07 febrero 2019

En ABC.es, hemeroteca
El rayo dormido

(Yo no creo ciertas noticias pero no dejo de pensar en lo cierto que algunas pudieran tener. Os presento el mismo hecho en dos periódicos distintos, ABC y El País, aún sabiendo que quien escribe no siempre da datos fidedignos, juzgad vosotros.)

    Hay rayos que se quedan a dormir dentro de los árboles y que no se despiertan hasta que pasa la noche, sale el sol y el aire se seca y, entonces, inician el incendio. Algunos duermen dos días seguidos. Según Óscar Catalán, bombero, el árbol que tiene un rayo dormido suele presentar una cicatriz en forma de espiral sobre la corteza como si el rayo no quisiera tomar tierra en línea recta sino que va dando vueltas alrededor del tronco, enroscándose como un bailarín de la copa a las raíces, de donde a veces sale para seguir su camino bajo tierra y entrar a dormir en el árbol de al lado. En el valle de Ayora, en Valencia, el 99,9 por ciento de los incendios forestales se inician por rayo, según los estudios efectuados por la asociación de lucha contra incendios de Ayora y la Valle; de ahí la importancia de localizar los rayos que caen sobre las carrascas durante las tormentas de verano, como la que tuvo lugar en este valle el pasado viernes. Si se encuentran, se evita el incendio, y hasta sobrevive el árbol que tiene dentro, dormido, un rayo.
     En Galicia vive una secuoya gigante a la que le han caído dos rayos en lo que va de año, y ahí sigue, quemada hasta la médula, protegiendo la casa y dando, nadie sabe cómo, todavía rumor de pájaros y de ramas.
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JOVI ESTEVE, en el El País
¿Qué es un rayo latente?

Incendio en el municipio de Baltar, Ourense. 2011,
     Sabemos que una de las causas que puede originar un incendio forestal es la caída de un rayo en plena tormenta, pero no siempre el impacto del mismo sobre un árbol conlleva un fuego inminente. Hay ocasiones en que, hasta pasadas bastantes horas o días, el árbol no empieza a quemarse apareciendo lo que se llama el rayo latente. Cuando hay tormentas con aparato eléctrico sobre una masa forestal, puede ocurrir que la descarga de un rayo sobre un árbol no produzca llama en el mismo momento, puesto que hay lluvia y mucha humedad. Ahora bien, otra cosa es lo que en ocasiones puede ocurrir dentro del árbol. La elevadísima temperatura del rayo (puede ser de hasta 30.000 grados centígrados, seis veces la temperatura del Sol), y la falta de oxígeno en el interior del tronco, generan un proceso de lenta pero progresiva combustión.
      Estos rayos latentes, dormidos o silenciosos, pueden tardar hasta cuatro días en manifestarse. Lo harán cuando las condiciones atmosféricas hayan cambiado y el ambiente sea más seco y caluroso. Cualquier ranura podrá provocar que el oxígeno exterior empiece a alimentar las brasas internas y desencadene una combustión espontánea y violenta. Si encima hay viento, tenemos los ingredientes perfectos para la catástrofe. (...) Por último, estos rayos dormidos son difíciles de detectar, ya que si observamos un árbol afectado no da muestras del proceso de combustión interna que está generando.


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04 febrero 2019

METAMORFOSIS DE DAFNE 
La pervivencia de un mito en el arte 

     Esta es una serie de trabajos de diferentes artistas de diversos tiempos. El tema es el siempre inspirador de la arrogancia y el honor, o del deseo y el rechazo.
Apolo y Dafne (1460) de Epître d’Othéa.
Antonio del Pollaiuolo (1432-1498)
 Agostino Veneziano y Maestro del Dado (1532-1533)
Maestro del Dado - (1532-1533)

Christoph Murer - 1580

Goltzius, Hendric (Muhlbrecht 1558- Haarlem 1617)
  Paolo Veronese (1560 – 1565)
Escuela florentina

 Peter Paul Rubens (1577-1640)

 Giovanni Biliverti (1585-1644)
 Francesco Albani (1615–1620)

Gian Lorenzo Bernini (1622-1625)



Jean Baptiste Van Loo (1684-1745)  Museo de Arte de Budapest

Carlo Maratta, 1681

Giambattista (Giovanni Battista) Tiepolo 1745
Benedetto Luti, 1770
Palacio del Agua (Pałac Na Wyspie Varsovia)
Jean-Etienne Liotard (1702-1789)

Andrea Appiani - 1794

Robert Lefever (1755-1830)
Théodore Chassériau, 1845
Theodore Chassériau (1819-1856)
John William Waterhouse, 1908
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La terra è liberata (Apollo e Dafne) HWV 122 es una cantata secular compuesta por Georg Friedrich Händel entre 1709-10 basada en el mito de Apolo y Dafne. Händel comenzó la obra en Venecia en 1709, pero la terminó en Hanover después de llegar en 1710 para asumir el cargo de Kapellmeister del Elector, quien posteriormente sería rey Jorge I de Gran Bretaña. La obra es una de las cantatas más ambiciosas de Händel, y es un indicativo de la brillante carrera operística que desarrollaría en los siguientes 30 años de vida.
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01 febrero 2019

XAVIER LOMBARDER, en "La Voz de Galicia"
El zorro come 40 tipos de frutos y ayuda a expandir el bosque gallego

