domingo, 30 de octubre de 2016

ÁRBOLES DIBUJADOS

No lo dudé, sólo vi árboles en estas imágenes que forma el agua cuando se va retirando... un patrón -árbol- que se repite en el dibujo en la arena cuando el agua se retira en un estuario o de una zona llana y tranquila. Si observamos desde el espacio el dibujo de los grandes ríos también vemos que se repite este patrón.
En "GEOMORFOLOGÍA PARA TODOS" nos dan esta explicación:
BAJA CALIFORNIA (México) Llanos de marea en el delta del río Colorado. Los llanos de marea aparecen en costas bajas, protegidas del oleaje abierto del mar y por eso son comunes en golfos y estuarios. En este caso, en el golfo de California desemboca el río Colorado. El color castaño del agua del río se debe a esos sedimentos en suspensión. Esos sedimentos al depositarse van colmatando el lugar y ampliando los llanos de marea. Los canales de marea activos tienen un patrón característico, que llega a ser dendrítico en sus porciones distales. Como en la mayoría de los casos, los llanos de marea activos están vinculados a llanos de marea inactivos que ocupan cotas levemente superiores. El color blanco grisáceo de la mayoría de la superficie se debe a eflorescencias salinas sobre la superficie de los sedimentos.
Lago Kakura, New South Wales, Australia
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jueves, 27 de octubre de 2016


EL PERAL MÁGICO

Cuento de los sabios taoístas, de Pascal Fauliot
 
Era el puesto de fruta más bello del mercado. Enormes pirámides de manzanas, peras, albaricoques, membrillos... perfumaban el aire y brillaban al sol. Los precios también estaban a la altura de los productos para beneficio del gran comerciante que, con suavidad, los ofrecía detrás de su balanza ligeramente alterada, al igual que los comerciantes de moda de aquella época. Un haraposo mendigo, que llevaba una gorra de viejo taoísta, se detuvo ante tan agradable espectáculo. Rogando le pidió una pera. 
¡De ninguna manera! -dijo el comerciante-, mendigos como tú los hay a docenas. Si le doy a uno, los otros vendrán como moscas y voy a tener que cerrar la tienda.
¿Y una fruta dañada? -le rogó el vagabundo- no he comido durante días.
El comerciante salió de detrás del mostrador y le dijo: -¡Lárgate antes de que pierda la paciencia!
Pero un buen guardi de servicio en la plaza, intervino y compró una pera ofreciéndosela al desafortunado vagabundo. Éste esbozó una amplia sonrisa y haciéndole señas le dijo que le siguiera:
- Venga, voy a darle las gracias, yo también le ofreceré peras, a usted y a todos los de su regimiento!
- Pero, viejo loco ¿qué me cuentas? ¿Cómo podrías pagarlas?
- ¡No hay necesidad de pagar. Las recogeré de un árbol!
- Pero... ¿dónde está el árbol?
- ¡Aquí está! El mendigo se refirió a la fruta que tenía en su mano. La mordió y sacó un pepita.
- ¡Aquí está, sólo hay que sembrarla. Tráeme una pala y un poco de agua caliente y lo verás fructificar antes del atardecer!
El guardia llamó a algunos amigos que pasaban por allí, e hizo que repitiera sus palabras de viejo tonto. En la algarabía general prometió al mendigo que le daría lo que quisiera. Un guardia regresó con una pala, otro con un hervidor de agua y una multitud de espectadores le siguieron para ver lo absurdo de la historia.
El vagabundo se detuvo en el centro de la plaza, cavó un hoyo, enterró la semilla y la regó con agua hirviendo. Inmediatamente, ante esa multitud con la boca abierta, una planta salió de la tierra y comenzó a crecer visiblemente. Se formó un tronco y después unas ramas que se cubrieron de hojas y flores. Las flores se abrieron y salieron decenas de peras, henchidas, tan radiantes y fragantes como las del avaro mercader. Éste, empujando, también se mezcló con la multitud, con la esperanza de beneficiarse del reparto general que el mendigo hacía con las peras de su árbol. ¡No hay beneficio pequeño!, pensaba.
Por otra parte, nuestro comerciante se arrepintió de no haber sido amable con el extraño vagabundo que seguro tendría más de as escondido en la manga o debajo de su raída gorra taoísta. Pensó que, tal vez, no era demasiado tarde para invitarle a su mesa para obtener algún jugoso y secreto beneficio.
El mendigo, después de distribuir todos los frutos, pidió un hacha. Se la trajeron y todos esperaron a ver qué hacía. Cortó el peral por la base y, con paso tranquilo, abandonó la plaza, arrastrando el árbol tras él. Cruzó la puerta del oeste y desapareció por el camino entre una nube de polvo que borraba las huellas de sus pasos.
El comerciante no intentó alcanzarle. Volvió a su tienda con las manos vacías, sin conseguir ninguna pera. Encontró a su empleado llorando que le explicó que la pirámide de peras había desaparecido del estante de forma misteriosa. ¡De aquí es de donde provenían las deliciosas peras que el maldito taoísta tan generosamente había distribuido!
Todo lo demás era una ilusión. El tacaño comerciante cogió una ictericia. 

