantenerse firmes e inmutables ante los vientos más impetuosos. Contemplando estos árboles se siente, de una forma muy real, que también los vegetales continúan evolucionando cada día.

  Árbol nº 043 -----


31 julio 2021

RUMI -Jalal ad-Din Muhammad Din ar- (Afganistán, 1207-1273)

El árbol que andas buscando a veces se llama sol,
o también lago, o nube.
Pero también puedes llamarlo mar, arena o viento.
En cada uno de ellos encuentras el árbol de la vida.
Lo que te ha engendrado está producido por otro,
y así sucesivamente.
Lo que tú llamas padre, para otro es hijo.
Si te atienes a los nombres pierdes de vista el Uno.
Los nombres son muchos, mientras que el Uno es único.
Ese es el árbol que estás buscando.
Te has tomado tu misión al pie de la letra,
por eso has fracasado.
Así fue como descubrió las raíces del árbol,
buscando en su propio corazón.

 
Jalal ad-Din Muhammad Din ar- Rumi, místico y poeta persa, nació en el actual Afganistán. Rumi recibió en un principio la influencia del misticismo islámico o sufismo, influencia que impregnó tanto su lírica como su poesía didáctica.

-----

 

12 junio 2021

Takahashi en Chiba, el cronista de Japón (041)

TAKAHASHI HIROSHI (Yamagata, 1960)
El Ōkusu de Fuma (prefectura de Chiba) 

Especie: Tabunoki (Machilus thunbergii, familia de las lauráceas, género Machilus)
Dirección: Santuario sintoísta de Uga, Fuma 2395, Katori-shi, Chiba-ken 289-0411
Perímetro del tronco: 8,9 m.       Altura: 16 m.       Edad: 1.500 años (atribuida)
Declarado Monumento Natural Nacional
Tamaño ★★★     Vigor ★★     Porte ★★      Calidad del ramaje ★★     Majestuosidad ★★★★

El Ōkusu de Fuma se yergue en el recinto del pequeño santuario sintoísta de Uga, que ocupa la cima de una colina desde la que se otea la vega cerealista del río Kurobegawa. Se cree que este lugar, un baluarte natural, era parte del espacio ocupado por el antiguo castillo que alojó al linaje de los Fuma desde su tercera a su undécima generación (1324-1565).
    
El Ōkusu de Fuma fue declarado monumento natural nacional en 1926, pero 43 años más tarde un estudio del botánico Honda Masaji demostró que no se trataba de un alcanforero, como sugería el nombre que se le había impuesto, sino de un tabunoki (Machilus thunbergii). El tabunoki o inugusu es una laurácea cuyo aspecto es muy similar al del alcanforero. Los lugareños siempre habían sostenido que era un inugusu pero, al parecer por error, fue catalogado oficialmente como alcanforero. Pese a haberse reconocido el error, su nombre no ha sido modificado y hoy en día sigue siendo presentado como Ōkusu (Gran Alcanforero) de Fuma.
    
El 16 de octubre de 2013 el tifón nº 26, fuerte y de grandes proporciones, que había llegado a Japón por la isla de Izuōshima, rozó también en su avance la península de Bōsō produciendo graves daños en la zona más meridional de la región de Kantō (Tokio y cercanías). El Ōkusu de Fuma perdió la porción superior de su tronco principal, que hasta entonces se erguía recta, pero por suerte los efectos no llegaron a las raíces. El daño no acarreó la muerte del árbol, aunque, por desgracia, su porte se vio seriamente afectado.
    
En la parte izquierda de la fotografía se aprecia que junto al Ōkusu (a unos 7 metros al Nordeste) hay otro árbol de la misma especie. Es el llamado Kogusu o Pequeño Alcanforero, con su característica dirección de crecimiento en diagonal con el suelo. En su origen, este árbol no era más que una rama del árbol grande que, al crecer, fue aproximándose al suelo hasta contactar con él, tras lo cual echó raíz y se constituyó en árbol independiente. Merece la pena echarle un vistazo.
    
Actualmente los alrededores del Ōkusu de Fuma están siendo acondicionados por el ayuntamiento de Katori como zona turística. Se ha construido un aparcamiento y las huertas que había detrás del árbol se han transformado en un parque. Se ha colocado también un mirador desde el que puede contemplarse la comarca. Antes de sufrir los efectos del tifón, la enorme copa del árbol dejaba a la sombra todo el recinto del santuario, que adquiría así un ambiente sombrío, pero ahora el lugar es mucho más soleado y da una sensación de Árbol apertura.