Es un gran dispersador de millones de semillas a larga distancia, pero los cazadores creen que existe sobrepoblación

     El perseguido raposo está prestando un importante servicio a la naturaleza auxiliando a la dispersión de semillas de hasta 40 especies arbóreas. Investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela han demostrado la relación mutualista entre uno de los árboles, el serbal, y los carnívoros que consumen sus frutos carnosos. Ignacio Munilla, desde el departamento de Botánica, y José Guitián, del de Biología Celular y Ecología, comprobaron que durante 11 años los frutos de los serbales han estado ininterrumpidamente en la dieta de zorros y martas.
     De noche o por el día comen frutos caídos e incluso encaramándose al propio árbol, ayudando al avance del capudre (serbal - su nombre gallego) en Os Ancares, O Courel y la montaña leonesa. El zorro puede recorrer hasta siete kilómetros al día y el serbal llega por sus heces a matorrales o terrenos abandonados, donde prepara el camino para el bosque maduro. Además, se ha comprobado que en las montañas gallegas comen muchas moras, tejo, arándano, rosa silvestre, endrinos, peral silvestre e incluso especies cultivadas como los higos, uvas, cerezas, guindas, peras, manzanas, ciruelas...
      «Los zorros gallegos comen de todo, en especial ratones, insectos, carroña, desperdicios procedentes de basureros, muchos frutos en el otoño, aves y muy pocos conejos. Lo que parece es que busca específicamente los frutos. No son simplemente una dieta de repuesto sino que los busca aunque haya otros alimentos. Son fáciles de consumir frente a presas que exigen caza, pero podría ser que tuviera necesidades de ingerir determinados componentes de los frutos», explica Guitián. Los frutos del capudre -serbal)- son muy ricos en taninos y vitamina C.
     El zorro, como carnívoro más abundante, presta eficaz servicio al trasladar las semillas, y falta saber cómo le afecta la escasez de serbal algunos años. Son árboles sincrónicos: el año sin frutos, no los hay en ninguno. Se trata de un recurso habitual también para martas, garduñas, jinetas y tejones y que comen en grandes cantidades el jabalí, el oso (también come arándanos, castañas o bellotas) los ratones y aves, con las distintas especies de zorzal que hay en Galicia.
     El zorro forma parte de la cadena trófica del campo gallego y en este contexto, Guitián asegura que
«los campeonatos de caza del zorro me parecen patéticos. En cualquier caso, toda la caza de zorro debería de estar avalada por estudios bien hechos que demuestren claramente que hay una densidad muy elevada, o poca, o la que sea. Nadie ha demostrado en Galicia que haya sobreabundancia. Conejos o perdices no hay, pero por infinidad de razones que nada tienen que ver con el raposo».

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29 enero 2019

TEJEDA DE LA CAÑADA DE LAS FUENTES - Jaén
Nacimiento del Guadalquivir

     Para situarnos comenzamos por el municipio de Cazorla, iremos por la A-319 pasando por La Iruela y Burunchel. Recorreremos unos cinco km desde Burunchel cuando, a mano derecha, debemos tomar la JF-7091 hacia Vadillo Castril-Nacimiento del Guadalquivir. Siguiendo esta última señalización, por un camino de buen firme, pasaremos por un camping y llegaremos hasta el aparcamiento y la Fuente. Tanto el nacimiento del Guadalquivir, unos doscientos metros antes del aparcamiento, como la Tejeda están muy bien señalizados. En este lugar confluyen varios arroyos que descienden de las montañas: el de los Teatinos, el de la Juan Fría o el arroyo de la Cueva de la Luz.
El nacimiento oficial del Río Guadalquivir se ha situado bajo una placa que reproduce un poema de los hermanos Álvarez Quintero...

¡Detente aquí viajero! Entre estas peñas
nace el que es y será rey de los ríos.
Entre pinos gigantes y bravíos
que arrullan su nacer y ásperas breñas.
El reflejo otro tiempo las enseñas
las armas, los corceles y atavíos
de razas imperiosas cuyos bríos
postráronse en sus márgenes risueñas.
Él se ensancha entre olivos y trigales,
cruza pueblos de hechizo y de poesía
y al mar corre a rendirle sus cristales.
Mas como lleva sal de Andalucía
sus aguas vuelven a las del mar iguales
para llegar más lejos todavía.
Y así van sus caudales.
Triunfante en el seno de las olas
a las playas de América española.

     Nos rodean curiosas formaciones geológicas con densos pinares de pino laricio y negral. El recorrido hasta el Tejo milenario es corto, pero nos ofrece una visión completa de los elementos mas representativos de la flora de las Sierras de Cazorla, Segura y la Villas: majuelos, cerecinos, madreselvas arbóreas, rosales silvestres,...  y si, además, llegamos temprano es fácil ver a los grandes herbívoros como la cabra montés o el ciervo y el gamo, cuya berrea podremos escuchar a principios de otoño.
     En el Valle de los Tejos Milenarios se encuentran 16 ejemplares. Destaca el conocido Gran Tejo con un perímetro de 9,15 m, una reliquia...  ¿de más de 2000 años?. El resto no están señalizados, hay que dar una vuelta por los alrededores y subir por la cara este de la peña para ver el resto.
Foto: E.Villalba
Foto: E.Villalba
Foto: E.Villalba
Foto: E.Villalba
Foto: E.Villalba



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