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lunes, 24 de octubre de 2016

El AMATE DE LA HACIENDA, Batopilas
Estado de Chihuahua, México

Paseando por el pequeño pueblo de Batopilas, por la calle que discurre paralela al río, vemos en la orilla opuesta que hay sólamente tres casas. Sobre un muro antiguo un árbol que llama la atención. No es el único árbol pero sí el más frondoso, que extiende sus amarillentas raíces sobre los muros de lo que fue la Hacienda, ahora ruinas solitarias. Para cruzar el río y no dar un gran rodeo, aprovecho el trabajo de las gentes que han puesto unos tablones sobre el agua. El árbol se encuentra en la umbría, ni esperando a que el sol vaya girando conseguiré una fotografía con buena luz (tampoco yo estuve muy inspirado sacando esas fotos), además de que proyecta su sombra sobre el muro, sus raíces y el lecho del río. Es un "amate" -Ficus insipida-, que en México se le llama jonote o amate (del náhuatl amatl). Cuando fructifica infinidad de seres se benefician de su generosidad. Se hacen dulces exquisitos con sus pequeños higos.
     Batopilas fue muy próspero, el primer núcleo pequeño en tener teléfono, eran tiempos de minas y riqueza en plena Barrancas del Cobre, estado de Chuhuahua. En otros tiempos la distancia y la estrecha carretera de ripio hacían penosa la llegada a este apartado enclave minero. Ahora la ruta se ha ampliado y asfaltado, y sigue siendo preciosa y mantiene su infernal pendiente. El inconveniente es que las gentes llegan y se van en el mismo día para pernoctar en Creek, pueblo que no tiene nada pero que se ha configurado como centro para dirigirse a diversos enclaves.




Un segundo amate
Las ruinas de la hacienda

ROSALINDA MANJARREZ
Árbol de Amate

Abrazado a las rocas
con sus fuertes raíces,
el Amate crece
entre bellos matices.

Así tierra querida
mi alma a ti se abraza,
y se queda fundida
como fuego en la brasa.

Si el Amate se aferra
a ser parte de roca,
en mi, amada tierra,
eres voz y eres boca.



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viernes, 21 de octubre de 2016

ELENA CAMACHO de Agencia EFE
La capacidad de las plantas para absorber CO2 depende de un hongo

En las próximas décadas, la capacidad de las plantas para absorber CO2 será un factor esencial en la lucha contra el cambio climático. Que las plantas lo consigan o no dependerá de un hongo muy especial.
Azores. Fotografía de A. Larena

      Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Science y que ha sido dirigido por el español César Terrer, investigador del Imperial College de Londres (Reino Unido).
      Desde el inicio de la revolución industrial, a principios del siglo pasado, los niveles de dióxido de carbono (CO2) que el hombre ha ido emitiendo a la atmósfera no han dejado de crecer y de contribuir al efecto invernadero que es el principal responsable del cambio climático al que nos enfrentamos.
Según los últimos estudios científicos, en los últimos 30 años, en la mayor parte del mundo, este aumento del CO2 ha actuado como fertilizante para las plantas y ha reverdecido el planeta.
      Sin embargo, aunque el dióxido de carbono estimule el crecimiento de las plantas, los científicos intentan averiguar si en el futuro este servicio ecosistémico persistirá y si las plantas serán capaces de absorber unos niveles de CO2 que no dejan de crecer.
     Pero, si las emisiones siguen aumentando de manera exponencial, ¿cómo reaccionarán las plantas?, ¿cuál será su papel en el futuro?.

Fumigar dióxido de carbono

      Para saberlo, los experimentos de cambio climático fumigan altas concentraciones de CO2 en las plantas de ecosistemas naturales o en invernaderos.
      “Se han hecho cientos de experimentos en el mundo pero no han arrojado conclusiones suficientes para responder esa pregunta”.
      Y es que, en algunos experimentos, las plantas no han sido capaces de absorber más CO2, mientras que en otros han conseguido aprovechar el extra de CO2 para crecer más “pero no sabíamos por qué unos sí y otros no”.
       El estudio publicado en Science concluye que la diferencia está en las micorrizas, unos hongos que se asocian con las plantas y que son “determinantes” para su crecimiento.
      Las asociadas a los ectomicorrizos, establecen una relación de simbiosis que beneficia a las dos partes: “El hongo transfiere nitrógeno a la planta, con ello, la planta consigue más nutrientes, crece más y absorbe más CO2 mientras que las que se asocian con hongos arbusculares no logran aumentar el nivel de nitrógeno -porque este hongo no es capaz de extraer este nutriente del suelo- y la planta no puede crecer más ni absorber el CO2 extra”, puntualiza.
      “El planeta es hoy más verde que hace unas décadas pero no en todas las áreas. Nuestro estudio explica por qué y apunta a que las plantas del futuro crecerán más pero sólo las que se asocien con las ecto o crezcan en áreas en las que la disponibilidad de nitrógeno en el suelo es elevada, como por ejemplo en los trópicos”, advierte Terrer, autor principal del estudio.

Reducir las emisiones para ganar la batalla

      Pese a estos resultados, para luchar contra el cambio climático “no es viable fertilizar los bosques del planeta con nitrógeno ni abordar acciones de reforestación concretas con plantas favorables a esta simbiosis”, advierte Terrer....  "Lo más viable es reducir las emisiones y no manipular los ecosistemas, que son frágiles y complejos, porque cambiar la fisonomía y la biodiversidad natural de un paisaje puede alterar las interacciones ecológicas de forma irreversible. Sería un desastre”. 
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martes, 18 de octubre de 2016