  Árbol nº 041 -----

09 junio 2021

Daisenryo Kofun-Japón, del narrador de historias

TOMÁS CASAL PITA 
Kofun
 
Los kofun (literalmente, «tumba o túmulo antiguo») son grandes construcciones megalíticas, que fueron realizadas como tumbas para las personas influyentes y de alta jerarquía en el antiguo Japón, entre los siglos III y VII,  cuyo nombre dio origen a la era Kofun. 
     La mayor de ellas está en la ciudad de Sakai, cerca de Osaka, con una curiosa forma de herradura, llamada Daisenryo Kofun. A primera vista parece un bosque ordinario, pero debajo se oculta un cementerio tan grande que se asemeja a “el Taj Mahal o las pirámides egipcias”. El enclave está rodeado por tres fosos. La isla central mide 300 m. de ancha por 450 metros de larga y tiene un perímetro de 2,7 kilómetros. Según se cree fue construido por 2.000 hombres y allí descansa el 16º emperador de Japón, Nintoku, o al menos eso se supone. Muy cerca hay más de 50 Kofun de diferentes tamaños y formas, un área que es Patrimonio de la Humanidad. Daisenryo Kofun es la más grande de estas sepulturas. Desde el aire se aprecia un gran parque que semeja el ojo de una cerradura con un montículo en el centro. 
     En 1872 un tifón dañó una zona y dejó al descubierto cientos de objetos como cascos, cuencos de vidrio y figuras de arcilla que, junto a los documentos consultados, sugieren que se creó en el siglo V. También había objetos de épocas posteriores por lo que han quedado muchas dudas acerca de quién o quienes están realmente enterrados allí. La parte principal de la tumba, en la parte superior del ojo de la cerradura y que no resultó dañada en el tifón, ha permanecido completamente intacta durante mas de mil años y probablemente permanecerá así durante muchos más. 
     Daisenryo Kofun es un lugar sagrado y no se permite que nadie se acerque a la parte principal de la tumba, por lo que las personas enterrados allí son un misterio para los investigadores. Los turistas, arqueólogos e incluso la realeza solo pueden llegar hasta un puente sobre el segundo foso (el puente sobre el tercero fue destruido en 1872) y desde entonces nadie ha vuelto a pisar la tumba. Con el fin de proteger al kofun contra mayores daños debido al clima y otros factores ambientales, la Agencia de la Casa Imperial permitió que los árboles crecieran naturalmente en el kofun, formando un bosque que en los últimos 148 años no ha sido visitado por nadie. De vez en cuando, nadando en el foso o tomando el sol entre los restos derruidos del tercer puente, se pueden ver tanukis (perro mapache japonés) que viven allí sin ser importunados. 
Fotos procedentes de Wikimedia Commons.

-----

13 mayo 2021

En Keroku-en, Kanazawa, Japón

 NEAGARI NO MATSU

Dicen los expertos que Kenroku-en* de Kanazawa es el jardín más bello de Japón. Aquí se practica un estilo de bosay muy laborioso y lento, el neagari, en el que las raíces se trabajan y con tiempo se van descubriendo hasta dejar una porción expuestas al aire. La observación del natural nos demuestra que es un efecto que algunos agentes metereológicos lo generan en ciertas circunstancias. Así pues el neagari es una técnica que provoca ese descubrir (¿se puede decir descabalgar?) la raíz.
     En Kenroku-en hay un neagari inmenso - Neagari no Matsu (traducido: pino de raíces elevadas)-, un Pinus thumbergii o pino negro japonés. Es un pino más que centenario, original de Karasaki, región de Om, llevado al jardín por el Daimyo Maeda Nariyas. Neagari no Matsu fue plantado en un montículo, en medio de Kenroku-en y al lado del gran lago. Tiene una posición privilegiada. Cuando creció y estuvo bien arraigado comenzó el proceso de descabalgar poco a poco sus raíces,  un proceso que llegó a eliminar, según la técnica neagari, el sustrato, dejando un buen volumen de raíces al descubierto. Una raíz al descubierto adquiere la cobertura de la corteza. En cada fase se retiraba la cubierta de musgo, se vaciaba un determinado volumen de sustrato y se volvía a cubrir con el musgo, llegando a quitar hasta los dos metros de sustrato.
     Ahora es el emblema del más renombrado jardín japonés, pero hoy necesita de ayudas para sostener sus grandes cimales. El primer día de cada noviembre un ejército de laboriosos jardineros instalan los yukitsuri, las pértigas de las que salen las cuerdas que sostendrán las ramas para que, llegada la nieve, no se quiebren... el invierno está cerca.

* Kenrokuen significa en japonés «el jardín de los seis aspectos combinados». El nombre viene de un libro de jardinería escrito por Li Gefei, un famoso poeta chino. Combina los seis atributos de un jardín paisajístico perfecto: amplitud que combina y contrasta con la reclusión, artificio que contrasta con la antigüedad y arroyos de agua abundantes que contrastan con las vistas panorámicas.

Fotos de la red

                Árbol nº 145

-----