ÁRBOL EUROPEO DEL AÑO
FELIX IBARGUTXI de San Sebastián


VOTACIONES PARA LA ELECCIÓN DEL CANDIDATO ESPAÑOL DE 2017

El organismo Bosques sin Fronteras ha convocado el concurso "Candidato Español a Árbol Europeo 2017", y los candidatos son el Haya trasmocho de Altzo (Guipuzcoa), el Pino Cascalbo de Ávila, el Tejo de Bermiego (Asturias), el Árbol del Hierro (Cádiz), el Ficus del Paseo (Málaga), el Pino de La Víbora (Málaga), el Chaparro de las Ánimas (Cádiz) y el Álamo del Éufrates (Elche).
Se trata de una votación popular, y para tomar partido hay que entrar en la web del concurso. Es el organismo Hazi, dependiente del Gobierno Vasco, quien decidió tomar parte en el concurso, y propuso al guarda forestal Valentín Mugarza que escogiera un buen candidato entre los árboles singulares de la Comunidad Autónoma Vasca. Mugarza era conocedor de un detalle muy importante, que este año el árbol de Altzo ha cumplido en septiembre 180 años, y decidió apostar por este bello ejemplar de haya trasmocho.
Se sabe la edad exacta del árbol porque fue plantado por el bertsolari Manuel Antonio Imaz en un terreno de su propiedad el mismo año que se casó, es decir, en 1836. Lo hizo en un paraje denominado Gaztaina-Motzeta, lugar que había tenido castaños trasmochos. Imaz nació y murió en el caserío Legarre.
El bertsolari Imaz escogió para plantar el haya un sitio próximo a su manzanal y su calera. Era un hombre cuidadoso. Cuenta el jesuita Antonio Zavala en un artículo publicado en 1967 en este mismo periódico que «cuando Imaz traía estiércol para los manzanos, abonaba también el haya en todo su contorno. (...) Nunca se ha oído que un haya recibiera tantos cuidados».
Zavala sospechaba que «Imaz amó a este haya como a un símbolo de su vida y hogar».
Hoy en día el árbol mide 23 metros de alto, posiblemente la misma altura que cuando Zavala lo visitó. El jesuita tolosarra se quejaba en su artículo de que el viejo manzanal se había convertido en pinar.
El bertsolari Imaz amaba tanto a su criatura vegetal que en muchas ocasiones midió el tronco. Para ello, se desceñía la larga y tradicional faja, y luego en casa, comparando con las dimensiones de una barrica, sabía cuántos centímetros iba ganando el árbol.
El haya fue podada, no se sabe si cuando vivía Manuel Antonio o más tarde, y empezó a pudrirse por dentro. Entonces, «los nietos del bertsolari treparon hasta la copa del árbol y rellenaron el hueco de piedras y tierra. Y el haya, agradecida otra vez, cerró por arriba, como una herida que cicatrizara», escribió Antonio Zavala.
El poeta Kirmen Uribe también lo honró. En su libro 'Bitartean heldu eskutik' publicó un poema, en euskera, titulado 'Pagoa' (Haya), que traducimos aquí:

«Imaz, de Alzo, plantó un haya
en el monte Basaitz, el año en que conoció a su mujer.
Lo cuidó con tiento durante toda su vida,
y lo medía con su cinturón de vez en cuando.
Según Pello Errota fue uno de los mejores escribiendo coplas,
y murió veinticinco días antes que su mujer, en 1893.
Para abarcar el contorno del haya, hoy en día
se necesitaría quizá un cinturón de cinco metros»
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Estos son el resto de candidatos de España...
Primeros coches. La apertura de la Alameda  de Málaga al tráfico se produjo en 1925,
con unos ficus de mucho menor tamaño a los actuales y una circulación escasa. 
Pino de la Vibora, Málaga

sábado, 15 de octubre de 2016

Juan Guzmán - Árboles en la heráldica de Canarias, del cronista de Canarias

JUAN GUZMÁN OJEDA (Ingeniero forestal)
Dragos, palmeras, pinos canarios y más, en la heráldica de las Islas Canarias


Traemos un trabajo de Juan Guzmán realizado en 2015 sobre la heráldica en las Islas Canarias en la revista  PELLAGOFIO nº 37.
Su, siempre interesante, último trabajo, dentro de la serie "Árboles de Canarias", ha sido sobre el Drago de Luis Verde, "el drago que predice los inviernos".
 
A la hora de definir las señas de identidad de un territorio, a menudo ocurre que los árboles cobran un protagonismo particular. En el caso canario, esta casuística se repite en varios municipios, pero también islas, recogiendo varios símbolos o figuras retóricas del monte o en directa referencia a determinados árboles. En este artículo recogemos aquellos blasones que reflejan solo árboles canarios, ya que también existen árboles frutales u otros ornamentos vegetales.
       Cabe decir que los escudos institucionales con simbología forestal suponen una importante mayoría en el archipiélago, incluso podemos encontrar islas como El Hierro en la que todos sus municipios aluden significativamente al árbol. También sucede que en un mismo escudo aparece más de uno: el de Teror (en Gran Canaria), combinando pino y palmera; o el de Puntagorda (en La Palma), donde se representa al pino con el drago.


      Entre los escudos que aluden a ejemplares concretos encontramos el de la Victoria de Acentejo (en Tenerife), que incluye al célebre Pino de la Victoria (29º 38´ 8´´ N y 13º 7´3.5´´ W), testigo mudo de la batalla de 1495 entre guanches y castellanos; el de El Paso (en La Palma), que recoge el Pino de la Virgen (28º 39´ 46´´ N y 17º 50´ 29´´ W) al que ya hemos dedicado un artículo; o los de El Hierro y Valverde, donde aparece, cómo no, el mítico til santo del Garoé (27º 47´48.5´´ N y 17º 56´24.5 ´´W), objeto también de un texto en esta serie “Árboles de Canarias”.
      Por su parte, el de Valsequillo (en Gran Canaria) o el de Alajeró (en La Gomera) centran su atención en ejemplares concretos de drago: el Drago de Luis Verde (27º 59´37´´ N y 15º 29´6´´W) en el primero y el Drago de Agalán (28º 4 29´´ N y 17º 14´73´´ W) en el segundo, mientras que el de Guía de Isora (en Tenerife) se refiere al Almácigo de Chajajo (28º 12´08´´ N y 16º 46´ 76´´W).


Del árbol al bosque

      Otros escudos vienen a denotar la abundancia de la especie en el municipio, es el caso del almácigo en Arona (Tenerife); el laurel en Tegueste (Tenerife) o en Moya (Gran Canaria); el pino canario en zonas cumbreras como Artenara (Gran Canaria), La Guancha (Tenerife) o El Tanque (Tenerife); la palmera canaria en Haría (Lanzarote) o Valle de Gran Rey (La Gomera); el laurel en Tegueste (Tenerife) y también en Moya (Gran Canaria); la sabina en Frontera (El Hierro); o el acebuche en La Oliva (Fuerteventura), en este caso más como reflejo de épocas pretéritas. Hay símbolos que van un poco más allá, así la enseña de Vilaflor (Tenerife) recoge al pinar en su conjunto.
      El elemento vegetal que más se repite entre las Islas es la palmera canaria, solo ausente en El Hierro. Nuestra palmera es especialmente frecuente en Gran Canaria, si bien debe tenerse en cuenta que algunos escudos municipales toman figuras del escudo insular. El segundo elemento más abundante es el pino canario y luego le sigue el drago.
En armonía con la denominación insular encontramos la palmera en el escudo de la isla de La Palma y si bajamos a escala municipal aparece el sauce en el Sauzal (Tenerife) y el pino en El Pinar (El Hierro), valgan las redundancias.
      Solo queda añadir que creo compartir con el lector que la bandera más forestal del archipiélago es la del Ayuntamiento de El Pinar, en El Hierro, a su vez el municipio más joven de Canarias –constituido oficialmente el 15 de septiembre de 2007–. Por eso ondear la bandera de este ayuntamiento equivale a airear la fragancia resinosa del más extenso de nuestros ecosistemas, es como evocar a la propia naturaleza y, cómo no, a la libertad que un día, como especie planetaria, perdimos.

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miércoles, 12 de octubre de 2016

ÁRBOLES Y PLANTAS EN LA HERÁLDICA DE LAS PROVINCIAS ESPAÑOLAS

Sabiendo que todo está sujeto a cambio e interpretaciones, eh aquí los escudos que diversas provincias han incluido el mundo vegetal entre sus símbolos. Los escudos de otras provincias que solamente tienen en su corona hojas de acanto no se han incluido.

Es muy común que los escudos provinciales incluyan en cuarteles los escudos de las poblaciones que son o eran cabeza de partido judicial.



Provincia de Almería
En el segundo cuartel figura una gavilla de trigo, correspondiente a Canjájar.
En el tercer cuartel figuran unas matas de ortigas (Cuevas de almanzora).
En el noveno otra vez aparecen las matas de ortiga (Vélez Rubio).



Las grandes hojas del acanto, al parecer, sirvieron de inspiración al artista griego Calímaco para decorar frisos y capiteles corintios, que imitan la esbeltez virginal de una doncella, según cuenta la leyenda:

       Una doncella de Corinto enfermó y murió. Su nodriza tomó todos sus juguetes y enseres y los depositó en su tumba dentro de un cesto, tapándolo todo con una piedra. Una planta de acanto brotó debajo del cesto. Sus grandes y lustrosas hojas fueron rodeando el conjunto, formando volutas a su alrededor.

The Invention of the Corinthian Capital by Callimachos (1846)
Johann Christian Reinhart (1761 - 1847)



Provincia de Ávila
En el segundo cuartel, segundo y tercero, aparecen cuatro árboles arrancados, representando a Piedrahíta.
La corona está festoneada con flores de acanto (Acanthus mollis)






Provincia de Barcelona
El escudo está rodeado de una rama de lauerel -la victoria- y otra rama de olivo -la paz-.
Tiene flores de acanto en la corona.






Provincia de Bizcaya
Dos ramas de roble rodean el escudo.
Vemos el Roble de Guernika en el centro.


Provincia de Cáceres
En el primer cuartel hay in castaño y un pino arrancados representando a Plasencia.
En el tercer cuartel figura un moral en oro con fruta, representa a Navalmoral de la Mata.
Tiene flores de acanto en la corona.





Provincia de Cádiz
El cuarto cuartel tiene una torre rodeada de dos ramas de olivo representando a Olvera y flores de acanto en la corona.










Provincia de Ciudad Real
Tiene flores de acanto en la corona.
En el segundo cuartel hay, en jefe, tres árboles en verde -sinople- (que es de Manzanares).
En el noveno cuartel aparece otro árbol, no se especifica la especie.



Provincia de Cuenca
Flores de acanto perlan la corona y en el tercer cuartel hay un pino.



Provincia de Granada
En el centro hay una granada abriéndose.


Provincia de Guipuzcoa
Tiene flores de acanto en la corona y tres tejos en verde en el centro del escudo.



Provincia de Huesca
En el segundo cuartel hay un árbol de sinople, representando a Fraga.
En el quinto hay un tamariz representando a Tamarite.



Provincia de Lleida
Un ramo de lis con tres flores



Provincia de Málaga
Tiene cinco flores acanto sobre la corona de la que salen dos ramas de laurel.



Provincia de Palencia
Flores de acanto sobre la corona y tres flores de lis en plata en el primer cuartel.



Provincia de Salamanca
En el centro, sobre un puente, hay na higuera de sinople, arrancada.
La corona está festoneada con flores de acanto.



Provincia de Segovia
La corona está festoneada con flores de acanto.
De la jarra de plata salen tres ramas floridas de azucenas con sus colores, que son las armas de la villa de Santa María Real de Nieva.


Provincia de Sevilla
Flores de acanto en la corona.
El escudo de Utrera es el segundo en sentido de la hora y contiene un olivo y un pino, aunque las modificaciones se han producido a lo largo del tiempo.
El cuarto es el escudo de Lora del Río que contiene un laurel.
El quinto representa a Sanlúcar la Mayor, con seis acebuches en el centro del escudo.
El sexto representa a Estepa, con un racimo de uvas y dos hojas de higuera.



Provincia de Soria
El primer cuartel refleja el escudo de la villa de Ágreda, con una cepa o vid con tres racimos.
El segundo es el de Almazán, que ostenta una higuera y unas pamelas.



Provincia de Teruel
El cuarto cuartel representa a Alcañiz y contine dos cañas.
Una palma y un ramo de laurel rodean el escudo. 



Provincia de Valencia
Hojas de acanto sobre la corona y dos ramas de laurel rodean el emblema.









Provincia de Valladolid
Dos ramas de laurel rodean los diversos símbolos-










Provincia de Zaragoza
En el primer cuartel es el escudo de Sobrarbe, donde hay una encina arrancada de sinople (verde).
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